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Promesa por Niniel

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Notas del capitulo:

¡¡¡Por fin!!! despúes de mucho tiempo he podido sacarlo de mi ordenador para publicarlo,(por desgracia es viejo y se estropeó y despues no podía sacar nada y el fic. estaba dentro y hasta ahora y lo publico antes de que vuelva a hacerlo) siento la tardanza.

Epilogo. 

Cuando dejaron la carretera, se dirigieron al puerto, allí les aguardaba una pequeña embarcación, según le habían comentado en el coche, estarían navegando al menos un par de semanas hasta llegar a la isla, donde vivirían una temporada. Miró con cara de disgusto, aquello podría partirse por la mitad con un poco de oleaje. Dion abrazó a su niño, ya nadie podría quitárselo, era feliz después de mucho tiempo. Aunque por fuera aquél viejo navío era ruinoso, por dentro era totalmente diferente, aunque no le agradó ver que solo disponía de un camarote. Y más se sorprendió al ver a Isabella acomodar sus cosas con las de ellos. Dion pareció leer su mente, aunque sospechaba que en verdad lo había hecho.

-Psique, el sol saldrá en unas horas más, te parece que subamos arriba y veamos el amanecer juntos* -Shun lo miró extrañado, aunque nunca le dijera nada de su naturaleza oscura, el sabía que era un vampiro.-Hay algunas cosas que debes saber sobre mí, lo que he hecho todo este tiempo y lo que te espera al llegar a la isla.-besó su frente.

Tomó su mano y lo condujo fuera, el mar estaba tranquilo y hacia tiempo que la costa se había perdido, ya era seguro que su hermano no podría darle alcance, una sombra de tristeza nublo su vista, esperaba que Ikki pudiera perdonarlo. Sobre cubierta, Dion estiró un par de teletas donde se sentó y arrastró a Shun con él. Lo pegó a su cuerpo y deslizó sus manos debajo de la fina camisa que cubría el torso de su ahora amante, acariciaba su espalda, sabía que ese gesto tranquilizaba al chico. Pero ya no se conformaba  sólo con eso, quería más y ahora ya nada podía detenerlo, además notaba que Shun ya no pondría pegas, después de tanto tiempo únicamente había podido tomarlo una vez, y su historia bien podía esperar, que más daba teniéndolo ahí para él como siempre debió ser. Beso sus labios despacio, mordiendo sus labio inferior, le gustaba la textura de su boca, tan suave, tan húmeda y le gustaba aun más cuando el beso era respondido con pasión como ahora, perdiendo toda la inocencia que se suponía emanaba todo su ser. Lo abrazó con fuerza, pegándolo a su cuerpo, sintiendo el calor que nacía de ambos. Sus manos acariciaban toda la piel que podía y sintió las  de Shun hacer lo mismo. Lo recostó sobre una de las teletas, pero el niño se incorporo e intercambió los papeles. Esta noche llevaría él la voz cantante, durante mucho había sido una marioneta, ya no. Dejó que le retirara los botones uno a uno, descubriendo así su pecho, lo besó en los labios, descendió por el cuello y con manos tímidas tocó el centro de su pecho. Los gemidos cada vez se hacían más fuertes, el pequeño empezó a moverse sobre él, pegando sus caderas sobre las suyas, haciendo el contacto más intimo. Poco a poco fueron deshaciéndose de las prendas que llevaban. Shun seguía sobre su cuerpo, pero ya desnudo. Con un movimiento rítmico que le hacia perder la poca lucidez que tenía, ya no pudo aguantar más y con suavidad, no quería hacerle daño, lentamente fue haciendo que el cuerpo de Shun se deslizará, hasta quedar dentro de él. Le resultaba tan tentador el verlo ahí que no se resistió a sentarse y así tener acceso a su cuello níveo, donde mordió y sintió su esencia de vida en su boca. Un gemido salio de sus labios. Los movimientos suaves al principio se tornaron cada vez más bruscos hasta llegar al clímax casi al mismo tiempo. Se recostaron, Shun apoyó la cabeza sobre el pecho del vampiro, este le acariciaba la espalda, empezaba a clarear, aunque el sol aun no anunciaba su llegada. Tendría que tomar unas gafas de sol, ya que la luz le molestaría en la visión, pero no le apetecía nada moverse de esa postura. Unas gafas aparecieron justo delante.

-Eres un despistado-Isabella volvió a meterse dentro.

-Me vas a explicar quien es ella y esa esperada historia, aunque ya conozco parte.

Por fin la historia llegaba a su final y podría ser narrada, pensó. Pero era difícil comenzar, ya que no sabía ni como hacerlo, era extraño, tanto tiempo deseando hacerlo y ahora no sabía como.

-Te ayudaré a comenzar-dijo el chico-se que soy la reencarnación de Andrómeda, que me enamore de ti como una tonta mientras crecíamos en aquella playa, jugando, conociéndonos, fuiste la primera persona que me trato como una diosa y no por ser una princesa sino porque me amaba, se que poco antes de escaparnos juntos paso lo del sacrificio, también se que intentaste salvarme y que alguien advirtió a mi padre de que intentaríamos escapar juntos, se que por ello te encerraron y te hicieron pasar por muerto, me obligaron a casarme con Perseo y poco después perdí al bebe que esperaba, no pude soportarlo e intente quitarme la vida, se que hice un pacto con Hades, para estar juntos, se que un ser pelirrojo te llevo con él, supongo que fue cuando te convertiste en un vampiro. Sobre eso puedes empezar a contar.- Se habían incorporado y se miraban a los ojos, Dion se puso las gafas, el sol ya estaba saliendo y era molesto.

-Bueno, sabes todo el principio-le acarició la cara.-Y tienes una gran capacidad pulmonar para soltar toda esa parrafada casi sin respirar-se rió de la cara del otro-Ya empiezo. Aquella noche, mientras estaba en el calabozo, sin saber si aun estabas viva o no, llego un hombre, o yo pensé en aquel momento que lo era. Sinceramente creí que ya habían decidido quitarme de en medio. Pero me equivocaba. Abrió la puerta de la celda y comprobé que los guardias estaban inconscientes.

“Sal” me dijo, “debes acompañarme, si alguna vez quieres volver a verla con vida”, cuando me dijo aquello casi muero, pero hice lo que me pidió. Cuando me di cuenta que nos dirigíamos a la playa, sinceramente esperaba encontrarte allí, pero en cambio me tope con una embarcación aun peor que esta. “Sube” pero me resistí, no quería irme sin ti. “Ella esta muerta, te ofreceré la oportunidad de volver a verla, pero has de venir conmigo” aquellas palabras me dejaron sin aliento, quise acabar con mi vida en ese momento. Pero una fuerza superior me paralizo. “Escucha y no dejes que ningún estúpido sentimiento humano nuble tu razón, hace un momento te he dicho que te ofrecería la oportunidad de volver a verla, si tanto la amas y puedes superar esta gran prueba, ahora sígueme o muere aquí”. Mire a ese ser por primera vez, era alto, con cabellos cobre y ojos verdes, fríos y calculadores. No se porque, pero lo seguí.

Cuando ya estábamos en la barca me dijo: “Mi nombre es Aravan, Dion, Hades me ha llamado ha hecho un pacto con tu princesa, te explicare cual cuando estemos en nuestro destino, si aceptas podrás volver a verla y estar toda la eternidad con ella.” Acepte como es obvio, cuando ya estábamos navegando, me contó el pacto con Hades, estabas viva pero que esta vida no te pertenecía, que no podría verte hasta que tu reencarnación sobreviviera, lastima que Hades no lo consiguiera, pero dudo que hayan acabado con él, supongo que volverá a renacer. Volviendo al tema-dijo el vampiro al ver la cara de Shun-Llegamos a una isla, la misma a la que nos dirigimos, allí habitamos los hijos de la noche, alejándonos de la humanidad que tanto nos teme y nos ha dado caza, es un lugar seguro y en el que han vivido por siempre los de mi raza, tanto los nacidos como los  convertidos. Sólo nosotros podemos llegar a ella, te gustará es un lugar precioso. Allí Aravan me despertó a la vida eterna y si tu quieres yo haré lo mismo contigo-lo miro a la cara, esperando que la respuesta fuera afirmativa, solo recibió un beso en los labios a modo de respuesta.

-Y ella, ¿Quién es?

-Isabella es mi única hija, no me mires con esa cara, hace un siglo le di la vida eterna, la encontré cuando era una niña de apenas cuatro años, estaba sola en la calle, muerta de frío y de hambre, un hombre con no muy buenas intenciones se la iba a llevar y bueno aun no entiendo por que decidí llevarla conmigo, la he criado como la hija que íbamos a tener y nunca nació. Cuando cumplió los 18 quiso ser una de nosotros, y después de mucho insistir así lo hice, es una testaruda de mucho cuidado.**

Semanas pasaron en aquel barco, muchas veces pensó que se hundirían, pero no paso nada, aquella embarcación aguanto, en ese tiempo pudo conocer a Isabella, una chica alegre, cariñosa y que adoraba a Dion, lo consideraba su autentico padre, se llevaban bien y sabia que también le apreciaba por ser la persona que su padre mas quería. Supo que le acompaño en su misión para quee no cometiera ninguna estupidez y protegerlo. La última noche cuando estaba a punto de llegar ella estaba muy nerviosa, consiguió que le contara el motivo.

-Deje en la isla, hace 14 años ya, una pregunta al volver debería tener una respuesta-miró a las estrellas-Dion ha mandado un mensaje en el viento, ya saben que llegaremos, mañana por la noche nos esperan en la playa, estas seguro de unirte a nosotros, tendrás un año para pensarlo antes.-Clavo sus ojos negros en los verdes.

-Si, he dudado no te lo niego, pero lo amo, siempre lo he amado aunque no lo sabía, ya no soy Andrómeda, me asusta todo esto, pero siempre supe que aquel no era mi lugar, nunca encaje y siempre me falto algo.

-Cuando te unas deberás renunciar a todo lo humano y ya no veras mas a tus seres queridos lo sabes verdad?

-Si-la tristeza nublo su vista-pero siempre he estado solo verdaderamente. Unos brazos rodearon su cuerpo.

-Ya no estarás nunca más solo.-sonrió y se besaron.

-Que empalagosos, me retiro-Pero no pudo hacerlo, ya que la tomaron por la cintura y la unieron a la fuerza en su abrazo, cayendo los tres y riéndose.

A la noche siguiente llegaron y ante la mirada esmeralda surgió una isla enorme, con una extensa playa, con un pequeño puerto donde habían mas embarcaciones. Al bajar les recibió un hombre pelirrojo, seguía igual.

-Sólo has venido tú, que decepción-sonrió Dion y estrechó su mano.

-Los demás están preparando tu vuelta-se giro hacia Shun-Volvemos a vernos, me alegro que estés aquí.-le tomo la mano y la beso.

-Gracias-solo pudo decir.

Isabella estaba unos pasos por detrás, con la cabeza baja, el vampiro se acerco a ella y levanto su mentón con su mano.

-Deseo convertirme en tu compañero.-

-Sigues igual de soso-Y saltó a sus brazos besándolo con fuerza.

Dion se llevo a Shun dejando a la pareja sola.

-Bueno te enseñare tu nuevo hogar, espero que te guste y en un año te haré esa misma pregunta.

Se alejaron de allí, empezando así una nueva historia, por fin la promesa de estar siempre juntos se cumplía y esta vez ningún Dios podría romperla.

 FIN. 

En fin, terminado, después de mucho lo he conseguido, me ha costado mucho, lo he escrito, reescrito, pasado a ordenador vuelto a repasar y aun así no ha quedado como quería, pero ya no quiero seguir mas con ella, soy demasiado maniática con lo que escribo y puedo pasar años con una misma historia sin que quede como quiero, pero esta ya estaba tardando demasiado, de hecho he modificado algunas cosas de cap. anteriores pero al se expresiones y cosillas sin importancia no las he subido. Me despido y me disculpo por la tardanza. Abajo hay algunas aclaraciones.

*Dion, es un vampiro, de eso no hay duda, pero no se si ya lo aclaré antes o no, yo sigo las reglas de que el vampiro si puede aparecer a la luz de el día, aunque no es su hora fuerte, se parecen más a los de Drácula de Braham Stoker(me encanta ese libro) que a los de Anne Rice. ^^

** Isabella es un personaje de otra historia mía, de hecho de aquella sale este relato.(su nombre se lo puso mi prima)

*** El nombre de Aravan lo saque de un libro “El ojo del cazador” de Dennos L. mackiernan, Aravan es un elfo que ha vivido casi desde el principio, me encanto ese personaje y cree mi propio Aravan, aunque es bastante diferente de él del libro.(¿se considera plagio? ^^u)
Notas finales: Mucha gracias por leerlo(si aun alguien lo lee) y me vuelvo a desculpar

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