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Juunigatsu No Hana por Saiyi chan

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JUUNIGATSU NO HANA  

Capitulo 1.-

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///Cuando algo comienza, nunca se sabe como va a terminar.  Yo, Ootori Kyouya, una persona aparentemente segura de si misma y calculador hasta el más mínimo detalle, jamás pensé que todo lo que creía ser se vería “desvanecido” a causa de algo tan sencillo y complejo a la vez como lo era un simple sentimiento.   

Siempre impasible en todo lo que me proponía, siempre pensando en obtener beneficios; en mi mente no cabía algo más hasta entonces… hasta que comencé a sentir por él algo más allá de la amistad… Suou Tamaki; él era aquella persona que había llegado de imprevisto a mi vida y que la había iluminado llegando a eclipsar por completo toda la “oscuridad” que había en mi.  

Un sentimiento que jamás pensé tener hacia alguien; “amor, afecto, comprensión, tolerancia…” todo tan confuso y claro al mismo tiempo. Finalmente lo comprendí, entonces… comenzó todo.///  

 

 Corría el mes de Julio…  Habían transcurrido cuatro meses desde el comienzo del nuevo curso escolar, y por tanto, también desde que Haninozuka Mitsukuni y Morinozuka Takashi comenzaran a asistir a la universidad.  

La graduación de ambos había resultado ser de lo más emotiva; sobre todo Tamaki y los hermanos Hitachiin al igual que Hani,  habían llorado como niños pequeños… y a decir verdad, alguna de otra lágrima empañó los ojos del resto de los integrantes del Host Club. 

Digamos que… aquello no pareció otra cosa más que la dolorosa separación de una pareja de enamorados, cuyos caminos jamás volverían a encontrarse. Y por supuesto... las señoritas clientas de tan afamado club, no ayudaron demasiado a alegrar el ambiente…  

Con todo eso, el Host Club seguía como siempre, y pese a que los dos miembros de mayor edad ya no asistían al instituto superior, seguían acudiendo tras sus clases universitarias. Si… tanta lagrima en una dolorosa despedida para que después de todo, estos siguieran ejerciendo como Host…  

Por supuesto, Ouran también  contaba con una prestigiosa universidad en un recinto cercano al instituto superior, lo cual facilitaba bastante el que ambos muchachos se reunieran en la tercera sala de música sin perder así, a dos de sus miembros y por supuesto... sin perder beneficios.   

En realidad nada había cambiado especialmente en el Host Club ante la llegada del nuevo curso escolar, ni en la tercera sala de música… aunque a decir verdad, nuevas telas componían las cortinas que adornaban los grandes ventanales, el mobiliario había sido renovado por orden expresa del “rey” y claro esta… obviamente autorizado y supervisado por Ootori Kyouya. También las vajillas eran nuevas al igual que, los jarrones repletos de perfectas rosas  que se acomodaban sobre las mesas dándole un toque primaveral y  romántico al lugar.  

Cierto… la tercera sala de música si había cambiado. Pero sin duda alguna, el mayor cambio de todos tendría lugar en aquella pequeña “familia”; entre los integrantes del Host Club…

****************************************************************   

Era un día como otro cualquiera en el instituto Ouran. Las vacaciones de verano se aproximaban, y a esas alturas del mes de Julio comenzaba a hacer bastante calor. Pero el ambiente sin duda, podía sentirse mucho más caldeado tras abrir la puerta de la tercera sala de música, donde un grupo de ninjas recibían a las numerosas señoritas con un cálido “irashaimasse” … 

-Espérame… porque esta noche mientras duermas entraré en tu habitación, sorteándome entre las sedosas cortinas que delicadamente se mecen acompañadas de la brisa de media noche…-  Tamaki tomó el rostro de la sonrojada muchacha sujetándolo de la barbilla, acercándolo un poco hacia el suyo, el cual se hallaba parcialmente cubierto por una mascara ninja.  

-Y… y entonces… ¿que harás?- preguntó tímidamente la muchacha, arrancando así en el rubio una sonrisa presuntuosa que pudo apreciarse aun bajo la fina tela que cubría los labios de este. 

-… Velaré por tus sueños…- susurró acercando a su vez su rostro al de ella salvando cualquier tipo de distancia, quedando peligrosamente cerda de sus labios.  

-Oh… ninja Tamaki-kun…- y la muchacha prácticamente se desvaneció en los brazos del rubio mientras las damas a su alrededor gritaban exaltadas.  

A escasos metros de aquella fogosa escena de amor, Haruhi los observaba bajo una expresión desganada en una mueca notablemente nerviosa. Tanto tiempo en el Host Club y aun podía sorprenderse de las escenitas que sus compañeros ideaban para enloquecer a las muchachas… Suspiró pesadamente volviendo la mirada hacia sus clientas, deleitándolas con una sonrisa de lo más natural, la cual hizo exhalar algún que otro suspiro entre sus acompañantes.  

-Haruhi… ¿que estas haciendo?-  en ese momento, Hikaru pasó un brazo sobre los hombros de la muchacha.  

-Si te quitas la mascara te cargas el papel de ninja- esta vez fue Kaoru quien siguiendo el mismo gesto que su hermano, se acomodó junto a su compañera.  

-Es que esto no me deja respirar.- comentó la muchacha tranquilamente bajando la mirada para centrarla en la tela, la cual alcanzó con la punta de sus dedos.  

-Haruhi-kun esta muy lindo así.- comentó una de las chicas un tanto sonrojada. 

-Así podemos ver su sonrisa.- le siguió otra de ellas, llevándose ambas manos al rostro en señal de vergüenza.  

-Ya habéis oído.- una especie de sonrisa triunfante dirigida a los gemelos se dejó ver en el rostro de la muchacha. 

-Hikaru, Kaoru, ¡dejad de agobiar a Haruhi! oto-san acabará enfadándose con vosotros.- el susodicho rey del Host Club había abandonado su puesto con la clara intención de ir a proteger a su pequeña. 

-No lo agobiamos.- le respondió Hikaru en un tono claramente despectivo, dedicando a Haruhi un posesivo abrazo. 

-Solo le aconsejamos.- una sonrisita burlona ante el rubio cruzó los labios de Kaoru.  

-Así que no tienes por qué meterte señor.- corearon a la vez, exaltando así al muchacho de ojos azules.  

Haruhi suspiró con desgana. Y sin prestar más atención al trío que se dedicaba a discutir a sus espaldas, prosiguió su conversación con las muchachas, hasta que la voz de otro de los miembros del Host club tomó cartas en el asunto. 

-Si a nuestras clientas les parece bien que Haruhi no use la mascara, esta bien así.-  tanto los hermanos Hitachiin como Tamaki se giraron a mirar a Kyouya. 

El muchacho que permanecía sentando a escasos metros de ellos, se dedicaba a hacer números en su ordenador pero no por ello, el moreno perdía detalle alguno de todo lo que ocurría en la tercera sala de música.  

-Entendemos…- murmuraron ambos hermanos al mismo tiempo, mostrando una expresión desganada.  

Si a Kyouya le parecía bien, no había más que hablar... eso tan solo quería decir que si las señoritas que allí asistían estaban contentas, los beneficios serian más elevados. Con lo cual, la idea de que Haruhi no usara la mascara a petición de sus clientas, era una idea que el muchacho de gafas jamás desaprobaría… 

-Kyouya, ¿verdad que Haruhi esta muy lindo sin la mascara?- mostrando sus ojitos brillantes, el rubio se acercó a su amigo.  

-Tamaki… si vuelves a montar un escándalo con las clientas delante, me encargaré personalmente de que mueras asfixiado por tu propia mascara.- comentó bajo una perfecta sonrisa que más que las palabras dichas, fue la que causó un intenso escalofrío en el rubio.  

-¡Kyouya! ¿Por qué tienes que ser tan cruel conmigo? ¡Han empezado ellos!-  ofendido, Tamaki señaló a los gemelos, quienes parecían haberse olvidado ya de ese asunto…  

-Hikaru…- se dejó oír la vocecita de Kaoru en un tono tímido y delicado, atrayendo así la atención tanto de su hermano como de sus clientas. –crees... ¿crees que yo también debería quitarme la mascara?- numerosos ojos se clavaron en ambos muchachos; por una parte esperando la reacción de Hikaru y por otra, deseando ver los labios de Kaoru.  

-¡Jamás!- ante el grito por parte del mayor de los gemelos, las chicas se sobresaltaron, y los ojos de Kaoru se llenaron de lagrimas. –Jamás dejaré que alguien más vea tus labios…- y tomándolo de la muñeca lo jaló hacia su pecho despertando así la emoción entre las muchachas. -… solo yo puedo verlos, tus labios son míos, Kaoru…- y finalmente, pasó sus dedos sobre la tela delineando así los labios de su hermano. 

-¡KYYYYYAAAAAA!- por supuesto… el grito de las señoritas emocionadas no pudo faltar ante tal escena… 

-¡Buuuuuuuuuuuuaaaaa! ¡No quiero!- un llanto se dejó oír al fondo de la sala, atrayendo las miradas del resto de los Host como de las muchachas.  

Hani se encontraba abrazado a Mori, quien a su vez, estaba de rodillas en el suelo para facilitar así aquel abrazo debido a la estatura del rubio.  El moreno no decía nada, tan solo se limitaba a permanecer serio mientras que una de sus manos descansaba quieta sobre la cabecita de Hani.  

-¿Sabes? Si me pongo la mascara no podré comer pasteles…- esta vez el muchacho se separó del más alto, manteniendo su mirada clavada en el suelo en una expresión infantilmente entristecida. 

-Mitsukuni, puedes quitarte la mascara un rato.- comentó Mori tan calmadamente como siempre se mostraba cada vez que hablaba mas de dos palabras seguidas. 

-¿En serio Takashi?- el moreno asintió en respuesta bajo una sutil sonrisa. –¡gracias! Comeremos muchos pasteles ¿ne?- y sin mas, abrazó a su primo aportando una amplia sonrisa ante la cual no quedó rastro alguno de lagrimas. 

Los corazones de las chicas golpearon con fuerza  ante tal entrañable escena, y haciendo las delicias del “pequeño” Host como las suyas propias, lo rodearon de pasteles los cuales se sentaron a compartir con ambos muchachos, ahora universitarios.  

De esa forma… aquella jornada en el Host Club llegó a su fin.

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Tamaki tomó un sorbo de aquel refrescante té de limón, sintiendo la frialdad en sus labios cuando el hielo golpeó levemente sobre los mismos. Esbozó una amplia sonrisa ante la agradable sensación que el contacto frío le produjo, volviendo a dejar el vaso sobre la mesa. Estiró los brazos cerrando los ojos por un momento, y seguidamente, se giró a mirar a Kyouya. 

-Mmmm… es tan agradable sentir algo de fresco en un día tan caluroso… ¿no crees Kyouya?- 

-No esta mal.- contestó el moreno sin prestar demasiada atención. El muchacho de gafas permanecía sentado sobre la cama con el portátil a un lado; acabando un par de cosas las cuales no le había dado tiempo a terminar durante el horario del club.  

-Estas vacaciones podríamos ir de nuevo a la playa, o quizás al complejo recreativo de tu familia.- Tamaki se mostró entusiasmado ante su propia idea, pero enseguida su expresión se tornó a una pensativa. 

Ante el repentino silencio por parte del muchacho de ojos azules, Kyouya levantó la mirada para centrarla en él, dejando por un momento de teclear y prestando en ese instante toda su atención a Tamaki.  

–Ah... espera un momento... a Haruhi no le gustan los lugares tan artificiales…- reflexionó llevándose una mano a la barbilla bajo la mirada del moreno.

–Entonces solo iremos a la playa.- una nueva sonrisa se formó en sus labios, y esta vez la atención de su amigo volvió a centrarse en su tarea. 

-La playa estará bien.- inconscientemente tecleó un par de palabras de más, percatándose en ese momento de que todo el trabajo ya estaba hecho.  

Esbozó una casi imperceptible sonrisa un tanto irónica. Claro… Tamaki no podía dejar de lado el bienestar de su querida hija… adoptando una disimulada mueca de fastidio, el moreno cerró el portátil haciéndolo a un lado.  

-¿Sabes Kyouya?- el joven presidente del Host Club se puso en pie y caminó hasta acercarse a la cama, sentándose junto a su amigo.

–Tengo muchas ganas de que lleguen las vacaciones de verano.- y tras dejarse caer de espaldas sobre las sabanas, le ofreció una infantil sonrisa al muchacho de gafas. 

Kyouya tan solo lo miró de reojo. Esa sonrisa siempre le provocaba una extraña calidez; una sensación que le hacia sentirse estupido pero que a su vez, era bastante agradable. 

-Pues tan solo tendrás que esperar un par de semanas para eso.- bajo una sonrisa divertida se acomodó las gafas, y en ese momento, sus ojos se centraron fijamente en Tamaki. 

El cabello rubio del muchacho se esparcía sobre las blancas sabanas al igual que algunos mechones lo hacia rebelde sobre el rostro de este. No pudo dejar de fijarse en sus labios; se veían brillantes, aportando un aspecto húmedo a aquella inocente sonrisa; un aspecto refrescante capaz de calmar la sed.  

-He estado pensando…-  Kyouya salió de su ensimismamiento ante las palabras de su amigo. 

-Entonces habrá un cataclismo- ante el tono burlón por parte del moreno, Tamaki lo miró adoptando una expresión enfurruñada. 

-Oye Kyouya, no es ninguna broma, deja de burlarte.-  

-Tamaki, reconócelo, tus ideas son un tanto…”peculiares” por no decir estupidas….- finalizó la frase en un susurró, como si estuviera hablando para si mismo. 

-¡Por supuesto que son peculiares!- poniéndose en pie de un salto, el rubio se llevó  ambas manos a la cintura a la vez que alzaba la cabeza en señal de orgullo. -Una criatura tan hermosa y tan perfecta como yo no puede tener ideas simples. ¡Iría contra mi naturaleza de ser supremo!.- y en el momento en que sus ojos azules se centraron en Kyouya, las gafas de este resbalaron un poco sobre su nariz.  

-¿Y cual es esa gran idea, ser supremo?- preguntó con un deje de burla a la vez que se colocaba las lentes con precisión. 

-En realidad no es una idea…- bajo un largo suspiro se volvió a tender sobre la cama mientras los ojos oscuros de Kyouya siguieron el movimiento de su cuerpo. –Pensaba que quizás…- por un momento volvió la mirada a un lado y una sonrisita un tanto nerviosa se dejó ver en sus labios.  -… quizás esta vez pueda pasar más tiempo a solas con Haruhi…- el leve sonrojo que de inmediato adornó las mejillas del muchacho al igual que la expresión esperanzada que la acompañó, hicieron que Kyouya volviera la mirada a un lado. 

El moreno se puso en pie de inmediato, quedando de espaldas a Tamaki mientras este seguía absorto en sus fantasías. Aquellas palabras habían conseguido que algo parecido a un calor punzante embargara su pecho, y no pudo hacer más que llevarse una mano sobre el mismo. 

-¿Es que piensas declararte al fin?- preguntó sin mirarlo en un tono un tanto serio. En ese momento, Kyouya podía adivinar perfectamente la expresión de vergüenza y sorpresa en el rostro enrojecido del otro muchacho. 

Tamaki se incorporó de un salto, quedando sentando en la cama. Con nerviosismo comenzó a jugar con la tela de su camisa entre sus dedos. Aquella pregunta le había pillado por sorpresa. Finalmente, miró al muchacho de gafas quedándose en silencio por un momento. 

-No… no voy a hacerlo.- esta vez Kyouya se volvió a mirarlo disimulando su sorpresa ante la respuesta. –Aun no es el momento.-  

-Pensaba que irías corriendo a decírselo en cuanto tuvieras claros tus sentimientos, pero veo que no es así.- el muchacho de gafas acabó por esbozar una sonrisa irónica y su mirada huyó de los ojos azules.  

-Es que... hay algo que no me deja hacerlo.- tras aquellas palabras tan solo hubo silencio... y cuando el joven Ootori abrió la boca para decir algo, la voz de Tamaki le interrumpió.

-¡Pero eso no es lo más importante ahora!- sonrió ampliamente ante su amigo y una expresión resignada adornó el rostro del moreno al no poder formular su pregunta.  –Por cierto Kyouya… ¿te vas a tomar eso?- en una actitud infantil señaló la bebida del otro muchacho, la cual este ni siquiera había empezado…  

-Toda tuya…-

***********************************************  Kyouya

suspiró pesadamente una vez más. Le estaba resultando casi imposible conciliar el sueño.  

Cansado de estar dando vueltas en la cama se puso en pie, y descalzo, caminó hasta el baño que se encontraba en el interior de su habitación. Dejó correr el agua tibia en la bañera y comenzó a desnudarse.  

Su piel entró en contacto con el agua, quizás un baño le sentaría bien… el moreno se dejo caer hacia atrás apoyando la espalda en la zona acomodada para ello, y cerrando los ojos, trató de relajarse.  

Aquella conversación con Tamaki volvía a repetirse en su cabeza… de nuevo Haruhi… ya sabia de la “obsesión” de su amigo por la muchacha al igual que sabia perfectamente los sentimientos que este tenia hacia ella. Pero aquella situación comenzaba a molestarle. Últimamente, le era casi imposible mantener una conversación medio “decente” con el rubio sin que este mencionara a la chica a cada momento.  

No podía negar que apreciaba mucho a Haruhi. A pesar de que se mostrara indiferente ante ella, la muchacha inconscientemente había conseguido abrirse hueco en el corazón del joven Ootori, y eso era algo que no podía negarse a si mismo. Pero aun así… podía sentir en su pecho ese extraño calor punzante.  

Abrió los ojos y perdió la mirada en el agua. Era completamente consciente de lo que sentía por Tamaki desde hacia algún tiempo… y hasta ese momento, nunca le había resultado un problema el tener aquellos sentimientos hacia su mejor amigo. Pero... algo comenzaba a cambiar. 

-¿Celos?- se preguntó a si mismo. –Ootori Kyouya celoso…- el tono irónico de sus palabras se vio reflejado en su sonrisa, y sus ojos oscuros volvieron a cerrarse.  –puede ser interesante...-

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Las vacaciones de verano cada vez estaban más cerca y aquello se hacia notar en cada uno de lo miembros del Host Club, en especial en el presidente… 

Desde hacia un par de días, Tamaki andaba mas irritante de lo normal; tan solo hablando del verano, de todo lo que podrían hacer durante las vacaciones y por supuesto… el nombre de Haruhi salía a relucir en cada una de las conversaciones. 

Como era de suponer, era a Kyouya a quien le tocaba aguantar todas aquellas ideas a cual más descabellada, eso sin mencionar las constantes fantasías que pasaban por la cabeza del que se hacia llamar el Rey del Host Club…  

Cualquiera que no conociera a Tamaki hubiera pensado que con el calor que estaba haciendo últimamente, se le había recalentado el cerebro y este había acabado derritiéndose. Pero simplemente, él era así… y eso era un hecho que no tenía lógica alguna ni razón que se apreciara…  Aquello era algo que todos los miembros del Host Club ya conocían bastante bien.  

Así que “liderados” por Suou Tamaki,  comenzaron los planes para las vacaciones de verano….  

Las miradas atónitas de los miembros del Host Club estaban clavadas en la enorme pizarra blanca en la cual, un montón de ideas y pasos a seguir se encontraban escritos con rotuladores de varios colores. Todo gracias al presidente de dicho club… Suou Tamaki. Quien a modo de alguna extraña clase de profesor científico, se había colocado una bata blanca encima y había procedido a explicar detalladamente todo su “plan de vacaciones”; tal y como él lo había nombrado. 

-Bien, entonces estos son los planes, ¿alguna duda o sugerencia?- preguntó llevándose una mano a la barbilla, dándose así un aire importante.  

-Señor…- intervino Hikaru dejándose caer en la silla con desgana. – no estoy de acuerdo con el  punto numero dos del tercer plan.-  ante la protesta, Tamaki miró dicho punto el cual estaba subrayado en rojo tres veces. 

“Pasear con Haruhi por la playa (solo válido para el presidente, principal fundador y Rey del Host Club; Suou Tamaki, ósea yo)”   

-Cierto… yo tampoco estoy conforme con ese punto.- esta vez fue la voz del otro gemelo la que hizo que el rubio volviera la mirada hacia él.

-¿…y que es eso que has dibujado al lado señor?-   Kaoru frunció el seño, y a su vez, señaló una especie de caricatura junto al susodicho punto. 

-¿Es alguna clase de dulce Tama-chan?- preguntó Hani inclinando la cabeza hacia un lado a la vez que se llevaba un dedito a la boca.  

-Eso…- murmuró con nerviosismo, notando como todas las miradas se clavaban en él esperando una respuesta.  –…somos Haruhi y yo… abrazados.-   las mejillas del rubio se sonrojaron mientras este se llevaba ambas manos sobre las mismas.  

Ante tal respuesta, los miembros del Host Club observaron el dibujo en silencio, tratando de descifrar aquello que el joven presidente había tratado de dibujar. 

-Se parece más a una especie de pulpo liado en sus propios tentáculos.-  sin reparo alguno y con total tranquilidad, aquellas palabras salieron de los labios de Kyouya.  

-¡Claro eso era!- Haruhi se dio un golpecito en la palma de la mano. –Estaba intentando descifrar a que me recordaba, gracias Kyouya–sempai. –ante la expresión de agradecimiento de la muchacha, el moreno sonrió colocándose bien las gafas. 

-¡Jajajajajaja!  ¡Hay que tener imaginación para dibujar algo tan ridículo!- ambos hermanos se llevaron las manos a la barriga bajo las sonoras carcajadas.   

-Takashi, ¿Entonces no es un dulce?- abrazando a su conejito, Hani dedicó una mirada a Mori esperando una respuesta. 

-No.-  

-Ejem… ¿ya esta bien no?- un nervioso Tamaki trató de ocultar su vergüenza bajo una actitud firme. –¿Podríamos volver al tema que nos concierne?-  pero a pesar del intento del rubio por retomar la compostura, sus compañeros no le hicieron mucho caso… 

Hikaru y Kaoru se miraron entre ellos, dedicándose una sonrisita un tanto sospechosa ante la cual, un intenso escalofrío recorrió el cuerpo del joven presidente del Host Club. 

-Señor, ¿por qué eres el único que puede pasear con Haruhi?-  preguntó Hikaru volviendo al tema tal y como Tamaki había reclamado segundos antes. 

-¿No seria más correcto que todos pudiésemos compartir un bonito paseo por la playa junto a Haruhi?- continuó Kaoru, acorralando al rubio a la vez que su hermano hacia lo mismo por el lado opuesto. 

-¿Sabes? Yo también quiero pasear con Haru-chan.- la vocecita de Hani se dejó oír bajo una inocente sonrisa, a lo cual, Mori asintió. 

-En ese caso... el punto numero dos del tercer plan tendrá que ser replanteado.– Kyouya sonrió conforme, centrando sus ojos oscuros en su libreta para apuntar algo en ella.    

-Un momento…- las miradas de los presentes se volvieron hacia  Haruhi, quedando todos en silencio.

–Yo no he dicho que vaya a pasear con nadie.- murmuró dejándose ver algo irritada.   

-Pero... pero ¡Haruhi!- el rubio corrió a acercarse a la muchacha, mostrando ante ella sus ojitos vidriosos.  -el verano es propio para que los padres paseen con sus hijas.- enseguida mostró una actitud decidida, tomando a Haruhi por los hombros con la intención de que esta entrara en razón.  

-Tú lo has dicho sempai… “los padres”, y tú no eres mi padre.-  le respondió ella sin demasiado interés.  

“…Tú NO eres mi padre”  

Aquellas palabras resonaron en la cabeza del joven presidente una y otra vez. Cabizbajo y sin emitir sonido alguno, dejó caer los brazos pesadamente junto a su cuerpo. Bajo la mirada de los presentes, Tamaki se dio media vuelta y caminando con pesadez, acabó agachándose en su sombrío rincón.  

-Lo ha vuelto a hacer…- Kaoru se llevó una mano a la cintura ante la visión deprimida de su señor. 

-Ya resulta bastante pesado.- comentó Hikaru en un tono despectivo, cruzándose de brazos a la vez que Haruhi suspiró resignada.   

-Se le pasará pronto.- Kyouya miró a su amigo, notando como la mirada de los ojos azules se clavaba en él como si estuviera pidiendo un poco de compasión.  -………………… - el moreno se mantuvo en silencio por un momento, momento en que la mirada de Tamaki no se apartó de él.  –bien, volvamos al plan de las vacaciones, y acabemos ya con esto.- comentó mirando la hora en su reloj, ignorando por completo al rubio quien pareció caer en una aun más profunda depresión. 

Una imperceptible sonrisa se dibujó en los labios del joven Ootori cuando sin que su amigo lo notase, le dedicó una furtiva mirada para seguidamente, centrarse de nuevo en aquello que comenzaría a darle dolor de cabeza si no lo acababan pronto. 

-Podremos comer pasteles en la playa ¿ne Kyou-chan?- 

-Por supuesto Hani-sempai.- ante la aceptación del muchacho de gafas, el rubio sonrió ampliamente, a lo que Mori le sonrió con dulzura. 

-Necesitamos algo emocionante…- en un gesto pensativo, Kaoru se llevó una mano a la barbilla. 

-Las clientas del club estarán allí.- continuó Hikaru mientras Kyouya atendía a lo que sus compañeros decían. -deberá ser algo divertido que las entretenga.-  

-Algo que de beneficios.- un extraño brillo hizo relucir el cristal de sus gafas, ocultando tras estas una mirada interesada.  

-Siempre pensando en los beneficios… - aquellas palabras pasaron por la mente de Haruhi, mientras una gotita parecía correr sobre su cabeza.  

-En ese caso…- los hermanos Hitachiin se miraron, atrayendo igualmente las miradas del resto sobre ellos.  

-¿Qué es lo que no puede faltar en una noche de verano…?- comenzó a preguntar Hikaru en un tono divertido. 

-¿… entre un grupo de jóvenes estudiantes?- finalizó su hermano con la misma expresión juguetona en su rostro. 

-………………………. – por un momento, hubo silencio en la tercera sala de música.  

-¡Las historias de fantasmas!- gritaron finalmente, pasando uno un brazo sobre los hombros del otro.  

Ante aquellas palabras, la mirada del joven presidente del Host Club se clavó de inmediato en ambos gemelos, y una vez su cerebro procesó aquella información, su mente comenzó a trabajar en otra de sus fantasías…  

///Cine mental de Tamaki… 

La oscuridad de la noche se cernía sobre un frío cementerio, y entre las tristes lapidas, dos siluetas daban calidez a aquel solitario lugar…  

-Tamaki-sempai, estoy asustada.- Haruhi cerró los ojos abrazándose al rubio quien de inmediato le devolvió el abrazo.  

-No tienes por que tener miedo Haruhi, yo te protegeré.- la estrechó contra su cuerpo brindándole la calidez necesaria para que la muchacha se sintiera segura.  

-Sempai, eres tan valiente…- murmuró con timidez, acurrucándose contra el pecho de Tamaki.

–Haruhi ya no está tan asustada.- los grandes ojos castaños de la joven se clavaron en los azules del rubio.  

El joven presidente del Host Club sonrió ante esas palabras y perdiéndose en aquella profunda mirada, sintió la suave brisa envolverlos; solo a ellos…. 

Fin del cine mental de Tamaki/////  

-¡Hikaru, Kaoru!-  gritó el muchacho de ojos azules a la vez que se ponía en pie, atrayendo la atención de los presentes. –¡Esa ha sido la mejor idea que se os ha ocurrido en vuestra vida!- felizmente, se acercó a los gemelos, abrazándolos bajo las miradas desinteresadas de ambos muchachos. 

-Mira que pronto se le ha pasado…- murmuraron a la vez, deshaciéndose del abrazo del rubio cuando este pasó a adoptar una pose interesante.  

-Y por supuesto... no puede faltar una prueba de valor donde YO acompañaré a Haruhi para protegerla.-  completamente ilusionado ante su idea, abrazó a la muchacha desde atrás, estrechándola contra su pecho. 

Ante aquel posesivo abrazo, Haruhi tan solo pudo suspirar resignada mientras una expresión de desgana adornaba su rostro.

Una mirada furtiva por parte de Kyouya se clavó en ambos muchachos,  y sin hacer demasiado caso a la habitual actitud de su amigo, el muchacho de gafas prosiguió a escribir en su cuaderno.  

-Ni sueñes con eso señor.- ante las recientes palabras de Tamaki, los hermanos Hitachiin apartaron a la chica de las garras del joven presidente, llevándola lejos de este. 

-¡Oka-san! ¡Se llevan a nuestra hija! ¿Por que tuvimos que adoptar a unos gamberros como ellos?- lloriqueó ante Kyouya, señalando a su vez a ambos hermanos quienes se dedicaban a hacerle burlas. 

-A mi no me mires… todo eso es asunto tuyo, oto-san…- le respondió sin demasiado entusiasmo, mostrando una leve sonrisa vencedora ante el muchacho. 

Los ojitos azules del rubio brillaron llorosos al ver como aquellos dos “demonios” se llevaban lejos a su pequeña y Kyouya no hacia nada por evitarlo. Con una familia así... ¿Quien necesitaba enemigos? 

En ese momento, la habitual puerta de la tercera sala de música pareció desaparecer, y en su lugar, una puerta oscura con cortinas negras dejó ver una silueta también oscura... una túnica negra que con su capucha ocultaba un rostro, y algo de color claro; una manopla a modo de gato asomaba entre tanta oscuridad. 

-He oído… ¿prueba de valor? ¿Historias de fantasmas?-  una tenebrosa sonrisa se dejó ver en el rostro prácticamente cubierto del recién llegado. 

-¡Nekozawa-sempai!-  gritaron los presentes ante la inesperada visita del presidente del club de magia negra. ¿Que hacia aquel sombrío muchacho de cabello rubio y ojos claros en el instituto? Al igual que Mori y Hani, Nekozawa Umehito había comenzado a asistir a la universidad… ¿es que acaso también solía pasar por el club de magia negra al que había pertenecido mientras había asistiendo al instituto superior? Quizás aquel rumor de que una sombra oscura se paseaba de vez en cuando por los pasillos del Ouran a media tarde tenia algo que ver con él… 

-Yo podría ayudaros a prepararlo todo de la forma más tétrica y oscura posible.- y antes de que Tamaki pudiera darse cuenta, el muchacho de la túnica se había acercado a él por la espalda. 

Un intenso escalofrío recorrió todo el cuerpo del joven presidente del Host Club en el instante en que sintió el aliento de Nekozawa prácticamente rozar su nuca. Tamaki se quedó paralizado, y en ese momento, Beelzebet apareció a su lado sobre uno de sus hombros.  

Un nuevo escalofrió lo recorrió un par de veces seguidas, y entonando un sonoro grito de angustia, corrió a esconderse detrás de Kyouya.  

-Sempai, seria estupendo contar con tu ayuda.- Kyouya esbozó una amable sonrisa ante Nakozawa, mostrándole su interés.  

-¡No! no seria estupen… ¡aaaaaaah!- la frase del rubio se vio cortada cuando su amigo trató de callarlo con un pisotón.  

-Mañana mismo me pasaré por el club de magia negra y hablaremos sobre este tema.- de nuevo aquella sonrisa en el rostro del joven Ootori, la cual fue respondida de igual modo por parte de Nekozawa.  

-Kyouya…- musitó Tamaki algo acongojado. Por un momento, lo que más asustó al muchacho de ojos azules no fue ni siquiera Beelzebet; si no, aquella expresión en el rostro del moreno. 

-¡Nosotros también iremos al club de magia negra!- corearon los gemelos entusiasmados a la vez que alzaban una mano en el aire. 

-¡Ah! ¡No os acerquéis al club de magia negra y mucho menos a mi!- ante la amenazante presencia de los hermanos Hitachiin, Umehito no pudo hacer más que huir de ellos… 

En el mismo momento en que el muchacho salió por la puerta, esta volvió a ser la misma que daba acceso a la tercera sala de música. Y ante tal huida, Hikaru y Kaoru se miraron encogiéndose de hombros.  

-Todavía no comprendo como una puerta puede cambiar de forma…- se preguntó Haruhi bajo una actitud pensativa, aun no le encontraba lógica alguna…. 

-¡Kyouya! ¿Por que has hecho eso?- encarando al moreno, Tamaki se colocó frente a este.  –¡Podemos acabar malditos!-  al borde de un ataque de nervios, colocó ambas manos sobre los hombros de su amigo tratando de que este entrara en razón. 

-Lo he hecho por el bien del club.- le contestó calmadamente, manteniendo una expresión seria en su rostro.  

-Kyouya…- murmuró irritado, cerrando los ojos por un momento para enseguida volver a clavarlos en su amigo. -ya se que los beneficios que obtengamos son importantes, pero…- esta vez, sus ojitos azules se dejaron ver vidriosos ante el muchacho de gafas. –¿que pasa conmigo? Sabes que ese tipo me da miedo, ¡y mas aun ese horrible muñeco maldito!- emitiendo un leve llanto, resbaló hasta quedar de rodillas tras deslizando sus manos sobre el pecho del moreno llegando así, a arrugar la tela de la camisa entre sus puños.  

Ante el infantil comportamiento del joven presidente del Host Club, Kyouya dejó entre ver una sonrisita presuntuosa en sus labios.  

-Tamaki… ¿No crees que correrías más riesgo de quedar maldito si lo hubiera rechazado?- ante esas palabras el rubio lo miró confundido, al igual que hizo el resto del Host Club, quienes no perdían detalle alguno de la discusión entre ambos. –De este modo, no podrá maldecirte por no querer contar con su ayuda.-  le explicó finalmente, colocándose bien las gafas en un gesto serio. -

Kyouya….- murmuró en un hilito de voz, procesando la información que acababa de recibir por parte del moreno. –¿Lo has hecho por mi?- 

-No.-  

-¡GANH!- aquella rotunda negativa consiguió que el corazón de Tamaki se detuviera por un momento.  

–Es que hace demasiado calor como para tener que aguantarte constantemente asustado por cualquier tipo de tontería que te ocurra.- ante aquellas frías palabras, el rubio quedó con la boca abierta, helado. –pero… de esta forma, todos ganamos… ¿no crees?- y bajo una  mueca de satisfacción, se hizo a un lado deshaciéndose así de Tamaki.  

-Así que era eso…- farfullaron los demás, adoptando una expresión temerosa ante el muchacho de gafas. 

-Sigue siendo el rey de las sombras…- Haruhi suspiró resignada.  

-Esto ya no es divertido.- tomando a la muchacha cada uno de un brazo, los gemelos Hitachiin se la llevaron. –vamos a jugar a algo Haruhi.- 

-Si, si...- contestó ella de mala gana dejándose arrastrar. 

-¿Quieres más pastel Takashi?- ante la pregunta de Hani, el aludido asintió.   

-Entonces…- el joven presidente del Host Club se volvió a mirar a Kyouya cuando parecía que ningún otro miembro les prestaba atención.  

La mirada de los ojos azules se clavó en el joven de gafas, quien manteniendo la sonrisa, detuvo sus pasos ante la voz del muchacho sin siquiera volverse a mirarlo. En los labios del rubio se dibujó una suave sonrisa; conocía a su amigo, y sabía perfectamente el porqué hacia las cosas por mucho que este tratara a veces de esconderlas.  

–Gracias, Kyouya.- susurró manteniendo la sonrisa.  

El moreno no respondió. Tan solo se giró por un momento a mirar a su amigo, sonriéndole  suavemente. Y bajo la afectuosa mirada de los ojos azules, se alejó de allí.         

 

CONTINUARÁ…

Notas finales:

Notas:  antes que nada... muchas gracias a las tres personitas que me han dejado review ^^  espero que sigáis leyendo el fic y que no me abandonéis ^^u  

Ahora si… hasta aquí el primer capitulo, ha sido bastante largo... todos los capítulos seran más o menos igual de largos. Y si el fic os parece un poco lento lo siento.. pero me gusta escribir los fics de esta forma ^^u aun así, creo que este fic promete, al menos a mi me parece bastante interesante escribirlo, espero que también sea interesante leerlo ^^  y prometo que pasaran cositas “monas” pero este fic no se centra en el lemon, así que no esperéis demasiado respecto a eso ^^u  

Pues bien, a partir del capitulo siguiente nuestros chicos se nos marchan a la playa (otra vez… XDDD)  prometo que será bastante divertido y ocurrirán cosas muy interesantes… ^^ así que espero que sigáis leyendo, muchas gracias a los que ya lo hacéis y si tenéis algún ratito, dejad algún review ok? Que el realidad no cuesta tanto y anima mucho a seguir subiendo un fic ^^  

Sin nada mas que decir, me despido hasta el capitulo siguiente, espero no tardar tanto en subirlo… ^^u gomen..  

Una cosa mas.. si hay alguna falta de ortografía lo siento mucho! Juro que repaso cada capitulo 400 veces antes de subirlo! Pero siempre se me escapan algunas ^^u  así que no me lo tengáis demasiado en cuenta ^^u     


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