Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Camino a la perdición por zandaleesol

[Reviews - 136]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Al abrir los ojos esa mañana lo primero que vino a la mente de Harry era que ese día se hacía realidad por fin su mayor sueño, se casaría con Lucius. Sólo tres días atrás el director le había dicho en frente de Draco que debía apresurar las cosas y él había pensado que a lo menos sería necesario esperar una semana como mínimo, pero no, la noche anterior el director le había visitado para decirle que todo estaba preparado para realizar la boda, que no tenía nada de que preocuparse porque pese a los contratiempos que vivían Lucius y él aquella boda sería inolvidable. Celebraba que aquel día fuera sábado porque de esa forma tendría todo el día para prepararse la boda sería a las cinco de la tarde, aunque él ignoraba el lugar y si podrían asistir todas las personas que para él eran más queridas.


Aunque la noche anterior apenas había conciliado el sueño pensando en todo lo que sucedería aquel día, igual había despertado muy temprano, Draco le había prometido ocuparse del atuendo que debía lucir en el día más importante de su vida, y él no se había opuesto después de todo el chico rubio era toda una autoridad en materia del buen vestir. Además Dumbledore le había dicho que no debía preocuparse por nada que ya todo estaba dispuesto para ese día. Se sentía algo molesto de que no le dejaran participar de lleno en los preparativos, pero quizá era lo mejor con los nervios que tenía seguramente no ayudaría gran cosa.


Aquella mañana prefirió ir a desayunar al Gran Comedor, seguramente no habría muchos alumnos y como el día era coincidente con la primera salida a Hogsmeade a lo largo del día el castillo estaría más despejado, ideal para no despertar las sospechas de los alumnos. En el Gran Comedor se encontró con Ron y Hermione que le obligaron comer a pesar de que tenía una sensación de nudo en el estómago que sabía no le permitiría probar el desayuno, pero igual lo intentó, sus amigos le obligaron al recordarl que era su deber ya que alguien más necesitaba que él se alimentara correctamente, no era algo que pudiera olvidar su bebé era demasiado importante como para tenerlo presente, ya tenía ocho semanas de embarazo y comenzaba a notar un ligero abultamiento en su panza, pero aún era algo muy sutil que sólo él que conocía su cuerpo podía notarlo.


Aprovechando la soledad de la mesa de Gryffindor los tres chicos pudieron intercambiar sus apreciaciones sobre el importante acontecimiento de ese día.


- Ay Harry estoy tan nerviosa –dijo Hermione

- ¿Y tú por qué?... si es Harry el que se casa –dijo Ron con cara de extrañeza

- Las bodas son emocionantes –dijo la chica entusiasmada sin cuidarse de Ron –y la tuya será inolvidable Harry

- ¿Y tú cómo sabes? –preguntó Ron

- Por favor Ron… qué como lo sé… no crees que es inolvidable que te unas a la persona amas en un laso para toda la vida.

- Bueno… sí… supongo… pero…

- Nunca has amado a alguien por eso no entiendes –dijo Hermione

- ¿Y tú sí? –preguntó Ron con tono burlón


Hermione prefirió no contestar.


- Harry… ya sé que todo ha sido muy precipitado, pero ya sabes que vas a ponerte hoy… no puedes casarte vistiendo el uniforme de la escuela.

- ¿Y por qué no?... Harry estudia en Hogwarts…

- ¿Qué te pasa?... hoy amaneciste más genial que de costumbre… Harry no puede usar uniforme el día de su boda –dijo la chica con exasperación

- No te preocupes Hermione… Malfoy dijo que se encargaría de eso.

- ¿Malfoy? –preguntó Ron con extrañeza

- Sí, él tampoco va a Hogsmeade… así que después que todos se vayan me colaré al cuarto de Malfoy, dijo que él me procuraría el atuendo adecuado.

- ¡Vaya!... eso es muy gentil de su parte –dijo Hermione

- No tanto –dijo Harry sin poder evitar reír –dijo que lo hacía porque no quería sentirse avergonzado de ver a su padre casándose con alguien que vestía como un “mamarracho”

- ¡Idiota! –exclamó Ron –tan presumido como siempre

- La verdad no me importa… yo creo que en el fondo Malfoy está feliz de que yo me case con su padre…

- Sí claro… pero muy… muy en el fondo –ironizó Ron

- Sabes Harry yo creo que él a cambiado mucho desde que ya no es amigo de esos presumidos Slytherin’s –dijo Hermione

- ¿De qué hablas? –preguntó Ron –Malfoy es más presumido que todos los Slytherin’s juntos

- Pues a mí me parece que ya no tanto… es cierto que se empeña en aparentar arrogancia, pero yo lo noto cambiado, creo que ya no es el mismo de antes –dijo Harry

- Harry tu opinión no es imparcial… dices eso porque es el hijo de Lucius –aseguró Ron

- ¿Y qué esperabas?... que diga que es una peste –dijo Hermione –yo concuerdo con Harry… Malfoy se ve diferente, aunque parece igual de altanero su mirada ya no es la de antes… yo diría que es menos dura, como si hubiesen sentimientos humanos en él… no sé…

- Yo también lo he notado… es cierto que esa pose arrogante no la abandona, pero también lo noto cambiado –coincidió Harry


Ron en esta ocasión no dijo nada sólo soltó una risita burlona.


- Todas las personas pueden cambiar aunque tú no lo creas –dijo Hermione mirando a Ron con desaprobación –si Lucius pudo cambiar por qué su hijo no podría

- Si ustedes lo dicen… supongo que así debe ser –dijo Ron con marcado tono escéptico

- Harry qué harás luego… deberás esperar un buen rato antes de que la mayoría de los alumnos se vayan a Hogsmeade –dijo Hermione

- Sí es cierto… no sé…

- ¿Qué te parece si damos una vuelta por el lago y luego visitamos a Hagrid?

- Sí es una buena idea –dijo Harry apurándose en terminar su cereal

- Supongo que sabrá que te casas hoy… te lo pregunto porque como tiene la tendencia a irse de lenguas…

- La verdad no sé si el profesor Dumbledore le contaría, pero él es mi amigo al igual que ustedes… quiero que este presente en un día tan importante para mí.

- Ya me imagino la cara de Lucius… estará rodeado de todos los que siempre ha odiado...

- ¡Ron!... quieres hacer el favor de cerrar la boca… sólo dices idioteces… crees que a estas alturas eso le importa… va a casarse con el que más odiaba… Harry.

- Yo también lo odiaba tanto y ahora no me imagino la vida sin él… qué creen que pensaría Sirius de todo esto.


- Yo creo que estaría feliz por ti –dijo Hermione


Harry sintió una oleada de nostalgia, le hubiese gustado tanto tener a Sirius ahí acompañándolo en un día tan importante.

- Vamos Harry hay un bonito día aprovechemos la mañana antes de que te veas con Malfoy –dijo Hermione animando a su amigo, el pensar en Sirius era algo que siempre entristecía a Harry inevitablemente.


Salieron del Gran Comedor para ir a dar una vuelta por el lago aprovechando ese cálido día de otoño.


&&&&&&&&&&


Desde la cabaña de Hagrid, tuvo la oportunidad Harry de observar la salida de los alumnos hacia Hogsmeade, esa era la hora en que había quedado con Draco para ir a su habitación. Se despidieron los tres chicos diciéndole al guardabosque que debían prepararse para la boda y como Hagrid también estaría presente los comprendió. Regresaron al castillo pero al llegar al vestíbulo se separaron, Harry bajó hacia las mazmorras en cambio Ron y Hermione subieron hacia la torre. Harry estaba justo a tiempo para ir por su capa de invisibilidad y buscar la entrada a los dormitorios de Slytherin


Justo a la hora estipulada Harry encontró a Draco haciendo guardia en la entrada.


- Hola Malfoy.

- Menos mal Potter, pensé que te retrasarías como es tu costumbre.

- ¿Hay alguien?

- Por supuesto… pero sólo de primero y segundo… casi todos los demás se fueron a Hogsmeade –dijo Draco

- ¿Nadie te invitó?

- No necesito invitación de nadie Potter para ir a Hogsmeade… ahora si lo que deseas es confirmar que nadie me invita porque para los de mi casa soy un apestado… casi un sangre sucia pues sí, así es.

- ¡Cállate!... no vuelvas a decir esa palabra.

- ¿Trajiste tu capa? –preguntó el rubio sin cuidarse de las palabras de Harry

- Sí.

- Ya cúbrete de una vez y sígueme.


Draco pronunció la contraseña y la puerta se formó en el espacio que aparentaba sólo un muro, el rubio empujó y la luz del lugar se coló hasta el sombrío pasillo, Harry siguió a Draco al interior, apenas había unos alumnos de cursos inferiores que no tenían permiso para visitar Hogsmeade aún. Harry no pudo evitar recordar su incursión al lugar en su segundo año.


- Vaya pasan los años y este lugar se mantiene igual.


Draco se sorprendió al oír eso, pero disimuló para no llamar la atención de sus compañeros, subió la pequeña escalinata que llevaba a los dormitorios, tranquilamente como si ignorara que Harry ibas tras de él, se dirigió a su habitación, se detuvo frente a una puerta y luego pronunció un hechizo


- ¡Alohomora!


El clic de la cerradura indicó que estaba abierta, la empujó y luego se hizo a un lado para que Harry entrara primero. Harry cruzó el umbral y se quedó mirando con curiosidad, no le extraño que todo fuera ¡verde!


- Ya puedes quitarte esa cosa Potter –dijo Draco


Harry obedeció instintivamente miró curioso todo en derredor.


- ¿Qué te parece? –preguntó Draco


Harry se asombró de que Draco preguntara su opinión.


- Es bonita… muy elegante… pero todo es tan ¡verde!

- ¿Y qué esperabas Potter?... ¿escarlata y dorado?

- No… claro que no Malfoy…

- ¿Oye Potter que fue eso de “pasan los años y este lugar sigue igual”?.

- Ah… eso… pues es un secreto… te lo contaré cuando ya seamos parientes así no podrás matarme –dijo con una sonrisa traviesa

- Espero que no tenga que ver conmigo Potter… porque si es así no me importará que seamos parientes.

- Oye Malfoy has pensado que hoy me convertiré en “tu padre”.

- No digas burradas Potter.

- Esa es la verdad aunque te duela… y vas a tener un hermanito.


Draco puso cara de asco sólo para molestar a Harry.


- No hagas eso… el bebé te esta viendo.

- No digas tonterías no puede verme.

- Me refiero a que percibe todo, si lo quieren o no.

- Lo querré una vez que haya nacido y lo vea… si se parece a ti ni lo sueñes… si es igual a mi familia pues será otra cosa.

- Eres un mentiroso Malfoy, lo vas a querer de todos modos… yo creo que será igual a Lucius –dijo Harry con convicción

- ¿Por qué estás tan seguro?

- Porque Lucius puso muchas ganas cuando lo estábamos haciendo –dijo Harry sonriente como si dijese algo muy natural


Draco trató de no imaginar a su padre follándose a Potter, pero le resultó imposible y cosa rara sus mejillas se colorearon cosa que provocó una carcajada de Harry.


- No sabía que el terrible Draco Malfoy se sonrojaba.

- No digas tonterías… no estoy sonrojado.

- ¡Claro que sí! –exclamó Harry burlón –me extraña Malfoy… con la reputación que siempre tuviste

- No sé de que hablas Potter.

- No te hagas Malfoy… todos los alumnos en la escuela conocen tu reputación.

- Sí, esta bien lo reconozco que me he acostado con muchos… ¿y eso qué?

- ¿Nunca te has enamorado?

- Claro que no… no hay que enamorarse para tener buen sexo –dijo Draco tendiéndose en su cama

- Creo que te equivocas.

- ¿A sí?... ¿Y tú cómo sabes Potter?... tuviste sexo con mi padre una vez y terminaste enamorado hasta la medula de los huesos… eso te pasó porque eras virgen.

- Es cierto no lo niego… antes de estar con Lucius no sabía nada… pero te aseguro que yo sé algo que tú no.

- ¿Qué cosa?

- El sexo es algo genial sin duda… pero se convierte en algo maravilloso cuando lo haces con la persona que amas… es el éxtasis total… es como si murieras y renacieras al mismo tiempo… es difícil explicarlo con palabras.


Draco se quedó en silencio mirando a Harry, no recordaba haber experimentado algo como lo que describía el chico, sin saber porque por vez primera sintió que era inferior a Harry, él no tenía esa capacidad de amar, ni siquiera recordaba a sus amantes, sólo tenía diecisiete años y mucha experiencia sexual, sin embargo los había olvidado a todos o casi todos, exceptuando al último, a Severus Snape, había hecho lo posible por olvidar aquello y casi lo había logrado, pero las palabras de Harry ahora venían a refrescarle ese recuerdo que a pesar de no haber pasado tanto tiempo parecía muy lejano como si hubiese sucedido años atrás y, sin embargo, sólo había pasado poco más de un mes. Decidió apartarlo, no quería que su silencio hiciera suponer a Potter que él estaba pensando seriamente en esas tonterías de las que recién había hecho mención.


- Bien Potter… será mejor dejar esta conversación y avocarnos a lo que es urgente –dijo Draco parándose abruptamente de la cama y dirigiéndose hacia su armario, sacó con todo cuidado una túnica de color gris perlado con bordados de plata, realmente preciosa


Harry se quedó boquiabierto no creía haber visto nada tan hermoso antes, Draco sonrió con aire satisfecho, ya esperaba esa reacción de Potter.


- ¿Y bien que te parece?

- ¡Es maravillosa!... Malfoy donde logras comprar cosas tan bellas… no creo que en la tienda de Madame Malkin hagan cosas como esta.

- ¿Cómo crees Potter?... esta fue comprada en París en una tienda de túnicas antiquísima llamada Laferrière, sus diseños son los más exclusivos no cualquiera compra ahí –explicó Draco

- Ya lo sospechaba… y esta ¿nunca las has usado?

- No… este fue el último regalo de mi madre la estaba guardando para mi graduación.

- No…

- ¿No que Potter?

- No puedo usarla.

- ¿Por qué no?

- Fue un regalo de tu madre… es para tu graduación… no… es imposible.

- Potter… hoy es el día más importante de tu vida… te casas con mi padre… y aunque estoy seguro que los invitados no serán muy seleccionados no puedes vestir como un cualquiera.

- Tú madre te la dio para tu graduación –insistió Harry

- Sí… Potter lo sé… tiene un significado especial… justamente por eso quiero que la uses en este día… Potter le salvaste la vida a mi padre y lo libraste de Azkaban eso es suficiente para mi…

- Pero tu madre…

- Mi madre amaba a mi padre y estoy seguro que donde sea que este siente agradecimiento igual que yo.

- ¿Tú crees?

- Claro que sí… ella siempre odió que mi padre tuviera que ser esclavo, pero él ya era Mortífago cuando se casó con ella… se unió a ese antes de dejar la escuela.

- Tu madre debe haber sufrido por eso.

- Pues así fue, creo que debido a eso enfermó –dijo Draco con tristeza –pero ya basta… este debe ser un día alegre para ti ya para mi padre… así que no quiero hoy negativas.

- Esta bien… muchas gracias Draco –dijo Harry


El chico rubio sonrió al oír su nombre, no cabía duda que ese Gryffindor era un sensiblero y un sentimental, sin embargo había conquistado de todos modos el corazón duro y frío de su padre, no podía restarle meritos sin duda había logrado la mayor proeza de todas.


- De nada… Harry –dijo Draco con una sonrisa maliciosa en sus labios


Con todo cuidado dobló la túnica y la puso en las manos de Harry, luego él mismo se encargó de echarle encima la capa de invisibilidad y lo ayudó a regresar al pasillo de entrada a Slytherin.


&&&&&&&&&&&


Draco luego de dejar a Harry en la salida de la sala común regresó a su habitación a esperar la hora del almuerzo, sin quererlo se puso a pensar en todo lo que había conversado con Harry, supo que algo de todo lo dicho por el chico había calado muy hondo en su corazón, no podía olvidar aquella frase “el sexo es genial, se convertía en algo maravilloso cuando se hacía por amor, era el éxtasis total, como morir y renacer al mismo tiempo”.


Sin ninguna duda Harry había hecho nacer una gran duda en su corazón con esas palabras. Se encontró rememorando la última vez que había tenido sexo con alguien, recordaba que a pesar de su embriaguez había disfrutado mucho ese encuentro con Severus Snape esa única vez, aunque luego se había sentido avergonzado por lo sucedido, durante todo el tiempo transcurrido desde esa noche existía una pregunta que hasta ahora no había tenido valor de hacerse. Por qué el profesor había aceptado hacer el amor con él, no había bebido lo suficiente como para culpar al vino, por qué no lo había rechazado, por qué se había dejado seducir por un alumno al que apreciaba, sería posible que en realidad hubiese sentido mucho más que aprecio y por esa razón se había entregado al juego de forma tan apasionada ¿sería posible que Severus lo amara?


Si la respuesta a esa pregunta fuera un sí, entonces era la explicación para la actitud que tenía el profesor con él desde su regreso fuera tan fría y distante, recién comenzaba a comprender que quizá había lastimado los sentimientos del oscuro profesor con esa carta que había escrito en la que decía que todo se debía a un error y que por consiguiente era necesario olvidarlo. Tal vez por eso el profesor ya no le miraba a los ojos como antes, pero quizá no fuera porque esta avergonzado como él, sino herido. Recién ahora comenzaba a comprender que su actitud con el profesor había sido torpe, fría y sin ninguna consideración, le había tratado como un amante al que se usa y luego se deshecha, sólo para satisfacer una necesidad física. Ahora comenzaba a entender que Severus tenía demasiados motivos para despreciarlo, aunque todo eso fuese un error, algo del momento, comprendía que debió ser más considerado con ese hombre que siempre se preocupó por él, a su manera lo consoló y lo apoyó en los momentos difíciles, realmente se había comportado como una bestia, lo había usado como un objeto de satisfacción para luego apartarlo, recién tomaba conciencia y quizá ya fuera demasiado tarde para solicitar perdón.


&&&&&&&&&


Harry luego de depositar con sumo cuidado la túnica se la quedó mirando sonriente, su corazón se aceleraba al pensar en como reaccionaría Lucius al verlo lucir algo tan bello, luego de mirar su reloj salió a prisa de la habitación, ya era la hora del almuerzo, aunque la emoción seguía provocándole inapetencia de comer, sabía que era un deber alimentarse bien, se fue hacia el Gran Comedor esperando encontrar a Ron y Hermione ahí. En la mesa de Gryffindor sólo había alumnos de primero y segundo curso, todos los demás aprovechaban el día en Hogsmeade.


- Hola… parece que tenían hambre –dijo Harry viendo que sus amigos ya estaban sentados a la mesa

- Yo sí… pero Hermione no… no sé por qué está tan nerviosa, ni que fuera ella la novia –dijo Ron mientras atacaba con ganas un trozo de carne

- ¡Cállate! –dijo la chica –alguien puede oírte –Harry guardó silencio y se sentó junto a su amiga

- Eres muy solidaria Hermione pero no es necesario que te pongas nerviosa tú también –dijo Harry sonriente


La chica sólo sonrió, pero Harry que cada día se volvía más perceptivo como nunca antes lo fuera creyó ver algo más en ese nerviosismo de su amiga, era como si algo la preocupaba, temía que la chica tuviera dudas otra vez con respecto a Lucius, pero no quiso decir nada, Hermione pareció darse cuenta de la observación de la que era objeto por parte de Harry y como para distraer la atención de su amigo, comenzó otra vez con el asunto de la comida y de lo mucho que debía alimentarse, mientras frente a ellos con la boca llena de comida Ron asentía dándole la razón. Harry se distrajo por un momento para mirar hacia la entrada del Gran Comedor, Draco llegaba recién para comer, al pasar junto a ellos, sólo miró a Harry dirigiéndole esa típica sonrisa burlona de él, pero sus ojos tenían la calidez que indicaba otra cosa muy diferente, pasó altanero como siempre y se dirigió a su mesa que estaba muy solitaria.


Harry no le quitó los ojos de encima hasta que lo vio sentarse, le resultaba penoso ver al rubio tan solo en su mesa, tenía ganas de levantarse e ir a hacerle compañía, pero resultaría demasiado sospechoso para quienes les vieran, aunque solo fueran alumnos menores. Hermione pareció adivinar los pensamientos de Harry porque le dijo que no debía preocuparse, seguramente Malfoy tenía muchas cosas en la cabeza como para pensar en que debía pasar tiempo solo casi todo el tiempo, Harry no comprendió mucho el sentido de estas palabras.


Hermione por supuesto jamás comentaría que acababa de notar que desde la mesa de profesores, Snape le enviara miradas a hurtadillas al chico rubio y que éste ahora hacía lo mismo cuando el profesor no le veía. Para la chica castaña tampoco había pasado inadvertida la indiferencia que mostraba el profesor por el que fuera su alumno favorito, al que sin embargo, dirigía la mayor parte de las veces miradas muy especiales desde su regreso a la escuela, pero sólo cuando el rubio estaba distraído y no se daba cuenta, se preguntaba ella si era posible que Snape estuviera enamorado de Draco, en caso de que así fuera parecía que el rubio ni se enteraba, resultaba un poco inverosímil que un hombre como el profesor y además que le llevaba veinte años de ventaja estuviese enamorado de ese rubio presumido, pero muy guapo eso no lo negaba, ella hubiese dado lo que fuera porque otro hombre que también le llevaba veinte años de diferencia le dirigiera esas miradas que Snape le daba a Draco.


&&&&&&&&&&


Cuando ya estaba por terminar el almuerzo Harry vio acercarse a la profesora McGonagall con su paso casi marcial.


- Potter.

- Sí profesora.

- Venga a mi despacho… tengo que hablar con usted.


Harry se levantó algo nervioso, la profesora se veía muy seria, temía que algo malo hubiese sucedido y el color sonrosado de su rostro se cambió a un pálido de preocupación.


- Weasley y Granger… también vengan –dijo la profesora


Los tres se miraron y siguieron tras ella silenciosamente, Draco desde su puesto también puso atención y arrugó el entrecejo, luego dirigió una mirada hacia Snape y Dumbledore, pero estos se veían tranquilos, no sería de esa forma si algo malo hubiese sucedido. Los tres chicos caminaron tras la profesora hasta llegar al despacho, abrió la puerta y los hizo entrar, Hermione instintivamente tomó la mano de Harry y la apretó.


- Primero que nada no tienen nada de que preocuparse todo esta bien… los hice venir porque es necesario organizar las cosas de forma que nadie note que sucede algo diferente.


Harry recuperó de inmediato el color sonrosado que había perdido.


- No tenemos mucho tiempo… Potter el director ya te dijo que todo esta arreglado y tú no tienes nada de que preocuparte, deberás estar listo por lo menos a las cuatro… tú y Granger vendrán a esa hora aquí, a través de esta chimenea se trasladaran ambos a la casa donde se celebrará la boda…

- ¿Dónde será eso profesora? –preguntó Harry

- Lo sabrás cuando llegues ahí.

- ¿Y yo profesora? –preguntó Ron al ver que nada decía con respecto a él.

- Weasley… tú hermana tenía ordenes de regresar de Hogsmeade a esta hora, no quería ir pero me pareció que sería demasiado extraño que también se quedará, tú y ella se irán a su casa con un breve permiso hasta mañana porque tu madre está enferma.

- ¡Qué!

- Naturalmente que no es cierto… pero de alguna manera hay que justificar la ausencia de ustedes dos –explicó la profesora

- Ah… menos mal –dijo Ron aliviado

- Granger si alguien te pregunta algo estarás aquí en mi despacho ayudándome a hacer un trabajo especial.

- Sí profesora.

- Potter… tú supuestamente estarás enfermo y no saldrás de tu habitación privada… supongo que será hasta… bueno no lo tengo muy claro. Bien ya saben nadie puede sospechar que no estará en la escuela.

- Profesora… Draco supongo que también…

- Por supuesto, pero eso es un asunto del jefe de la casa Slytherin y lo arreglará… Potter cuando vengas con Granger a mi despacho que nadie te vea… ya sabes como.

- Sí profesora.

- Bien ya que todo esta claro…

- Profesora…

- Sí Potter.

- Usted estará presente en mí…

- Naturalmente… el profesor Dumbledore también, además de otros invitados que ya sabrás… este no es un día cualquiera –dijo la profesora con tono serio pero con un brillo emocionado en los ojos.


Harry sonrió francamente feliz aquel día era especial e importante en su vida y quería que estuviesen junto a él todas las personas que apreciaba y también algunas que había aprendido a estimar en el último tiempo. 

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).