Estaba comenzando a anochecer cuando Sora al fin se había podido desocupar de todos los deberes que su madre le había dado aquel día. Desde el hecho de ordenar su habitación, cosa que no le era para nada agradable, hasta ir de compras en su lugar.
Este había sido uno de los días mas aburridos para el chico. Se imaginaba que sus amigos debían de haber estado jugando toda la tarde mientras él, en lo único que pensaba, era en terminar todo de una vez....
A pesar de que el sol ya se había ocultado, Sora se decidió ir porRiku y Kairi.
Siempre acostumbraban ver un rato las estrellas, así que… si tenia suerte, podría encontrarles.
Al mismo tiempo una seria conversación se llevaba a cabo entre una chica de cabello rojo y un joven peliblanco.
-Siento haberte llamado tan tarde, pero necesitaba hablar contigo. –decía el chico de ojos azules.
- No importa! No es primera vez que nos juntamos a esta hora, pero qué es eso tan serio que querías contarme?- respondía la chica con una sonrisa en su rostro
- Solo te quería preguntar algo…
La chica le miró con cierta intriga.
- Kairi, qué es lo que sientes por Sora?- preguntó Riku.
- eh?.... bueno.... Sora es mi amigo, no? – Respondió dudosa
- No es eso a lo que me refiero… Te gusta verdad?- preguntó en seco.
- ah?.. es que…. Yo… eso… la verdad yo…-murmuraba la pelirroja sin ninguna coherencia, y es que la pregunta fue repentina, a demás por qué era Riku quien debía preguntarle aquello?- yo.... -respiró profundo- esta bien... tienes razón, Sora siempre me ha gustado… aunque antes no me daba cuenta. –Terminó la frase casi en un susurro.
- Me lo suponía.... - dijo Riku acercándose peligrosamente a ella.
-eh? porque? - decía la chica toda roja y nerviosa tanto por haber confesado sus sentimientos como por el hecho de que Riku la estaba acorralando contra una palmera.
- En serio quieres que te diga el por qué de mi curiosidad?....-susurró mientras miraba a la chica directamente a los ojos con una mirada que realmente daba miedo. -Es porque no eres la única que siente eso por él.
La pelirroja guardó silencio.
- Sabes? A mi también me gusta Sora, no… no me gusta, mas bien lo amo... desde mucho antes que tú llegaras a esta maldita isla.
El rostro de Kairi mostraba una clara sorpresa y a la vez una gran confusión.
- Siempre éramos nosotros dos. Secretos, travesuras, sentimientos, todo lo compartíamos… hasta que llegaste tú! y rompiste ese hilo que nos unía.
Riku iba alzando cada vez más la voz, intimidando a la chica.
-Porque mierda tuviste que aparecer!!!!?? Estoy seguro que de no ser por ti, ahora Sora estaría sintiendo lo mismo por mi!
-Ri...ku....- musitaba a chica asustada por la reacción de su 'amigo'.
-Ahora y siempre has sido lo único que ha estorbado entre él y yo, pero ya me cansé de aparentar ser tu amigo y soportar como lo estas enamorando.
Riku golpeó con fuerza contra la palmera haciendo que la pelirroja se estremeciera.
Le dedicó una mirada de superioridad y no pudo evitar que una sonrisa se formara en los labios. Kairi ya tenía lagrimones brotándole de los ojos, estaba totalmente asustada, y Riku sabía que sus palabras le dolían.
- Ahora no voy a reprimir mis sentimientos, y tu serás testigo se eso.
-Que... que vas a hacer?.
- En serio quieres que te lo diga?- Riku se acercó al oído de la chica para pronunciar con una voz que jamás le había escuchado..- "Hoy haré mío... a Sora… Le haré el amor y probaré cada rincón de su cuerpo…." - tras esas palabras el muchacho se dispuso a ir en busca de su amigo y mientras se alejaba sus carcajadas no dejaban de escucharse.
La chica quedó helada. Que rayos le estaba pasando a su amigo?
había escuchado bien? “Le haré el amor”.
Kairi trataba de procesar aquellas palabras pero algo se lo impedía.
Quizá su cabeza realmente no quería imaginar aquello.
Sus ojos no reprimian las lágrimas.
Riku realmente estaba hablando enserio? No quería creerlo. Ella era un estorbo? Riku jamás la consideró su amiga?....
No sabía que hacer, y se preguntaba si realmente había algo que pudiese hacer.
La pelirroja comenzó a caminar a su casa cabizbaja sin que la duda de si “era verdad o solo era una mala broma” se esfumase de su cabeza.
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En otro lugar de la isla, Sora intentaba escapar de su casa por la ventana tratando de evitar que su madre le diera alguna otra tarea.
Cuando comenzaba a caminar una voz familiar le detuvo.
- Hey, Sora.- le llamó su amigo que estaba apoyado en una de las palmeras que rodeaban la casa.
- Waaahh!!- gritó el castaño e inmediatamente se tapó la boca con miedo de ser escuchado por su madre y arruinar su huida- Riku!, Me has asustado… qué haces aquí?
- Pues… me preguntaba si esta noche me querrías de compañía.- preguntó mientras se acercaba al castaño hasta abrazarle por la cintura.
- Ri… Riku… que se supone que significa eso?- decía Sora algo sonrojado.
- Mmmm.. que deseo tenerte esta noche solo para mí?– respondió luego de acercar su rostro lo suficiente al de Sora para que la escena pareciese algo mas que una conversación.
- eh?!?! – exclamó sorprendido.
- Jajajajajajajajajaja!!!!- el peliblanco soltó de pronto una carcajada al ver la cara de su amigo.- Eres muy fácil de engañar Sora. Jajajaja… Simplemente… -mientras se separaba de él.- Simplemente era si me podía quedar a dormir en tu casa hoy. Estoy algo aburrido en la mía, además acabo de pelear con mis padres.
-Así que era eso..- susurró el otro.
- Que? En serio querías que te hiciera algo esta noche? –preguntó maliciosamente, volviendo a acercarse a Sora.
- Ya vale Riku!! – Sora desvió la mirada para que Riku no notase el color de sus mejillas. El chico agradeció a todos los dioses que afuera estaba lo suficientemente oscuro como para que no se notara ese pequeño detalle.
Por qué Riku siempre tenia que decir las cosas tan… extrañamente?
Tenía que admitir que por un instante las palabras de Riku sonaron demasiado convincentes. Y que más de algo pasó por su mente. Trató de olvidar aquello y comenzó a subir nuevamente por la ventana.
- Es que no conoces la puerta? – dijo Riku con fin de fastidiar a su amigo.
- Pues úsala tú. Se supone que yo no he salido.
- Vale…
Después de unos minutos en los que Riku había golpeado, Sora ya estaba en su habitación nuevamente, esperando a que su madre le llamase por la ‘visita’.
Como siempre la madre de Sora no ponía problemas a que Riku se quedase a dormir, después de todo desde pequeños había sido siempre igual.
Pero esta noche…. Algo de seguro cambiaría.