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Camino a la perdición por zandaleesol

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Ninguno de los presentes podía decir que no estaba impactado por el testimonio que había dado Harry sobre su secuestro y de lo que realmente significó para él que Lucius quisiera ayudarlo, no sólo por los sentimientos que tenía su hijo hacia el “Elegido”, sino que también por el terrible destino que le aguardaba al chico rubio si es que triunfaba el Innombrable .Muchos de los presentes si a caso habían estado algo reticentes por absolver a Lucius, luego de escuchar a Harry y comprender realmente lo importante que había sido el que ese chico enfrentara con tanta valentía todo lo sucedido y, que naturalmente Lucius había mostrado mucho valor al ayudar al chico y traicionar a su amo.


Después que Harry dio por concluido su testimonio, permaneció sentado junto a Lucius, lo tenía tan próximo que casi podía oír su respiración, se moría por abrazarlo y devorarlo con sus besos, pero juntó toda su fuerza de voluntad y mantuvo su vista fija en los miembros del Tribunal, sólo desvió su vista un momento para mirar a Draco, no se atrevió a buscar la mirada de Lucius por temor a delatarse; por su parte el rubio también mantuvo su vista fija en Fudge que aún no salía de su asombro al oír una historia de la que conocía apenas unos detalles, estaba algo confuso no sabía si creer totalmente en aquella versión de que Lucius hecho todo eso por proteger a su hijo, aunque al imaginar al chico rubio como amante del mago tenebroso se le erizaba la piel, era terrible un destino como ese sobretodo para un chico tan atractivo como lo era Draco.


Fudge tenía la sensación de que Potter había sido muy convincente, los miembros del Tribunal que estaban menos predispuestos a favor de Lucius habían quedado visiblemente impresionados con lo que el chico había relatado. Finalmente el Ministro se levantó de su asiento, los magos que hablaban aún en murmullos poco a poco cesaron sus conversaciones, aquel era el momento crucial para varios de los que estaban en esa sala.


─ Bien… señor Potter… este tribunal le agradece su testimonio… por lo menos a mí no me queda duda alguna de que las decisiones tomadas por el señor Lucius Malfoy fueron fundamentales para lograr lo que todos deseábamos… un mundo de paz… sin la amenaza constante del Innombrable… ya puede regresar a su lugar.


Harry se levantó de la silla para regresar a la que había ocupado junto a Draco, recién en ese instante se atrevió a mirar a Lucius, el rubio también fijó su vista en el chico y con tranquilidad le dio las gracias, Harry le sonrió y luego volvió a su asiento, mientras Fudge vigilaba cada movimiento y gesto con mucha atención. Cuando estuvo sentado junto a Draco otra vez, el chico rubio le dio las gracias también y le tomó la mano, se miraron sonrientes, Fudge que los observaba con asombro se sintió bastante satisfecho.


─ Bien… señores quisiera preguntar a los miembros del Tribunal si necesitarán de algún tiempo para deliberar… si es así…


Albus Dumbledore se levantó de su asiento.


─ Personalmente creo que no sería necesario señor Ministro… a mi parecer el testimonio de Harry ha sido muy clarificador con respecto a la colaboración de Lucius… no tengo ninguna duda de que su actuar ha sido fundamental para el triunfo sobre Voldemort… creo que simplemente en este instante deberíamos someter el tema a votación.

─ Sí por supuesto Dumbledore… bien… entonces les pido a los miembros del Tribunal que los que estén a favor de restituir a Lucius Malfoy como miembro libre y con plenos derechos a nuestra comunidad… en razón del testimonio oído… y que nos ha permitido comprender de mejor forma lo mucho que arriesgó por el bienestar de nuestro mundo… les pido que levanten la mano.


Harry y Draco se voltearon a un tiempo para mirar a los magos y brujas reunidos, el corazón se aceleró más al ver que todas las manos se levantaban, ni uno solo estaba en contra de la absolución, se sintió tan feliz y emocionado que tuvo deseos de levantarse y correr junto a Lucius para abrazarlo con fuerza, pero como Draco lo mantenía bien sujeto, se conformó con abrazar al chico rubio.


Fudge por su parte experimentó una alegría que le costó trabajo esconder y recurriendo a toda la seriedad que le fue posible se dirigió Lucius y le habló.


─ Al parecer la decisión del Tribunal es unánime… señor Lucius Malfoy a partir de este momento usted vuelve a formar parte de nuestra comunidad con todos los derecho y obligaciones que tal hecho conlleva.

─ Muchas gracias ─dijo Lucius inclinando la cabeza con amabilidad ─este Tribunal no lamentará el haberme dado otra oportunidad… lo prometo.


Finalmente Lucius se levantó de la silla y Draco sin contenerse corrió a su lado, no podía ocultar su felicidad, sin embargo Harry permaneció sentado, tenía un nudo en la garganta estaba seguro de que se le escaparían las lágrimas de un momento a otro. Kingsley se acercó a Lucius para felicitarlo, mientras el Ministro conversaba con algunos magos; cuando Lucius se acercó a Harry, recién éste se puso de pie y Lucius volvió a darle las gracias con toda naturalidad.


Otro que se acercó fue Dumbledore, Lucius le estrechó la mano con entusiasmo y le dio las gracias en repetidas ocasiones, Fudge que apartado observaba aquello sintió algo de disgusto, había esperado que esas muestras de agradecimiento tan entusiastas por parte de Lucius fueran dirigidas a él, pero ya llegaría el momento, esperaba que Lucius le demostrara su agradecimiento con la pasión de su cuerpo, se estremecía sólo de pensar en lo que sería ese primer encuentro, por fin su sueño más preciado se hacía una realidad.


Dumbledore dejó invitado a Lucius para que lo visitara en la escuela pues deseaba que hablaran de Draco y Harry, el rubio comprendió y le dijo al mago que en cuanto estuviese instalado en la mansión daría una vuelta por la escuela. Fudge en vano intentó retrasar un poco más su salida de la sala, esperaba con ansiedad la oportunidad de hablar con Lucius para recordarle que ahora él sólo esperaba que cumpliese con el acuerdo, sin embargo no tuvo oportunidad de acercarse pues al parecer Dumbledore, Kingsley, Draco y Harry al parecer no tenían intención de apartarse.


Al final perdió la esperanza de tener un instante a solas con el rubio se acercó a felicitarlo, Harry bajó la vista para no tener que cruzar la mirada con ese hombre al que tanto detestaba, luego de eso Fudge salió de la sala diciéndose que ya tendría una oportunidad para hablar con Lucius, mientras tanto era mejor llevar el asunto con discreción.


Finalmente todos abandonaron la sala, Dumbledore se acercó rápidamente a Remus que había permanecido a la espera de noticias al contemplar el rostro de Harry de inmediato supo que las todo había salido bien, después de hablar un instante con el chico de ojos esmeraldas se marchó, no creía que fuera conveniente mostrar excesiva familiaridad con la familia Malfoy. Harry y Draco se mantuvieron juntos mientras el director hablaba con Lucius y Kingsley.


─ Harry ahora podrás visitar a mi padre en la mansión sin problemas.

─ Me encantaría hacerlo, pero me temo que no sería muy seguro… Fudge podría ocurrírsele pasar por ahí.

─ ¿Tú crees?

─ Naturalmente que lo hará… cuando vea que Lucius no lo busca… me preguntó como se las arreglará para evitar a Fudge ─dijo Harry mirando a su esposo con evidente preocupación

─ No preocupes Harry… ya pensará en algo… ideas no le han de faltar… podría inventar un viaje… por lo demás Fudge no es el Señor Tenebroso… no lo matará si mi padre no acude a su llamado.

─ No tardará mucho en darse cuenta de que Lucius no cumplirá sus deseos… eso lo pondrá muy mal.

─ Es cierto, pero no te angusties… ya te lo dije Fudge no es peor que el Señor Tenebroso… aunque busque a mi padre no conseguirá nada.

─ Lo buscará en la mansión… ¿cómo hará para negarse?

─ Harry no te preocupes mi padre sabrá como manejar a Fudge.

─ No puedo evitar preocuparme ─dijo el chico de ojos esmeraldas


En ese instante se acercó Lucius a los dos chicos.


─ ¿Todo está bien? ─preguntó el rubio

─ Harry está preocupado por Fudge ─dijo Draco

─ Mi amor no te preocupes… lo peor ya pasó… ya verás que dentro de poco estaremos juntos y ni Fudge ni nadie podrá impedirlo.

─ Es lo que deseo Lucius… no quisiera que Fudge nos amargue la vida.

─ Por el momento debe seguir creyendo que tú y Draco son novios… mientras confíe en eso… yo me las arreglaré.

─ ¿Cuándo podré verte?

─ Quizá esta noche… aún no estamos seguros… de todas formas el director te avisará… ¿te gusta la idea?

─ Claro que sí ─dijo Harry intentando ocultar su felicidad

─ Bien… entonces ya me voy… Kingsley me acompañará… Fudge realmente tomó en serio el asunto de los anónimos… no quiere que me despegue del lado de Kingsley… eso es bueno por un lado… así nos ayudará a que nos veamos con discreción ─dijo Lucius


Luego de abrazar a Draco, le sonrió a Harry y se marchó, el chico quedó medio desanimado con eso, era difícil no desear los abrazos de Lucius y tener que conformarse con esa amabilidad de etiqueta que debía recibir de él mientras estuviesen en público, pero aquella noche satisfaría todas sus ansiedades con el rubio. Lo vio alejarse en dirección hacia donde se encontraba el director con Kingsley, él se quedó junto a Draco e hizo todo lo posible por no mirar a Lucius, el Ministro aún estaba cerca hablando con algunos magos presentes en la audiencia. No podía evitar sentir odio hacia Fudge, Draco llamó su atención sobre aquello pero para el chico no era fácil fingir, los celos que naturalmente sentía por el interés que tenía en su esposo, no era lo único que alimentaba ese odio hacia Fudge, recordaba perfectamente el trato que había hecho con Voldemort, quizá una solución para todos sus males fuese buscar alguna forma de que Fudge confesara la verdad, ahora que Lucius era libre otra vez, presentía que mientras aquel ser indeseable estuviese cerca él no tendría paz.


&&&&&&&&&&


La noticia de que el Wizengamot había absuelto a Lucius Malfoy se extendió rápidamente aquella mañana por todos lados, el diario “El Profeta” ese día había sacado el tema en su portada tal cual lo venia haciendo desde hacía varias semanas atrás. Por tal motivo el Ministerio se encontraba bastante revolucionado esa mañana, en unos minutos lo sucedido en la audiencia dejó de ser secreto, todos hablaban del testimonio dado por Harry Potter, fue impactante para la mayoría conocer detalles del cautiverio de Harry, pero lo fue mucho más saber que el “Elegido” estaba enamorado del hijo de Lucius Malfoy y que por tal motivo éste último había traicionado a su señor.


Dumbledore se llevó a Harry y Draco de regresó a Hogwarts, en el camino hacia la salida del Ministerio acapararon todas las miradas, pero la felicidad que brillaba en los ojos de ambos chicos acabaron por convencer a los incrédulos de que realmente se amaban, muchos estaban demasiados sorprendidos y apenas pudieron disimularlo. Uno de esos era Percy Weasley, se preguntaba si su familia sabría de aquel asunto, seguramente lo sabían, pero como sucedía siempre a él se lo habían ocultado. Pensó que Harry era bastante afortunado después de todo, había conseguido enredar a nada menos que Draco Malfoy, el hijo del hombre más rico de la comunidad mágica, definitivamente para él Harry era un chico bastante listo.


Luego de regresar a la escuela a través de la red Flu y encontrarse finalmente en el despacho del director Draco y Harry dieron rienda suelta a toda la alegría que los embargaba por el resultado de la audiencia. Ahí los esperaba Remus quien había regresado unos minutos antes, ninguno de ellos había imaginado que el fallo sería unánime, estaban aún sorprendidos pero sabían que el testimonio de Harry había decidido todo, sin embargo pese a la alegría igual Dumbledore tenía sus aprehensiones.


─ Me siento muy satisfecho… debo reconocer que esta vez el Ministro uso sus influencias muy bien y por una buena causa.

─ Lo que ha ganado con eso no es algo menor ─dijo Draco ─se supone que ha ganado a mi padre

─ A mi esposo ─dijo Harry con tono algo lúgubre


Las tres personas que lo escuchaban comprendían su preocupación.


─ Harry conseguimos lo más importante… lo que parecía imposible… tú lo conseguiste ─dijo Dumbledore ─ahora debemos buscar la forma de que Fudge desista de Lucius

─ ¿Y cómo haremos? ─preguntó Harry ─no creo que sea fácil

─ Encontraremos la forma ─dijo Remus ─no debes preocuparte Harry… ahora será más fácil que estés cerca de Lucius

─ ¿Pero cómo?... igual debemos ocultar lo nuestro

─ Harry recuerda que tú y yo somos novios… no sería extraño que visitaras la mansión ─terció Draco

─ Es cierto ─dijo el chico más alegre ─pero me gustaría poder decir la verdad de una buena vez

─ Lo harás pronto Harry… pero creo que debes dejar pasar un tiempo ─dijo Dumbledore ─quiero hacer algunas investigaciones primer… no me gustaría que alguien pudiera invalidar el fallo si llegara a saberse que tu testimonio no es del todo válido por que eres el esposo de Lucius

─ Dumbledore tiene razón Harry ─dijo Remus ─imagino que es difícil para ti, pero debes se paciente

─ Lo seré… lo prometo… en realidad lo más importante es que Lucius es libre otra vez con los derechos que tenemos todos nosotros.


Ahí en el despacho del director quedó acordado que por el momento el matrimonio de Harry con Lucius seguiría siendo secreto, dejarían pasar la vorágine que había provocado al audiencia, cuando todo estuviese más calmado harían pública la boda.


Harry y Draco llegaron juntos al Gran Comedor, a la hora del almuerzo, todo el mundo se quedó mirándolos con gran asombro, eso les bastó para comprender que toda la escuela ya conocía el resultado de la audiencia, pero además conocían los detalles no revelados antes sobre el motivo por el cual Lucius Malfoy había traicionado a su amo; para salvarle la vida a Harry Potter, que además estaba enamorado de su hijo.


Cuando Harry llegó a tomar su lugar en la mesa de Gryffindor un silencio bastante incómodo reinaba en el lugar, sólo Ron, Hermione y Ginny le hablaron con normalidad y lo felicitaron por el resultado de la audiencia. Harry les preguntó como era que toda la escuela parecía estar enterada, Ginny explicó que por parte de ellos su hermano Percy en cuanto había acabado la audiencia le había enviado una lechuza a su madre, que estaba ansiosa de sabe que había ocurrido. La chica le contó a Harry que de forma similar la noticia se había extendido por todo el Ministerio en cosa de minutos y que por lo mismo muchos chicos cuyos padres, hermanos o demás parientes que trabajaban en el Ministerio habían recibido lechuzas esa mañana, pronto la noticia se extendió a toda la escuela y, naturalmente todo el mundo ya sabía que Harry Potter y Draco Malfoy eran “novios” y que todos se morían por saber desde cuando y como había sucedido algo tan increíble.


Para Draco aquel momento era fantástico, sus compañeros de casa ya no podrían volver a mirarlo por encima del hombro, volvía a ser el hijo del hombre más acaudalado del mundo mágico, ex Mortífago, nadie podría cambiar aquello, pero ahora todos sabían que la vida de Harry y la que seguían disfrutando todos en el mundo mágico se la debían a Lucius, su padre. La mirada del profesor de Pociones también se posó en Draco por un momento y el chico rubio se preguntó si Severus seguiría despreciándolo ahora que había recuperado su antigua posición, aunque sabía que la indiferencia del profesor no pasaba por aquello de ser importante otra vez, Severus se había preocupado por él cuando nadie más lo había hecho, recordó la breve mirada que habían cruzado cuando él subía con Harry hacia el despacho del director.


Snape era demasiado inteligente como para no darse cuenta del cambio que mostraban todos hacia Draco, casi nadie le miraba ya con indiferencia o con el desprecio de antes, se alegraba por eso, sabía que el chico rubio pese a su orgullo le afectaba el no ser tomado en cuenta, ahora volvería a ser el centro de atención pues todos lo creían novio de Harry Potter. Las posibilidades de que Draco se involucrara con alguien eran más que nulas, aunque él había estado atento durante aquellas semanas y le parecía que Draco no había cumplido su amenaza de involucrarse con cualquiera, eso lo hacía feliz, no podía imaginar siquiera que algún mocoso idiota le pusiera las manos encima al chico, Draco era suyo, total y completamente suyo desde aquella noche en que habían hecho el amor y que además había reconocido que lo amaba.


El profesor estaba convencido de que ya era tiempo de hacer algo definitivo con respecto a Draco, ahora que volvería a ser deseable para muchos, sobretodo para algún Slytherin que le importara poco la calidad de novio oficial de Harry Potter, él sabía que Draco era muy fogoso y que aunque estuviese enamorado de él, era cierto había tardado en aceptarlo pero sabía que el chico rubio lo amaba, lo había sentido esa mañana, no iba a darle tiempo para que enredara con alguien, corría el riesgo de perderlo si no hacia algo, esa misma noche volvería a tener a Draco en sus brazos, pero esta vez no dejaría que el orgullo se interpusiera entre ellos.


&&&&&&&&&&&


Cuando Harry llegaba al Gran Comedor para cenar se encontró con la profesora McGonagall que le entregó una nota del director, en ella Dumbledore le decía que esa noche vería a Lucius, pero no en la escuela, sino en la taberna “Cabeza de Puerco” igual que siempre, creía que de momento era mejor mantener todas las previsiones, mientras elaboraban un nuevo método para encontrarse sin que alguien sospechara. Harry estuvo de acuerdo y se lo dijo a la profesora, en realidad lo único importante para él era que vería a Lucius y podrían celebrar que fuese otra vez un miembro de la comunidad.


Cuando terminó la cena se dirigió hacia la salida, ahí lo alcanzó Draco, rodeados de miradas curiosas y asombradas se apartaron un poco para hablar con más libertad.


─ ¿Vendrá a verte mi padre?

─ No Dumbledore cree que por ahora no debemos variar nuestra forma de vernos… hasta aquí no hemos tenido problemas, dijo que era mejor no arriesgarse y creo que tiene razón.

─ Sí es lo mejor… además recuerda que eres mi novio… no puedes verte con mi padre en mis narices.


Harry se echó a reír alegre acaparando las miradas de todos, a pesar del inconveniente de tener que seguir viendo a Lucius a escondidas, se sentía dichoso, los ojos le centellaban de entusiasmo; Draco sintió una sana envidia, sin duda consideraba a Harry afortunado porque estaba junto a la persona que amaba.


─ ¿Tú qué harás?

─ Yo… pues iré a la biblioteca… tengo pendiente un trabajo.

─ Eso no suena muy interesante… ¿cómo va lo tuyo con Snape?


Draco abrió los ojos con asombro.


─ ¿De qué hablas?

─ Tú sabes… ¿cuándo harán las paces?

─ No estamos peleados.

─ ¿No?... por qué cada vez que trato de hablar de esto lo evades… no tienes que mentir… hace rato me di cuenta de que lo amas y él a ti.

─¡¡Qué!!

─ Eso… no estoy ciego… me fijé como se miraron esta mañana.

─ Estas diciendo locuras.

─ No… él te ignora y tú haces tonterías en clases para llamar su atención… si no están enamorados que más podría ser.

─ ¿Desde cuándo te volviste tan astuto.

─ Desde que estoy enamorado… Snape te mira de la misma forma en que me mira Lucius.

─ ¿De verdad? ─dijo Draco con cierta emoción y ya sin cuidarse de seguir fingiendo

─ Pues sí, paso tiempo suficiente con los dos como para no darme cuenta que se aman… me divierte verlos intentado fingir que no es así… vamos Draco deja la cobardía de una vez y dile a Snape que lo ama.

─ No soy cobarde… ya se lo dije.

─ ¿En serio?... y cuando fue eso.

─ Hace semanas… si sintiera algo por mí… ¿no crees que ya me hubiese buscado?

─ Bueno… es Snape.

─ ¿Qué significa eso?

─ Bueno no es una hombre fácil… quizá tenga miedo… tú eres joven, guapo y con una reputación que bueno… no necesito decirlo…

─ ¿A qué te refieres con eso?

─ Draco tenemos la misma edad… pero creo que tú has tenido más novios que Snape… si es que Snape tuvo novio alguna vez… cosa que me parece difícil…

─ Novios no sé si tuvo, pero experiencia sí que tiene… ¡demonios!... sólo estuve una noche con él… bueno al menos la que recuerdo y…

─ ¿La que recuerdas?

─ No me hagas caso, el asunto es que me dijo que después de estar con él no recordaría a ninguno con los que estuve antes… y era cierto… ese fue el mejor polvo de mi vida.

─ No hables así… eso suena horrible.

─ Ah… ¡por favor!... no seas hipócrita… a caso tú no tienes polvos excelentes con mi padre.

─ Yo no tengo polvos… yo hago el amor.

─ ¡Por Merlín!... pareces una damisela.

─ Eres un idiota…


Draco abrió la boca para responder pero Harry ya se marchaba dejándolo ahí, lo siguió con la mirada asombrada, lo había dejado con las palabras a medio camino, miró a unos chicos que le observaban, estaba seguro que eso parecía una autentica pelea de novios esto lo divirtió en grande, se fue detrás de Harry para dar más que hablar.


─ Harry espera.

─ ¿Qué quieres?

─ Esto es muy gracioso ─dijo el rubio ─parecemos novios


Harry sonrió.


─ Lo siento… no quería ofenderte… en realidad quería decir que eres más sensible que yo… y eso no puede ser malo si mi padre está loco por ti.

─ Es cierto Draco… no tiene nada de malo ser sensible… dile a Snape lo que sientes… insiste.


Draco se quedó pensativo.


─ Podrías hacerle una visita esta noche… yo regresaré tarde.

─ No lo sé… y si me rechaza.

─ No lo hará te lo aseguro.


El chico rubio dudó un momento, pero luego sonrió.


─ Lo haré.

─ Bien… eso es… bueno ya me voy… tengo una cita dentro de una hora… buena suerte con Snape.

─ Gracias.


Harry se fue hacia su habitación y Draco hacia la biblioteca, regresaría más tarde cuando no hubiesen alumnos merodeando e iría al despacho de Snape tal cual se lo había sugerido Harry.


&&&&&&&&&&


La noche estaba fría, Harry salió del castillo bastante abrigado, aunque la poción que le daba el Medimago lo protegía de cualquier enfermedad igual se cuidaba, esperaba que esa fuera la última vez que tuviera que encontrarse con Lucius en la taberna, ahora que el rubio era libre de ir y venir a voluntad tal vez pudiera visitar el castillo con frecuencia. Esa noche Snape se había excusado de acompañarlo así que lo hacía Remus, en cuanto transpuso las rejas de la escuela se cubrió con la capa de invisibilidad.


Caminó bastante animado junto a Remus, parece que esa noche tenían mucho que decir sobre el gran suceso de esa mañana. Aunque Remus ya estaba al tanto de todo pues Hermione se había encargado se contarle, se alegraba sinceramente por Lucius, siempre le había parecido que la sentencia había sido muy drástica, creía que las cosas mejorarían para Harry, pero lo que le había contado Hermione, era precisamente ahora cuando debían enfrentar lo difícil, pues Fudge no cejaría en su empeño por tener al rubio.


Al llegar a la taberna como hacían siempre, esta vez fue Remus quien golpeó la puerta, Harry se coló dentro, se quito la capa saludó al tabernero, para luego dirigirse hacia la habitación donde sabía que lo esperaba Lucius; aquel encuentro tuvo un sabor especial para Harry, ahora podría a ver a Lucius, quizá lo visitara en la escuela, podrían verse en publico ahora que todos lo creían novio de Draco, hasta podría visitarlos en la mansión.


Esa noche Snape se había excusado de acompañar a Harry porque tenía un motivo muy importante para desear estar en la escuela, había tomado una decisión, esperaba que no fuera demasiado tarde para decirle a Draco que lo amaba, el ser testigo de cómo Lucius y Harry a pesar de las circunstancias adversas luchaban por su amor, él no tenía más impedimento que su propio orgullo para ser feliz, pero esa mañana Draco con una breve mirada había derrumbado su desconfianza, estaba decidido a dejar de lado su temor e inseguridad y le daría una oportunidad a su corazón.


Sentado en un sofá con impaciencia esperaba la hora en que sabía que Draco regresaba de la biblioteca, como era Prefecto siempre aprovechaba de dar una vuelta por la mazmorra para vigilar que todos estuviesen en el dormitorio. Él esa noche haría su ronda más temprano, ya tenía un plan trazado con el chico rubio y lo pondría en práctica.


Draco fue el último en salir de la biblioteca, le resultaba bastante agradable, pues nadie podía hablar demasiado fuerte y por eso no tenía que oír cosas desagradables. Se llevó el libro con él, esa noche quería meterse en su cama y relajarse luego de un agradable baño, se había quitado un tremendo peso de encima ahora que su padre era un hombre libre.


En los pasillos hacia la mazmorra se topo con uno que otro alumno que regresaba con prisa hacia el dormitorio pues ya pasaba la hora en que estaba permitido, a diferencia de otras ocasiones no sancionó a nadie, aquel día se sentía generoso, pues la vida al parecer comenzaba a sonreírle otra vez. El eco de sus pasos se escaparían por la mazmorra que estaba fría y solitaria, iba tan distraído pensando en todo lo ocurrido en ese día, que al momento de sentir que una mano repentinamente aferraba su brazo y luego era empujado contra el muro, estuvo a punto de gritar, sin embargo el deseo murió en su boca al ver que era Snape quien lo aprisionaba contra el muro, estaba impactado y no sabía que decir, recordó lo que había hablado con Harry, sintió que el corazón se le desbocaba, pero no le salía palabra alguna y Snape tampoco decía nada que explicara ese comportamiento, pero no quiso resistirse, pero pasados unos segundos ya no pudo soportar aquello, sentirse preso de esa forma lo ponía nervioso.


─ ¿Qué… qué sucede… por qué?... no entiendo… que… le pasa…


Snape continuaba mudo.


─ Por favor… déjeme… debo regresar a mi habitación…

─ ¿Qué sucede?... ahora me tratas de usted… hace unas semanas… no te ponías nervioso al tenerme cerca…


Draco abrió la boca incrédulo, ese no podía ser el mismo Snape que lo ignoraba hacía semanas.


─ ¿Qué demonios le pasa?... ¿Esta loco o qué?... hace semanas que no existo para usted… y ahora así de pronto… déjeme ir…

─ No… no te dejaré ir… no otra vez… esa noche yo… no debí dejarte marchar… no de esa forma, pero estaba enojado y además… soy cobarde…


El chico rubio miraba al profesor con asombro.


─ ¿Qué quiere decir con todo eso?

─ Yo sentí… que sólo me usabas… como había sucedido en tu casa… en el verano.

─ Aquella vez no sabía lo que hacía…

─ Lo sé… pero sí lo sabías cuando escribiste esa carta… diciendo que lamentabas lo sucedido.

─ Pero no entiendo que…

─ Pensé que eras más astuto… ¿aún no comprendes?... me dolió esa carta… que dijeras que lo lamentabas… si hubieses dicho… estaba borracho… no sabía lo que hacía… o simplemente necesitaba tener sexo… me hubiese disgustado menos que eso que escribiste… tuviste sexo con el horrible profesor de Pociones y eso te avergonzaba.

─ No… no fue eso lo juro… estaba avergonzado pero no por eso… tú eras mi profesor… siempre me protegiste… yo había traspasado la línea… yo provoqué aquello… yo no respeté nuestra amistad.

─ No fuiste sólo tú… yo también traspasé la línea… Draco aún no comprendes porque estaba enojado… si no te hubiese amado… ¿crees que me importaría esa carta?

─ ¿Qué?

─ Draco aquella noche en tu casa… yo te amaba… por eso no pude rechazarte aunque sabía que me estaba aprovechando de la situación.

─ ¿Me amabas?

─ Sí… te amo… desde hace mucho tiempo… y para ser honesto jamás tuve esperanzas de que alguien como tú…

─ Severus… tú me amas… esa noche en tu habitación… ¡Oh por Merlín!... yo sentí tantas cosas maravillosas que no sabía que existían… yo sentí tu amor.


Aquello fue suficiente para Snape, no necesitaba más palabras melosas de parte del chico rubio, con aquello le bastaba para saber que Draco lo amaba de verdad, sin perder más tiempo lo llevó hasta su despacho, una vez dentro hicieron el camino hacia la habitación sin dejar de besarse con ansiedad, habían pasado esas semanas añorándose en secreto, ahora podían resarcir aquella lejanía que habían mantenido.


Draco completamente ansioso de vibrar con todas esas sensaciones que le había despertado el profesor la primera vez, no se tomó demasiado tiempo para preliminares, Snape tampoco los quería, al menos no en ese momento, ya tendrían tiempo más adelante para amarse con calma, ahora no era posible, eran incontenibles las sensaciones que ese chico rubio tan apasionado le provocaba. Se quitaron las prendas del vestuario uno al otro con rapidez, por fin cuando sus pieles entraron en contacto se calmaron un poco. El profesor ya más calmado besó al chico con más calma, lo empujó hacia la cama despacio, el rubio le sonrió de forma seductora y sumisa; eso era una invitación para Snape, se posesionó encima del chico, pero Draco en un movimiento casi felino cambió posiciones y quedó sentado a horcajadas sobre el profesor, que no manifestó disgustó por aquello, sonrió complacido.


─ Esta es mi posición favorita.

─ También la mía ─reconoció Snape ─de esta forma puedo admirarte más… te siento más mío

─ Yo también me siento más tuyo… no superior a ti… sino más tuyo.


Draco ya no esperó más, era lo que había soñado y sabía que el profesor también lo deseaba, gimió sonoramente cuando por fin se produjo el contacto que tanto había añorado, el placer experimentado fue total, sentir al hombre de ojos negros así de esa manera era lo máximo, se dejó llevar por las sensaciones que le estremecían hasta el alma, subió y bajó, onduló el cuerpo a cada embestida cosa que enloqueció a Snape. El orgasmo les llegó antes de lo previsto, pero no lo lamentaron, Draco se derrumbó sobre el pecho del hombre, se quedó ahí por un momento, luego se separaron pero la unión continuaba igual de estrecha, Draco recordó lo dicho por Harry y él ahora estaba de acuerdo, acababa de hacer el amor, no era sólo “el mejor polvo de su vida” aquello era amor, parecía que después de todo él no era tan diferente de Harry, él también podía amar y ser amado.

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