CAPITULO II
Miró su cuerpo en el espejo, la belleza que desprendía era tan femenina, le dio la espalda a su propia imagen. Toda su vida estaba marcada por su apariencia, tan delicada, aunque hubiera ejercitado su cuerpo en entrenamientos agotadores nunca alcanzaba el aspecto de sus amigos. Lentamente se acerco a la cama donde aguardaba la ropa, la cogió y la tiró nuevamente, no, esa noche iba a utilizar su belleza, se acerco al armario y saco unos pantalones ajustados grises, una camisa negra que también se ajustaban a su cuerpo, no abrocho todos los botones y con una cinta del mismo color ató sus cabellos. Volvió al espejo pero no se miró, no quería verse de nuevo. Bajó las escaleras y noto todas las miradas posarse sobre él, una nueva imagen cruzó su mente fue tan fugaz que casi no le dio tiempo a retenerla, ¿un banquete y “él” bajando unas escaleras? Bueno no sabía si era él.
-¿Qué te pasa?-pregunto Ikki-¿Te encuentras mal?-siguió con la esperanza de no tener que dejarlo ir, algo no lo dejaba tranquilo.
-No es nada, solo me distraje.
Antes de que pudieran decir nada más salió de la mansión, no quería un interrogatorio por parte de su hermano. Sus amigos ya estaban en la calle esperándolo, solo se dejo llevar por ellos, que le hablaban de lo emocionante que iba a ser la noche.
En la mansión estaban algo preocupados, últimamente Shun estaba muy raro, se comportaba de una manera extraña, muy distante con todos, incluso con su hermano, ninguno podía decir cuando fue la última vez que se paro a tener una conversación con ellos. Siempre que se encontraba con alguno lo esquivaba educadamente.
Llegaron a una discoteca, no era muy grande pero para comenzar la noche estaba bien, se sentaron en unas mesas y comenzaron a beber, y como ninguno estaba acostumbrado pronto el alcohol hizo efecto, sin saber como Shun acabo separado de sus amigos y como no tenia muchas ganas de buscarlos simplemente se dejo caer en un rincón, no tardo en sentir aquella presencia e intento ubicarla, pero esta no estaba quieta, así que sin saber bien lo que hacia la siguió hasta la calle, allí se mareo y estuvo a punto de caer al suelo si no hubiera sido por una mano que agarró fuertemente su brazo.
-Cuidado psique edeia (*-escucho una dulce voz que sonó directamente en su mente, pero al encontrarse mareado no pudo reaccionar a ese hecho y que conocía el significado de aquellas palabras, no era la primera vez que las escuchaba y levantando la mirada observó a un joven de unos 23 años, de belleza delicada y misteriosa, cabellos negros y largos cayendo lacios sobre sus hombros, ojos del color del ámbar y de largas pestañas, nariz perfecta y unos labios que invitaban a ser besados, tanto así que no podía desviar la mirada de ellos, deseando probar su sabor, los observo curvarse en una sonrisa traviesa.
-Si tanto lo deseas…
Se acerco lentamente, juntando ambos cuerpos y posando suavemente sus labios sobre los del sorprendido muchacho que sólo atino a cerrar los ojos y dejarse llevar por su primer beso. Durante unos segundos solo rozaron sus labios pero poco a poco el beso se profundizo y volvió más apasionado, por un momento sintió que estaba esperando esa caricia desde hacia mucho tiempo.
Al separarse se miraron a los ojos, sonrió al chico de cabellos castaños y acariciando las sonrosadas mejillas y uniendo su frente con la otra, susurro:
-No esperaba que me reconocieras o por lo menos no inconscientemente.-lo abrazo fuerte- Se que ahora no lo entiendes, pero pronto lo harás.-dijo besándolo nuevamente-Vamos.
Tiró suavemente de su brazo y caminaron juntos, Shun simplemente se dejo llevar, deseaba ir con él y no volver. Llegaron a un estacionamiento, seguía bastante mareado y no reaccionaba al hecho de que estaba a punto de subir a una moto con un desconocido, simplemente lo hizo, aquel chico le inspiraba un sentimiento de seguridad y confianza. Se abrazó fuerte a su cintura apoyando su cabeza en la espalda. Al sentir este gesto el moreno se puso en camino, esta noche la pasarían juntos después de mucho tiempo. Cerró los ojos, no le importaba a donde iban, sólo deseaba seguir sintiendo el calor que emanaba de ese cuerpo perfecto, sin saber porqué pronunció unas palabras que ni el mismo entendía.
-Te echaba de menos.-dijo en un susurro. El moreno sonrió ante el comentario que dada la situación no debía haber escuchado.
-“También te echaba de menos”-sonó directamente en su cabeza.
Después de un rato notó que se paraban, habían llegado a una casa en las afueras, era muy pequeña y pasaba bastante desapercibida, dado que estaba rodeada por árboles, pero aún así era hermosa. La contemplo con algo de desconfianza, el mareo inicial estaba pasando y ya no estaba tan seguro de lo que hacía, su razón estaba tomando el control, el otro chico lo noto abrazándolo por la espalda, besó su cuello haciéndolo estremecer, acaricio con sus labios la mejilla y busco los suyos haciéndole girar la cabeza con una de sus manos. Otra vez la sensación cada vez más fuerte de que ya lo conocía, de que no era la primera noche que sentía esos labios y esa fuerza que le empujaba a confiar en él. Comprendiendo el moreno que ya no habría resistencia lo condujo dentro de la casa.
Aunque parecía pequeña por fuera, era bastante amplia y acogedora por dentro, lo llevo a una sala y sentándolo en un amplio sofá y acomodándose junto a él, lo abrazó atrayéndolo hacia su cuerpo, de tal manera que pudo aspirar el aroma de sus cabellos. Shun sólo se dejaba hacer, no entendía porque no se resistía, su razón le decía que eso no estaba bien, que no era normal lo que estaba pasando, pero no hizo nada para evitarlo, se acomodo mejor entre sus brazos y cerro los ojos.
Estuvo un rato así, acariciando los cabellos del ser que más amaba, ahora de un color distinto y mucho más cortos. El color de ojos también había variado y sus rasgos habían modificado un poco, aunque seguían igual de bellos eso no podía negarlo y aun se reconocía en su rostro que descendía de su linaje, se había ido reencarnando en sus propios descendientes, así conservaba el parecido con sus rasgos originales. Tan absorto estaba en sus pensamientos que no notó que el pequeño en sus brazos había quedado dormido placidamente. Lo cargó y llevó a su habitación, lo recostó sobre la gran cama y depositó un beso en su frente y labios. Lentamente se acercó a la ventana y cerró las cortinas de una tela negra que no debía dejar pasar la luz, con los años quizás hubiera creado una resistencia a ella pero le molestaba, se acercó otra vez al lecho y se recostó a su lado, en eso notó la presencia en la casa, acababa de llegar, ya que pronto amanecería. La nueva presencia se dirigió directamente a allí y entro.
-Vaya, al final lo has hecho-dijo la silueta de una mujer-lo has traído hasta aquí, espero que tu decisión no te cause problemas.
-No te preocupes, ven acércate a contemplar al mortal más puro sobre la tierra.
Se acerco lentamente a la cama.
-¡Es un hombre!-dijo sorprendida y mirando como el otro reía.
-No te comente que en su actual reencarnación era un hombre-ya no podía contener la risa ante la cara de incredulidad de su vástago.
-Sabes que ni siquiera lo mencionaste.
-Te molesta-el tono se volvió serio.
-No, sólo me sorprende-le miró cariñosamente-Nunca te interesaste antes por uno de tu mismo sexo, por lo menos no tanto.
-…l es diferente y lo sabes.
-Si, pero eso no quita lo otro, si lo haces tuyo, será para siempre y te atarás a otro hombre.
-Lo se.
-¿Por qué no esperas a su próxima vida? Quizás sea una mujer.
-No. Lleva muchas vidas en las que ha sido tanto un hombre como una mujer y en todas ha muerto en un sacrificio, sólo ha sobrevivido en esta, si los dioses han perdonado su alma, esta sería la última. No me importa su cuerpo, sólo quiero que este conmigo otra vez.
-Como quieras.-dijo mientras depositaba un beso en sus labios-Estaré a tu lado como siempre, oye, si que te has vuelto aburrido para dormirlo tan profundamente,-Ahora era ella la que reía- descansa no harás nada más esta noche, ya pensaremos que hacer, tendrás que explicarle muchas cosa y aun falta que él acepte unirse al grupo.-Diciendo esto último se retiró de la habitación, en su rostro se dibujo la preocupación, no quería que el único ser que se preocupo por ella sufriera más de lo que ya había sufrido.
Continuara…
* en griego clásico se traduciría como alma bella
Hola, soy Niniel, aquí esta el segundo capitulo, voy a tardar en subir los siguientes ya que entre unas cosas y otras no tengo mucho tiempo para dedicarme a lo que me gusta. Bueno tb decir lo obvio los personajes de Saint Seiya no me pertenecen etc. Se lo dedico a todos los que lo hayan leído y gustado, porfa dejar comentarios para poder mejorarlo.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español