En aquella habitación oscura el peliazul se hallaba sentado en una silla, tenía las manos atadas y no tenía camisa, su expresión denotaba que estaba excitado y que esperaba con ansias a alguien, en eso entró al sitio un chico de cabello rojo vestido con una camisa blanca de colegiala muy pegada y una mini falda tan pero tan corta, que con una simple inclinación y las nalgas del chico quedaban al descubierto, se podía notar a leguas que tenía puesta una tanga, Sasuke se excitó aún más, intentó desatarse para tomar al chico en sus brazos pero la arena que lo mantenía cautivo no se lo permitía, el pelirrojo sonreía mientras se mantenía frente a él, el moreno sudaba sólo ante la escena, su miembro comenzaba a endurecerse con sólo mirar a Gaara vestido así frente a él.
- Umm… que sexy te ves – decía el moreno mientras se relamía, tenía ganas de comérselo de un solo bocado.
- Vamos a jugar… – el pelirrojo se había acercado y comenzaba a lamer la oreja del chico mientras susurraba - ¿Quieres?
- Lo que quieras – Sasuke en realidad, lo único que quería era que el chico comenzara de una vez.
- Muy bien, voy a hacerte sufrir un poco.
Gaara besó al Uchiha y mordió ligeramente los labios de éste, luego se sentó en las piernas del chico peliazul y comenzó a restregar su trasero en el bulto que este tenía en su entrepierna, comenzó a hacer ruidos como si estuviera siendo penetrado, con toda la intención de hacer exasperar al Uchiha.
- Ah… aah… Sasuke… ah… aaah…
Ante esto la erección en el miembro de Sasuke se hizo mayor, el peliazul intentaba como loco safarse, quería penetrarlo de verdad, comenzó a sudar por la excitación.
- Gaara… basta, suéltame las manos – decía el chico desesperado por desabrocharse el pantalón.
- Pero si acabamos de empezar a jugar – el chico pelirrojo acercó más su trasero hasta sentir aquella erección en su entrada, la tela del pantalón molestaba, pero aún así comenzó a moverse de un lado a otro.
- Aaah… ah… aaah
Sasuke tenía las mejillas rojas, se sentía sofocado, sus muñecas estaban más que lastimadas por intentar soltarse con tanta fuerza, aquellos quejiditos le fascinaban, pensó en moverse y en imaginar que lo penetraba, así tal vez se sentiría mejor, pero Gaara se levantó de sus piernas y quedó frente a él al intuir lo que haría, quería hacerlo sufrir.
- Ay, pobre Uchiha – el pelirrojo se burlaba con una expresión sumamente seductora – No te preocupes… pasemos a otro juego.
El peliazul comenzó a gemir cuando Gaara se agachó y comenzó a recorrer el bulto en su entrepierna con la lengua por encima de la tela, rodeaba la punta y con sus manos tocaba un poco.
- Gaara… por favor termina de jugar… - Sasuke estaba como loco, quería que el chico le practicara sexo oral cuanto antes.
- Um… bueno – el pelirrojo deslizó la bragueta y bajó los pantalones solo lo suficiente para descubrir el pene del chico.
Comenzó a lamer el pene de arriba abajo, Sasuke se estremeció, el pelirrojo se dedicaba a lamer sólo la punta y a girar su lengua en círculos, el peliazul tenía las mejillas ardiendo, se estaba hartando de los jueguitos del pelirrojo.
- ¡Termina de tragártelo de una vez! – exclamaba el chico a punto de llegar a la demencia.
- A mi no me des ordenes Uchiha – el pelirrojo miraba al chico aún agachado – yo me lo chuparé cuando me de la gana.
- ¿Qué dices? “mierda no debí venir, me gusta que se haga el difícil pero ya me está hartando, me hubiera quedado con Naruto, él si me lo hace sin tanto pedir” – pensaba el peliazul.
- La tortura aún no acaba, si quieres que continué pídemelo – Sasuke miraba a Gaara con cara de “Ni creas” – de lo contrario me largaré y te dejaré… así como estas.
- ¡NO! – Aquella expresión salió de la boca del moreno instintivamente evitando que el chico se fuera de la habitación - ¡Ven acá… y continua por favor! – el Uchiha estaba dispuesto a seguir soportando los jueguitos, siempre y cuando pudiera hacerlo con el pelirrojo.
Gaara sonrío maléficamente, le gustaba ver al Uchiha pidiéndole sexo oral, sin siquiera esperar a que el chico reaccionara se volvió a colocar en su antigua posición y se metió el pene de Sasuke entero en la boca, subía y bajaba, el moreno comenzaba a gemir, continuaba sonrojado, el pelirrojo hacía presión con los labios para tener un mayor contacto, la excitación rápidamente llevó al peliazul a eyacular en la boca del chico, Gaara se tragó el semen, se apartó dejando caer un poco de este de sus labios para que Sasuke lo viera, éste respiraba entrecortadamente.
- Ah… que sabroso – se lamió el líquido de sus labios.
Para continuar, el pelirrojo se levantó y tomó un látigo que estaba a un lado, el moreno continuaba recuperándose pero un sólo latigazo lo hizo gritar a millón.
-¡¡Aaaaagh!!– Sasuke miraba al chico con cara de querer soltarse para matarlo.
- Has sido un niño malo y te voy a castigar – el pelirrojo pasaba alrededor de la silla, se colocó detrás de esta y dio un latigazo a la parte descubierta de esta.
- ¡¡Aaaaaagh!!– Continuaba quejándose el chico mientras continuaba inútilmente de safarse.
- ¿Qué pasa Uchiha no quieres continuar? – Gaara lamía la parte del látigo con la que acababa de darle al moreno.
- Claro que quiero continuar pero… no seas tan brusco – decía Sasuke al notar que el último latigazo por alguna razón lo había excitado.
Decidido a pasar a un nivel de tortura mayor, el pelirrojo movió al Uchiha utilizando su arena colocándolo de pie y con las manos en alto, el peliazul intentaba soltarse de nuevo, Gaara se fue a la espalda, se veía sumamente suculenta, tocaba delicada y suavemente con sus manos aquel sitio que tanto le gustaba arañar, el peliazul no dudó en relajarse, aquel contacto era sublime, el pelirrojo podía ver antiguas cicatrices que él había dejado en aquel sitio, al venirle a la mente que también podían ser de Naruto tomó el látigo y le dio fuerte marcando la blanca piel.
- Aaaaagh… Gaara… - aquel latigazo había cogido por sorpresa a Sasuke - ¿Por qué me tocas así y luego me golpeas? – preguntaba el moreno extrañado.
- Porque no puedo hacerme a la idea de que estés con ese Uzumaki mientras estas conmigo – terminada la frase y el pelirrojo volvió a usar el látigo en la tierna espalda.
- Aaaaagh… pues… yo no puedo hacerme a la idea de… - la herida comenzaba a arderle - …que estés con ese fenómeno.
- Um, no lo llames así – otro golpe con el látigo.
- Aaaaagh… - Sasuke continuaba quejándose pero no podía ocultar la expresión de placer en su rostro, le gustaba un resto que el chico lo hiriera, comenzó a sentir un poco de sangre deslizarse de sus heridas.
Poco a poco el pelirrojo comenzó a lamer aquellas marcas provocando estremecimiento por parte del Uchiha, mientras lo hacía no evitaba tocar la piel tan tentadora que tenía en frente, pasaba las manos por la cintura mientras su lengua no se quedaba quieta, aquel sabor a sangre lo excitaba bastante, Sasuke gemía mientras sentía la juguetona lengua recorrer su espalda y las intranquilas manos todo su cuerpo, el ardor y el dolor aumentaban el placer y el no poder ver que hacía Gaara detrás suyo más.
Al terminar de cubrir cada herida con su saliva, el pelirrojo volvió a sentar al peliazul en la silla con las manos aún atadas por detrás, se acercó y se dispuso a besarlo, ambas lenguas recorrían aquellas cavidades con desespero, con las manos Gaara revolvía el cabello de su compañero y empujaba la nuca para intensificar el beso, las lenguas salían de las bocas como locas, ante tal apuro, la necesidad de aire hizo apartarse al pelirrojo dejando como única unión de sus labios un hilillo o más bien una cuerda de saliva, ambos chicos estaban con las mejillas rojas, aquellos besos asfixiantes eran sus favoritos.
Mientras Sasuke recuperaba el aliento, el pelirrojo se dirigió a su abdomen, de nuevo la lengua fue el objeto de tortura, la pasaba una y otra vez dejando gran cantidad de saliva, el peliazul mantenía cerrados los ojos al sentir las puntas de sus tetillas ser mordidas con cierta voracidad, la succión que Gaara hacía y la forma en la que movía la lengua produjeron que el chico moreno comenzara a sudar, aquel castigo era insoportable, las heridas no dejaban de arder.
- Ya te castigué suficiente – susurraba Gaara en el oído del Uchiha – ahora es mi turno de ser castigado – la voz seductora del chico causó más excitación en el moreno.
Gaara se quitó la tanga que traía, quedando cubierto de la cintura para abajo únicamente por la corta falda, le lanzó la prenda al chico quien intentó cogerla pero para su desgracia y debido a que sus manos continuaban atadas ésta cayó al suelo, se acercó al peliazul y le introdujo sus dedos en la boca, Sasuke tenía una clara idea de lo que haría, así que los cubrió con su saliva haciendo cierta succión, una vez terminado, el pelirrojo se introdujo los dedos lubricados en su propia entrada, los metía y los sacaba mientras hacía ruidos que eran irresistibles para el Uchiha, verlo así lo excitaba, fue bajando hasta quedar de rodillas.
- Aaah… Sasu… ke… ah… castígame – Gaara continuaba simulando pequeñas embestidas con sus dedos, sus mejillas estaban rojas y tenía la frente húmeda por el sudor, mantenía los ojos cerrados.
Sasuke miraba al chico penetrarse frente a él, estaba más excitado que antes, trataba de no atragantarse con la poca saliva que a duras penas lograba tragar, el pelirrojo se acostó boca arriba y abrió las piernas dejando su entrada frente al Uchiha para que lo viera en un mejor ángulo.
- Um… ah… que bien lo haces… Sasuke… aum…tó…came... – el pelirrojo volvía imaginarse que estaba siendo penetrado por el chico enfrente suyo – aa… asi… castígame… por favor… aah… aa… castí…game
Aquella escena era exquisita para el Uchiha, el rostro de Gaara mostraba que sentía placer al hacerlo frente a él, el moreno deseó estarlo penetrando en serio, o al menos tener las manos desatadas para poder masturbarse mientras lo veía, cansado de aquello, el pelirrojo sacó los dedos de su ano y se quedó donde estaba con las piernas abiertas recuperando el aliento.
- Ah… Sasuke… yo también he sido un niño malo…- el pelirrojo se sentaba en el suelo mientras se llevaba un dedo a la boca.
- ¿Ah si? – Preguntaba Sasuke – entonces voy a tener que castigarte.
- Si, castígame por favor - el chico se revolvía el cabello con ambas manos mientras mantenía los ojos cerrados.
- Entonces ven, acércate – el moreno tenía una sonrisa en el rostro.
Gaara se acercó y se colocó frente al chico.
- ¡Siéntate aquí! – decía Sasuke haciendo referencia a su pene de nuevo erecto.
- Pero Sasuke… no seas brusco conmigo – el chico hizo un puchero.
- No te preocupes voy a tener mucha delicadeza.
El pelirrojo sonrió y se sentó lentamente en la punta del miembro del chico, poco a poco se fue penetrando, era muy grueso por lo que lo hacía lentamente, el Uchiha sólo quería que terminara de entrar para comenzar a moverse, los quejidos de Gaara no se hicieron esperar.
- Aaah… que grande es… aah… duele… au
- Un poco más… y ya estas dentro… voy a tratar de ayudarte.
El moreno movió su cintura hacía adelante mientras que Gaara se movía hacía atrás, finalmente ya estaba dentro.
- ¿Y ahora… que quieres que… haga?- preguntaba Gaara con un tono de voz casi infantil mientras recuperaba el aliento.
- Vas a moverte conmigo – Sasuke comenzó a moverse haciendo que el pelirrojo diera pequeños brinquitos en sus piernas.
- Ay… me duele… ah… no… - el pelirrojo intentaba moverse con el peliazul pero sólo conseguía hacerse daño.
- Desátame las manos… así yo te ayudo mejor.
Gaara obedeció y realizó un pequeño movimiento de manos para alejar la arena que aprisionaba las muñecas del Uchiha, al sentir que ya estaba libre, el moreno dirigió rápidamente sus manos a las caderas del chico e inició de nuevo el vaivén, le hacía presión hacía abajo mientras el movía sus caderas hacia arriba, ahora ambos chicos sentían placer mientras lo hacían, sus cuerpos ya se conocían, encajaban a la perfección pues no temían hacerle daño al otro, al contrario, era lo que deseaban.
- Aah… Gaara… ah… me encantan tus caderas…- Sasuke apoyaba su cabeza a la espalda del pelirrojo.
- Que… aah… bien lo haces… así… oh… más rápido… ah – Gaara con sus manos se aferraba de los muslos del Uchiha, sus mejillas estaban rojas al máximo.
Ante los gemidos del chico, Sasuke decidió aumentar su placer y comenzó a masturbar el pene del pelirrojo con una de sus manos, se bajó de la silla lentamente sin dejar de penetrarlo para quedar encima de Gaara mientras este quedaba a cuatro patas en el suelo, continuaba embistiéndolo ahora con más fuerza, iba y venía una y otra vez, quería que el chico sufriera, aumentó el ritmo, esto al pelirrojo le gustó.
- Aauum…. Sasuke castígame… más… soy malo… muy malo… aah… ah
- Aquí tienes… por portarte mal – el moreno dio una fuerte y ultima embestida que provocó un fuerte gemido por parte del pelirrojo.
- Aaaaaaaaaauuummm
El moreno comenzó a eyacular en el interior de Gaara mientras este lo hacía en la mano del peliazul, el chico de los ojos acuamarina estaba en la gloria mientras sentía el líquido inundar su ano, un poco de semen manchó la falda que el pelirrojo mantuvo puesta durante la sesión, Sasuke salió de dentro del chico y se tumbaron a descansar, estaban bañados en sudor.
- Ah… Gaara… espero que hayas aprendido la lección.
- No te preocupes… la aprendí muy bien.
El moreno acariciaba el rojo y húmedo cabello de su compañero, las mejillas de los dos individuos continuaban teñidas de rojo debido al placer obtenido, aquellos dos eran lo suficientemente sadomasoquistas como para ese tipo de placer, ni Lee ni Naruto, sus actuales parejas, se hubieran ofrecido a formar parte de esa clase de juegos, por lo que siempre que necesitaban ser castigados y torturados se buscaban el uno al otro, el pelirrojo miró a Sasuke al recordar algo.
- Oye, la próxima vez te toca a ti excitarme y a mí hacértelo.
- Si, si, ya lo sé – el Uchiha respondía un poco molestó, no le gustaba ser uke – Pero no voy a usar falda – advertía el chico.
- Oye, oye, lo de la falda fue TU idea para empezar ¿Por qué yo no puedo cumplir mi fantasía de verte así también? – Se quejaba Gaara – Yo también tengo derecho.
- Si, pero lo del látigo fue TU idea entonces digo que no uso falda y punto.
- Eso no es justo Uchiha, eres un egoísta y yo que todavía acepto tus estupidas condiciones.
- Vamos a hacer una cosa – decía el peliazul para terminar de acallar a Gaara – elige lo que quieras, como quieras pero sin falda.
- Bueno, entonces prepárate mi uke.
- No me llames así, yo no soy el uke de nadie.
- Si claro, ya veremos la próxima
El pelirrojo sabía de antemano que el peliazul terminaría siendo su uke como otras veces y es que como ambos hombres eran los seme de su relación, no tenían otra opción al estar juntos que turnarse como en esa ocasión… pero claro, sin que Naruto y Lee se enteraran, si no, el rasengan y las patadas no se harían esperar, imagínense la bronca que se armaría.