CAPITULO UNICO
La profundidad de la noche reinaba sobre el lugar, y el silencio era sólo un acompañante a la calma que rodeaba a todos los habitantes de la aldea.
Incluso en el peor lugar de aquel sitio, una indescifrable paz se extendía sobre cada uno, haciéndoles dormir.
Ningún sueño, ninguna inquietud, solo su respiración acompasada agitaba de vez en vez su cuerpo. Y entonces, un susurro. Un murmullo que a poco se fue volviendo más audible.
-Sasuke-Le llamaban. Pudo distinguir su nombre entre su inconciencia. Pero por sobre todo, pudo distinguir aquel timbre de voz tan familiar para sus oídos. Tan extrañado por su mente y corazón.
Abrió los ojos de golpe y de un tirón se sentó sobre la cama. Mirando al intruso en su habitación.
-¡¿Qué demonios haces aquí?!-.Giró sorprendido ante la presencia del ninja.
-Vine a verte-Respondió como si nada, sentándose delicadamente a su lado.
-¡¿Pero que…?!-Mas no pudo continuar por que una mano se posó sobre sus labios haciéndole callar.
-Si sigues gritando, te tomaran a loco, nadie sabe que estoy aquí, no lo arruines-Pidió mientras destapaba aquella boca que siempre le tuvo loco por besarla.
-Pero…¿Cómo lograste llegar aquí Naruto?,¿Qué buscas, tratar de convencerme otra vez?-Bufó molesto. Le alegraba verlo, sí, pero a la vez, la culpa y la sensación de traición no desaparecía. El vacío inundaba su corazón.
-El como entré es un secreto, que ahora no puedes saber, más sin embargo no puedo quedarme mucho tiempo.-Se puso de pie y le dio la espalda.-Y no Sasuke, no vengo a pedirte que regreses a la aldea, ya respeté tu decisión y si estar lejos es lo que te hace feliz, entonces así será-
El pelinegro lo miraba expectante. ¿Como aquel que siempre luchó por tenerlo de vuelta, ahora se daba por vencido tan fácilmente?
-Te dejaré de molestar, y toda Konoha lo hará, pero…- Sí, era demasiado bueno para ser verdad, pensó el Uchiha tras ese "pero"-Tengo que pedirte un último favor-
-Sabía que no podía ser tan bueno-Expresó con sarcasmo.-¿Y bien, que quieres por dejar de molerme la vida?-.Expresó con rencor mientras se ponía de pie.
-Ven mañana a Konoha- Ordenó el rubio con seguridad en la voz.
El pelinegro lo miró alzando una ceja, ¿era broma no? Es decir, era una soberana y reverenda estupidez.
-Imposible-Cortó.
-Sólo esta vez, no puedo estar aquí mucho y quiero…-Dudó un poco-Decirte algo muy importante, solo esta vez y jamás volverás a saber de mi o de la hoja- Suplicó sin mirarle.
El Uchiha se lo pensó. Sería muy difícil convencer a Orochimaru de que le dejara ir. Pero por otro lado a él que madres le importaba el permiso de la víbora esa, si nunca lo respetó. Además, la oferta era buena. Seguramente el rubio trataría de convencerlo si iba, pero solo tenía que hacerse de oídos sordos y después jamás sería molestado de nuevo. Podría cumplir su venganza a placer.
-Esta bien- Terminó.
-En el árbol que se encuentra sobre las cabezas talladas de los hokages, donde íbamos a practicar de niños, vé en cuanto puedas, estaré esperando-
-De acuerdo-
El rubio le miró y sonrió amargamente, pero sin dejar de desprender aquel brillo único de sus ojos azules. Sin más, se dio vuelta de nuevo y salió a paso rápido del lugar.
Sasuke permaneció de pie, mirando por donde había desaparecido. Pudo notar que no llevaba su típica ropa naranja. Sino una polera negra y unos pantalones cortos del mismo color, además de vendajes en las extremidades y el cuello.
¿Acaso había sufrido algún tipo de accidente o había perdido una batalla? La organización criminal tras el rubio, Akatsuki, se le vino a la mente. Pero de inmediato descartó la idea. Si hubiera sido obra de ellos, Naruto estaría bien muerto.
Un escalofrió lo recorrió de tan solo pensar en esa posibilidad. Más de inmediato se obligó a pensar en otras cosas, como por ejemplo, ¿Cómo rayos había logrado entrar sin ser detectado? Por que ni siquiera él notó la presencia del kitsune hasta que lo tuvo hablándole enfrente.
Le parecía algo extraño lo que acababa de suceder. El rubio actuaba muy extraño. Tan cerca y ni siquiera un intento por maniatarlo y llevárselo a rastras como prometiera en el pasado, aun teniendo la oportunidad.
Se dejó caer de nuevo sobre la cama de su habitación y cerró los ojos pensando en la forma que escaparía mañana. Le parecia estúpido lo que haría. Porque en realidad no tenía que hacerlo; si quisiera, rompería el trato de ir y dejaría al rubio absolutamente plantado. ¿Pero que lo detenía?
-Tonterías-Se dijo a si mismo auto convenciéndose y se dejo arrastrar por el sueño.
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La mañana llegó, y con ella el sol, el azul de cielo y los gritos del sannin serpiente ordenándole hacer todo lo que quería. Obedeció, para poder escaparse sin recibir una queja después.
Pero eso sólo fue hasta poco antes del medio día, pues entonces olvidándose de todo partió rumbo a la hoja, con el tiempo y la velocidad, quizás llegaría para el atardecer.
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El rubio esperaba, sentado sobre la rama de uno de los árboles, mirando el ocaso el cual desprendía esos hermosos rayos naranjas y le daba un aspecto de oro a la aldea, mientras acariciaba con parsimonia los vendajes en sus brazos.
-Tardaste mucho-Soltó de pronto.
El pelinegro caminaba con paso lento hasta el árbol, con las manos en los bolsillos y la cabeza bien en alto, con una media sonrisa en los labios.
-No me diste hora-Respondió como si nada-Y bien, habla, porque no tengo el tiempo del mundo para dártelo a ti-
Naruto bajo del árbol y se coloco frente a él. Sosteniéndole la mirada durante largo tiempo.
-¿Por qué?-Soltó de pronto.
-¿Por qué qué?-Habló el pelinegro al no comprender bien la pregunta.
-¿Por qué nos dejaste?-.
Sasuke hizo una mueca de asco, mientras chasqueaba la lengua.
-Otra vez con eso…- Dijo hastiado-Ya vale ¿no?, me tienes harto-
-Es que…dame una razón, por que eso de que buscabas poder, bien pudiste haberlo conseguido de otras formas…no lo entiendo…dame una razón que sea aceptable, para mi y para mi corazón-Continuo tocándose el pecho con la mano.
El Uchiha lo miro sin comprender y haciendo otra mueca, se dejó caer sobre el pasto, echando el tronco para atrás y recargándose sobre sus codos.
-Por que, aunque hubiera otras formas, tardaría demasiado y no quería, quererlos mas de lo que ya lo hacia, de lo contrario jamás hubiera sido capaz de dañar a Itachi…si permanecía mas tiempo en la aldea, terminaría olvidando mi venganza, mi propósito de vida…y no me perdonaría eso-
-Pero si puedes perdonarte el abandonar a quienes te dieron todo ¿verdad?-.Cortó con amargura.
El silencio reino entre ambos. El rubio suspiró y se dejó caer a su lado, abrazando sus rodillas y recargando la barbilla sobre sus brazos.
-No-Dijo de pronto el pelinegro-No puedo perdonármelo, pero…era necesario-
-Que me hieras a mi, poco me importa-Hablo Naru sorprendiendo al otro por la expresión-Pero lo que no te puedo perdonar, es que te lastimes tu mismo- Y soltando su auto-abrazo, tomó una mano del uchiha entre las suyas y comenzó a jugar con sus dedos.
-Naruto…- Susurró el otro sin comprender el porque de las acciones y palabras del otro.
-Te prometí no involucrarme más en tu vida y voy a cumplirlo, pero antes de alejarnos para siempre, quiero que me prometas una cosa-Dijo serio mientras se colocaba frente a él, sentándose en su regazo y entrelazando ambas manos con las suyas-Siempre has sido mi rival y a la vez lo más importante para mi, eres lo único que tengo que siempre estuvo a mi lado y lo que más adoro en esta vida, por eso…aunque todo aquí termine, quiero que me prometas que harás lo que te dicte el corazón y serás feliz, olvídate de los compromisos y deja a tus emociones tomar el control…solo si me prometes que estarás bien, te dejaré ir- Suplicó con los ojos vidriosos.
-¿Por qué haces todo esto, después de todo el daño que te hice?-.Pregunto Sasuke sin comprender el por qué de esa devoción del kitsune.
-Dos shinobis de alta categoría pueden leer los pensamientos del otro con tan solo del chocar de sus puños-Susurró el rubio mientras apretaba aun mas las manos pálidas entre las suyas-Dime entonces tú por qué lo hago- Sonrió delicadamente mientras el otro le miraba con los ojos bien abiertos.
-Tu…-Susurró shockeado.
-Te amo-Terminó el ojiazul sellando sus labios con los del otro. Dándole solo una caricia, una caricia que demostraba la necesidad de sentir que el otro estaba a su lado, demostrándole todo el amor acumulado de años y que estuvo reprimido por la separación.
Sasuke tenía los ojos bien abiertos. Y sin comprender por qué las lagrimas asomaban de sus ojos. Eso era todo, lo que lo mataba por dentro cada día mientras estaba lejos. Siempre estuvo enamorado y era correspondido, pero nunca lo quiso ver. Ahora, su rubio estaba entre sus brazos, dándole todo para que fuera feliz incluso a costa de la felicidad propia. Que egoísta y cruel había sido. Pero aun no era tarde ¿o si?
-Ven conmigo-Susurró sobre los suaves labios del menor, quien se separó de su lado y le miró con dolor-Ven conmigo, vámonos juntos, no hay por que estar separados-Suplico contra su rostro mientras lo envolvía en un abrazo, suave y firme a la vez.
Naruto sonrió con tristeza y amargura y saladas gotas cubrieron sus mejillas.
-Es muy tarde-Respondió-Ya es muy tarde Sasuke, si me hubieras pedido esto hace solo unos días, no hubiera dudado en irme a tu lado, pero ahora…ya es muy tarde y hay alguien que me espera…- Colocó sus brazos alrededor del cuello del pelinegro y escondió su rostro en el cuello del mismo.
-Pero…¿No dices que me amas?, ¿acaso estas jugando?-.Reprochó dolido por la respuesta.
-Te amo, te amo más que a mi vida misma- Repitió el zorrito.
-¿Y entonces, por que dudas?...vayámonos lejos, juntos-
-Ya es…muy tarde-
-¡¿Por qué?! ¡Maldición!-Explotó alejándose de golpe del cuerpo entre sus brazos.
-No puedo decírtelo, al menos no ahora- Susurró cabizbajo el rubio.
El silencio reino entre ellos de nuevo y Sasuke se dejo caer de nuevo sobre la hierba.
-Entonces supongo que esto es el adiós, ¿o no?-Expreso algo molesto y dolido.
¿Por qué pasaba esto? Recién encontraba la respuesta a sus dudas y encontraba el relleno para ese hueco en su corazón y resultaba que ahora no podría llenarlo. ¿Por qué? Costaba reconocerlo, pero todo era culpa suya. Solamente culpa suya.
-Márcame-Susurró el kitsune atrayendo la vista del pelinegro-Hazme tuyo-Gateo hasta él y le miro decidido. Con un fuego que nunca cubrió sus ojos como en ese momento-Jamás nadie me ha tocado, ni yo he tocado a nadie, por que solo estoy para ti, hazlo Sasuke- Suplicó mientras le robaba un beso.
El pelinegro tardo en procesar la información. Hasta que la necesidad que demostraba el rubio lo trajo de vuelta a su mundo. Obedeció. Su niño se lo pedía y él también lo necesitaba. No podía rechazarlo, por él y por Naruto.
Le recostó sobre la hierba, mientras devoraba cada centímetro de él con deseo, necesidad, pero sobre todo amor. El rubio se dejaba hacer y poco a poco respondió las caricias que la expertas manos del pelinegro le brindaban.
Se amaban y necesitaban, para el rubio ese era su pase al cielo, ahora podía morir y estar en el más allá feliz de haber sido amado, para Sasuke era la gloria en tierra, pero no podía sacarse de la mente que eso, era su despedida. La primera y última vez que tendría al otro entre sus brazos. Esa simple idea lo tenía loco.
Y así, entre besos, caricias y una entrega total, ambos se fundieron en uno, y moldearon sus cuerpos de modo que solo ellos pudieran encajar en el otro. De modo que ningún otro podría borrar las marcas de su amor. Se amaron con locura y con necesidad. Por que era lo único que les quedaba.
-Te amo-Le susurró el rubio mientras le miraba, recostado en el pasto, y entre sus brazos.
-¿Por qué?-.Preguntó esta vez Sasuke-¿Por qué si me amas no puedes venir conmigo?-Lloró, renegó dolido y desesperado.
-Porque ya es muy tarde- Volvió a repetir el rubio mientras estallaba en lagrimas.
-¿Pero por que si me amas más que a tu vida misma?-.Recriminó.
-Por eso mismo-Susurró con amargura. El tiempo se les iba, y el amanecer pronto llegaría.
Ambos recuperaron su compostura y se arroparon de nuevo antes de que la temperatura afectara sus cuerpos desnudos. Y entonces, se fundieron en un abrazo, fuerte y lleno de ternura y amor.
-Se me acaba el tiempo-Susurró el rubio.
-El mió también-respondió apretándolo más contra si, sin querer soltarlo-Pero no quiero perderte-Le susurró al oido-Por favor, amor mío, ven conmigo-
El rubio guardó silencio durante varios minutos y luego, sonriéndole como sólo el podía, le regaló un tierno beso.
-Esta bien-Aceptó iluminándole la vida al pelinegro-Pero no ahora, debo volver, ven aquí, mañana, a la misma hora y te estaré esperando, para irnos y estar juntos por la eternidad-
-¿Y por que no ahora?-Cuestionó desesperado Sasuke.
-Aun…tengo algo importante que hacer-Respondió robándole otro fugaz beso. Y tras esto, se separo de su abrazo y se alejó de su lado, para perderse en el camino rumbo a la aldea.
El ojinegro le miro alejarse, durante varios minutos, hasta que una calidez tremenda le invadió. Se alejó del lugar y se recostó sobre una rama, en algún lugar del bosque que rodeaba konoha, seguro de no ser visto por los shinobis de la misma. Y tras esto, se dejó abrazar por el sueño.
"-¡Es una estupidez Naruto!-.
-Lo sé, algo digno de mi-.Sonreía el rubio.-Perdóname Sakura, pero es lo mejor-
-¡¿Lo mejor para quien?! ¡¿Eh?!-Gritaba molesta la pelirrosa mientras lloraba a mares sujetando la chamarra del rubio.-¡No seas egoísta Naruto!-.
-Perdóname…- Volvió a susurrar escondiendo el rostro-Pero…-Tomó aire intentando calmarse-Si voy con ellos, aunque yo muera, habrán logrado su cometido, y entonces, él…Itachi podrá fijarse solo en Sasuke, ya no habrá obstáculos para que ellos cumplan con lo suyo y él…ya no me odiara por meterme en su venganza…-
La pelirrosa lloraba a gritos pidiéndole que lo pensara más, pero la mirada del rubio le indicó que la decisión estaba tomada. Y aún en contra de su voluntad, sus manos le soltaron y le dejaron ir a la propia muerte."
-¡Naruto!-.Gritó de golpe Sasuke poniéndose de pie, mientras que en su mente, el cuerpo inerte del rubio yacía dañándole el corazón.-Un sueño-Se dijo más tranquilo, al ver que todo estaba normal y sólo se había quedado dormido.
El atardecer caía y pronto oscurecería. Había dormido más de la cuenta, así que se aventuro de nuevo hacia la ladea, a su cita con su amado.
Llegó encontrándose con una presencia y no era precisamente la del rubio. Así que escondido entre las sombras, divisó su lugar de encuentro ocupado por su antigua compañera de grupo, Sakura.
-¿Y ahora que?-.Se dijo algo molesto por el inoportuno.-¿Dónde esta Naruto?-.Se cuestionó a si mismo.
-Se que estas ahí Sasuke, no tiene caso que te ocultes- El pelinegro se sorprendió, pero hizo caso y salió a la luz, acercándose a donde la chica se encontraba de rodillas.
-¿Qué haces aquí?-.Cuestionó molesto.
-Vine a verlo…y a verte a ti, ayer fue conmigo y me pidió que te explicara todo-Aclaró poniéndose de pie y encarándolo.
-¿De que hablas?-.Preguntó ya sacado de quicio.
-Se fue, esta tarde, de nuestro lado-Habló mientras las lagrimas inundaban su verdes ojos-Lo hizo por que te amaba y pensaba que de esa manera no lo odiarías más- Susurró-Intente detenerlo, pero tomó su decisión, terminó mal herido y a duras penas logramos salvarle, su cuerpo entero estaba destrozado. Permaneció semanas en el hospital y recién hace unos días, su diagnostico fue que no había esperanza, que ya solo quedaba despedirse de él- Sasuke la miraba sin entender y temiendo a la vez.-Ayer su corazón dejo de latir y su ultimo deseo fue que…que tu supieras que se arrepiente ahora de lo que hizo- No aguanto más y se dejó caer al suelo de rodillas de nuevo.
"-Perdóname…Si voy con ellos, aunque yo muera, habrán logrado su cometido, y entonces, él…Itachi podrá fijarse sólo en Sasuke, ya no habrá obstáculos para que ellos cumplan con lo suyo y él…ya no me odiara por meterme en su venganza…- "
-Todo lo hizo por amor a ti, y para que fuera feliz-
"-¿Por qué?, ¿Por qué si me amas no puedes venir conmigo?-
-Porque ya es muy tarde-"
-Sabía que no sobreviviría y aun así, fue directamente a la boca del lobo-
"-¿Pero por que si me amas más que a tu vida misma?- -Por eso mismo-"
-Te amaba tanto como par dar su vida por que tú cumplieras tus metas-
-¡Imposible!-Grito sasuke al comprender todo-¡Son mentiras!-Se sujeto la cabeza y se dejó caer de rodillas frente a la chica que lo miraba con pena y lagrimas inundándole los ojos-Yo estuve con pel ayer, estuvo conmigo, me dijo que me amaba y que nos iríamos juntos- Gritó con desesperación- ¡No puede estar muerto!, ¡nos veríamos hoy mismo!-.
"-Por favor, amor mío, ven conmigo- -Esta bien-"
-El quería verte por última vez-
"-Pero no ahora, debo volver, ven aquí, mañana, a la misma hora y te estaré esperando, para irnos y estar juntos por la eternidad-"
-Me lo prometió, que estaríamos juntos por la eternidad-
Y fue entonces que entendió la magnitud de esas palabras. Su ángel, su niño se había ido y no volvería. No volvería a besarlo ni a tenerlo entre sus brazos. Estaría con el por la eternidad, pero no del modo que el pelinegro había creído.
"-¿Y por que no ahora?- -Aun…tengo algo importante que hacer-"
Y se había alejado de él dejándole esa promesa, porque no quería darle el último adiós. Porque no quería despedirse estando entre sus brazos. Por que con esa promesa, dejaría la llama de la esperanza encendida en el espíritu de ambos. Por que sabia que su tiempo estaba llegando a su fin.
"-Se me acaba el tiempo-"
-Te amaba, Sasuke y estoy segura que no prometió en balde…Naruto…él, siempre cumple sus promesas-Dijo sonriendo con amargura mientras mas lagrimas caían de sus ojos.
"-Te prometí no involucrarme más en tu vida y voy a cumplirlo, pero antes de alejarnos para siempre, quiero que me prometas una cosa…-
-…harás lo que te dicte el corazón y serás feliz…-
-…solo si me prometes que estarás bien, te dejaré ir-"
Todo, todo esto solo por amor y él, ¿él que le había dado? Dolor, sufrimiento, años de angustia y desesperación. Todo lo malo cuando el rubio había dado la vida misma por verlo feliz.
Que basura había sido. Que miserable se sentía hora. Todo terminaba así y ¿que se podía hacer?
"-Es muy tarde-"
Si, era tarde, ahora solo tenía la promesa de estar juntos hasta la eternidad y sabía que la cumplirían, mientras tanto, tenia otra promesa que cumplir. Otra que llevaría presenten consigo cada día de su vida. Así como aquella frase que le cambiara todo en tan solo una noche. Con tan solo dos palabras.
"-Te amo- "