¿Bailamos?
La música inundaba el ambiente, las pocas luces encendidas desde el reflector mostraba las cara de satisfacción de todos los presentes, unos conversando, la mayoría bailando, pero había uno, uno que no hacia nada, solo miraba a su alrededor como buscando algo que no encontraría, el vaso que tenia en la mano se encontraba casi vació, pero no le importaba, sus amigos yacían en la pista de baile divirtiéndose con sus parejas bailando al ritmo frenético de las canciones que en ese rato tocaban, su acompañante se había ido, no hace mucho, y el pensaba seguir el mismo ejemplo, dejó el vaso casi terminado sobre una mesa, y peinando su rosa cabellera con los dedos mientras caminaba hacia la salida chocó con alguien.
-Lo siento- Dijo mientras volvía su rostro hasta encontrarse con los dorados ojos de quien había chocado, le miraban con una sonrisa indescifrable
-Bailas?- le invito el rubio frente a el. Lo había estado observando hace rato antes de que el acompañaste del pelirosa se fuese, y ahora que éste también quería irse lo detuvo, y no teniendo otra excusa lo invito, a lo que el pelirosa asintió también con una sonrisa.Salieron hacia la pista de baile, dejándose llevar por el ritmo de la música. Con movimientos lascivos el pelirosa se movía de un lado a otro, junto con su nuevo acompañante, era un hombre, si esta bien, pero a esa hora de la madrugada quien se daría cuenta y realmente no le importaba.
-¿Cómo te llamas?- pregunto el rubio en un momento que la música dejo de sonar.
-Shuichi, y tu?-
-Dime Yuki…- respondió este.
De un momento a otro la musica comenzó a sonar otra vez, y comenzaron nuevamente con su juego. Acaparaban la atención del todo el mundo, y no era para menos, Shuichi, vestido con unos cortos pantalones que se le pegaban a la piel, y una playera sin mangas semi transparente con una chaqueta larga, y botas, todo el conjunto en negro, además de estas levemente sudado no dejaba a nada a la imaginación, el rubio, elegante pero no menos atractivo, llevaba unos pantalones apretados arriba, resaltando su trasero y de corte largo abajo, y una camisa oscura con los primeros botones desabrochados.
La música seguía sonando, y de un momento a otro Yuki se le fue acercando a Shuichi con claras intenciones de que quería mas contacto, pasando las manos por la cintura del menor hasta llegar a su trasero, comenzó a acariciar, y pasando sus labios por el cuello del pelirosa, llegando por fin hasta sus labios, los cuales rozó en un simple jugueteo y que besó frenéticamente luego, el chico que solo se dejaba hacer, entregando su cuerpo y respondiéndole a los besos que el rubio le daba, mientras seguían bailando.
Las canciones con ritmo se acabaron y las lentas empezaron a sonar, algunas parejas salieron de la pista otras se quedaron, Shuichi y Yuki se mantenían abrazados mirándose a la cara, como intentando memorizar los rasgos del otro
-Ya me aburrí de esto- Dijo Shuichi saliendo de la pista
-Quieres hacer otra cosa?- Pregunto el rubio que le siguió
-No se, ¿que me sugieres tu?
-Mi departamento queda aquí cerca- Respondió con evidente lujuria el rubio
-Pues vamos.
Se dirigieron a la salida, caminando rápido por las calles que rodeaban la disco hasta llegar al edificio donde vivía el rubio, subieron por el ascensor, donde Shuichi fue literalmente atacado por el mayor a besos fugases pero no menos apasionados.
Entre besos y caricias libidinosas llegaron al departamento del rubio, que no demoro nada en meter la llave, entrar al departamento y llegar a la habitación, donde recostó al menor mientras lo besaba, comenzó a despojarlo de sus ropas comenzando por la chaqueta y la playera del menor, mientras este no se quedaba atrás y rápidamente le quitaba la camisa al chico, que ansioso por algo mas comenzaba a quitarle los pantalones a Shuichi tocando su trasero con lujuria, la cual se podía apreciar a simple viste, así cada uno siguiendo con su trabajo, hasta quedar completamente desnudos, entre besos y caricias, de un momento a otro, el rubio dejo de besar al pelirosa y comenzó a bajar por la curvatura de su cuello hasta llegar a sus hombros, dando pequeños mordiscos, que luego, serian visibles, siguió bajando hasta llegar a los pezones del menor, y comenzó a lamer y mordisquear uno mientras que el otro lo acariciaba con sus dedos, así alternando el trato que les daba hasta dejarlos completamente erectos y enrojecidos, luego, su boca recorrió su pecho y vientre del moreno, dejando un camino de saliva en la piel bronceada, hasta llegar a las caderas donde comenzó a repartir suaves besos hasta llegar al miembro palpitante del menor, y tomándolo con la mano comenzó a lamerlo suavemente desde la base hasta la punta, así se entretuvo un rato entre besos y lamidas, hasta que vio la cara del pelirosa, con la boca entre abierta y un fino hilo de saliva que salía de su boca, y sus ojos que mostraban total excitación, pero a la vez se veía que el rubio lo hacia sufrir demasiado, se notaba su ansiedad contenida, así que para dejar el sufrimiento de lado tomo el miembro del menor con la boca de una sola ves lamiéndolo hasta el fondo y subiendo hasta la punta nuevamente.
Shuichi no sabia que hacer, estaba paralizado por el placer, por cada succión que el rubio hacia presionaba mas fuerte las sabanas con sus manos, sentía como si miles de placenteras descargas eléctricas recorrieran su espina dorsal, moviendo sus caderas frenético imponiéndole un ritmo al mayor, hasta que una ultima descarga llegó. Se corrió de lleno en la boca de Yuki, arqueando su espalda y con un sonoro gemido, éste no desaprovecho la situación y trago todo el semen que pudo, aquel liquido espeso y blanquecino que tanto adoraba, subió hasta la boca del menor, en un beso ardiente y apasionado para que este probara su propio sabor. De improviso, alargo su mano hasta el cajón de la mesa de noche de donde saco un tubo de lubricante (n/a: que preparado no? xD), lo destapo hábilmente con una sola mano, mientras se entretenía besando a Shuichi, metió los dedos en el gel y luego bajo la mano hasta la entrada del menor, acariciando su entrada primero y de una sola vez y sin permiso pero con cuidado metió el primer dedo, Shuichi dio un salto de la impresión.
-¿Duele?- pregunto el rubio algo preocupado
- No… Solo…molesta- Dijo entre jadeos el pelirosa- Se siente… frío
-Créeme, pronto te gustara- siguió besando mientras hacia movimientos circulares cuando un segundo dedo fue a dar a la entrada, esta vez, siento mejor aceptado con un gemido por parte del menor
-Así, Así- Era lo único que atinaba a decir. Tanto era su éxtasis que ni siquiera noto como un tercer dedo terminaba de dilatar su entrada, solo reacciono cuando estos fueron sacados de su lugar, y un pequeño gemido de protesta salio a cambio
-No te desesperes Shu-chan, ya viene lo mejor… lo sabes- el pelirosa solo lo miro esperando que el momento oportuno llegase.
Yuki tomo su propio miembro, masturbándose, con una mano mientras besaba a shuichi apoyándose en el antebrazo sin uso para no aplastarlo, Shuichi abrió sus piernas dándole al rubio un magnifico espectáculo, y con su miembro ya preparado comenzó a acercársele mas a Shuichi, adentrando su erección poco a poco, pero el menor impaciente rodeó la cintura del mayor empujándolo haciendo que este entrara de una sola estocada, Shuichi se arqueo y un gemido de dolor fue ahogado por un beso rápido e impaciente de Yuki, como para que con eso el dolor desapareciera.
-Eres muy impaciente – Le regaño el rubio- ¿te has hecho daño?- Shuichi, que hasta entonces mantenía sus ojos cerrados, negó con la cabeza mientras abría poco a poco sus ojos, dejando a la vista sus amatistas vidriosos por el dolor, una lagrima traicionera, resbaló por su mejilla la cual fue borrada rápidamente por el rubio. El pelirosa le abrazo apoyando su cabeza en el cuello del rubio repartiendo besos, Cuando el dolor desapareció movió un poco sus caderas dándole a entender a Yuki que podía proseguir.
Con estocadas suaves pero firmes comenzó a moverse sobre el pelirosa, pasado algún tiempo las estocadas se volvieron fuertes y rápidas, y los gemidos inundaban la habitación, dejando más que claro el estado de sus habitantes.
Yuki comenzó a masturbar con su mano el nuevamente despertado de Shuichi mientras este solo se limitaba a gemir y moverse al ritmo de las embestidas hasta llegar al clímax, al instante que el Rubio sintió la estreches de la entrada del pelirosa se corrió en su interior en una ultima y fuerte estocada.
Cayeron en la cama totalmente exhaustos, Shuichi se sentía en las nubes, no recordaba cuando un orgasmo había sido tan placentero, quizá el alcohol de la noche había ayudado, pero bueno, no tenia ganas de pensar, no ese momento. Se levanto apoyándose con los codos sobre la cama, y miro al rubio que tenia la mirada gacha y los ojos cerrados, como aun disfrutando la exquisita sensación
-Vamos Eiri (n/a: lose, no le a dicho ese nombre a Shuichi, pero, todo tiene su razón de ser ^^), vamos a dormir, estoy cansado- el rubio lo miro, su sacando su miembro flácido del interior del pelirosa se recostó a su lado tapándose a el y al menor con la sabana.
El alba llego, y la luz del sol naciente le dio de lleno en la cara a Shuichi, el cual intentando tapar la brillante luz, se dio media vuelta para seguir durmiendo, cuando casi lo lograba algo lo despertó, un maldito y gran dolor de cabeza, ¡claro!, algo tenia que haber quedado de la aventura de ayer, y la resaca no se hizo de esperar, además de todo se sentía raro, y no era para menos, miro sus piernas aun desnudas, tocándolas sintiendo aun el liquido viscoso entre sus piernas, se sonrojo, algo recordaba de la pasada noche, recuerdos vagos para ser mas sincero, lo primero que hizo fue bañarse, le gustaba la sensación de sentirse algo pegoteado por el semen de su amante pero el maldito dolor de cabeza no lo dejaba.
Intentaba recordar como fue que llego, había salido de fiesta con sus amigos, invito a Yuki pero este no quiso acompañarlo así que salio solo, la única solución que encontró fue que estaba ebrio como cuba y el rubio lo había ido a buscar pero, ¿como habían terminado teniendo sexo?, eso seria un eterno misterio.
Fue hacia la cocina donde en la mesa encontró un vaso con agua, dos aspirinas y una nota:
Baka: seguro que despertaste con resaca, con todo lo que bebiste ayer, tómate las aspirinas. Estoy ocupado trabajando ve TV, escribe, mira los pajaritos, me da lo mismo, pero no me molestes...
Eiri
Al final de todo su hipótesis fue correcta, después de todo eso, de que Eiri lo allá ido a buscar, se puede considerar un gesto cariñoso.Volvió a la habitación, cambio las sabanas por una limpias y se acostó a dormir.
Por su parte Yuki se encontraba en su estudio meditando, no tenia ganas de escribir, asi que había apagado al laptop y se encontraba recostado en el sillón con la cabeza hacia atrás, recordaba los sucesos de la pasada noche. Ésta era la cuestión:
La noche anterior Shuichi fue invitado por sus amigos a ir a una disco, claro que acepto de inmediato e invito a Yuki a ir con el, pero este negó alegando que tenia mucho trabajo por hacer, pero en realidad no quería ir solo por que el loco del conejo estaría con ellos, cada día pasaba y cada día lo soportaba menos, pero bueno, ya tenia otros planes también tenia ganas de divertirse, conocía la disco a la que irían, de hecho quedaba cerca del departamento donde vivía, asi que espero unos momentos después de que el pelirosa saliera y salio el también. Al llegar busco por todo el lugar a su amante hasta encontrarlo, pero claro que no se acercaría, solo vigilaría que el estúpido del conejo que tenia por amigo no se le acercara mas de lo aceptable, tomo, bailo, fumó y disfruto con mujeres de todo tipo, pero siempre vigilando a shuichi, puesto que por sobre todo no toleraba mucho el alcohol, pero al parecer ya había tomado mas de lo permitido, pero lo dejaría, después de todo estaba el hay para llevarlo a casa, paso un rato mas, diez minutos, treinta o tal ves una hora cuando Shuichi quedo solo Hiro y Fujisaki bailaban en la pista y Sakuma recién se había ido, Shuichi estaba ebrio aunque no lo aparentaba, pero lo concia bien, se despidió de sus compañeros de banda y se disponía a salir cuando fue interceptado por el rubio, vale decir que el pelirosa por cuan borracho estaba ni siquiera lo reconoció, Yuki no sabia si sentirse defraudado, pero luego comprendió que podía sacarle provecho a la situación, asi que engatusó a shuichi como si fuera un total desconocido, total a la mañana siguiente no recordaría nada, y asi sucedió lo que sucedió, bailaron, se besaron y terminaron acostándose.
El rubio salio del estudio, también se sentía algo cansado, no podía decir que no tenia resaca peo sabia manejarla mejor, el departamento estaba muy callado supuso que su amante estaría durmiendo luego de haberse bañado y asi era, Shuichi se encontraba boca arriba con el cabello aun húmedo sobre la almohada pero en fin que se le podía hacer. Así que con un suspiro resignado Eiri se quito la ropa quedando solo en interiores y se dispuso a dormir un rato mas con su amante, al fin y al cabo, era Domingo.
Fin *--*