Titulo : "AFINIDADES ELECTIVAS"
Parejas : Harry/Draco
Capítulo: El Otro Rito
Eran ya pasadas las doce de la noche, a pesar del cansancio del viaje Draco no tenía sueño, mientras sus compañeros dormían ya desde hacia mucho, él contrariamente se aprestaba para salir de su habitación, debía ir a encontrarse con Harry en aquel sala del quinto piso, él siempre llegaba antes, pero contrariamente a lo que le decía siempre llegaba siempre, que sólo se presentaba antes para recordarle lo impuntual que era para llegar a cualquier lugar, sólo el sabía que no se apresuraba a llegar por ese motivo.
Desde que había comprendido que amaba a Harry, le resultaba más fascinante volver a encontrarse con él después de las vacaciones, con un intensa emoción esperaba ese encuentro, le gustaba la sensación que le provocaba la ansiedad de la espera en aquella solitaria sola contando los minutos hasta que oía como se abría y cerraba la puerta y ver a un sonriente Harry aparecer de pronto cuando se quitaba la capa de invisibilidad, aquel momento era para Draco maravilloso e inigualable, ver aquella mirada luminosa y esa sonrisa que no tenía igual, era su mayor placer o quizá no, talvez lo que despertaba toda su emoción era lo que venía después de eso, el abrazo que seguía era lo que volvía loco a Draco, Harry era así a veces, para desgracia el chico rubio demasiado efusivo en sus afectos y en sus actos, aunque esas demostraciones de afecto que tenía hacia él no tenían ni una pizca de malicia por que eran totalmente inocentes, pero Draco soportaba aquello, le encantaba la ternura con que Harry le abrazaba, aunque él se viera forzado a desplegar un gran estoicismo para controlarse y no dejar escapar ningún gesto indiscreto que pudiera delatar su verdaderos sentimientos.
Draco tardo casi media hora en llegar a la sala, faltaban quince minutos para la una de la madrugada y por supuesto Harry aún no había llegado, se sentó en el borde de la ventana, la noche era completamente despejada y la luna filtraba su luz hacia el interior de la habitación, era una sala no muy grande en la que se amontonaba mobiliario antiguo que ya no se utilizaba. De pronto escuchó el clic que hacía a cerradura de la puerta, ese era el momento, la puerta se abrió y se cerró con cuidado, un instante después, ahí estaba él, Harry quitándose la capa que lo hacia invisible, Draco bajó rápidamente de la ventana y fue a su encuentro, fue acogido con un fraternal abrazo
- ¿Cómo has estado? - preguntó el chico de ojos esmeraldas
- Muy bien ¿y tú?-
- Bien... pero te extrañé - dijo Harry mientras seguía abrazando a Draco
- No te creo... cuando estás con Weasley ni siquiera te acuerdas de mi - dijo con Draco falso tono de reproche
- Hmm... eso crees, pues eres un idiota Malfoy - dijo Harry soltando al chico rubio
- No te atrevas a llamarme idiota Potter - dijo Draco
- ¿Por qué no?... desde hace seis años que te llamo idiota -
Draco no dijo nada sólo se limitó a sonreír y abrazó nuevamente a Harry
- Sí, es cierto y aún no sé por qué te lo permito - respondió Draco
- Yo sí lo sé... no puedes evitar quererme - dijo Harry con naturalidad
- Sí puede ser... eres el único en esta escuela que no me respeta y aún no te he dad una lección como debería -
- ¿Cómo estuvieron tus vacaciones?- preguntó Harry
Draco no respondió nada sólo un leve gesto desdeñoso de sus labios fue la respuesta
- Supongo que estuviste con todos esos idiotas que juegan a idolatrarte - dijo Harry con tono despectivo
- Te molesta que m idolatren... a mí me encanta - dijo el rubio con una sonrisa de medio lado
- No entiendo por qué te gusta tanto... yo no podría soportarlo - dijo Harry acomodándose en el suelo junto a la ventana
- Miren quién lo dice "el niño que vivió" - contestó Draco sentándose junto a él
- Vas a comenzar como siempre -
- Sí ya sé que no te gusta que te adoren, pero igual el mundo te adora... es tu destino -
- Mi destino... si claro, ¿y el tuyo cuál es? -
- Ser un réplica exacta de mi padre... lo sabes muy bien -
- Siempre dices la misma tontería, no tienes por que ser igual a él, hace años que te lo digo y aún no lo entiendes -
- Harry no empecemos con este tema o acabaremos peleándonos como siempre -
- Sí, sí ya lo sé... te encanta pelearte conmigo y luego andas como alma en pena dando lástima por los pasillos de la escuela para que yo te perdone - dijo Harry apoyando la cabeza en el hombro de Draco que no pudo evitar sonreír ante estas palabras, prefirió no responder y cambió bruscamente el tema de conversación
- ¿Cómo estuvo lo de Weasley?-
- Genial... como siempre me encanta estar con ellos me divierto como loco -
- Que bien por ti - dijo Draco con tono desdeñoso - no sé cómo soportas estar en esa pocilga de Weasley
- Draco... no empieces porque voy a enojarme de verdad -
- Lo siento no puedo evitarlo... supongo que son celos -
- Celos de qué o de quién - dijo Harry sin dejar de apoyar la cabeza en el hombro de Draco
- De todos ellos que pueden estar contigo sin tener que ocultarse del mundo -
- Draco eso no importa... sólo vale que somos amigos y estamos juntos qué importa que todo el mundo nos crea enemigos, nosotros sabemos la verdad - dijo Harry levantando la cabeza para mirar a su amigo
Draco guardó silencio, sabía que Harry tenía razón inclusive el compartía ese pensamiento, no le importaba que todos los creyeran enemigos, ellos sabían que la amistad que los unía era más importante que todo lo que pudieran pensar los demás.
En realidad lo que le dolía enormemente era amar tanto a Harry y no poder decírselo porque temía perder su cariño, ese cariño de amigo que él tanto necesitaba y que era lo único que lo consolaba de saber que jamás tendría su amor, al menos no la misma clase de amor que el sentía por el chico de ojos esmeraldas y que era lo que consideraba más bello y verdadero de su vida.
Otra cosa que hacia sufrir mucho a Draco eran los celos que despertaba en él la integrante menor de la familia Weasley, esa era Ginny, la chica era considerada muy popular en la escuela por su desbordante personalidad y simpatía, pasaba todo el verano con Harry, toda la escuela la consideraba la candidata más segura para ser la novia oficial de Harry en cuanto se cansara de andar rondando chicas por todas partes, todo el mundo miraba con buenos ojos esa posibilidad, la familia Weasley la primera, la mayoría de los Gryffindor's apostaban que terminarían unidos. Lo extraño era que a pesar de ser muy unidos ni Ginny ni Harry creían que algo como aquello pudiera ocurrir, ambos se veían como hermanos y les parecía ridículo que alguien imaginara que podían llegar a ser novios, pero cada vez que oían un comentario al respecto ellos sólo se miraban y sonreían sin decir nada, les gustaba seguir el juego a los demás y dejarlos creer en sus locas fantasías.
Era a esta chica a la que Draco realmente temía, las demás no eran importantes, pero esta sí tenía mucha influencia en Harry y eso a pesar de que el chico de ojos esmeraldas le aseguraba que la quería como una hermana, él no dejaba de sentir muchos celos.
Lo que Draco ignoraba era que Ginny aquellas vacaciones se había convertido en la depositaría del secreto mejor guardado por Harry, la amistad que los unía desde el primer curso, Ginny al recibir la noticia en un primer momento se había sorprendido, jamás hubiese imaginado que Harry y Draco fuesen amigos, las casas eran rivales desde siempre, pero luego de oír a Harry hablar con tanto cariño de su amigo, la chica se sintió feliz de saber que Harry contaba con un amigo tan querido, ella como todos en la escuela consideraba Draco el chico más arrogante y presumido que pudiera existir, pero luego de la revelación de Harry se convenció de que aquello sólo era una fachada, si ese chico había logrado conquistar el corazón de Harry con una amistad tan especial debía ser realmente un chico especial, de eso Ginny no tuvo ninguna duda.
Draco y Harry permanecieron algún tiempo más en aquella sala que su secreto refugio, intercambiando anécdotas sobre las vacaciones el que tenía cosas que contar era Harry, su estadía con sus parientes muggles no era algo importante, ya que permanecía sólo unos días con ellos porque lo deseaba realmente, sólo lo hacía en consideración a todos los años que lo habían acogido en su casa, no existían lazos afectivos en la relación, además Harry sabía que en cuanto terminara ese último curso, él jamás volvería a ver a sus parientes, su vida era el mundo mágico y sería ahí donde permanecía por siempre.
Era casi las tres de la mañana cuando finalmente los chicos se despidieron para regresar a sus respectivos dormitorios, por última vez el rito del reencuentro después de terminadas las vacaciones había concluido aquello no volvería a repetirse nunca más, era el final de una etapa, la más feliz en la vida de ambos chicos, en el transcurso de aquel último año muchas cosas cambiarían en sus vidas, algunos de esos cambios les traerían insospechadas alegrías, pero también existirían otros que prepararían el camino para un destino que muy pronto pondría a prueba todos esos años de amistad y cariño ¿conseguirían sobrevivir a los cambios? eso era algo imposible de saber aún, llegado el momento deberían enfrentar la prueba más difícil de sus vidas.
Draco estaba decidido a vivir intensamente si último año, pero sobretodo pretendía pasar el mayor tiempo posible con Harry, aprovecharía cada instante que pudiera vivir junto al chico que era su mejor amigo, porque ya sabía que al finalizar ese curso debería alejarse de Harry, para siempre, eso que antes en él era sólo una percepción aquel verano se había transformado en una certeza después de la conversación que había sostenido con su padre sobre lo que éste en definitiva esperaba de él, Draco no había tenido el valor para negarse o par siquiera oponer una objeción, el poder que tenía Lucius sobre él era total y absoluto.
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