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El pequeño tripulante por Flippy

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Notas del capitulo: Bueno apartir de este capi ya empiezan las "aventuras" de mis dos chicos preferidos, aunque tambien habra mucha risa por delante pero mientras disfrutenlo

Capitulo 2: Hermoso comienzo

-muy bien señorita, aquí estamos le doy la bienvenida a mi cocina.-le dijo sanji muy alegre a la pequeña sonriéndole y señalando con su mano libre todo el lugar, cosa que provoco una risa mas de parte de la chiquilla.

-¿y se supone que es lo que haré yo?.-pregunto el espadachín para que el cocinero le hiciera caso, mirando en todas direcciones para mirar todo lo que le mostraba en aquel instante a la niña.

-tu deberás entretenerla mientras yo preparo algo nutritivo para ella.

-QUEEEE!!!.- le grito al cocinero.

-si, como lo escuchaste, puedes empezar ahora.-le entrego a la pequeña en los brazos con sumo cuidado para no lastimarla, pues aunque fuera un bebe aun no dejaba de ser una chica, y sanji es muy especial con todas ellas, dándose la vuelta se dirigió a su trabajo.

-bueno así que debo “jugar” contigo, ¿no es cierto?.-le dijo zoro  con cierto sarcasmo en su tono de voz cerrando los ojos para tratar de asimilar la situación, la muy difícil situación que ahora tenia en las manos.

-bueno que deberé hacer primero…- suspiro el espadachín, en cambio, la pequeña estiraba sus pequeñas manos en dirección hacia el brazo izquierdo del guerrero.

-¿quieres esto?.-le pregunto extrañado, y lo único que pudo hacer ella para decirle que si fue estirar mas sus pequeños brazos y balbuceando.

-bueno, toma aquí tienes.-le dijo el espadachín desatando su pañoleta dándosela en las manos a la pequeña e inmediatamente sonrió y comenzó a levantar la pañoleta de arriba abajo y a balbucear de nuevo pero alegre y mas alto.

-sabes, creo que no eres tan desagradable después de todo.-y al decir esto soltó a reír junto con la pequeña como un feliz padre que jugaba con su hija pequeña.

-<<que feliz se ve, se ve tan tierno cuando ríe de esa manera, no se si tal vez algún día pueda decirle que…>>-pensaba sanji mientras seguía con su ardua labor y a la vez miraba la hermosa escena que se desenvolvía frente a el con una mirada que se perdía en la felicidad que le ofrecían en ese momento esas dos personas tan especiales.

-muy bien e terminado.-exclamo el rubio llevando la comida a la mesa sentándose justo a un lado del lugar en el que se encontraba riendo y jugando el espadachín, al sentir al lado de su cuerpo el del cocinero un repentino escalofrió recorrió en un instante su medula espinal.

-que… que bueno, supongo que si no se terminaría comiendo mi pañoleta.-le dijo el espadachín dedicándole una sonrisa que se veía tan sincera a los ojos del cocinero que de inmediato le correspondió con una sonrisa similar.

-si supongo que tienes razón.-y comenzó a reír, tomando la pañoleta de zoro de las manos de la pequeña y acercándole un pequeño plato lleno de un preparado especial.

-¿no le darás de comer tu?.-pregunto zoro a sanji.

-¿creí que te gustaría hacerlo tu?.- le dijo el rubio con una pequeña duda en sus palabras hablándole tranquilamente.

-bueno, ¿e…entonces que te parece si lo ha…hacemos l…los dos?.-le pregunto zoro a sanji con nerviosismo y un ligero rubor en sus mejillas sudando por la cercanía del chico.

-bu…bueno, pu… pues si, claro.-le respondió sanji girando la cabeza para que zoro no viera lo rojo que se había puesto.-entonces sanji tomo otra cuchara y se la dio al espadachín  y comenzó a acercársela a la pequeña.

El ambiente de la apacible y acogedora cocina del going merry hizo que los dos chicos se sintieran ligeramente relajados, pero aun algo confundidos uno por la actitud del otro que habían tomado un cierto tiempo, con las mejillas enrojecidas y el sudor frió recorriendo sus rostros se dispusieron a ofrecerle cariñosamente la comida a la pequeña, por un lado sanji estaba especialmente emocionado, pues por su mente circulaban muchas cosas en aquel momento, un claro ejemplo era la hermosa idea de que zoro fuera un magnifico padre y otra era que ya que el peliverde seria el hombre el asumiría con mucho gusto el papel de la madre, parecía un poco tonto, seguramente ahora imaginaria el jugar a la casita y a la cocinita, pero para el, fuera de ser ridículo, era hermoso, mas que eso, seria maravilloso poder llevarlo de un simple juego, o una disparatada idea, a una realidad poder formar su propia familia y estar en su propio hogar, pues quisiera o no, le llamaba mucho la atención el espadachín y rogaba porque el también pudiese corresponderle de alguna u otra forma

Por otro lado estaba el siempre reservado espadachín quien varias veces se había sorprendido a si mismo mirando detenidamente al cocinero, porque, en realidad, le encantaba, todo el le fascinaba, y en muchas ocasiones le faltaban las palabras para describir lo mucho que le quería y lo mucho que lo…, bueno, que lo amaba, las batallas y discusiones que siempre tenia con el, le invitaban a acercársele y a hacer lo que nunca creyó hacer como mirarlo, tocarlo, unas cuantas veces incluso trato de besarlo, pero no tuvo el valor suficiente como para hacer semejante cosa, si de por si, para el ya era distante el rubio, si por error se le escapaba algo como eso seguramente jamás se volvería a acercar, sus ojos jamás se posarían de nuevo en el, pues que podía esperar del amante de las mujeres, un casanova sin frenos

-di ahhh.-pidió el cocinero con una ligera risita y la pequeña abrió su boca para recibir el alimento.

-mmm…-murmuro la bebe al saborear la comida.

-¿te gusta no es cierto?.-le pregunto el espadachín al mirar con lujo de detalles las expresiones de la niña.

-por supuesto que si, yo la hice.-no tardo en decir el cocinero levantando los hombros casi presumiendo pero sin perder la sonrisa de su rostro y el rubor en sus mejillas.

-con mas razón.-comenzó a reír zoro mirando de reojo al rubio y volviendo la mirada a la chiquilla.-sanji no encontraba la gracia de eso pero no le importo y comenzó a reír con el, y la pequeña no tardo en seguirlos.

-<<no me sorprende realmente, siempre supe que el reía así con esa tranquilidad y esa felicidad que no a diario se le puede apreciar>>.-se dijo zoro en pensamientos al mirar a sanji tan feliz en aquellos momentos y observando que la pequeña entre risa y risa se había quedado profundamente dormida, no le sorprendió del todo pues después de haberla encontrado a la deriva seguramente debía estar cansada tras el seguramente largo recorrido a través del mar, pero algo los interrumpió y un estruendoso ruido provino de la puerta de la pequeña estancia.

-chicos mas les vale cuidar muy bien de esa mina de oro…, digo de la pequeña, es muy valiosa.-dijo la navegante exaltando al los dos chicos quienes hacían un ademán de silencio a la vez, colocándose un dedo en la boca correspondientemente.

-si, no te preocupes nami-san, cuidaremos a esta pequeña con nuestra vida.-declaro el cocinero tomando instintivamente la mano de zoro, pero de forma que la pelirroja no lo notara.

-bueno, confió en ustedes.-y así salio de la cocina cerrando la puesta detrás de ella ahora con sumo cuidado para no despertar a la pequeña.

-pe…pero que haces.-dijo un zoro muy nervioso y sonrojado deshaciendo el agarre repentinamente.

-lo siento, no pude contenerme, pero ya no volveré a hacerlo.-expreso el rubio mostrándose indiferente e ignorando al espadachín mirando hacia el lado contrario.

-perdón, no quise decir eso, solo que…-pero antes de que concluyera con sus palabras sanji levanto el brazo y lo puso en torno al cuello del guerrero y se inclino hacia el acercándose a su oído.

-no necesitas explicar nada.- le dijo suavemente y con un tono de voz muy sensual a la vez en que rompía mucha distancia entre sus cuerpos.

-sa…sanji, y…yo.-al espadachín le costaba hablar, ese contacto tan cercano con el cocinero le había excitado demasiado, sus fuerzas lo abandonaban, percibió como la sangre se acumulaba de una forma impresionantemente veloz en la parte mas baja de se cuerpo, que trajo como consecuencia que su miembro se endureciera por completo, sentía que no podía hacer nada y además no quería deshacer ese agarre.

-¿zoro, que sientes?.-le pregunto el rubio al sentir la excitación del peliverde y lo calientes que estaban sus mejillas así que abrió totalmente las piernas para acomodarse sobre el duro miembro del chico.

-ahhhh, zo… zoro.-gimió el rubio para acelerar de ritmo los deseos del espadachín y que se lo hiciera en ese momento, provocándose a si mismo una gran excitación, y por supuesto su miembro se endureció de igual forma que la del peliverde y se acerco aun mas a el para hacer que ambas se rozaran amplificando el placer y el deseo de los dos y si fue, aunque aun tuvieran la ropa puesta

-y…yo.-aun no podía creer que no pudiera decir nada y ni siquiera podía moverse, pero permanecía en la misma posición, esa oleada de sensaciones era muy intensa, deseaba hacer lo que sus instintos le marcaban, pero no quería encontrarse con las consecuencias, que seguramente serian devastadoras.

-vamos, no puede ser tan malo.-insistió sanji recorriendo con sus labios el cuello de zoro, haciendo que este lanzara unos cuantos gemidos roncos que lo invitaban a hacer lo impensable con el cocinero.

-ahhh, sanji…-dijo el peliverde entre gemidos cerrando los ojos para disfrutar al máximo lo que estaba haciendo.

-bien, así me gusta, y supongo que a ti también.-afirmo el rubio desabotonando los cuantos botones de la camiseta que tenia abrochados el espadachín, y así seguir su recorrido pero ahora por el pecho.

-ahhh, no… no si…sigas.-le rogó el peliverde al cocinero.

-¿en verdad quieres que pare?.-le contesto el rubio con cierta duda y deteniéndose para torturarlo y que enseguida le pidiera mas.

-no… no lo… lo se.-dijo zoro con una gran indecisión, ya que era la primera vez que experimentaba eso, pero no quería que el rubio lo supiera, seguro que se burlaría de el o lo que seria aun peor, lo despreciaría.

-bueno, entonces continuare…-y sin mas preámbulos acerco su mano al pantalón de zoro sin desatender los provocativos besos y mordidas que le daba en el pecho y el cuello rozando con la yema de los dedos la visible erección del peliverde

Con gran habilidad bajo el cierre de su pantalón para así poder liberar su urgido miembro que por supuesto también atendería en un momento, y en verdad que se sorprendió en cuanto lo vio, era enorme, ya quería que el espadachín introdujera eso dentro de si, ya no podía esperar mas para sentirlo en su interior y claro, saborearlo también con su delicado paladar al deleitarse teniéndolo en su boca. Y sin pensarlo un instante lo tomo entre sus manos y lo jalo de arriba a abajo

-AHHHHHH!!!!!!!.-no pudo evitar gritar al sentir semejante tirón que le habían dado y además porque no estaba acostumbrado a ello.

-y ahora….-el rubio no pudo continuar, ya que la pequeña se había asustado con el grito de zoro, se despertó y comenzó a llorar.

-rayos.-se dijo mentalmente sanji, alejándose con una gran velocidad del espadachín, pero el capitán no tardo en llegar a la cocina corriendo para sustituir a sanji y a zoro para cuidar de la recién llegada nakama.

-SANJI E VENIDO POR ELLA PARA CUIDARLA!!!!.-le dijo el chico de goma muy entusiasmado saltando, gritando y corriendo por todas partes.

-TE DIJE QUE NO ME MOLESTARAS!!!!.-el enfado de sanji exploto y pateo a luffy en la cabeza de nuevo haciendo que este se detuviera por el dolor que invadía su cabeza.

-AUUUU, ESO DUELE!!!!!!.-expreso llevándose ambas manos a la cabeza

-pues te dolerá mas si vuelves a molestarme de esa manera.-y resignado le entrego a su estupido capitán a la pequeña, que aun seguía llorando pero, en fin, ahora era problema suyo.

-QUE BIEN, BUENO NOS VEMOS…-antes de irse vio a zoro en un estado muy extraño, ya que estaba muy rojo, sudando y con una gran dificultad para respirar.

-NO TE PREOCUPES ZORO YA ME LA LLEVO, SE VE QUE ES MUY AGOTADOR CUIDAR DE ELLA!!!.-afirmo el capitán, ya que suponía que el estado en el que se encontraba zoro se debía a cuidar de la pequeña y diciendo esto se fue.

-¿estas bien?.-le pregunto el cocinero al espadachín preocupado.

-de que rayos hablas estoy mejor que nunca.-señalo el peliverde levantándose muy animado saliendo totalmente del estado anterior en el que se encontraba.

-que bueno porque vamos a repetirlo.- dijo sanji con su voz sensual de nuevo tomando al espadachín por el cuello y acercando sus labios para darle un tierno y apasionado beso, el espadachín obedeció sus instintos y tomo al rubio por la cintura y lo acerco hacia el con violencia haciendo que el cocinero le respondiera de la misma manera introduciendo aun mas su lengua y así convertirlo en un beso salvaje.

-¿me quieres zoro?.-pregunto sanji a su amado.

-no…-dijo a secas el peliverde, dejando a sanji perplejo, pero sin alejar su clavada mirada de los bellos ojos del cocinero.

-te amo.-le contesto de inmediato y volvió a tomar a sanji por la cintura para besarle de nuevo, y al alejarse para respirar el rubio le respondió de igual forma.

-yo también te amo…-no tardo en decir sanji, pues le agradaba esa furia salvaje que desprendía, y el olor que le invitaba a no resistirse a probar ese delicioso platillo que no cualquiera podía probar y mas que eso, devorar y degustar con cada mordida, esa inexperiencia que le fascinaba, casi juraría que el espadachín aun era virgen, pero realmente no le importo, pues, si iba a perder la virginidad le encantaría que fuera con el y con nadie, y aun paralizado seguía mirando detenidamente su rostro y continuaría demostrándole cuanto lo amaba, acercando lentamente sus finos y húmedos labios aun mas, pero en ese momento, antes de que pudiera completar lo que estaba apunto de hacer,  el sonido de una bala de cañón hizo que sanji perdiera el equilibrio por la impresión y cayera encima de zoro.

-zo…zoro, lo siento.-se disculpo sanji levantándose casi de inmediato.

-no te preocupes.-le contesto zoro de una manera muy tierna incorporándose para ver que sucedía por la ventanilla.

Notas finales:

que les ha parecido, muy interesante no?

Uuuuiiiiii!!!, esto si que se pone candente, quien se imaginaria que una simple pequeña haría que se despertaran dentro de los chicos sus mas ocultas intenciones, (quien sabe o_O), ya veremos si esta hermosa relación tiene futuro o no, envíen sus comentarios, los espero con gusto


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