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Tu falso amor por Darcy_Luna

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Notas del capitulo:

Darcy & Luna: Ohayo!!

 

Darcy: bueno pues ya aquí os traemos el segundo capítulo, sólo queremos comentaros que las letras en cursiva son un sueño ^^

 

Luna: ah! Y también… se nos olvidó comentaros que el principio del primer capítulo es un pov normal y luego es un Ed’s pov y a la vez un Flash back…

 

Darcy: y sin más os dejamos con el capítulo, donde empieza… *u* lo que nos gusta leer…

 

Luna: que lo disfruten!

Entramos al ascensor en completo silencio, ciertamente Roy era un tipo muy reservado, al punto de ser irritante, miré su reflejo en las puertas, no era para nada feo, es más me atrevería decir que poseía cierto atractivo…

 

 

Cuando bajamos nos dirigimos hasta la cafetería, había una parte donde comer dentro y algunas mesas en el pequeño porche nada más salir por la puerta del establecimiento. Entramos en este para coger unas bandejas y servirnos ahí. Una vez estuvimos con todo lo necesario, nos dirigimos a las mesas de dentro, pero antes si quiera poder sentarme la voz de Roy me detuvo.

 

 

 

- Espero que no te lo tomes personal, pero a mi me gusta almorzar solo - la expresión de su cara no expresaba absolutamente nada, parecía como si estuviera un poco enojado cuando hace un rato era más “amable”.

 

 

- Esta bien, no te preocupes - le dije de lo más amable que pude, después de todo no me hacia mucha gracia comer junto a un desabrido, miré a mi alrededor y todas las sillas estaban ocupadas, a excepción de una en donde estaban tres jóvenes y una jovencita. Perfecto se nota que es un grupo bastante chismoso, y eso lo podría utilizar para conseguir mas información. Al fin estaba junto a ellos y regalándoles mi más bella sonrisa.

 

 

- Disculpen ¿les molesta si me siento?

 

 

- No, adelante - habló el moreno de ellos de pelo largo recogido en una coleta alta y de ojos dorados.

 

 

- ¿Eres nuevo? - me preguntó la joven, por su piel diría que no era de aquí. Su cabello era castaño muy largo y unos flequillos rosas que le quedaban muy bien.

 

 

- Sí, me llamo Edward -  en verdad no me equivoqué, son muy curiosos, así esta mejor, utilizaré eso a mi favor.

 

 

- Encantado, yo soy Fletcher ¿Y en que área trabajas? - preguntó otro el rubio de ojos celestes interesado.

 

 

- En el área central, con el señor Mustang…

 

 

- ¿En serio?- todos me miraron, cuando pronuncié esas palabras, cosa que aparte de extrañarme me alegró, así podré saber algo más.

 

 

- ¿Cómo te trata? ¿Es un tirano? - volvió a preguntar la morena insistente mientras me miraba con los ojos bien abiertos esperando a que contestara.

 

 

- No, para nada - ¿a qué viene eso? Estaba un poco sorprendido por aquella pregunta, la verdad es que no me la esperaba…

 

 

- Sabes… según los rumores esa es la área más temida por todos, dicen que él es un verdadero tirano, que no te deja descansar y que a la primera te despide. Es por ello que nadie ha durado más de una semana en esa área.

 

 

- Dinos ¿es cierto?- preguntó de nuevo la muchacha.

 

 

- No… o sea, aun no le conozco, pero no ha sido tan pesado hasta el momento - será mejor no decir que el tipo a sido muy amable es más si yo fuera él ya me hubiese despedido… soy tan patético.

 

 

- Ya veo… bueno de seguro poco a poco irá mostrando sus garras jeje - ¿es que no se cansa de hablar ella? Podría hacerme su amigo y que así me hablara más sobre Roy.

 

 

- Por cierto… ¿siempre almuerza solo? - pregunté interesado.

 

 

- Sí, al parecer todos le temen o más bien él no permite que nadie se siente en su mesa…

 

 

- Entiendo, vaya que es antisocial…

 

 

 

Continuamos con la plática, pero sólo hablamos de trabajo y temas sobre la empresa. Al cabo de un rato ya estaba asqueado de tantos chismes, y en verdad que ya no los aguantaba, por ello me apresuré en terminar y una vez lo hice les pregunté.

 

 

 

- ¿Cuándo se termina la hora de comer? - pregunté con algo de pesadez.

 

 

- Como a las dos y media - contestó Fletcher con la boca llena aun.

 

 

- Bien… entonces aun nos queda una hora, iré a conocer el edificio, si me disculpan - me levanté de mi asiento para dirigirme al edificio pero antes me interrumpió Kimbley quien apenas habló en toda la comida.

 

 

- Oye Edward… mañana si quieres siéntate con nosotros ¿si?

 

 

- Bien, gracias…- le sonreí. Al parecer no era tan antipático como parecía a primera vista pero dudo que vuelva a comer con ellos… mañana comeré con Mustang aunque tenga que suplicárselo…

 

 

 

         Les había dicho que iba a conocer el edificio, pero en verdad sólo estaba buscando un lugar tranquilo para ponerme a leer. Subí al décimo tercer piso en donde se encontraba la azotea, allí me senté a leer, claro que no sin antes programar el reloj, ya que siempre cuando leo pierdo la noción del tiempo y no quiero que me despidan.

 

 

Los minutos pasaron rápidos, la historia estaba realmente interesante tanto que ni siquiera escuché cuando su reloj sonó, ya habían pasado más de  cinco minutos, cuando desperté de mi hipnosis y veo con horror la hora. Salí casi corriendo a tomar el elevador …mierda, llegaré tarde, ahora si me despedirá ¡maldita sea! si pierdo este trabajo será el fin… Debo de apresurarme más…

 

 

 

Corrí tan desesperadamente que al llegar a mi área ni siquiera podía hablar. Roy me miro y no dijo nada.

 

 

 

- Lo siento, en verdad que siento llegar tarde…

 

 

- Basta de disculparte y vuelve al trabajo- dijo de una manera muy fría y a la vez molesta.

 

 

- Sí  - hablé algo asustado, ya que por primera vez en mi vida me sentí intimidado.

 

 

 

Estaba sorprendido y triste me sentía como un niño pequeño que su madre le había regañado y eso que mi verdadera madre jamás lo había hecho por nada…

 

 

 

Al cabo de una hora Roy no me había hablado, pensé que tal vez todo mi plan peligraba, entonces decidí empezar esta misma noche y con algo fuerte con cuidado de que no intente rechazarme… Fue en ese entonces cuando sonó mi teléfono, era Russel.

 

 

 

- Dime ¿Qué pasa? - dije como si estuviera deprimido y la verdad es que debería de estarlo…

 

 

- ¡Uy!  Al parecer ya vas conociendo mejor a tu jefe - habló Russel desde el celular.

 

 

- No te burles, sabes que todo va bien es sólo que estoy aburrido… ¿siempre es así este lugar?

 

 

- Si, siempre. Bien continua con lo acordado, te llamo mañana. ¡ah! Por cierto no quieres ir a tomar esta noche tengo invitadas a una minas bien buenas.

 

 

- Salir a tomar esta noche y con unas minas ¿eh? - guardé silencio meditando su propuesta pero el trabajo era lo primero y quería quitarme todo esto de una vez… - no, lo siento pero hoy estaré un poco ocupado…

 

 

- ¿Alguna conquista?

 

 

- No, algo mejor… bien no vemos mañana, adiós - sonreí melancólico… si supiera que se trata de mi madre con quien voy a pasar la noche de seguro no lo entendería, ya que él es capaz de vender a sus padres por dinero.

 

 

 

Ya iban a dar las seis cuando Mustang se quedó mirándome mientras yo estaba tumbado haciendo como que trabajaba.

 

 

 

- Bien, si quieres puedes irte… - dijo estirándose y descansando en el respaldar de su silla.

 

 

- ¿En serio? - pregunté sorprendido, casi incrédulo.

 

 

- Sí... - me contestó volviendo a colocarse bien de nuevo con tono serio al igual que su rostro.

 

 

- Entonces me voy ya…

 

 

 

Imprimí “mi trabajo” y lo guarde en unas carpetas para después marcharme, por ese día ya era suficiente, pero cuando iba llegando al estacionamiento me di cuenta de que había olvidado aquel libro en el escritorio y realmente era un fastidio el ir a buscarlo, pero no había de otra, algo resignado volví a subir las escaleras.

 

 

Al llegar vi que Roy continuaba con su trabajo, estaba  sentado en su escritorio, no quería interrumpirlo así que traté de no hacer ruido y cuando ya tenía el libro en mis manos escuchó mi presencia.

 

 

 

- ¿Qué haces aun aquí? - bajo un poco sus gafas sin montura, no lo había visto antes con ellas pero para ser sincero se veía bastante bien con ellas, les daba un toque ¿sexy?

 

 

- Eh… es que se me quedó algo y vine a buscarlo…- dije dándole una pequeña sonrisa.

 

 

- Ya veo… - posando su vista en el libro que llevaba en las manos - ¡ah! Por cierto toma, se te cayo cuando ibas saliendo - me pasó mi billetera poniéndose en pie y guardando sus gafas en su funda.

 

 

- Pero que distraído soy, menos mal que la perdí aquí y no en la calle - le volví a sonreír y enseguida mis facciones cambiaron a una más seria - odiaría perderla...

 

 

- Disculpa, se cayó esta foto cuando la  recogí…

 

 

- Gracias por devolvérmela - tomé la foto entre mis manos y la miré con cariño antes de guardarla en mi billetera nuevamente.

 

 

- Y ¿ella es tu novia? - preguntó casi sin pensarlo y luego reflexionando hizo un gesto con la mano quitándole importancia dándome la espalda - no importa. Debo volver a mi trabajo…

 

 

- No… esta bien te lo puedo contar… ella fue mi novia y nos íbamos a casar, pero sucedieron tantas cosas que nos terminamos por separar, pero no terminamos enojados, además me gusta el recordarla, ella fue por tanto tiempo la mujer que amé, pero bueno que mas da… - ¡rayos! ¿por qué le conté algo acerca de mi verdadera vida, soy un idiota… - así es la vida ¿no?

 

 

- Supongo - me miraba a los ojos, me sentía extraño, juraría que intentaba intentando decir algo... al menos eso fue lo que yo creí.

 

 

- Perdón… de seguro te aburrirán este tipo de cosas, lo siento, ya me voy - me dispuse a salir corriendo de ese lugar, ya que en verdad que me incomodaba su presencia.

 

 

- ¡Espera!... siento como me comporté hoy en el almuerzo, te habrás dado cuenta de cómo soy en realidad y como piensan de mi ¿no? De seguro te caigo mal - le miré inexpresivo… no podía quitarle razón pero yo debía de ser el que lo sacara de su soledad, llegó un momento de mi vida en el que sentía como yo podía ser eso a lo que él estuvo tanto tiempo esperando: alguien que no le fallara… Aunque eran pensamientos míos y cuando ya me di cuenta yo fui el primero que le fallé…

 

 

- Te equivocas, me caes bien y que más da lo que los demás dicen de alguien… de seguro serán puras mentiras. A mi me gusta conocer a las personas antes de formarme una opinión de ellas - lo único que deseaba era irme de allí, pero esa era una excelente oportunidad - dime ¿te falta mucho para terminar?

 

 

- No tanto ¿por qué? - me miró sorprendido mientras volvía a su asiento a seguir con su trabajo.

 

 

- Te invito unos tragos ¿qué dices?

 

 

- No lo se, no me ando de ánimos...

 

 

- Vamos… que aburrido eres… si quieres puedo animarte yo… - le dije burlón con una mirada seductora mientras él me miraba como la cosa más rara del mundo.

 

 

- Esta bien… - dijo de mala gana.

 

 

- Sí, ahora me retracto de que eres un aburrido - le sonreí para después sentarme en una de las sillas del lugar.

 

 

 

Lo esperé silenciosamente, aunque trataba de no demostrar mi preocupación, ya que normalmente a esta hora estaba con mi madre, pero esto era necesario…

 

Al cabo de media Mustang termino y salimos de allí. No hablamos en el transcurso al bar hasta que al fin llegamos. Yo pidí lo de costumbre, que era un whisky  y Roy sólo una copa de vino. A los pocos minutos el ambiente se relajó un poco y comenzamos a conversar:

 

 

 

- ¿Siempre te quedas hasta tan tarde trabajando?

 

 

- Sí, la mayoría de las veces… - decía mientras tomaba un sorbo de su copa.

 

 

- Ya veo… siento lo de hoy se que me porte muy irresponsablemente.

 

 

- No importa… dime algo de ti… ¿dónde naciste?

 

 

- En san diego, un pequeño pueblo a las afueras de esta ciudad - contesté mientras recordaba la página seis: fecha de nacimiento, lugar y tipo de sangre - y… mi cumpleaños será en pocos días, el once de octubre para ser exactos  y ¿el tuyo?

 

 

- Ya pasó, pero no importa y ¿en que otros trabajos estuviste antes que este?

 

 

- Pues bien… primero estuve trabajando en Exttri, después en Asoat , Alent, Satuy y hasta con su competencia Hastw - listado de trabajo página treinta y tres…

 

 

- Vaya… sí que es sorprendente, por mi parte sólo he trabajado en Azter y en esta empresa.

 

 

- De todos modos eres sorprendente - sonreí seductor - según dicen eres un verdadero genio.

 

 

- ¿En serio? - me devolvió la sonrisa, en verdad me empezaba a caer bien.

 

 

- Creo que… - sonó la melodía de mi móvil… - disculpa… ¿Sí?... Ah, bien… claro, en... Sí, exacto… bien, adiós.

 

 

- ¿Quién era? - preguntó sin interés después de que colgara y guardara de nuevo el aparato.

 

 

- Nadie sólo un idiota a quien le debo algo y quiere que se lo devuelva… - ese idiota de Russel ¿cómo se le ocurre llamar cuando estoy con el objetivo? Mañana lo mato…

 

Luego de esa interrupción me puse más enérgico y comencé a contarle las anécdotas de mi “vida” y de “mis trabajos” en las otras empresas” mientras él sólo me escuchaba y reía de vez en cuando.

 

 

- Perdona, tengo que ir al baño… no tardo ¿vale? - dijo Roy levantándose de su asiento mientras yo asentía…

 

 

 

En ese momento una idea pasó por mi cabeza y no tardé mucho y levantarme e ir por donde hace unos segundos se fue el moreno…

 

 

Abrí la puerta del cuarto de baño y me lo encontré a un lado de este en un urinario. No había nadie más en la habitación y eso fue algo que usé a mi favor. Me puso justo al lado de él, se sonrojó en seguida al darse cuenta de que era yo e intentó desviar su cara para impedir que lo notara. Seguramente pensó que estaba acosándolo o algo por el estilo y no le quito razón, hasta me daba miedo de mi mismo, si hubiera sido él pensaría que soy un pervertido…

 

 

Aprovechando que él no miraba me asomé un poco para ver “eso” en verdad que no estaba nada mal tampoco ahí… ¡mierda! Esto es sólo un trabajo Edward… vamos termina pronto y os marcháis para no llegar a más, conociéndome con un par de copas más no sé lo que sería capaz de hacer…

 

 

Pasaron las horas y ya era demasiado tarde, después de aquel “encuentro” en el baño siguieron con su charla aunque Roy parecía un poco más nervioso, en cambio yo me hice el ebrio.

 

 

 

- La he pasado bien, pero ya es hora de irnos. Recuerda que hoy hay que ir a trabajar en unas pocas horas…

 

 

- Sí, tienes razón - dije en tono neutral parándome de mi asiento seguido por Roy.

 

 

 

Íbamos camino del aparcamiento cuando empecé de nuevo con mi teatro…

 

 

 

- Bien la pase genial contigo deberíamos volver a repetirlo uno de estos días - empecé fingiendo estar borracho a la vez que me acercaba a Roy y lo abrazo - que calido… no me había dado cuenta de que tenía un poco de frió y ¿tu Roy? Vamos… ¿quieres que te abrigue? - le susurré muy meloso en su oído, jadeando intencionalmente… si lograba excitarle, comprobare que es gay, pero si no lo consigo, deberé seducirlo más…

 

 

- No, gracias - estaba sorprendido ante mi acción.

 

 

- Vamos… - le pedí casi en ruego, me acerqué a sus labios, con la intención de besarlos, pero en vista de que él no hacia nada por detenerme… “accidentalmente” toqué su entrepierna por encima de los pantalones dándole un ligero masaje… en vista de que funcionó y se había excitado más de lo que pensaba, desvié mis labios y besé su mejilla, ya que no era necesario llegar a ese extremo, luego me alejé lentamente - lo siento, creo que me he excedido - mi tono era triste, casi avergonzado… Deberían darme un premio por mi excelente actuación, pensaba mientras caminábamos lo poco que nos quedaba para llegar a mi auto.

 

 

 

Cuando llegamos “accidentalmente” resbalé y Mustang me sujetó haciendo que se sonrojara, me excusé con que estaba un poco pasado de copas y le di las gracias.

 

 

 

- Nos vemos dentro de algunas horas…

 

 

- ¿Esta bien que manejes en ese estado? - me miró algo desconfiado.

 

 

- ¡Ah! Vamos mamá que no me pasará nada - dije como un pequeñín regañado.

 

 

- ¿Mamá? - no sabía si estaba molesto o preocupado.

 

 

- Sí, pareces una… bien nos vemos, chao.

 

 

 

  Me monté en el coche para luego arrancarlo y continuar con mi actuación manejando mal, hasta que estuve lo bastante alejado de mi “objetivo” para manejar con normalidad. Fui a mi casa a bañarme y luego me dirigí al hospital, claro que llevé todos los documentos del trabajo y ya estaba vestido, porque después de ver a mi madre me quedaría hasta que fuera hora de irse a trabajar.

 

 

Por fin llegué, aun no se había mejorado y el pensar que  no despertaría jamás, me aterraba. Salí para ir a tomar un café y en el pasillo me encontré de nuevo con aquella hermosa enfermera rubio, Riza, al menos eso es lo que pone en su etiqueta encima de la bata blanca.

 

 

 

- Buenas, valla… pensé que hoy no iba a venir.

 

 

- No pude venir más temprano estuve trabajando, pero jamás dejaría de venir a ver a mi madre y ¿qué me dice de la propuesta que le hice?

 

 

- Lo siento, pero no podré aceptar. Bueno ya es la hora de mí salida, adiós - dijo esquivándome, estaba por alejarse cuando la detuve.

 

 

- Espere… bueno esto si que es una lástima, pero por lo menos ¿me acompañaría a beber una taza de café aquí? - le sonreí con amabilidad.

 

 

- Si no acepto no me dejará en paz ¿no es cierto?

 

 

- Jeje puede…

 

 

- Esta bien…

 

 

 

Se quitó su bata de enfermera y fuimos a tomarnos un algo a la cafetería del hospital. No había mucha gente, sólo algunos enfermeros y doctores en su hora libre con lo que no nos costó coger mesa. Después de pedir un par de cafés empezamos tertuliar sobre nuestra vida y cosas no muy relevantes.

 

 

 

- Bueno y ¿en qué trabajas? - me preguntó ella interesada con la taza de café en sus manos.

 

 

- Soy actor, pero por el momento estoy trabajando en una empresa.

 

 

- Ya veo… según sé es muy difícil ser actor en esta ciudad.

 

 

- No tanto, si eres uno de los mejores no es tan difícil.

 

 

- Valla… si que tu ego es notable, pero para que estés en otro empleo no debes ser tan bueno...

 

 

- No te equivoques, sólo le estoy haciendo “un favor” a un amigo.

 

 

- Entiendo. Siento mucho lo grosera que he sido y también lo de tu madre.

 

 

- Descuida no hay problema - dije triste al recordar a mi madre.

 

 

- ¿Tienes hermanos?

 

 

- Sí, uno… pero bueno dejemos de hablar de mi y mejor háblame de ti ¿tienes novio?

 

 

- Veo que vas directo al grano. No, no tengo novio. Más bien tenía pero ya sabes que a veces las cosas no funcionan.

 

 

- Claro… sabes…- justo ahora tenía que sonar mi celular...

 

 

- ¿No vas a contestar?

 

 

- ¿Para qué? Estando con una preciosidad como tú, no me interesa tener interrupciones molestas.

 

 

- Cielos… - se ruborizo ante mi comentario - veras Edward… tú muy apenas acabarás de cumplir la mayoría de edad, soy demasiado mayor para ti ¿no sería mejor quedar como amigos? Acabo de terminar una relación hace muy poco y… - bajó su cabeza para que no pudiera ver sus ojos llorosos.

 

 

- Descuida… bueno creo que ya te he demorado más de la cuenta, ya me voy y espero que algún día nos volvamos a ver… - me acerqué a le besé la mejilla para después salir de allí.

 

 

Ella se quedó un poco extrañada y avergonzada por mi acción, mientras que yo pasé a la habitación de mi madre y mi despedí.

 

 

Subí a mi auto y ya en el trabajo vi a Russel, sólo lo miré y seguí con mi camino. Estaba claro se suponía que nosotros no nos conocíamos...

 

 

Al llegar a mi escritorio Roy aun no había llegado, revisé el archivo que estaba en el escritorio y escribí la contraseña, nuevamente Russel me tenía todo el trabajo hecho.

 

 

No pasó mucho tiempo en que Roy llegó por fin y este se veía terrible, de una manera un poco burlona me atreví ha hablarle.

 

 

- Te ves mal ¿cómo llevas la resaca?

 

 

- Mejor ni me hables…- dijo en voz baja intentando evitarme con la mirada… parecía ¿sonrojado? Me extrañó mucho verlo así, seguramente sea por lo de anoche, puede que me excediera demasiado…

 

 

 

~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’ ~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’ Flash Back ~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’

 

 

 

Mustang acababa de entrar en su casa, de nuevo todo era oscuro y solitario… Hacía meses que todo andaba así en su vida, al menos esa noche pudo dejar de pensar en el abismo de su vida en el que se encontraba…

 

 

Sin muchas ganas se fue a la cama después de cambiarse y beber un baso a agua. De verdad que le dolía a horrores la cabeza con lo que no le costó mucho dormirse y descansar en paz…

 

 

Después de todo lo ocurrido en la noche no pudo evitar que un sueño inundara su mente, un sueño que aunque le costara admitirlo le gustó…

 

 

Después de beber sus últimas copas ambos ebrios se dirigieron a la casa del mayor. Durante el camino no pararon de reírse de lo borrachos que se veían, cuando llegaron Roy abrió la puerta y luego le dio permiso a Ed para que pasara para dirigirse él a por algo de comer, la neveras estaba vacía. En ese momento Ed se acercó con cautelo acariciando la espalda del mayor sensualmente.

 

 

 

- Sólo hay yogur… llevo semanas sin ir a comprar y eso es lo que me queda…

 

 

- No importa… para lo que quiero hacer eso me sirve.

 

 

 

Roy cogió el bote de yogur y se dio la vuelta quedando de cara a Ed quien empezó a tocar su pecho y fue cuando se dio cuenta que no llevaba camisa cosa que le extrañó e hizo que tirara el yogur cayendo por todo el cuerpo. Al pequeño se le dibujó una sonrisa pícara y sin dudarlo dos veces empezó a limpiar con su lengua el cuerpo del moreno empezando con lamer el cuello el cual aunque no estaba manchado con aquella sustancia blanca lo devoró con ansias.

 

 

Roy empezaba a excitarse, ya que su mente empezaba a jugarle malas pasadas y pensar que el yogur era otra cosa la cual Edward lamía impaciente, más fue esta cuando sintió la pequeña lengua bajar cada vez más quedando a la altura del ombligo. Ed viendo la notable erección se apresuró a bajarle los boxers…

 

 

El moreno se despertó sobresaltado por aquel sueño tan extraño y no tardó nada en ruborizarse por soñar aquellas cosas, no era la primera vez pero era extraño pensar que Edward era un hombre…

 

 

Entonces fue cuando bajó su mirado y se encontró con un pequeño bulto en los pantalones, de mala gana llevo una mano hasta su miembro por debajo de los pantalones subiendo y bajando su mano a un ritmo rápido mientras de su boca salían hondos gemidos, poco a poco fue acelerando hasta que acabó viniéndose manchando todo. Rendido fue a cambiar y lavarse las manos. Cuando miró el reloj se dio cuenta de que ya era hora de marcharse a trabajar…

 

 

 

~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’ ~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’ Fin Flash Back ~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’~’

 

 

 

Roy se quedó mirándome detenidamente - un momento… tú estabas peor que yo ayer ¿por qué no estas igual?

 

 

 

- Fácil, yo estoy acostumbrado a beber, en cambio tú…- no pude evitar echar ha reírme de él. Además estaba fingiendo para acércame a ti, no creerás que de verdad me podría ebrio con unos cuantos vasos…

 

 

- No me parece gracioso… - meo miró furioso.

 

 

- Tranquilo, sólo era una broma, bien volvamos al trabajo ¿te parece?

 

 

- Sí… - respondió casi gruñendo.

 

 

 

Comenzamos a trabajar…. Como de costumbre hice una copia y la dejé abierta mientras que al original la oculté en otras carpetas. Comenzaba a sentirme un poco mal así que fui al baño, una vez allí me mojé la cara y me miré al espejo, me veía patético… sólo era un idiota disimulando tener un trabajo, era tan fracasado, ni siquiera pude conseguir trabajo por mi cuenta y ahora ando quitándoselo a los demás… es irónico cuando yo me quejo de la gente que hace que estemos en paro y yo sea uno de ellos…

 

 

Saqué una bebida de la maquina y al llegar a mi área se la dejé en el escritorio de Mustang, este ni lo notó o al menos no me pareció. Nuevamente me quedé en el escritorio hasta llegar la hora del almuerzo.

 

 

Cuando bajé todos se encontraban ya ubicados y los compañeros de ayer me invitaron a sentarse con ellos.

 

 

 

 

- Gracias - les dije poniendo la bandeja en la mesa - por cierto… ¿no creen que esta empresa es un poco aburrida?

 

 

- Ni que lo digas… esto es demasiado trabajo para tan pocas personas, deberían contratar más - habló el más joven de todos, Fletcher.

 

 

- Bueno yo no me quejo… al menos la paga es muy buena - habló Kimbley mientras le daba un bocado al pan.

 

 

- ¿Acaso es más aburrido que las otras empresas? O ¿es por el jefe tan pesado que tienes? - dijo la joven que no había hablado hasta ahora.

 

 

- Sí, en realidad en las otras empresas eran más divertidas, pero bueno no ganabas tan bien como en esta - dije sonriendo… si que era maleducada, ¿si no conocen a Roy como se atreven a hablar así de él?

 

 

- Sabes cuando te ríes te pareces aun niño que es actor que salió en una novela de hace mucho tiempo… sólo que llevaba el pelo muy corto y rubio - dijo ella un poco intrigada.

 

 

- ¿A sí? Nunca antes me lo habían dicho - dije con normalidad… claro, no voy a ser tan tonto como  para revelar quien soy, es por ello que me teñí el pelo negro con reflejos verdosos e incluso cambié mi acento.

 

 

- Miren - dijo Fletcher cuando Roy se levantó de su asiento - el gruñón al parecer ya ha terminado, pero si ni siquiera ha comido…

 

 

- Según sé hace ya más de un mes que no come casi nada en el almuerzo ¿por qué será? - preguntó Rose demasiado curiosa para mi gusto…

 

 

- Quién sabe…- intenté sonar desinteresado… valla aquí si que son intrusos, además no sé porque son tan metiches, acaso sabrán todo de los demás ¡que idiotas!

 

 

- Bien ya va ha ser la hora de volver al trabajo - me levanté de la silla con la bandeja en mis manos la cual deje en un gran mueble dentro para luego volver al trabajo.

 

 

Cuando entré me encontré con Roy con la mano en su espalda haciendo un pequeño quejido. Me acerqué a él un tanto curioso.

 

 

- ¿Te encuentras bien? - pregunté lo más amable que podía.

 

 

- No mucho… me duele un poco la espalda…

 

 

- Túmbate - le ordené, él me miró sin comprender - túmbate, te daré un masaje y verás como se te pasa…

 

 

- No hace falta, gracias… Mejor vuelvo al trabajo…

 

 

- De eso nada, de aquí no te vas. Hazme caso y túmbate en el sofá…

 

 

 

Suspiró por mi insistencia y se tumbó en el sofá bocabajo no sin antes quitarse su gabardina. Gracias a que el sofá era ancho pude sentarme encima de él empezando por masajearle el cuello y los hombros. Al principio se tensó un poco pero poco a poco fue relajándose mientras mis manos bajaban por sus brazos bien formados pasando luego por su cintura haciendo presión el ambos lados y en la columna con mucha delicadeza hasta que quise volver a las andadas y mis manos pasaron a su trasero. Esto pilló desprevenido a Roy quien por impulso intentó levantarse más desistió para que no pudiera notar su erección que se puso antes de empezar por mi masaje en su parte baja. Yo hice como si no hubiera notado nada, me hacía gracia ver cuanto tiempo más podría durar así.

 

 

Quería ver como no podía aguantar más y se tiraba a devorarme y así podría acabar antes de lo previsto mi trabajo… Subí mis manos dejándolas un poco más debajo de sus caderas para luego meterlas dentro de la camisa y dirigirlas a su parte delantera a la vez que bajaba más en busca de su erección la cual aun seguía. Roy intentó controlarse y parecer tranquilo aunque no lo consiguió del todo.

 

 

 

- Shh... tranquilízate - por fin y sin saber cómo ni de dónde saqué el valor introduje mi mano izquierda en sus pantalones empezando a rozar su miembro erecto, Roy hacía todo lo posible para intentar que no salieran gemidos de su boca, si no me apartaba ya tendría todo el trabajo hecho… Cogí su erección con mi mano y empecé a masturbarlo, no sé cómo fui capaz de hacer eso pero la verdad es que todo esto me estaba pareciendo demasiado erótico…

 

 

Aumenté mi ritmo de sube y baja para darle más placer y terminar pronto con esto. No pudo contenerse más y acabó viniéndose en mi mano para después darse cuenta de lo que había hecho y apartarme de él bruscamente levantándose. Me miraba con los ojos bien abiertos mientras yo seguía tirado en el suelo y con la mano manchada de semen.

 

 

 

- ¿Qué diablos quieres de mi? - preguntó con gran temor más que con ira y rencor, estaba asustado, podía notarlo.

 

 

- Verás Roy… Sé que hace poco que nos conocemos pero creo que me gustas… Piénsalo, por favor, no sabes cuanto me dolería tu rechazo…

 

 

- ¡¿Cómo puedes decir que te gusta un hombre?! Te estas equivocando de persona… - gritó hecho una furia cogiéndome del cuello y perdiendo todo la cordura que le quedaba me empujó contra la pared quejándome por el dolor mientras me seguía sujetando por el cuello empezó a disminuir su agarre - yo… yo no soy así…

 

 

 

Con miedo se apartó de mi saliendo despacio por la puerta que estaba a un lado de nosotros… Cerró la puerta mientras tocaba el puente de su nariz intentando asimilar la situación… Cuando estuvo totalmente cerrada me dejé caer poco a poco al suelo para después abrazar mis piernas y esconder ahí mi cabeza pensando… ¿por qué me dolía?

 

 

Y sobretodo…

 

 

¿Por qué sentía ganas de llorar?

 

 

Continuará…

Notas finales:

Luna: que les pareció? ^^ nos salió hentai… pero esto acaba de empezar juju

 

Darcy: u_u no tiene remedio…

 

Luna: nop, no lo tengo… bueno para la gente que no me halla reconocido ¬¬ seguro que alguno habrá XD soy luna mustang escritora de Pecado Imborrable y Culpable con tres fics próximamente: Como chocolate, Sex Interview (one shot) y un desafío que hago junto a otra escritora de Naruto ^^

 

Darcy: ah! Quiero agradecerles muchísimo, bueno las dos, a las personas que nos dejaron review y nos leen ^//^ arigato!!

 

Luna: sii y ahora… algo que les gustará, un adelanto de nuestro nuevo fic, ya casi tenemos el primer capítulo terminado y esperemos que os guste ^^

 

Darcy & Luna: bien… nos vemos chao!!

 

 

Recuerdo como me hacías el amor todas las noches…

 

 

Sin cansarnos el uno del otro, hasta que llegaron tus celos, tus crueles insultos y tus palizas...

 

 

Ahora que he encontrado a otra persona para consolarme…

 

 

¿Podrás ser capaz de cambiar por amor?

 

 

¿Cambiarías por mí?

 

 

 

“Te regalo mi cuerpo”

 

 

 

 

 

Por: Darcy_Luna


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