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Amigos Sexuales por Aozora

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Notas del fanfic:

Bueno, un fic sin mucho argumente. Una idea loca que apareció en mi mente en una noche de insomnio, y que debía escribir xD

 

En todo caso, espero que les guste~

 

A leer

 

 

Sentía la penetrante mirada oscura de su líder sobre su cabeza, y eso ya le estaba crispando los nervios.

- ¡¿Qué pasa?! - gritó algo nervioso por el insistente interrogatorio silencioso que le sometía el rubio más bajo.

- ¿Dónde estabas anoche? - pudo oír la suave pero ansiosa pregunta de Leeteuk, quien se hallaba sentado cómodamente en el sillón frente a él, cruzando sensualmente una pierna sobre la otra, mientras apoyaba altaneramente sus brazos en su regazo.

- Por ahí... con unas chicas - dejó escapar las últimas palabras en un leve murmullo. Vergüenza. Aquella sensación embargaba cada centímetro de su cuerpo. Vergüenza de revelarse completamente ante el rubio líder, y dejar al aire todo lo que había realizado con aquellas chicas la noche anterior.

- ¿Haciendo qué? - ahora la voz de Leeteuk sonaba fría y distante. Maldecía por lo bajo la insistente curiosidad que ahora se hacía presente en su Hyung, pero debía aceptar que le daba cierta alegría saber lo mucho que le importaba.

- Eso no es de tu incumbencia hyung - un tono infantil salió de sus labios junto a aquellas palabras. Quería provocar el estado calmado de su líder. Quería causar enojo en su sereno rostro. Pero las tranquilas facciones que demostraba el más bajo, le frustraban toda sus intenciones.

- Claro que lo es, soy tu líder, me preocupa lo que se diga de tu imagen - y vaya que tenía razón. No tenían que ser necesariamente celos lo que demostraba su amigo y compañero. Bien podría ser preocupación, o simplemente el deber como hermano mayor. Pero su mente se negaba a pensar en las últimas posibilidades. Deseaba con fervor ser celado por Leeteuk, tanto así que, siempre buscaba situaciones para sacar de sus casillas al rubio.

- Pues... que sepas que la pasé muy bien, sólo eso - sonrió orgulloso. La mueca desencajada que adornó el fino rostro del mayor le demostraba que había dado en el clavo. Había causado la incomodidad que tanto adoraba en su hyung. No por nada sabía cada uno de sus puntos débiles.

Pudo observar como Leeteuk se levantaba con rostro serio del sillón, dirigiéndose luego hacia la cocina de aquel departamento. Siguió con la mirada cada movimiento hecho por el delgado cuerpo de su compa ero, admirando lo tentador que podía llegar a ser con sus insinuantes movimientos de cadera. Y sin dudarlo, se levantó de su cómodo asiento, para seguirle como un tigre a su presa.

- KangIn, ahora no - había logrado capturar la pequeña cintura del mayor entre sus manos, pero un fuerte manotazo le hizo soltarla inmediatamente.

- Aw.. - se quejó, haciendo un leve puchero con sus labios. En vano hizo intentos de acorralar al rubio contra el mueble de la cocina, ya que en cada acercamiento recibía, o un manotazo como el anterior, o una mirada llena de frialdad y enojo.

- Vamos Teuki... sabes que en realidad no hice nada con esas chicas, sólo bebimos y pues eso - mejor sería dejar su explicación hasta ahí. Veía como el siempre relajado y alegre Teuki se convertía en uno bastante molesto y cabreado, y eso le asustaba en demasía.

El mayor bien podría dejarle un mes sin sexo, o aplicarle la ley del hielo durante semanas. Maldijo por lo bajo al saberse tan vulnerable ante ese tipo de cosas.

Hacía ya casi cuatro meses que llevaba aquella extra a relación con su líder, involucrándose sexualmente con él, y no se quejaba de ello. Necesitaba de la cercanía de su hyung, tanto en cuerpo como en alma, pero si era eso lo que hasta ahora podría lograr, era feliz tan sólo sabiendo que satisfacía las necesidades de Leeteuk.

- Sabes que no me debes explicaciones, no se para que te das el tiempo de dármelas - pudo captar el falso tono de despreocupación que intentó demostrar el rubio en aquella frase, y sonrió ante ello.

- Tu mismo me has preguntado Teuki - dejó escapar una leve risita ante el rostro de desconcierto del mayor. Era tan gracioso jugar con él y poder ver las extrañas muecas que acentuaban su rostro al momento de incomodarse.

En un nuevo intento de acercamiento, rodeó su cintura, escondiendo su rostro en el cuello, aspirando el suave aroma que dejaba escapar aquella sensible zona.

- Delicioso... - lamió con soltura aquella parte, mientras sus manos jugaban con el borde de la polera que traía Leeteuk. Sintió el escalofrío casi imperceptible que inundó el cuerpo del mayor, y se permitió aventurar por debajo de la prende de vestir.

- Te dije que no... - sintió la presión en sus pantalones al escuchar el casi gemido que dejó escapar su hyung ante sus caricias. Adoraba cuando se hacía el difícil, eso solamente hacía encender sus instintos de poseerle. Mordió con cuidado el trozo de piel que se le era expuesto con tanta libertad, y es que Teuki había optado por ladear su rostro para darle más acceso al menor en su cuello. Mientras, sus manos se encargaban de desnudar complemente la parte superior del mayor, subiendo la polera y lanzándola lejos de sus cuerpos.

- Te ves adorable cuando te niegas... hyung - pudo oír claramente el gemido reprochador que salió de la boca de su líder al momento que tanteaba con sus curiosos dedos dentro del pantalón y bajaba lentamente el cierre de aquella molesta prenda.

Disfrutó del rostro extasiado que le mostraba Leeteuk en esos momentos, sus ojos cerrados debido al placer, y sus labios entreabiertos, resecados por la cantidad de aire que salía dificultosamente de su boca.

- Vamos KangIn... bájalos de una ves...por..por favor... - aquello sin duda era una petición necesitada. Sabía que Leeteuk nunca había tenido paciencia en ese tipo de cosas, y era por eso justamente que siempre se encargaba de hacerle sufrir antes de comenzar con lo bueno.

- ¿Quieres hacerlo aquí Hyung? Pueden vernos ... - susurró en el oído del rubio, mordiendo levemente el lóbulo de su pálida oreja.

- Donde sea...pe..pero ya... - asintió obediente, mientras dirigía el cuerpo de su líder hacia la habitación, chocando en el camino con uno que otro mueble y tratando de no soltar en ningún momento los exquisitos labios de su hyung.

Al llegar a la habitación, se dio el lujo de lanzar el cuerpo de Leeteuk sobre las finas sabanas de color crema, posicionandose luego, sobre él, procurando no apoyar todo su peso.

- Dime... ¿qué quieres que haga Hyung? - dijo travieso, mientras besaba cada rincón del torso del rubio, haciendo énfasis en el plano vientre, su punto sensible.

- Ahh... KangIn, por favor... no juegues conmigo - KangIn acarició la sudada frente de su hyung, mientras sonreía tiernamente.

- Nunca he jugado contigo Hyung... - dijo sinceramente, comenzando a bajar con sus labios hasta llegar a esa zona prohibida, bajando completamente el cierre del pantalón y deslizando con cuidado la prenda por las firmes piernas de su compañero.

- Sólo hazlo... - el menor pudo sentir como Leeteuk presionaba con su mano la suya propia, instándole a que terminara de desvestirle. KangIn entendió la más que clara indirecta, y, seguidamente después de bajar los pantalones, comenzó a bajar los molestos bóxers.

Cuando el mayor estuvo completamente desnudo ante la atenta mirada del pelinegro, la impaciencia se hizo presente en Kangin. Con destreza retiró su propia polera, dejando al descubierto su firme pecho bien trabajado, siguiendo con sus pantalones y luego con su propia ropa interior.

- ¿Quieres que entre así sin más? ¿O necesitas preparación? - preguntó algo dudoso, mientras se posicionaba entre las piernas del rubio, acariciando lentamente la zona interior.

- Sabes que no me gusta esperar... hazlo ya te dije - sonrió al saberse casi dominado por el mayor, esa seguridad que adornaba sus palabras en esos momentos le hacía temblar de excitación. Sabía que Leeteuk le deseaba, casi tanto cómo él le deseaba. Besó la zona por donde sus manos se habían perdido, lamiendo y acariciando la intimidad de su líder. Pudo escuchar con deleite los desenfrenados gemidos que el rubio no se preocupaba de acallar, y con decisión introdujo toda la masculinidad de su hyung en su boca, envolviendola con cuidado entre sus labios.

Las manos de Leeteuk le indicaron el ritmo que debía llevar con su cabeza, y obediente le hizo caso.

Cuando vio que el mayor pronto exploraría, retiró con delicadeza el miembro de su boca y se acomodó nuevamente entre las piernas del rubio.

- Va..vamos KangIn...¿acaso esperas una carta para hacerlo? - rió ante el comentario, e introdujo de golpe su excitada intimidad dentro de su líder. El gemido casi grito que escapó de los labios del mayor fueron la clara muestra de que había dado justo en el blanco, llegando hasta lo más profundo.

Sus caderas golpeaban deliciosamente las de su Hyung, creando un vaivén placentero entre ambos. En cada embestida sentía la calidez abrazadora que le otorgaba Teuki en su interior, y estaba seguro de que su hyung también se sentía de maravilla. La prueba irrefutable de eso, eran los miles de gemidos y suspiros que el mayor dejaba escapar de su boca.

Aquella danza exquisita que llevaban a cabo sus cuerpos unidos, se vio finalizada cuando Leeteuk explotó de placer entre ambos vientres, contrayendo en el camino, las paredes de su interior. KangIn tuvo que morder sus labios para no dejar escapar un gritito de satisfacción al verse envuelto en aquella caliente cavidad. Poco tiempo tuvo que pasar, para que el menor se viniera también, dejando que su cansado cuerpo cayera al lado de su hyung.

Sintió los fuertes brazos de Leeteuk rodear su pecho, y la rubia cabellera hizo cosquillas en su nariz. La suave respiración de su hyung chocó con sus pectorales, y la húmeda piel rozaba la suya.

- Hyung ... - habló, mientras pasaba su brazo por los hombros de su compañero, acariciando con cuidado.

- ¿Mh? - fue la muestra del rubio de que le estaba poniendo atención.

- Te quiero ... - dijo el menor en un suspiro, esperando el acostumbrado silencio que siempre optaba por poner el mayor luego de ese acto tan íntimo.

- Yo también KangIn... yo también te quiero - se sobresaltó ante la inusitada respuesta. Aquellas palabras habían sonado tan bien en sus labios, y sin duda, si aquello salía de la boca de su líder, era porque realmente lo sentía.

Sonrió ante aquello. Quizás su relación ya no se basaría solamente en el sexo y el placer carnal. Tal vez estaban unidos extrañamente por el destino.

Existía la remota posibilidad, de que el amor se hiciera presente en aquella relación. Y así no serían nunca más amigos sexuales, sino que, serían realmente una pareja como dios manda.

 

Fin~~

 

 

Notas finales:

 

Bueno, un intento fallido de lemon. (Realmente creo que no tengo cualidades para esto de escribir lemons..pero bueno xOx..lo intento..)

 

Dejen review si se han dado la molestia de leerlo xDD

 

Besos & abrazos!

 

Bye~


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