ÉL VIVE EN TI
Sakura y yo recorríamos pasillos lúgubres siguiendo a Tsunade. Nos condujo a una puerta grande de una madera oscura, como si estuviera quemada. Sacó una llave y entramos. Estaba allí, tumbado en una cama que apenas podía recibir ese nombre. Al vernos se levantó y me miró a los ojos. Sus palabras fueron tres, pero son las más bonitas que me ha dicho nunca nadie: "Te esperaba usuratonkachi" y sonrió. Ese gesto que apenas nadie había visto en ese hermoso rostro me lo dedicó a mí. Tsunade nos explicó la situación: Sasuke se había entregado a la villa de la Hoja, pero el consejo de ancianos lo consideraba un traidor por lo que debería ser ejecutado. Tsunade bajo la cabeza, disculpándose por no hacer nada, aunque le dieron tres meses para recurrir la sentencia y así lo haría con la ayuda de Jiraiya y Kakashi. Sakura lloraba, lloraba amargamente y me abrazaba buscando consuelo y yo, yo simplemente no podía apartar la vista de esos ojos negros que tantas veces aparecían en mis sueños. Volvió a sonreír diciéndome que había vuelto para hablar conmigo y que tenía algo importarme que decirme. Las dos mujeres se marcharon y nos dejaron solos para que tuviéramos un poco de intimidad.
Le dije que me dijera lo que me tenía que decir y que escapara de aquí porque no quería que muriera. Su contestación me hizo llorar: "Naruto, he vuelto por ti, porque te quiero. Estoy harto de huir, de esconderme, de ser solo la sombra de una venganza. Quiero ser yo por una vez en mi vida y si para eso tengo que morir lo haré, solo espero que tu estés a mi lado cuando eso pase." Mi mundo empezaba a desmoronarse, él era lo que mas quería y prefería no verlo nunca mas y saber que estaba a salvo, que tenerlo a mi lado para que a los tres meses fuera ejecutado. Su repuesta fue un beso, un beso tierno, calido, lleno de amor. En ese momento entendí que no se iría, que no volvería a abandonarme y me resigné a cumplir el que seguramente sería su último deseo.
A la media hora, más o menos, de estar solos, aparecieron cuatro jounnins con una histérica Sakura que gritaba improperios a los cuatro vientos. La encerraron en la celda de al lado, por lo que ella nos explicó, por haberle dado un puñetazo de nada a un anciano. Ese anciano estuvo en cama durante medio año. Me obligaron a salir de ese cuchitril que llamaban cuarto y les dejé solos.
Iba cada día a ver a Sasuke y cada día me recibía con mas amor si cabía que en el anterior. Ya había pasado un mes y haciendo caso omiso a mis ruegos seguía a mi lado encantado de la vida. Kakashi nos informaba diariamente de los progresos con el consejo y la verdad eran muy pocos. Sasuke no temía a la muerte, por eso me pidió que me casara con él para que cuando se fuera pudiera hacerlo como algo mió, así me lo pidió. Yo no me pude negar a ser del amor de mi vida, así que una noche nos reunimos los más cercanos, es decir, los equipos siete, ocho y diez, así como el equipo de Gai, con sus respectivos senseis y ambos sannin. Fue una ceremonia muy sencilla, pero preciosa pues dedicamos todo el amor en ella. Esa noche me dejaron pasarla en el calabozo junto a él y pudimos expresar todo el amor que teníamos guardado desde los doce años. Fue la noche mas bonita de toda nuestra vida y para mi lo será siempre.
Llegamos a los dos meses y parecía que la decisión de los ancianos era irrevocable, aun así nuestra vida estaba en su mejor momento. Los días pasaban y yo cada vez le pedía con mas ganas que se fuera y que viviera una vida lejos de aquí, que yo me marcharía con él y, ¿sabes lo que contestó? Que Konoha no podía perder al que sería su mejor Hokage. Ese era mi sueño, desde que era un niño, pero nunca me importaría haberlo dejado a un lado por él. Me pidió por favor que siguiera adelante con mi vida, porque así cumpliría su sueño, y que aunque en ese momento no lo entendería del todo dentro de poco lo haría.
El recurso terminaba en dos semanas y en todo ese tiempo lo único que pudieron conseguir fue que Tsunade sería la encargada de la muerte de Sasuke. No sabes como me enfadé con ellos por tirar tan pronto la toalla, pero al escuchar las otras opciones me di cuenta de que esa era la más acertada, para la villa y sobretodo para Sasuke. Si Tsunade se hubiera negado la habrían retirado de su puesto de Hokage y lo hubiera ocupado Danzo, llevando a cabo este la ejecución. Yo no podía más. Mi dolor cada día iba en aumento, era horrible verlo allí con esa expresión de felicidad. Besando cada parte de mi cuerpo cuando en poco tiempo no lo volvería a hacer jamás. Lloraba todas las noches, incluso, pensé en dejarlo, hacer que me odiara para que escapara de ese infierno al que nuestro amor le había condenado. Todo fue una perdida de tiempo, pues me conocía como la palma de su mano y nunca funcionó. Me pedía tantas cosas que no me veía capaz de hacer...Me dijo que nunca dejara de sonreír, que buscara mi sueño al igual que le busqué a él, que me cuidara y que si algún día volvía a enamorarme que no me preocupara que él me apoyaría. Cada día me lo repetía y cada día me hacían mas daño sus palabras, pues sabía que eso era su manera de despedirse.
El día llegó. Ese fatídico día llegó y la desesperación se apoderó de todos nosotros, de todos menos de Sasuke que nunca perdió la sonrisa en estos tres meses. Tsunade prometió que se iría de una manera dulce, que no sufriría, pero en realidad yo se que si lo haría porque su destino no era morir joven, su sueño era restaurar su clan, seguir a adelante...
_ Mi sueño eres tu_ me dijo mirando a los ojos, y es que Sasuke parece que me leía la mente.
Su sonrisa me tranquilizaba y torturaba al mismo tiempo, esa tranquilidad que mi corazón no sentía sus ojos la reflejaban. Tsunade entró acompañada de Sasuke. Entró en el lugar contiguo al que había sido preparado para el "espectáculo". Toda la villa estaba allí reunida y también mis amigos de la arena, que intentaron calmarme y darme todo el apoyo que podían para que no me desmoronara. Le dieron un tiempo para que se despidiera de todos y así lo fue haciendo. Sin embargo, y como era lógico empleó mucho mas tiempo en el equipo siete, el equipo Kakashi, su equipo, su familia. Primero fue Sai, nunca se habían llevado excesivamente bien, pero en el fondo se apreciaban. Ambos se miraron y Sasuke no sabía que decirle, pero le abrazó, un abrazó lleno de aprobación, transmitiéndole que aceptaba que fuera su sustituto, tanto en el equipo, como en nuestras vidas. Lloré mucho, pero lo hice con más fuerzas al oír la pregunta que Sai le hizo.
_ ¿Por qué tiene que morir una persona como tu? No puedes morir, porque todos te lloran. Siempre has dicho que soy tu copia, si quieres me puedo hacer pasar por ti, a mi no me importa morir y así tu podrás cuidar de Naruto.
_ Yo tuve la oportunidad y la desaproveché, esta es mi manera de enmendar mi error, ahora es tu turno de cuidar a todos, en mi nombre, como mi copia barata que eres_ le contestó dulcemente Sasuke.
El siguiente fue Kakashi, el cual intentó pedirle perdón, pero fue acallado por Sasuke.
_ Gracias por haber sido un padre para mí. Enseña todo lo que puedas de mí.
Nadie entendió sus palabras a excepción de Kakashi, Tsunade y Sakura. Sakura. Era su turno y no atinó a nada más que a aferrarse a Sasuke. Él tampoco dijo palabra, pues ese gesto significaba mas para los dos que cualquier cosa se pueda expresar hablando.
Por último yo, su tesoro, como él me llamaba tantas veces. Me besó. Me besó tan dulce y apasionadamente que desee que se hubiera pegado a mis labios y no lo pudieran despegar, pero no fue así.
Comenzaron a andar hacia la sala donde perdería la vida. Cuando estaba en la puerta se giró y me miró.
_ Solo me da pena no poder verte crecer, pequeño. Os quiero.
Todo el mundo al verlo pasar comenzó a arrojarle cosas. La furia se apoderó de mí. El Kyubi me invadió, pero al fijarme en lo que era lo que salió de mi no fue chakra del demonio, sino lágrimas. La gente de la villa comenzó a lanzar rosas tan rojas como sus ojos y se oían sollozos y gritos de ánimo. Estoy seguro de que aparte del consejo, nadie quería que acabaran con su vida, pero no fue así. Desapareció, desapareció de este mundo con una sonrisa en lo labios y con mi nombre en su garganta.
Aguanté un mes el estar sin él, sabiendo que nunca mas volvería a oírle, volvería a olerle o a mirarle, pero ya no aguanté más. El mismo día en el que él se fue, decidí que si mi vida no tenía a Sasuke, mi vida no tenía sentido. Me fui a un lugar desierto, un lugar alto, donde entrené con Jiraiya-sensei e invoqué a Gamabunta por primera vez. Miré al vacío negro que me devolvía la mirada, ese oscuro vacío que me recordaban sus ojos. Un paso mas y estaría de nuevo junto a él, a su lado...
_ No lo hagas_ dijo con la voz tomada a mi espalda Sakura.
_ ¿Por qué no? ¿Sabes que nunca más podré sentirlo? Mi vida no tiene sentido sin él. Lo siento Sakura-chan. Siento que tengas que perder a dos de tus amigos de este modo, pero la vida es así, yo no...
_ Esperas un hijo de Sasuke.
Sus palabras me dejaron helado. No podía moverme, solo densas lágrimas vagaban silenciosas por mi rostro apenado.
_ Por eso ahora comes tanto. No es por la depresión, es porque ahora tienes que alimentar al pequeño que llevas en tu interior.
_ Pe-pero yo no puedo, yo soy un hombre, yo-yo...
_ Tú tienes en tu interior el aparato reproductor de una mujer, debido a que yo en los tres meses últimos de la vida de Sasuke te estuve administrando una medicina que así lo hace. Al hacerte el amor, te quedaste embarazado al igual que cualquier mujer.
_Entonces Sasuke lo sabía...
_ Sasuke fue el que me pidió que lo hiciera. Estás cumpliendo su sueño. Estas reviviendo su clan y estás creando vida con él. Me pidió que te lo dijera.
_ Entonces, la última frase que me dijo...
_ No era para ti, era para su hijo, vuestro hijo...
....
_Ese, Suroi, hijo mío, era tu padre. Murió pensando en ti y tú eras la ilusión de su vida. Tu padre fue un héroe y la persona mas fuerte que he conocido.
_ ¿Incluso mas que tu?
_Mucho más que yo, aunque sea el Hokage. Tu padre fue un héroe, no porque hiciera las cosas bien siempre, si no porque supo aceptar que se había equivocado, eso es lo que hace un verdadero valiente, hijo mío.
_ Gracias papá._ dices besando su lápida y poniendo tu carita blanca, al igual que la de tu padre, en ella_ Prometo ser digno de ti, de la familia Uchiha, de mi padre Naruto.
_ Debes irte hijo mío, Kakashi te espera.
Me miras con esos ojos celestes, único rasgo mío que hay en ti, y corres hasta el peliplateado que me saluda con la mano. Te veo correr, al igual que tantas veces vi a tu padre y estoy orgulloso de haber creado con él algo tan bonito como tú. Algo en mi espalda toca mi hombro y me hace girar. Es Sakura, nuestra amiga, tu nee-chan.
_ Ya son doce años sin él. ¿Estás bien Naruto?
_ Claro que sí. Y de sin él nada, él esta en nuestro pequeño_ porque es cierto Suroi, tu padre, mi amor, Sasuke. Él vive en ti.
_ Venga te invito a Ramen, antes de tu reunión con Gaara.
_ ¿Ramen? Te quiero Sakura-chan...
_ Me adelantó, ¿vale?
Me deja junto a su tumba para que pueda despedirme. La beso al igual que hace un momento lo has hecho tú y le digo un te quiero, por que sé que él me observa y nos cuida desde arriba.
Le digo que le quiero porque hay solo una promesa que nunca he podido, ni podré cumplirle y es querer a alguien tanto como lo quería a él.