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La realidad supera la ficción por Bellatrix

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Notas del capitulo:

Holitaa:

En este capitulo por fin lo que tod@as estabamos esperando.....

¡¡¡¡¡LEMON Y LEMOS DEL BUENOOO!!!!!

Espero que lo disfruteis y que os guste tanto como para dejar reviews a montones jeje

 

3_ INEVITABLEMENTE CELOS.

 

Esa mañana estaba tan contento que no tenía ni ganas de su hobby favorito: dormir. Pegó un salto de la cama y se dirigió al cuarto de baño para darse una refrescante ducha, aun parecía que olía a Iruka. Se abrazó a si mismo aspirando el olor que le hacía recordar ese maravilloso sueño que había vivido hacía dos noches. Se vistió con el uniforme del instituto: pantalones azul marino y polo azul celeste claro con el emblema del colegio; y bajó para comerse media despensa. Preparó tostadas para él y Gai, al igual que café y cogió varias piezas de fruta para cada uno, las cuales colocó en un bol de cristal que había encima de la mesa.

Estaba untando mantequilla en una de las tostadas cuando oyó el ruido de una estampida. Como no, era Gai y, para sorpresa del más alto, le agarró por el cuello de la camisa:

 

_ ¿Quién eres tu y que has hecho con mi amigo Kakashi?

_ Tú cuando naciste te golpeaste la calabaza que tienes por cabeza, ¿verdad?_ dijo parsimoniosamente, mientras notaba como el moreno lo soltaba del agarre y cogía una manzana.

_ Mo e ezo

_ Traga y luego hablas baka...

_ Digo que no es eso. Es que como eres el tardón oficial del instituto se me hizo raro que te levantaras antes que yo... ¡Un momento! ¿NO LLEGARÉ YO TARDE?

_Claro que no. ¿Cómo va a llegar el enchufado de Gai tarde?_ sonrió socarronamente, recibiendo un manzanazo como respuesta.

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Estaba en su terraza, disfrutando de las espléndidas vistas y del desayuno que acababa de traerle el botones. Sin embargo, lo único que ocupaba su mente era ese estúpido crío de anteayer. La verdad es que nunca había estado tan excitado con alguien y desde que tenía diecisiete años no se masturbaba como lo hizo esa mañana. Diecisiete...esa era la edad de "su pequeño" porque era oficialmente suyo, y pobre del que osara  decir lo contrario. Él solo buscaba sexo si, pero aunque fuera solo un juguetito sexual, Kakashi era SU juguete y de nadie mas.

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La mañana pasó sorprendentemente pronto y tras tocar la campana de salida, salió junto a Gai, charlando animadamente. No obstante, algo le hizo parar en seco ante la atónita mirada del cejudo. Estaba allí. Con unos vaqueros y una camisa holgada, fumando un cigarro apoyado en su precioso descapotable negro. Le miraba intensamente, pero no sabía como identificar esa mirada. Gai no hacía mas que girar la cabeza de Kakashi a Iruka y viceversa, parecía estar viendo un partido de tenis.

 

_ Nos vemos luego..._dijo Kakashi acercándose al deportivo y montándose en él ante las miradas de envidia y curiosidad de todos los estudiantes.

 

Iruka conducía en silencio, evitando la mirada interrogatoria de Kakashi que tampoco decía nada. Después de unos diez minutos aparcaron en una lujosa calle y se bajaron del coche. Cruzaron a la otra acera (¬¬) y entraron en el portal de Iruka. Este le dio unos cuantos billetes al de recepción para después subir hasta le último piso por el ascensor. Abrió la puerta y le permitió el paso al peliplateado que quedó extasiado ante tan majestuoso lugar.

Pero la verdad es que no pudo disfrutarlo mucho tiempo ya que el castaño lo agarró por la pechera y lo estampó contra la pared.

 

_ ¿Quién coño era el feo ese?

_ No te importa. Esto es solo sexo ¿recuerdas?_ notó como esas palabras habían herido el corazón del actor, pero estaba seguro que no tanto como al suyo propio.

_ ¿Quieres que me comporte como si esto fuera solo sexo?_ preguntó quedamente_ te va a doler pequeño_ susurró en su oreja.

 

Manteniendo el agarre que tenía golpeó la blanca espalda con la pared en la que estaba apoyada, sacando un quejido de esos labios que dentro de poco devoraría. Sacó la navaja de su bolsillo y notó como el cuerpo que tenía  sujeto tembló ligeramente por el miedo, eso le ponía a mil. Rasgó la camiseta y se deshizo de los pantalones y la ropa interior del plateado, dejándole con los zapatos y los calcetines. Cogió su nuca y estampó su boca contra la del pequeño besando de manera ruda, mordiendo y lamiéndola todo lo que podía. Él era el que mandaba y ningún niñato de tres al cuarto iba a revelársele. Kakashi apartó la cara, rompiendo el beso, de un tirón recogió sus pantalones y abrió la puerta dispuesto a salir corriendo.

 Sin embargo, una mano agarró sus cabellos haciéndole entrar de nuevo y le puso de rodillas. Iruka con su mano libre presionó las mejillas níveas hacia dentro, haciendo así que la boca del contrario quedara abierta permitiéndole libre acceso.

El joven se retorcía intentando zafarse, no es que no le gustara o no lo deseara, pero no iba a convertirse en la fulana de nadie, él era un hombre, pequeño, pero un hombre. Ante tanto movimiento Iruka cogió sus manos y las aprisionó a cada lado de la cara ahora sonrojada de Kakashi. Con un arte magistral le volteó, se quitó el cinturón y le ató las manos a la espalda al pelicorto. Como es normal, sobraba una gran cantidad de correa y la cogió para azotar las nalgas y espalda que tenía debajo. Le gustaba como se contorsionaba ese puro cuerpo al sentir el picante dolor, por lo que lo flageló con mas fuerza.

 

_ Para...por favor...Iruka..._ gruesas lágrimas descendían por las mejillas del menor mojando la gran alfombra magenta que adornaba la entrada de la casa.

_ ¿Ahora quieres que pare? Pensé que era solo sexo, y así_ azotazo_ ¡es!_ azotazo mas fuerte_ ¡COMO ME GUSTA!_ y le dio con todas sus fuerzas.

 

Kakashi intentaba normalizar su respiración después del grito de dolor y placer que había soltado. Noto como el peso que estaba encima de él descendía e intentó levantarse. Después de un tiempo peleando con su propio peso lo consiguió. En ese momento, Iruka agarró el cinturón que colgaba de sus muñecas, por debajo de sus piernas, tirando de él y haciendo que cayera al suelo. Le dolía todo, aunque la alfombra había amortiguado levemente el golpe, había sido muy brusco.

 

_ Ya...ya no me gusta...para, Iruka...

_ ¿No te gusta?_ dijo agarrando el erecto pene que tenía a su disposición y apretó.

 

Un gemido ronco salió de los labios de Kakashi, era brutal esa caricia, pero le proporcionaba un placer que ni él mismo era capaz de conseguir.

 

_ ¿Quieres que pare entonces?_ pregunto el castaño comenzando a estimular el miembro con sus manos.

 

_ NO...o-onegai, sigue..._ el goce le hizo perder los papeles y entregarse por completo a su amante.

 

Iruka comenzó a succionar el blanco cuello, dejándole marcas de dientes y moratones. Arañaba su pecho, vientre y nalgas, dejando claros surcos ocasionado la salida de sangre. Que hermoso espectáculo, esa blanquísima  piel teñida de leves gotas de carmesí. Lamió cada pizca que salía y dibujo los pectorales y pezones de nieve con sus dientes, haciendo llorar y vibrar al menor.

Apartó su mano del durísimo miembro para sustituirla por su boca, mientras sus dedos se enredaban en el vello púvico de color plata, tirando levemente de él.

Kakashi estaba en el séptimo cielo. La calidez de la boca de Iruka era realmente excelente, era todo un experto. Recorría su longitud con la punta de su lengua, apenas si lo tocaba, pero a él esa desesperación le encantaba. Sus testículos eran masajeados y pellizcados por esos morenitos dedos.

El Umino levantó a su pequeñito por la nuca y a besos devoradores lo dirigió a la cama, sentándolo en el borde. Se posicionó de pie enfrente de él colocando sus rodillas también en él filo del catre, lo que provocó que el cuerpo de Hatake se deslizara habiendo un leve roce entre su miembro y la entrada que en breve iba a profanar.

En dos segundo estaba tocando el punto mas interior de Kakashi, mientras este gritaba como un poseso que saliera, suplicaba, lloraba, pero lo único que consiguió fue calentar mas al de la media melena que asió sus caderas golpeándolas con su zona pélvica todo lo fuerte que podía, llegando a ese punto que a su niño le encantaba, ya que pedía mas. Siguió dándoselo, se aproximó a su boca y la besó haciéndola sangrar como en tantas veces atrás y bebiendo ese sabor metálico que le embriagaba.

Cogió el cuello de su pelicorto y le exigió:

 

_ Di que eres mió, di que eres mi pequeño...

_ SO-SOY TU PEQUEÑO...AHH... SOY TUYO IRUKAA-AHHHH

 

El más pequeño no aguató más y se derramó por completo manchando los vientres, a la vez que el castaño llenaba su interior con un potente chorro de semen.

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 Cuando despertó estaba en el suelo de su piso, desnudo, con Kakashi en el mismo estado durmiendo encima de su pecho. Había sido una sesión de sexo demasiado dura para ser la primera vez del menor. Había sido desvirgado de manera brusca y violenta, eso en parte le dolía y le hacía sentirse culpable. Siempre había tenido ese tipo de relaciones sexuales, pero era la primera vez que sentía cargo de conciencia.

 Desató las manos aun aprisionadas por el cinturón, estaban levemente moradas. Lo recogió en un dulce abrazo y lo llevó a la cama. Su aspecto reflejaba tanta calma y a la vez tanto dolor...Tenía el cuerpo lleno de sangre, sudor, mordidas y moratones.

Iruka fue al baño y volvió con un pequeño barreño lleno de agua tibia y una esponja, además de un botiquín de primeros auxilios. Comenzó lavando todo el cuerpo delicadamente, para no despertarlo y no causarle más daños. Al estar ya libre de suciedad, sus heridas fueron untadas con pomada cicatrizante. Sintió el escozor y abrió los ojos alarmados.

 

_ Shhh, duerme mi pequeño, solo te estoy curando, necesitas descansar.

_ Iruka..._ murmuró entre sueños.

 

No pudo evitarlo y unió sus labios a los del estudiante, dulcemente, sin pasión. No buscaba placer, simplemente quitar ese nudo en la garganta que se le ponía cada vez que veía esos ojitos cerrados y esa boca entreabierta. Siguió su tarea de enfermero llegando a la entrada de Kakashi. Colocó gran cantidad de pomada en uno de sus dedos y lo introdujo lentamente, haciendo movimientos circulares para extender bien la crema. El peliplateado gemía inconscientemente ante la dulce y mimosa caricia, cosa que encendió sobremanera al porno star. Sin embargo, terminó de atender al joven , le tapó y marchó al baño para solucionar cierto problemilla.

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Gai corría rápidamente, hasta alcanzar a la alborotada cabellera plateada que había divisado desde el patio. Kakashi era inconfundible al ser el único que ya tenía el pelo blanco de todo el instituto. Lo jaló del brazo y lo paró, encontrándose cara a cara con un sonriente semblante.

 

_ ¿Estás bien Kakashi? Llevas dos días sin aparecer por casa o el insti, me tenías preocupado_ dijo el moreno bajando la mirada_ ¡¡¿¿Dónde estabas??!!

 

_ En el paraíso Gai_ contestó con la mirada soñadora perdida en la nada y una sonrisa boba en los labios_ En el paraíso...

Notas finales:

KUKUKU...  @o@

estoy extasiada jejeje. En fin, como en este fic acostumbro a dejaros siempre una preguntita allá que va:

¿Abrán vuelto a tener relaciones intimas este par de dos en estos dos días?

Pero la pregunta que a mi me trae loca:

¿La preocupación de Gai es debida a la amistad o a algo mas...?

JAJAJA contestadme vosotros! besus


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