Hoy es 9 de octubre, y ya hace dos años y medio, que esos ojos negros pudieron ser considerados como míos. Nuestra historia nunca fue corriente, pero quizás por eso ha sido la más bonita que pudimos tener...
¿Recuerdas como nos conocimos? Yo era amigo de tu pareja y tú y él ni siquiera os mirabais. Vaya novios. Nunca os hablabais, como para besaros...Yo hacía de interlocutor entre ambos, y aunque siempre te consideré alguien repugnante, me hizo acercarme a ti. Vuestra relación apenas duró un mes, y después ambos volvisteis a ser los de siempre...pero yo no. Tus enormes noches me habían encandilado y supe, con cada mirada que compartíamos en nuestro bar, el Konoha, que algo me ataba a ti. Pensé que solo era una amistad, una bonita amistad...todo se me revolvió en una tarde...
Aquella tarde en la que mi prima y yo fuimos a tu casa y tú te acercaste a mí, intentando provocarme...y lo conseguiste. Nunca había sentido algo parecido: al encontrarme con tu fuerte pecho en mi cara, quise apoyar mi cabeza en él y perderme ese irresistible olor para siempre. Estuvimos hablando de cosas que me crispaban...te hacían estar triste, y odiaba que te sintieras así...Nos marchamos, pero algo en mi no estaba bien...
Recuerdo como mi prima me hizo mirarla a los ojos y decirle que no te amaba y no pude hacerlo, las palabras murieron en mi garganta, incapaz de mentirme a mi mismo sobre estos sentimientos que se habían apoderado de mi ser.
Desde ese día, cada momento junto a ti era una contradicción. Me gustaba y me dolía, quería y no quería...hasta que un día me decidí...
Ese día nos habíamos quedado solos, en la que solía ser nuestra mesa: la numero nueve...que casualidad. Te mire a los ojos un poco cohibido y te dije que estaba enamorado. Tu como buen amigo, me preguntaste de quien, y yo te describí...respondiste como un niño que acierta una adivinanza al reconocerte, para luego mirarme con esos increíbles orbes llevándome a la locura... Esa noche fue mágica para mi, me besaste en la mejilla, me calentaste las manos...fue realmente especial. Sin embargo, todo lo bueno se acaba y la gran influencia de tus "amigos" nos distanció considerablemente, pero nunca me rendí. Algo me decía que tú deberías ser mío, que estábamos destinados y no podía, ni quería ignorar ese poderoso sentimiento.
Aun recuerdo como todas la noches cargabas tu moto hasta mi casa (ya que las temo con toda mi alma), solo para que pudiera regresar mas tarde. Uno de esos días, me revelaste un secreto: a ti también te gustaba alguien, y tras el mismo jueguecito, descubrí que era yo. Eso me dejó totalmente confundido, pero con un bienestar en el corazón, flotando en una nube...
Pasamos ambos por malos momentos, por no saber decidirnos, pero una de las tantas noches que te pedí que me acompañaras a casa, te negaste. Mi indignación creció como la espuma, y es que aunque sea pequeñito, tengo muy mala vena...Me aclaraste que me llevarías en tu moto, cosa a la que yo me negué, tu sabías lo de mi miedo, pero me animaste a subir contigo con una de tus miradas.
Estaba al borde de las lágrimas, pero aun así subí. Me abracé a ti, sentí tu calor, y en ese justo momento supe que nada me pasaría, pues tu me protegerías...
Esa madrugada y tras cuatro horas hablando por teléfono, por fin confesamos nuestros sentimientos, pero como no de la manera menos ortodoxa: "No si yo te quiero y quiero estar contigo...pero como tu no quieres". Esa frase me alegró tanto por como era, como por lo que significaba. Significaba que ahora éramos uno, que me amabas y que me ibas a proteger al igual que yo a ti. Que íbamos a crecer juntos, a ayudarnos y que nunca mas volvería a estar solo...
Son muchas las cosas que hemos pasado juntos: a veces buenas, a veces malas...pero siempre has estado ahí para mi, apoyándome y protegiéndome.
Eres el hombre de mi vida...todos los hombres de mi vida, y cada día estoy más enamorado de ti. Lo sé porque cada vez que pienso en ti, algo se apodera de mi corazón haciéndolo latir con fuerza y se encoge mi estómago. Porque cada vez que te veo una sonrisa estúpida se me pinta en la cara. Porque me encanta estar contigo en cada segundo aunque sea discutiendo...
Porque eres mi todo, porque sin ti no soy nada. Porque tu, y solo tu eres el porque de que yo este aquí...
Ya llevamos dos años y medio juntos, pero eso no es nada con lo que quiero pasar contigo, porque lo único que quiero es permanecer siempre a tu lado.
Por eso ahora estoy aquí escribiendo nuestra historia, para que todo el mundo la sepa, para que nadie olvide que eres mío y que yo soy tuyo. Para poder demostrarte una pequeña parte de lo mucho que te amo...Asuma, mi ángel...
T e quiero....
Con todo mi amor: .....................S..................