Luna Rota por KyoYuy

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Luna Rota

Soy un licántropo, un ser oscuro. Un monstruo que cada plenilunio necesita sangre y que si no la encuentra toma la suya propia. Un mito olvidado, una sombra de cuentos de terror. Algo sin derecho a amar o ser amado.

Pero aunque no os lo creáis, he amado y fui correspondido. Tuve una vida difícil pero mis años de estudio fueron los mejores de mi vida. Ahora ya no tengo nada.
Fui feliz, casi alguien normal, ahora ya no hay vuelta atrás , no queda nada más que un corazón herido y una estrella enjaulada.

La oscuridad del cuarto me envuelve como una fría manta invisible, mientras me encojo lo más posible en la esquina más oculta y lloro. Todas las noches esos gritos me devoran por dentro como una enfermedad terminal y no puedo hacer nada para remediarlo.

Han pasado ya más de tres semanas del encierro y aun no puedo sacármelo de la cabeza. Los gritos, la angustia, la locura...¡Es terrible, es horroroso! Y él está allí y yo ni siquiera pude ir ha despedirme.

Hace dos semanas intenté visitarlo, casi no pude entrar; las miradas amenazadoras de los guardias y luego tener que soportar los gritos de los presos. No lo aguanté, no pude hacerlo. Porque tuve miedo. Miedo de verlo a la cara y no reconocer a aquella persona que me sonreía con dulzura cuando me desanimaba, a esa persona que encontraba al otro lado de la cama al despertarme, a esa persona con la que había compartido desde el más bueno y desagradable detalle, esa persona que amaba y aun amo.

Levanté la vista de aquel tenebroso lugar y encontré un silencioso caos, la locura en la que me había dejado hundir. Tenía los ojos rojos por no haber parado de llorar y mi aspecto era aun más dejado que de costumbre. Apreté con fuerza las piernas contra el pecho y tomé aire. El cuarto de la pequeña casa en la que vivía no tenía muchos muebles debido a mi afición a gastar el dinero en libros pero los pocos que tenía habían sufrido el desahogo de mi dolor. Ya no lloraría más , me lo había prometido pero aunque quisiera no podría, supongo que se me habían acabado las lágrimas.

Desde el día en el que había intentado ir a verlo, más a la fuerza que por propia voluntad , no había vuelto a salir y era posible que jamás levantase cabeza. Toda la gente había sido muy buena conmigo y , dejando su repulsión a tipos como yo, fueron muy ambles. Les había dado las gracias y dicho que estaba bien pero no era cierto.

El jefe de la organización vino a verme muchas veces pero jamás pasaba de la puerta de entrada, el era diferente, siempre me había apoyado a pesar de lo que era, pero aun así , no era como la persona a la que había perdido y a la que jamás volvería a ver.

Pasé días a su lado negándolo, mintiéndome para no aceptar lo que era evidente, diciéndole que se equivocaba, que todo era mentira, que era un embustero, le dije que él volvería como siempre con sus tiernos ojos azules y su singular sonrisa, como lo había hecho siempre. Pero me equivocaba, no volvió.

Aguanté días manteniendo la ilusión, esperando que en el momento menos oportuno salieran él y todos los demás, riéndose de lo tonto que yo era y diciéndome que todo había sido una broma. Pero no aparecieron y abandonándome a la locura que me llevaría todo aquello choqué de bruces con la realidad ; ellos nunca vendrían ¡ estaban muertos! ¿ y él bebé ? quién sabe. Y lo peor de todo es que yo amaba al traidor que los había entregado a ese destino.

¿ Cómo podía haber amado a un traidor? , había desconfiado de él, aunque me negaba a aceptarlo, la actitud cerrada que había adoptado los últimos días de convivencia y la nerviosa forma de rehuir a mis miradas, preguntas o simplemente a mi sola presencia me habían llevado a esta horrible pero cierta suposición.

¿Por qué , por qué tuve que confiar en él? ¿Por qué tuve que abrirme precisamente con ellos? ¿Por qué no puedo parar de gritar? ¿Por qué este dolor no se va por mucho que llore? ¿Por qué , por qué diablos no puedo odiarlo?

Ya no volveré a oír los chistes de James, ni su brazo estará sobre mi hombro ; ya no veré más la dulce sonrisa de Lily, ni oiré esa tierna voz que nunca se quebraba ; y Petter, el confiado Pedro no volverá a mi lado para corregirme en los ejercicios y su tímida risilla no se oirá jamás junto a las nuestras, nunca más. Es terrible perder a tus mejores amigos a manos de uno de ellos pero aun es más terrible amar a esa persona.

La eterna oscuridad en la que me veo envuelto, no cambia, es monótona , solitaria, fría , monstruosa, como yo. Me levanto y camino tambaleándome, la falta de alimento a la que me he expuesto voluntariamente ha dado resultado; camino, casi sin darme cuenta, hacia un espejo con el marco viejo y la superficie polvorienta, levanto la mano inconscientemente y lo limpio. ¡Puedo verlos a todos! Petter lee ansiosamente una de esas novelas de misterio que tanto adora, James saluda sonriente con la mano derecha mientras que con la otra agarra a Lily por la cintura, ella le devuelve otra sonrisa mientras coloca bien la manta con la que tapa al pequeño que lleva en brazos, y allí al lado de la muchacha pelirroja está él, mirándome amistosamente con esos ojos azules, sonriendo y a salvo; como todos, como si no hubiese ocurrido nada . Extiendo la mano para acercarme a ellos y la imagen desaparece, como si nunca hubiesen estado, acaricio confuso la superficie reflectante y descubro con tristeza que ellos no han estado aquí.

Un golpe en la negrura, cristales rotos y un puño ensangrentado, ¡ojalá nunca os hubiese conocido! , digo mientras me dejo resbalar por la pared así como resbala mi sangre hacia el suelo, ¡ojalá nunca te hubiera conocido!

Ellos me ayudaron a aceptarme tal y como soy. Que a pesar de lo que diga la gente , de lo que se haya escrito sobre gente como yo, ese no era mi caso. Me demostraron que era capaz de tener amigos, de tener una vida normal como cualquier otro. Con ellos aprendía a ver mi maldición como algo normal y en algunos casos como un don, emocionante , peligroso y divertido. Pero ahora me doy cuenta de que eso eran cosas de críos , ¡pero , cómo me gustaría volver a ser un niño!

Nunca olvidaré la noche en la que le conocí. Aquella noche vi por primera vez sus ojos, oí por primera vez su voz y recibí su primera sonrisa. Éramos dos niños cruzando el lago sobre una barca, el aire helado silbaba a nuestros lados y el cielo estrellado coronado de una pícara media luna era nuestro único refugio.

Yo maldito por la luna, él las más brillante de las estrellas. Formábamos una buena pareja, o por lo menos eso fue lo que me hizo pensar. Me enseñó a amar y nunca amaré a otra persona como lo amé a él. Nunca había deseado tanto, como en aquellos años, el plenilunio, la noche y la luna, ya no era un monstruo , la fiera asesina se había ido ya sólo quedaba un firmamento estrellado con una enorme luna llena bajo la que jugaban inocentemente el perro y el lobo.

Pero ahora mi estrella ya no está se ha apagado. Y se ahoga lentamente en los mares de la locura tras los barrotes del más duro metal. Ahora la oscuridad y la noche se vuelven contra mí recordándome mi martirio. La luna se ha roto y la bestia ruge de nuevo reclamando la sangre perdida.

Levanto la cabeza con las pocas fuerzas que me quedan, miro por la ventana de la ruinosa casa en la que me encuentro, la guerra ha acabado, los nuestros han vencido, ya no habrá más muertes, reina la paz, la justicia y la libertad , pero yo he perdido.

Noto como la sangre fluye de mi y corre por la tablillas del suelo escapándose de mi alma. Se que no moriré, por lo menos esta vez, se que no me reuniré con ellos.

Mientras ladeo la cabeza desfallecido la noche me devuelve como en una bofetada la soledad de mis días futuros mientras en el cielo sin estrellas me mira una luna rota .

De quien lo hizo :P:

He aquí un pequeño y trágico fic yaoi, aunque sea sólo de palabra, de Harry Potter. Remus y Sirius, aunque la verdad sea solo Remus hablando. Yo lloré mucho cuando lo escribí y mis amigos y amigas me apoyaron mucho para mandarlo, así que espero que os guste os lo mando con todo mi corazón. No es el primer fic que hago pero si uno de los que más me agradan. Espero comentarios con ansia, please.

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