Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Exodus por katzel

[Reviews - 42]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

No deseaba creerlo.

Era tan dulce... tan tierno... no sentía maldad alguna en él.

¿Sería Eriol quien esté mal? ¿Cabía esa posibilidad?

- Un amo... - dijo el ángel - creí que en toda mi eternidad no volvería a ver uno... es cierto que son majestuosos... bellos... pero junto a Exodus han sido el error más caro de los dioses...

- Un error...

- Pasaron por Bandurria al inicio de la guerra... mi pueblo jamás debió escucharles...son la semilla de la destrucción... Marcus, seguramente deseas protegerle pero créeme es mejor que le mate... que conserve Bandurria y que te quedes conmigo aquí... en la ciudad de los ángeles.

- No entiendo...

- Nos opusimos desde el principio a la creación de Exodus... pero cuando estalló la guerra tuvimos que enviar a los ángeles. Todos marcharon menos quien debía proteger la ciudad... yo ... tuve que ver cómo los que amaba se iban junto a Exodus en aquella empresa imposible... y  juré que nunca dejaría que él o sus amos regresaran nunca más... por que junto a ellos... junto a ellos se fue lejos... quien me enseñó quella canción...

Otra vez su voz empezó a elevarse hacia el cielo.

Eriol no podía soportarla.

Al parecer los ángeles y los amos eran enemigos naturales.

En mi mente aparecieron los recuerdos de Erzebeth.

Otro angel de singular belleza depositaba un beso en su frente y luego se alejaba...

Dos lágrimas cayeron de mis ojos.

Era la escena más triste que había visto en mi vida.

- Nadie regresó - dijo Erzebeth - Desde entonces sus deseos de volver a Bandurria se han convertido en estas rosas... y yo he estado solo... esperé mucho tiempo un milagro... pero jamás se cumplirá... sólo me queda el odio ante quienes hicieron esa guerra posible y hacia los amos crueles que crearon para ello...

- Lo comprendo - respondí arrodillándome a sus pies - ... lo comprendo... y aún así no puedo... no puedo dejar que le mates...

- No puedes perderle... veo el amor sobre tu pecho... y mientras este exista el jamás morirá...

Lentamente separóla lanza mortal de su cuerpo.

Eriol se levantó y tomó su espada.

- ¡Eriol!

Fue él quien dio el primer paso para el ataque.

Yo detuve la espada con mis manos desnudas.

- Deja de estorbar, Marcus...

- Si muero, Bandurria se destruirá para siempre y las almas de las rosas vagarán sin descanso atormentadas en el desierto... por eso... no puedo darte lo que necesitas... por que la llave que buscas es mi propio corazón...

Eriol me empujó hacia un lado.

Y empezó la lucha entre ambos.

El ángel no deseaba pelear.

Lo vi por sus movimientos sutiles.

Mi amo intentaba por todos los medios hacerle daño.

Formó con sus manos un Apsu y le derribó.

- ¡No! - grité.

Ahora era él quien estaba apunto de atravesar el corazón de Erzebeth.

Estiré mi mano y la cadena apareció entre los dos impidiendole dar el golpe mortal.

- ¡Qué haces, Marcus!

- No te soltaré... no lo haré ¡maldita sea!

Apenas podía detenerle.

- Tanto amor... - dijo Erzebeth - ... hace tanto tiempo que no veo tanto amor...y tantos sentimientos...

Metió la mano en el pecho y una llave plateada salió de él.

- Al centro de la sala ceremonial... hay una rosa azul... es el alma de Él... deseo que me coloquen en el mismo lugar... debe estarme esperando... y yo estoy tan cansado de mantener esta ciudad... de esperar... un milagro...

Empezó a cantar.

- ¡Erzebeth! ¡Erzebeth!

Eriol tomó la llave.

Y Bandurria empezó el lento proceso de destrucción.

- ¡Por qué! ¡Por qué has hecho eso...! Le has obligado a entregar su vida...¡No tienes piedad...¡No tienes corazón!

- Su vida era una mentira llena de recuerdos...Marcus.. tú no comprendes...

- No.. tú eres el que no comprende... tu vida también es una mentira llena de recuerdos... de memorias de Agnus...

La canción de Erzebeth se apagaba poco a poco.

Al final de la tarde Bandurria se había extinguido.

Sólo las rosas sobrevivieron.

Bajo los escombros el jardín siguió en pie.

Y un brote nuevo había nacido envolviendo a la hermosa rosa azul, era una rosa roja, Erzebeth estaba por fin al lado de su amado.

Acaricié las flores con mis manos y mis lágrimas quedaron brillando en sus cálices.

- La siguiente ciudad es Eigon... llegaremos en dos días.

Miré la cadena que se tendía ante nosotros.

Estaba más fuerte que nunca.

- Así que me amas - dijo Eriol sin mirarme.

Yo no tenía respuesta para aquella afirmación.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).