Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lemuria por susan black

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: bueno, el comienzo es estraño, una tienda de brujeria, un niño que sale de la pantalla de la computadora..
 

Capitulo 1: Lemuria...

 

Susan caminaba hacia su casa, en el rutinario trayecto del colegio a casa, mirando el limpio cielo de verano, ya no le quedaba nada para las vacaciones y se encontraban en los exámenes de fin de año, no habían nubes y no corría viento, por lo cual el día estaba un tanto caluroso.

Susan se quedo parada al llamarle la atención una tienda que jamás había visto en su vida y menos en su rutinario trayecto. "time die", traducido diría "tiempo muerto", "curioso nombre", pensó.

Entro llena de curiosidad, todo parecía tétrico dentro y parecía tener relación con la brujería o alguna sexta satánica, pues había visto algunos objetos en algunas revistas que acostumbraba a comprar.

Llego al mostrador y no se encontraba el encargado, miro y unos libros le llamaron la atención, tomo uno y lo hojeo, sin duda tenían que ser de brujería o algo por el estilo.

 

-          ¿Que desea, señorita? -Susan se asusto, se volvió y un anciano la miraba a través de sus anteojos.

Susan sonrió levemente aun asustada.

-          Solo echaba un vistazo, es que no había visto esta tienda -Explico Susan.

-          Se abrió hace unos días -Contesto el anciano.

-          Ya veo -Susurro Susan.

-          ¿Va a comprar algo?-Volvió a preguntar el anciano.

-          Si, señor -Susan reviso su billetera y aun tenia dinero de su mesada, pues su hermano menor estaría de cumpleaños en pocos días y lo había guardado para comprarle un regalo.

-          Si va a comprar algo, puede ver con mucha libertad, pero...sino, mas vale que se vaya, pues mucha gente a perdido mucho mas que su vida por solo echar un vistazo...-Dijo el hombre y Susan se estremeció, recorrió con su mirada la tienda y no vio nada que le pudiera interesar a su hermanito querido.

-          Disculpe, señor. ¿Que me recomienda para un niño que cumplirá 12 años y que le fascinan los libros? -Pregunto Susan interesada.

-          Un libro obviamente -Respondió el hombre.

-          Claro, pero no tiene alguno que sea extremadamente bueno, pagare lo que sea por un libro que le llame tanto la atención como para que lo tome y lo lea, es que es un niño un tanto extraño -Dijo Susan y el hombre la miro penetrantemente.

-          ¿A su hermano le gustan los video juegos?- Pregunto el viejo.

-          Si, bueno eso creo -Respondió Susan nerviosa ante la mirada del viejo.

-          Tengo algo que quizás le cambie su rutinaria vida a una vida llena de aventuras, acción y quizás amoríos, en un mundo totalmente fantástico...-Dijo el hombre.

-          Discúlpeme, pero creo que ese tipo de cosas no le interesan a mi hermano...-Le interrumpió Susan tímidamente.

-          Temo que le encantara, señorita, ya otros niños lo han llevado y han quedado  totalmente muertos de la fascinación de ver con sus propios ojos un juego de tal magnitud -Contesto el hombre.

-          Bueno si usted lo dice lo llevare -Sonrió Susan.

El anciano saco un cofre de madera, lo abrió y de este saco una caja porta CDS, con una carátula de un niño de cortos y ondulados cabellos platinados, era muy rara la anatomía del niño, pues sus orejas eran puntiagudas y tenía alas semitransparentes tras su espalda.

Susan quedo maravillada al ver el dibujo, el anciano le dio un precio más o menos alto que por suerte pudo pagar, hasta el último centavo.

 

-          Solo se crearon 7 de estos y es una reliquia, por lo cual su precio es un tanto alto. Le recomiendo que el niño lea las instrucciones antes de colocar el CD-ROM en algún aparato-

-          Si, señor -Susan se fue feliz, ya le tenia un espectacular regalo a su hermanito, pero antes de dárselo debía  probarlo ella primero, no quería desilusionarlo por si el CD era una estafa.

En cuanto llego a su casa, subió rápidamente a su habitación, prendió su computadora y lo coloco allí, sin siquiera leer las instrucciones, estaba tan excitada que se le olvido hacerlo.

El CD fue reconocido por la computadora y leído fácilmente, lo que significaba que era verdadero, la pantalla quedo negra y luego aparecieron caracteres grandes y dorados mostrando el nombre del juego "Lemuria Alfa", en la pantalla apareció un cuadro en donde se pedía ingresar la clave.

Susan busco la clave y la ingreso sin mayor problema, cada vez le emocionaba mas que el juego realmente se pudiera jugar, luego otro recuadro le pidió su nombre, Susan lo escribió y al apretar siguiente la pantalla se apago, asustada pues no se prendía intento sacarlo de la computadora, pero el CD no salio y la computadora no parecía prenderse.

Susan asustada busco la caja del CD-ROM y leyó las instrucciones, mas abajo vio que decía que era para niños de 11 y 12 años y comprendió que al no ser un chico de 12 años, no había funcionado.

Oculto la carátula y fue a buscar a su hermano menor que sabia de computadoras mas que ella, el chico al verla tan desesperada la ayudo. Por más que intento reiniciar la computadora no reacciono y su hermana ya había comenzado a llorar.

De pronto William dio un grito y Susan lo miro, 2 manos había salido de la negra pantalla y poco a poco  había comenzado a salir el resto del cuerpo que pertenecía al chico de la carátula, Susan al verlo lo había reconocido al instante. 

El cuerpo del niño expelía una brillante luz blanca que al salir por completo de la pantalla se apago y su anatomía se volvió totalmente humana, desapareciendo sus alas y sus extrañas orejas alargadas.

William que se había reclinado en la silla para recibir el cuerpo del niño, perdió el equilibrio y cayó con el chico sobre el, el cual aun conservaba las extrañas ropas con la cual había aparecido.

 Susan  muy sorprendida por lo que sus ojos acababan de ver, miro su computadora y vio que esta se prendía y dejaba salir el CD-ROM.

William  se sobo la cabeza mientras se enderezaba con el chico que comenzaba a abrir los ojos, de un hermoso verde agua, el chico miro a William a los ojos y ambos se sonrojaron, pero pareció espantarse, se alejo de él haciendo una profunda reverencia, Susan sonrió, pues William se ruborizaba.

 

-          Disculpa, puedes dejar de hacer eso - Pidió William molestándose.

-          Si, Señor -Contesto el niño con una voz dulce y melodiosa.

 

-          ¿De donde eres? -Pregunto Susan sonriéndole, el niño al verla  volvió a hacer una profunda reverencia y Susan se sorprendió.

-          Mi nombre es Lemuria de Lixor, soy de la ciudad de Lixor ubicada en el país de la Armonía, soy hijo de Lyr, rey de la hadas y Dahna, reina de la naturaleza...-Respondió el niño.

-          ¿Eres un príncipe? -Pregunto Susan.

-          Si, mi Señora - Respondió el niño sin mirarla.

-          Wauu, nunca pensé en ver a un príncipe con mis propios ojos -Exclamo Susan emocionada.

-          No te emociones tanto. No sabemos de donde salio -Gruño William mirando con desconfianza al niño, que volvió a hacer un reverencia ocultando su rostro, William se molesto ante su actitud.

-          ¿Por qué haces eso? -Pregunto Susan curiosa.

-          No se me es permitido ver al emperador a los ojos, ni siquiera en la intimidad -Respondió el niño.

-          ¡No soy un emperador!- Gruño William.

-          ¿Dijiste intimidad? -Pregunto Susan asombrada.

-          Además de ser el guardián del emperador, él me ha elegido como su amante, Señora -Respondió el niño.

-          ¡¿Su amante?! -Dijeron William y Susan a la vez, sorprendidos.

-          ¿No eres un poco pequeño para tener ese tipo de relaciones? -Pregunto Susan preocupada.

-          Pronto cumpliré la edad apta para mantener relaciones -Sonrió Lemuria.

-          Bueno, no sabemos como se rigen las leyes de tu mundo, pero quiero decirte que mi hermanito no es un emperador ni nada por el estilo, solo es un chico común y corriente, así que no hagas eso frente a William -Pidió Susan sonriéndole.

-          ¿William? -Pregunto Lemuria  sorprendido.

Se acerco a William y miro cada detalle de su rostro, miro su cabello negro, liso y corto, sus ojos negros.

William se molesto ante su mirada y Lemuria lo percibió.

-          Lo lamento Señor, pero usted es muy parecido a Lan, o sea, al emperador, solo los diferencia que el emperador tiene el cabello largo y tú corto -Dijo Lemuria tocando el rostro de William con su dedo, tímidamente.

-          ¡No me toques! -Gruño William y Lemuria  se asusto y se escondió tras Susan, esta rió divertida ante su actitud.

Lemuria comenzó a observar a su alrededor y todo para el era extraño.

-          Este no es mi mundo -Musito Asustado.

-          No, no es tu mundo. Es mi mundo y tú saliste de la computadora de mi hermana, así que  más te vale que vuelvas a ella -Contesto William.

-          William -Gruño Susan descuidando a Lemuria, el cual al ver una ventana abierta y ver por esta el mismo cielo celeste que veía en su mundo y el cual recorría muchas veces volando, corrió hacia esta y salto hacia fuera, donde se encontraba un frondoso árbol.

 

William  al verlo, salto tras el, lo agarro y lo protegió con su cuerpo, cayeron a través de las ramas del árbol, el cual  ayudo a disminuir la velocidad de la caída.

Susan bajo asustada y los vio enzarzados entre unos arbustos, que habían servido de colchón, Lemuria lloraba y William lo regañaba.

 

-          ¿Por qué no puedo utilizar mis alas? -Sollozo Lemuria.

-          Por que no tienes alas niño tonto, eres igual al resto de los humanos -

-          Pero...Yo tenía alas, antes de que viniera a este mundo -

-          Quizás al llegar a nuestro mundo te convertiste en humano y perdiste tus alas y tus orejas -Dijo Susan limpiándole con un pañuelo la lagrimas.

-          Pero no puedo perder mis alas...si pierdo mis alas dejaría de ser un hada -Sollozo Lemuria.

-          Niño, no eres un hada ni un príncipe -Contesto William molesto.

-          Si lo es -Susurro Susan.

-          Susan, esos son "Cuentos de Hadas", ¿no me digas que aun crees que aparecerá tu príncipe azul?-Gruño William.

-          Irónicamente él lo es, William y al parecer, es "tú" príncipe azul y hada madrina -Dijo Susan sonriendo.

William se ruborizo, ante el hecho de que Lemuria realmente podría ser su príncipe azul.

-          Disculpe, Sacerdotisa. ¿Por qué él la ha llamado Susan?-Pregunto Lemuria curioso.

-          ¿Sacerdotisa?- Preguntaron a la vez William y Susan.

-          ¿Qué hacen ustedes aquí afuera? -Pregunto la voz de un hombre.

 

Todos  levantaron la vista y Lemuria  al ver al hombre salto como un gato hacia atrás, rápidamente saco una flauta de plata y comenzó a tocarla, de esta salio una dulce melodía, al ver que el joven no caía muerto, dejo de tocar y se abalanzo de un salto contra el hombre para atacarlo, pero Susan lo atrapo y lo aprisiono con sus brazos.

 

-          ¿Qué haces, Lemuria? -Pregunto Susan preocupada, el chico se puso a patalear.

-          ¡Suéltame!, es él...es el hombre que papá me mostró, es él el que se robo a mi hermano y lo trajo a este mundo, lo matare por haber hecho tal cosa -Decía Lemuria tratando de soltarse de Susan.

-          ¿Tu hermano?, ni siquiera te conozco, niño - Gruño el joven.

-          Lemuria, él es nuestro hermano mayor, Eidan -Dijo Susan presentándoselo.

-          ¿Eidan? -Repitió Lemuria extrañado.

-          Si, Eidan -Respondió Susan.

-          Pero sacerdotisa, los nombres son diferentes, pero se trata de la misma persona, estoy seguro. Él es el emperador de Falya, usted es la sacerdotisa de la montaña de Cristal, y él...es el villano que me robo a mi hermano mayor, Lemures, y no lo perdonare-Explico Lemuria apuntando a cada uno con su dedo índice.

-          Mejor me entro a la casa. Ustedes no traigan a dentro a este loco -Advirtió Eidan y entro a la casa.

-          Eidan tiene razón, no entres a este loco, Susan -Gruño William y entro a la casa dando un portazo. Susan miro a Lemuria y sonrió.

-          No metas ruido. Por ningún motivo voy a permitir que te quedes afuera, si fue mi culpa el que hubieses venido a nuestro mundo -Sonrió Susan.

-          No lo fue -Contesto Lemuria tristemente.

-          ¿Cómo dices? -Pregunto Susan asombrada.

-          Yo he venido aquí por mi propia cuenta gracias a mi madre. Le he pedido que me preste su espejo para trasladarme aquí, yo deseaba buscar a Lemures, aun a costa de mi propia vida. Lo malo que mamá no me lo presto, así que me tuve que ir sin su permiso -Explico Lemuria.

-          ¿Eso quiere decir que no ha sido mi culpa y que te escapaste de casa? -Pregunto Susan y Lemuria asintió con la cabeza.

-          Algo así -Sonrió Lemuria tiernamente y Susan lo abrazo.

-          No importa, yo te protegeré - Dijo Susan encantada.

Llevó a Lemuria dentro de la casa con mucho sigilo, y rápidamente subieron las escaleras para llegar a su habitación.

Al entrar dentro de esta, se encontraron con William, que los esperaba al parecer muy molesto. Susan intento inútilmente esconder a Lemuria tras ella, pero William ya lo había visto.

-          Sabia que lo traerías si o si, no lo escondas -Gruño William y Susan dejo ver a Lemuria.

-          ¿Sacerdotisa...? -Llamo Lemuria débilmente.

-          ¿Si? -Contesto Susan mirándolo.

-          ¿De verdad él no es el emperador? -Pregunto Lemuria interesado.

-          No, se llama William, y es mi hermano menor. Pronto cumplirá 12 años... -Respondió Susan sonriéndole.

-          ¡Cállate Susan! - Mando William.

-          Yo también cumpliré 12 años -Comento Lemuria. -   Lan me iba a obsequiar un palacio -Añadió.

-          ¿Lan? -Preguntaron a la vez, Susan y William.

-          Es el nombre del emperador, por ser su amante tengo permitido llamarlo por su nombre, claro cuando estamos solos -Explico Lemuria.

-          No me lo recuerdes -Musito William tomándose la cabeza, luego tomo una bolsa de papel que estaba sobre la cama de Susan y se la tiro a Lemuria, este el atajo fácilmente.

-          ¡William! Las cosas no se tiran -Lo regaño Susan.

-          Si, mami -Contesto William molesto.

-          ¡William! -Gruño Susan.

-          Que se vista con esa ropa, no querrás meternos en más problemas ¿o si? Si se le ocurre ir con esa ropa para todos lados, será bastante sospechoso -Mando William.

-          Que amable eres, William -Sonrió Susan contenta.

-          No lo soy, te estoy salvando a ti -Gruño William y Susan lo abrazo feliz.-  Déjame, Susan -Refunfuño William soltándose de la chica y se fue de la habitación enojado.   

-          ¿Me odia? -Pregunto Lemuria sorprendido.

-          Claro que no. Es solo que aun no puede creer que hayas salido de la computadora frente a sus narices -Respondió Susan.

-          Sacerdotisa, ¿en su casa no hay espejos grandes, verdad? -Pregunto Lemuria preocupado.

-          No, ¿Por qué? -Pregunto Susan curiosa.

-          Es que, como yo utilice un espejo para llegar aquí. Quizás otros como yo vengan aquí para buscarme -Respondió Lemuria.

-          ¿Para buscarte? ¿Otros como tú? No entiendo nada, Lemuria -Dijo Susan.

-          Es que en mi mundo hay 7 guardianes que velan por la paz entre los tres países existentes, pero quizás mi papá mande a algunos de los guardianes para llevarme de vuelta a casa, la verdad es que yo le dije que vendría a buscar a mi hermano con o sin su permiso -Explico Lemuria.

-          Eres todo un rebelde -Sonrió Susan encantada.

-          Mi mundo esta conformado por 3 países, cada uno de ellos fue creado por una diosa respectivamente: Fuego, Agua y Armonía. Según las leyes de mi mundo  Fuego y Agua son opuestos que lucharán continuamente, por ello Armonía es la que prevé que ninguna sobresalga a la otra para evitar que se forme un caos. Papá perdió uno de los guardianes y tuvo que darme a mí como moneda de intercambio para que no hubiese más guerras, por eso debo cuidar del emperador. Hace años mi hermano paso por lo mismo, pero el fue raptado por ese brujo malvado que se hizo pasar por el emperador, cuando este fue secuestrado por los guardianes del Agua. Cuando papá me contó todo esto, me mostró a mi hermano y al que lo había raptado, así que por eso lo reconocí, reconocí a tu hermano...-Explico Lemuria mientras Susan lo escuchaba atentamente.

-          De acuerdo, quizás tengas razón. Pero no esta bien que ataques a las personas que no conoces -Dijo Susan acariciándole la cabeza.

-          Lo siento, sacerdotisa -Se disculpo Lemuria.

-          No te preocupes. Ahora cambiate de ropa mientras yo voy a ver a William, ¿de acuerdo?-Sonrió Susan.

-          Si -Sonrió Lemuria.

 

                                                                                            Continuara...

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                              

 

                                      
Notas finales:

espero que les haya gustado este capi, es mi primer fanfic original publicado..


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).