Te quiero de aquí a Marte
Amarte duele tanto que no sé que hacer
si verte en el aparador tocarte y quererte, amarte duele.
Te veo ahí, sentado y derrumbado, ¿qué es lo que ocurre?. Me acercó a ti lentamente y sin hacer ruido alguno, escucho tus sollozos claramente y veo tus hombros temblar. Lloras, pero...¿cuál es la razón de tu llanto?. No, no llores.
Recargo mi mano sobre tu hombro, volteas ante el contacto, tus ojos estan rojos. Intentas disimular el rastro húmedo de tus lágrimas, pero todo es en vano, lo sé y lo sabes.
"Matt...yo..." me dices intentando excusarte. No, no hables. Simplemente, dejame mirarte. "...¿qué haces aquí?", señalas con la mirada el relój. Es tarde.
"Yo..." intento inventar algo, pero realmente me resulta imposible. Suelto un resoplo resignado y me dirijo a la puerta; sorprendemente me detienes.
"No te vayas..."
Te quiero de aquí a Marte (de aqui a marte)
aunque la gente siga nuestros pasos yo
te pido que no mires el reloj y quédate aunque me duele.
"...porfavor" me lo pides.
Pero, ¿por qué?, ¿qué ganas tú quedándome yo?...¿acaso...?
"...quiero...hablar contigo..." mi corazón comienza a latir fuerte y rápidamente. Sin titubear asiento, me guías hasta la sala, todo esta desordenado por la fiesta qué tu hermana acaba de ofrecer. Sí, ella se ha ido con Takeru.
" ¿Qué pasa?" te pregunto intentando calmar mi nerviosismo, me miras un momento y después miras el piso. Reviso la estancia con rapidez, intentando apaciguar mi palpitar, qué esta sobre 100 y contando...
"Matt...yo..." y aumenta nuevamente, juegas con tus dedos y casi no puedo controlarme. El pecho va a estallarme. "...terminé con Sora..." dices finalmente, una sensación de felicidad indescriptible me envuelve por dentro, pero debo disimular...
"Lo siento mucho...por tí...¿por qué te ha terminado" ríes suavemente y meneas la cabeza.
"No ha sido ella..." dices, trato de abrir la boca para fórmular nuevamente la pregunta, pero la sorpresa me hace las cosas díficiles. El silencio se apodera de la habitación, hasta qué por fín mi mandíbula parece destrabarse.
" ¿Por que la has...terminado?"
Me miras indeciso, nervioso.
Mi ritmo cardíaco vuelve a aumentar, te levantas del sofá, yo sólo te imito. Mi sistema nervioso está sumamente dañado a estas alturas, pero no pierdo la postura, mi mirada inquisitiva sigue estando sobre tí, y sin darme cuenta, analízo todos y cada uno de tus movimientos, bajas la mirada, te acercas con pasos lentos hacia mí. Me miras duramente, una risa nerviosa logra escapar de tus labios. ¿Qué ocurre?
Y amarte duele quiero llevarte a Marte y quererte
si el mundo no conspira no se puede el amor
quiero llevarte a Marte y me duele.
"Por tí"
Mis latidos se detuvieron.
¿Es verdad lo qué acabo de escuchar?
"¿Qué?" pregunto atónito, regresas a tu lugar.
"...la terminé cuándo me confesó que te quiere a tí...y qué siempre fué así..." siento algo partirse en mi pecho al escuchar esas palabras salir de tu boca. Duele, siempre ha dolido.
Todos estos años de callarlo, de amarte en secreto, de pensar qué talvez algún día tú te dieras cuenta qué realmente sientes lo mismo qué yo, qué talvez nos darías una oportunidad... todo fue reducido a cenizas en segundos.
Todos estos años amándote, lástimandome, muriéndome por dentro. Por tí.
¿Es qué acaso no vale la pena?...no, sí la vale. Siempre la ha valido; jamás me importó realmente lo qué pensaran todos, siempre fuí feliz así, amándote en silencio...
Duele, claro qué duele. Duele ver cómo sufres por alguien qué no te merece..., claro qué talvez yo tampoco te merezco.
Simplemente quiero estar contigo, compartirte mis horas...y seguir amándote por siempre.
Siempre me dolió amarte y no poder decírtelo.
Hablas, pero no te escucho...estoy demasiado confundido para poder hacerlo, creo qué me explicas cómo sucedió todo, y de pronto algo me hace volver a la realidad...algo qué has dicho y qué hace qué la ilusión crezca nuevamente...
Escaparé contigo a Marte (escapare contigo a marte)
ahí no importa nada, te podré querer
pero tu hermana dice que no sientes
lo que dices y me duele.
"...me ha dicho qué nunca dejó de quererte..." haces una pausa un tanto larga, tu voz tiembla, pero al hablar nuevamente lo haces con firmeza "...y le he dicho qué lo siento, pero qué..." cortas. ¿Por qué paras?
"¿Pero qué?" pregunto sin más.
"...qué simplemente, no podrá estar contigo...porqué..." nuevamente mis latidos aumentan "...porque tú ibas a estar conmigo." y se detienen.
Mis mejillas estan ardiendo, ni siquiera hago un mínimo esfuerzo por disimularlo. Mi corazón da vuelcos, pero mi mente alberga miles de preguntas, y dudas...dudas de la veracidad de tus palabras. Me miras unos instantes y titubeas antes de levantarte y dar vueltas en la estancia cómo un león enjaulado, finalmente te detienes.
"Perdón, no quise..." te miro, aún soprendido, continúas "...no quise molestarte con ese comentario..."
Cállate, no digas más. Las palabras arruinan este tipo de momentos..., pero no logro decirtelo, ¿cómo hacerlo?, mi cuerpo está estático, mi corazón late lentamente esta vez...¿qué sucede?
Dudo de tus palabras, de tu intención...
Tu hermana varias veces me ha dicho qué no sueles sentir realmente lo qué dices, y qué lo has puesto en práctica con Sora, realmente ese debe ser tu defecto más grande, hablas y alardeas sin pensar en las consecuencias...alguna vez leí qué queremos a las personas por sus virtudes -y vaya qué tú tienes muchas-, pero realmente es por sus defectos qué las amamos.
"¿Es eso cierto?" pregunto sin darme cuenta.
"¿Qué?" me preguntas con suavidad, tu voz suena quebrada.
"¿Realmente sientes lo qué dices?"
"Ya te dije qué no quería molestarte..." tonto, ¿acaso es tan díficil de entender?. Muevo la cabeza y te das cuenta de la verdadera intención de la pregunta. "Yo..."
Y amarte duele quiero llevarte a Marte y querte
si el mundo no conspira no se puede el amor
quiero quiero llevarte a Marte y me duele.
Tu voz tiembla. Pero no te dejo continuar.
Sin más, me apróximo a tí, tus mejillas adquieren un tono carmesí.
Sin pensarlo dos veces, reclamo tus labios para mí. El primer contacto es débil, confuso, temeroso, pero poco a poco comienzo a sentir cómo correspondes, y profundizamos el contacto. Nos separamos después de unos segundos, en busca de aire. Nuestras miradas se cruzan.
"...sí" exclamas finalmente.
Te abrazo contra mi cuerpo, tanto tiempo anhelando este momento, y por fín se ha cumplido.
Tantos años de callarlo y hoy finalmente puedo decirtelo sin temor, tanto dolor se apacigua en este momento, todo es nuestro ahora. Sí, sólo existimos nosotros. Nadie más.
"Te amo...siempre lo he hecho" me atrevo a decirte al fin, te aferras a mí. Mascullas un "también yo" y mis mejillas enrojecen una vez más.
Un nuevo beso consuma la escena, escuchamos la puerta abrirse con lentitud, es Sora.
Nos mira sorprendida, se lleva ambas manos a su rostro y lágrimas cristalinas comienzan a salir, se da la vuelta y cierra nuevamente, sé perfectamente cómo se siente...pero, realmente, no estoy dispuesto a dejar ir a Tai una vez más. Ya nunca más.
Sé que esto sonará egoísta pero...
Y amarte duele quiero llevarte a Marte y quererte
si el mundo no conspira no se puede el amor quiero llevarte a Marte y quererte.
...él es mío, y de nadie más