Eriol fue llevado a sus aposentos.
Ví que Fiance era llevado en la dirección opuesta.
Las sombras cargaban el cuerpo destrozado de Meleagant.
Deseaba salvar a Fiance, ignoraba lo que iban a hacer con él ahora que ya no tenía amo.
Pero era necesario ir al lado de Eriol.
Deseaba que estuviese bien. Verlo caer había sido un duro golpe para mí. Necesitaba saber que estaba fuera de peligro. Rogaba que nadie me tomase atención por que ya no podía disimular más mis sentimientos.
Las sombras lo recostaron y vertieron diversos unguentos en sus heridas.
Luego sin decir nada se retiraron dejándome solo.
- Agnus...
Fue su primera palabra.
Apreté su mano, parecía estar sufriendo mucho.
- Agnus... tú... tú... por qué te has alejado de esa manera de mi lado... era tan cruel vivir junto a mí sabiendo que siempre tendríamos que estar separados... ¿fue por eso que te suicidaste? ...¿fue por eso que le buscaste a él?...¿deseabas que yo le conociera...? ¡Agnus!
Una lágrima silenciosa cruzó su mejilla.
Nunca más volví a verlo llorar...
Sólo esa lágrima que parecía una estrella fugaz en el cielo.
La tomé con la punta de los dedos.
Velvet entró de pronto.
Mi amo volvió a caer en la inconsciencia.
- Tu cadena... - le dije observándolo en libertad.
- No la necesito... soy el único que puede soltarse a voluntad... excepto cuando Exodus realmente me presione... por lo general tengo libre albedrío, después de todo, no soy un perro cualquiera... además soy un riesgo constante para Exodus estando atado a él.
- ¿Un riesgo?
- La cadena es el mayor defecto de un amo. Por su color y su fuerza se pueden revelar sus más profundos deseos... ellos no saben leerlas pero los perros sí... lo malo es que al no tener conciencia ellos usualmente no lo hacen... pero tú tienes esa oportunidad al igual que yo... conocerás lo que siente tu amo sólo mirando el lazo que los une...
- Eriol... su lazo con Agnus era muy fuerte, eslabones firmes y potentes...
- Y tú deseas saber por qué... ¿Es por Agnus... o por tu amo?
Enrojecí.
En este punto creí que no podía presentar ya semejante reacción.
- Veo que eres tú el que no está seguro - dijo Velvet - ... Agnus era como tú... especial... conservó largo tiempo su conciencia... Eriol y él se enamoraron terriblemente... pero hace cincuenta años... por alguna razón Agnus sucumbió a la locura y ... fue desde entonces como un muerto en vida. Eriol le siguió tratando como antes pero ya nada era igual... por la forma de la cadena y su color, deduzco que sufrió muchísimo... pero...
- ... pero...
- Desde tu llagada ha vuelto a cambiar...
Oímos los inconfundibles pasos de Exodus.
Velvet se ocultó entre las ropas de Eriol.
Tomé mi lugar como un perro sin alma y me preparé para su llegada.