Una vez fuera, ambos vieron la columna de humo y lo que parecía un pequeño fuego a los pies de Nami; Luffy intentaba apartarla sin éxito, estaba como petrificada y eso no era un buen augurio para el inocente albañil, que tenía una mirada demasiado seria para él. Zorro se apresuró y intentó apagar el fuego, mientras Sanji pensaba qué podía haber pasado allí: principalmente en esa zona nunca había nadie, por lo que estaba descartado que fuera alguien del pueblo que quisiera echarlos de allí; podían haber sido ellos dos, pero...¿Por qué quemar sus propios materiales si no tenían dinero para comprar más? Eso lo devolvía a la opción del principio de que alguien más lo hubiera hecho, y por las reacciones de los albañiles, eliminándo a Zorro, era lo más probable; y justamente por las reacciones de ellos, ese alguien les era conocido. Antes de entrar de nuevo al bar vio como Zorro caía de rodillas, exhausto tras el esfuerzo sobrehumano de apagar un simple fuego; Nami empezó a temblar mirando un punto remoto en el camino y Luffy recogía con sus manos las cenizas de lo antiguamente eran sus únicos materiales de construcción. Una vez dentro del bar, se dirigió detrás de la barra y cogió un cazo para calentar agua, mientras hervía el agua, cogió de un cajón una infusión y la puso dentro del recipiente; tras unos minutos de espera, sirvió en una taza un poco de esa infusión y salió de nuevo en dirección a la obra. Los chicos intentaban espabilar a Nami, que estaba en un estado de semi inconsciencia.
-Toma Luffy-dijo Sanji acercándole la taza-es para Nami, que se la tome ahora, le hará bien-el otro asintió mientras le acercaba la taza a Nami-Zorro...
-¿Qué?-le cortó el mencionado.
-¿Puedes venir dentro? Alguien tiene que pagar esa consumición, y ellos necesitan relajarse unos minutos-añadió en voz baja.
-Está bien-dijo con notorio enfado, el que ese ``marimo´´ le mirara con esa furia le hacía sentirse pequeño y muy triste, aún sin saber el motivo de ello-¿Cuánto es?-dijo una vez dentro.
-Ya te dije que hoy invitaba la casa, lo que quiero saber es qué coño ha pasado ahí fuera para que Nami esté al borde de un infarto y Luffy esté tan serio-dijo con gran parsimonia Sanji mientras le cedía una silla al otro muchacho-además de que tienes un cabreo encima...
-Perdona, es que es muy cierto que lo que pasó ahí fuera es algo feura de lo común, y lo más lógica es que se pusieran así los dos. Luffy tiene un hermano pirómano. Cosa que ve, cosa que quema-Sanji se cayó de la silla impresionado.
-Pero entonces puede quemar mi bar, es lo único que tengo-el miedo se apoderó de él-¿POR DÓNDE SE FUE ESE IDIOTA?-gritó mientras se ponía de pie.
-En dirección al pueblo, pero no te preocupes, no quema casas que están muy juntas, no es idiota-al rubio se le cayó el alma al suelo-¿Pasa algo malo?
-Mi...casa...está...alejada...del...resto-murmuró antes de perder el conocimiento y ser recogido por los brazos de Zorro, que estaba un poco azorado por la situación en la que se encontraba.
-Será idiota...¿Por qué no puede vivir con el resto de seres humanos-dijo cargándolo como si fuera una novia, cosa que sorpreindió al mismo Zorro y lo colocó en su hombro saliendo con cuidado del bar,
-¿Se puede sabre que le has hecho al pobre hombre?-preguntó Nami bastante alterada al ver al cocinero desmayado a cuestas de su ``empleado´´-¿Por qué me suena tanto este tío?
-No le hice nada, le comenté lo que pasó y...Me dijo que vivía a las afueras de lla ciudad y se desmayó-Luffy lo miraba con los ojos desbordados y la boca de Nami estaba a veinte centímetros de su lugar original-¿Pasa algo?-preguntó inocentemente.
-¡IDIOTA!-gritaron ambos; Nami le dio un puñetazo que los tiró a ambos al suelo y Luffy empezó a correr hacia el pueblo como alma que lleva al diablo para intentar detener a su hermano, o sino ese pobre cocinero-camarero le diría adiós a todas sus pertenencias. Al quinto quilómetro pasó a un joven que iba andando tranquilamente y frenó como pudo.
-Hermanito,¿Tú por aquí?-preguntó Ace sosteniendo su mechero.
-Aléjate del pueblo, o te aseguro que sufrirás la ira...
-¿Ah sí? ¿Qué va a hacerme un canijo como tú?
-La ira del abuelo-enseñó un móvil sacado de no se sabe dónde, a Ace se le sacaron los colores de la cara y el mechero se le cayó al suelo-Ya no te ríes tanto, hermano.
-Todo menos eso, Luffy-dijo arrodillándose frente a él-si se entera de que volvía a quemar algo me mata-terminó con un sollozo.
-Pues vete de aquí-dijo presionando unos botones.
En el bar...
-Ya sé de que me suena este tío, cuando era una niña era mi único amigo; era muy tímido con los chicos, pero con las chicas era todo un caballero.
-No me extraña nada en absoluto-mumuró Zorro.
-¿Dijiste algo, marimo?-preguntó Sanji desde el suelo.
-Sanji, ¿estás bien?-Nami le cogió la mano.
-Claro Nami-swan, estaré bien siempre y cuando tú estés a mi lado.
-Idiota-susurró Zorro con su voz cargada de celos, pero antes de poder iniciar una pelea, una nube de polvo pasó por su lado y más tarde apareció Luffy sonriendo-¿Te libraste de él?
-Jeje, sí; y tu casa está sana y salva.
-Menos mal...Os debo una a todos, menos a ti, marimo.
-¿Por qué a mi no?
-Sólo me causas problemas-todos estallaron en carcajadas menos Zorro que puso morritos y se giró como un niño pequeño, cosa que le pareció a Sanji lo más adorable de ese mundo.
Y así fue como se conocieron todos esos idiotas, más tarde se les unieron Usuff el mentiroso, Chopper el loco y Robin la bibliotecaria; todos juntos se lo pasaban en grande hasta, claro está, Sanji cerraba el bar. Siempre se iba tras una última mirada que le dedicaba a Zorro sin que este se diera cuenta.
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