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Tan breve como un segundo por IreZeru

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Notas del fanfic:

     Este "flash fic" como he dicidio llamar a los fics de menos de cuatro páginas que escriba, es una muestra de lo retorcidos que podemos llegar a ser los seres humanos.

     Lean, disfruten su lectura y dejen sus comentarios.

     Ya saben, no es menester de uno andar repìtiendo lo mismo siempre pro si es necessario, es necesario: Cero plagios de NINGÚN TIPO Si te interreza tomar prestado algo que tenga que ver con esta historia, lo que sea, pide permiso antes que no cuesta nada.

Notas del capitulo:

     Es sencillo de leer y entender. Si hay algo que te cause curiosidad o confusión; ten la confianza de preguntar y/o comentar.

     Gracias x leer.

 

Y ahí estaba de nuevo, de pie frente a esas puertas que le parecían inmensas y casi terroríficas. Tanto era lo que había hecho para poder salir de ese lugar y ahora, por una cruel broma del destino, se encontraba justo enfrente... otra vez.

Lo miró de soslayo sin querer siquiera que por error, sus ojos se toparan con esos otros, fríos, sin piedad y de mirada burlona de los que tanto y tan profundamente estaba enamorado... muy a su pesar.

Las lágrimas se atoraron en su garganta secándole la boca casi al instante. De todos modos el suelo parecía ofrecer un mejor panorama para sus irritados ojos.

Tuvo que soportar el tirón de la cadena en su cuello, intentando aminorar la presión con sus manos pero definitivamente era inútil, al casi salir corriendo del sitio cuando escuchó abrirse esas puertas. Si tan solo hubiera imaginado lo que sucedía, si solo hubiera visto antes lo que representaba para ese hombre, si hubiera huido lejos, tan lejos que ni él mismo hubiese sido capaz de encontrarse... Y de inmediato recordó, que el "hubiera" no existe...

No era su intención ponerse a llorar frente a ellos, mucho menos mostrar el terror que sentía de solo subir por esas escaleras... pero a fin de cuentas lo hizo y todos pudieron ver sus miedos a través de sus ojos. Y aún así lo más humillante era enfrentar la burla y el desprecio de ese al que estaban liberando gracias a él, a él que ingenuamente había ido con el que solía ser su protector, su mentor, su casi amo y señor... Ese hombre que se le había metido hasta la médula, ese que sabía dónde, cómo y cuándo tocarlo hasta hacerlo gritar de puro placer, ese que había robado su corazón, el que lo enamoró elevándolo hasta las nubes, solo para dejarlo caer de una sola vez hasta estrellarse con su asquerosa realidad, por rescatar... decía él... al muchacho que le había enseñado de nuevo la luz y le hacía sonreír. Sí, a la vida le encanta jugar con el ser humano y sobre todo, con aquellos que menos recursos para defenderse tienen.

 

Cada uno de los escalones que iban quedando atrás significaba volver a soportar el dolor físico y psicológico, tener que resignarse a obedecer y cumplir los deseos de un hombre que se supone debía ser totalmente lo contrario, un hombre que debía protegerlo de personas que quisieran dañarlo, como él lo estaba haciendo, de personas que le mintieran como él le mentía, de personas que lo golpearan como él lo golpeaba... de personas que lo quisieran violar... como él lo violaba. Cada escalón que quedaba atrás, significaba resignación, llanto contenido, súplicas no escuchadas y un alma desecha.

Entonces, ¿Cómo diablos se suponía que iba a sobrevivir luego de lo que había hecho? ¿Es que acaso su cuerpo era más importante que su traición? Ahora no quedaba duda en su corazón; A la única persona que le importaba, era así mismo. ¡Que decepción más grande!

La última mirada atrás, un poco masoquista para ser sincero. El ver cómo lo abrazaba y lloraba al tenerlo entre sus brazos, dando las gracias tan sumisamente y ni siquiera dedicarle una breve e insignificante miradita a él. Pero bueno, lo hecho, hecho estaba, y si con eso, si por dejarse arrastrar una vez más a ese lugar, él iba a ser realmente feliz; valía cada escalón dejado atrás.

 

Ahora que la realidad ya lo había golpeado de esa manera, tenía que agachar la cabeza y aceptar lo que viniera. De todos modos ya no importaba lo que sucediera, creyó haber escapado y ¡BANG! ...fue mentira, creyó encontrar cariño y ¡BANG! ...solo lo utilizaron, creyó que a partir de ese momento sería feliz, ¡realmente feliz! y...

 

¡Vaya que el castigo por su osadía había sido ejemplar! Mucho más severo de lo que hubiera imaginado. La espalda y las piernas molidas a golpes de látigo, la cabeza rapada y con algunas contusiones, los pies quemados con cigarrillos, las manos llenas de cortes, los brazos, pecho y estómago marcados con dientes y uñas, ambos labios reventados, un ojo cerrado y las mejillas hinchadas y ni hablar de su sexo, sus testículos y su ano; un abuso brutal. Todo esto por la mano de un solo hombre, el hombre del cual lleva la sangre.

Solo siete días han pasado desde entonces y ha vuelto a la rutina... Estar presentable para la hora del desayuno, con esos diminutos shorts que dejan casi nada a la imaginación y las correas de cuero atadas a sus brazos y piernas, los brazaletes con argollas en muñecas y tobillos, el collar de perro color rojo y los aretes en orejas, lengua, labio, pezones, ombligo y genitales. Como a su papi le gusta que se vista, solo para su deleite. Luego de atenderlo con sus alimentos, pasar al salón especial, ese de las visitas programadas, las que vende ese hombre para que jueguen con su cuerpo de casi niño. Esperar por el primer visitante y satisfacerlo plenamente, luego el segundo seguido por otros tantos hasta el ocaso o hasta que su dueño se canse de solo supervisar. ¡Porque eso sí! Nadie puede entrar a esa habitación, sin la supervisión del dueño del juguete. Pueden tocarlo, pueden probar su piel, incluso sus labios si se trata de esos visitantes de confianza, pueden hacer que los toque a ellos. Pero el juego preferido de todos los visitantes es "La mesa de regalos" Esa variedad de artefactos que su dueño les presta a sus amigos para que introduzcan en su sensible cuerpo. Los hay con vibración, con electricidad, los de vidrio que pueden ser calentados o enfriados según los gustos del cliente, pequeños en forma de bala, grandes de muchos colores, con luces, de sabores y con las texturas más inimaginables. Todo para la plena satisfacción de los que pagan por tenerlo con las piernas abiertas y completamente sumiso a ellos.

Solo existe una regla; "Ni todo el dinero del mundo, te permite meter tu verga en el cuerpo de mi juguete. Si deseas sentirlo con tus dedos o lengua, debes pagar la cuota especial" ...Tan fácil como eso.

 

Todos esos días que han pasado, sólo los ha soportado por la esperanza de que llegue el milagro, porque aunque se sienta sucio sabe que en algún lugar existe ese al que llaman Dios, y por lo que ha oído, es un salvador, que protege a las pobres almas inocentes, a los más necesitados de su cariño y misericordia. Esperanzado, espera pacientemente soportando las vejaciones de las que es objeto, por la ayuda divina que lo saque de ese sitio.

 

No quisiera provocar de nuevo la furia de su progenitor y por eso se limita a abrir las piernas cuando se lo indica y a morderse los labios para no molestarlo con sus gritos de dolor. Ha suplicado una y mil veces por la piedad de ese hombre que lo obliga a satisfacerlo cada noche. Pero ya está cansado de eso. Las fuerzas comienzan a abandonar su cuerpo y su alma, los recuerdos de unas caricias lentas y cariñosas, de unos brazos fuertes que lo sostuvieron por unas cuantas semanas con un poco de cariño, comienzan a ser sólo una imagen borrosa en su memoria. A pasado tanto tiempo desde que se enamoró, que ahora se pregunta si no estuvo equivocado desde un principio. Cada vez que su cuerpo y orgullo es doblegado a los caprichos de su padre, imagina que ese hombre del que se enamoró en circunstancias tan extrañas, viene a rescatarlo de esa horrible pesadilla, pero en segundos, esa última imagen de su amado hombre abrazando al muchacho que dejaron ir por regresar él, vuelve a su mente y le provoca una fractura más a su espíritu.

 

Hasta ese día, dónde el invitado vuelto loco por la cantidad obscena de alcohol y drogas en su sangre, se encargo de llevar a cabo una bizarra venganza en su nombre. Aprovechando un descuido de dueño del juguete, lo apuñaló en el estómago y garganta, Y mientras su padre se desangraba hasta la muerte sobre el frío piso de mármol, él era abusado de manera brutal con la misma arma con la que su padre había sido herido, para después soportar el asqueroso cuerpo de ese embrutecido hombre una y otra vez entrando en su delgado y casi muerto cuerpo. Y una vez más se torturó a si mismo con aquellas escenas que le hacían más daño que aquel cuchillo desgarrando su interior. Su dolor era tal que estaba seguro de haber escuchado el ensordecedor estruendo de su espíritu al terminar de romperse, estaba seguro de poder decir que sentía el fuego quemando hasta su alma. Le parecía fabulosa esa sensación de la vida abandonando poco a poco su cuerpo... Por fin había llegado a él esa mano divina que se extendía frente a sus ojos para que se levantara y dejara atrás todo ese dolor.

 

En un instante su corta vida pasó frente a sus ojos. Su fallecida madre que tan cariñosa había sido con él hasta el día de su muerte, la furia de su padre al reprocharle la muerte de su queridísima esposa, la primera vez que sintió en carne propia el terror de ver a su propio padre violarlo como una bestia desquiciada, los horrores de tener que soportar tantos cuerpos y pieles extrañas que lo asqueaban cuando se acercaban a él, Esa ocasión en la que se atrevió a desafiar la autoridad de su dueño y escapó rumbo a lo que sería un hermoso y cálido sueño de amor, Los momentos vividos junto al hombre que le arrebató el corazón a pesar de su frialdad y modos secos al tratarlo, la planeación del rescate de ese muchacho que tanto decía querer el hombre que él había aprendido a amar en tan corto tiempo, la traición de la cual fue objeto al ser devuelto a ese maldito sitio que tanto dolor y lágrimas le había causado... Ahora podía marchar en paz. Ya era el momento de dejar todo el sufrimiento atrás. Por fin sería libre...

Con la poca fuerza que le quedaba luego de haber sido acuchillado tantas veces, sus ojos se dirigieron al sitio preciso dónde oía aquella voz que tanto había anhelado, llamándolo una y otra vez. Era como un sueño hecho realidad. Agradecía a Dios infinitamente el poder morir con ese lindo recuerdo, con la imagen del hombre que siempre amaría.

Ya todo estaba listo, ya todo había acabado.

 

Ya no pudo saber lo que su hombre amado le decía mientras lo sostenía entre sus brazos. Ya no vio las lágrimas correr por el rostro demacrado y marcado por la desesperación. Tampoco sintió las suaves caricias en su pálida piel tan manchada de sangre, su propia sangre, ni el tierno beso sobre sus labios. Mucho menos se enteró de las súplicas desgarradoras para hacerle regresar junto al que había amado hasta su último aliento. Los gritos de disculpa y el decirle que ahora lo comprendía, que comprendía sus sentimientos y el sacrificio hecho. Que no se había dado cuenta, hasta que el que otrora fuera un sueño de mentira, le contara todo lo que sucedía dentro de esa casa, de que sus sentimientos se habían transformado para amarlo a él, al chiquillo entre sus brazos. Ya no supo de todo eso y más que el hombre siguió gritando al aire frente a su cuerpo inerte y sin vida.

Ya todo lo que él tenía que decir estaba dicho y lo que hubiere hecho, no había podido ser lo equivocado. Lo supo en el instante que su destrozado espíritu dejó su cuerpo; su misión en la vida había sido cumplida, aunque no tuviera ni una sola idea de cual había sido, por más que le doliera y hubiese querido tener un poco más de tiempo para encontrar la felicidad.

Notas finales:

     Y bien?? Les ha gustado este flash fic?? Con gusto recibiré sus críticas CONSTRUCTIVAS!! y opiniones, y en la medida que mi trabajo me lo permita, les responderé a todos y cada uno jijiji

 

     Thanks for all and kissus for everyone!! Bye Bye


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