Las tropas tenían rodeada la torre de Mythos.
El edificio podía colapsar en cualquier momento.
Le rogué a Velvet que cuidara celosamente de mi amo.
Apenas renacido sabía que para hacerle frente al héroe necesitaba algo más que el poder de un ángel.
Necesitaba todos los deseos de mi corazón.
La verdad de quien ama y es amado...
Por que esa era una verdad indestructible.
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Exodus aceptó mi desafío.
Era demasiado orgulloso como para declinar ese enfrentamiento.
El viento frío del Este se llevaba la arena haciéndola brillar a nuestro alrededor como una lluvia de oro.
Estaba listo.
Para defenderlo.
"Nadie podrá separarme de ti...Eriol"
El héroe se despojó de su armadura y mostró su segunda hermosa forma dirigiéndose hacia mí.
"No perderé..."
Con una mano elevada hacia los cielos llamé a aquella poderosa energía que sentía fluir por todos mis sentidos.
Era la plegaria de un corazón puro.
Exodus la disipó entre sus manos.
- Veo que no lo entiendes, Marcus, esta es una batalla que no puedes ganar.
- No conozco la palabra imposible...
Respondí volando sobre él y formando un apsu de mi pecho.
Caí en picada a tal velocidad que estaba seguro de que no podría evadirme.
Con sus brazos cruzados logró contenerme.
- Imposible...
- Desconoces el significado del poder real... y aún así te atreves a hacerme frente... eres una criatura extraña...
"El Ars Magna et Ultima"... - pensé rodeándole.
- Eres tú el que desconoce hasta donde soy capaz de llegar...
Extendí mis brazos a los lados y sentí cómo el brillo de la luna llenaba mis manos.
- Es una lástima que un ángel tan bello como tú tenga que ser derrotado por mí... - dijo Exodus.
- ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh! -
Quemaban mis propias manos.
Por fin pude unirlas destruyendo yo mismo todo lo que había a mi paso.
Era incontrolable.
Los cimientos de la torre se tambalearon y Vernhart empezó a bajar junto a Eriol.
Fui despedido hacia atrás con el impulso y caí sin remedio hacia la base de Mythos.
Intenté mover mis alas...
No respondían...
Entre la bruma vi que le había dado a Exodus...
Éste presentó su tercera forma magnífica.
Las alas negras, los cabellos largos y la túnica flotante oscura... los ojos abismales y perfectos.
El cuerpo lleno de armonía y sencillez.
Fue a mi encuentro y sobre mí destruyó Mythos casi partiendo en dos mi cuerpo.
Mi sustancia vital se derramaba por todos lados.
Estaba temblando.
- Ni siquiera un ángel puede vencerme.
La voz era conmovedora y profunda.
Exodus realmente se presentaba ante mí como el mítico ser de leyenda...
Tan infinitamente hermoso y salvaje.
- Ríndete... no tendré piedad contigo...
Volví a levantarme.
- No...
Mi respiración era agitada.
Volví a abrir los brazos.
- Pero qué haces.
- ¡Ars Magna et Ultima!...
- ¡El mismo truco no funcionará dos veces!
Al mismo tiempo de mi pecho salió un Apsu blanco lleno de luz.
- ¡Abismal!... una técnica divina... cómo...
Sentía que la materia de mi cuerpo llegaba a su límite... pero tenía que vencerle...
Le apresé con el huracán y cerré mis brazos hacia adelante...
- ¡ERioooooooooooooolllllllllllllll!
Fue el grito de guerra de mi corazón.
Caí al piso...
La luz emanaba en todo el lugar...
Vi sus pasos...
Exodus estaba vivo y sin daño...
No podía concebir que fuera tan grande su poder...
Vi mi muñeca.
La cadena había aparecido nuevamente.
- ¡Eriol!
Éste intentaba levantarse y avanzar hacia mí.
Exodus tomó nuestra cadena y la hizo añicos.
Tanto él como yo sentimos que nos clavaba una lanza en el corazón.
Incapaz de moverme ante su grandeza no pude hacer nada.
La sensación de impotencia que me embargaba hizo que mis lágrimas se derramaran.
Exodus apartó a Vernhart sólo con un gesto de sus manos en el aire y levantó a Eriol entre sus brazos.
- ¡Suéltalo!
- Al final, es como al principio - le dijo - ... hemos vuelto a estar juntos...
Los ojos de mi amo no tenían expresión alguna.
Era como una marioneta dócil y sin sentido.
¿Qué tipo de encantamiento utilizaba el héroe con mi amo...?
No podía soportarlo.
Volví a mi forma primaria.
Un perro sin ningún tipo de poder...
Velvet me ayudó a ponerme en pie.
- Ha sido demasiado temerario... si no te ha matado es que necesita la sangre de un angel para abrir las puertas de Babylon...
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Me vigilan tres guardias que no tienen piedad de mí cuando vamos marchando...
Adelante, Eriol en estado inconsciente yace entre los brazos de Exodus.
No puedo acercarme a él, no se me permite verlo.
Vernhart está mas atrás, encadenado también...
Son días negros...
... mi corazón está a punto de caer en la más negra desesperación...
... por que no puedo rescatar al hombre que amo...
... y sé que necesita de mí...
... como yo necesito de él...