LA BELLEZA DEL MUTISMO
Bien...me encuentro en un lugar realmente imponente, con edificaciones que tienen siglos de edad, lugar de misticismo y brutalidad, lugar que ha sido testigo de violencia, traiciones y muerte...pero también de nacimiento, libertad y devoción...
El Santuario ateniense es de los lugares mÁs impactantes de toda la historia humana y yo, soy afortunado por ser uno de su inquilinos, uno de los elegidos para proteger la onceava casa: Acuario...
Hace poco más de cuatro meses que estoy en éste lugar sagrado, pues mi entrenamiento se llevó a cabo en la inaccesible y gélida Siberia, el mejor lugar para entrenar a los caballeros de hielo.
Muchas veces me he preguntado el porque la energía de Acuario es tan distinta al de los demás caballeros dorados. El resto, maneja, ya sea fuerza bruta, como Tauro y Leo; o poderes místicos, como Aries y Virgo. Mientras nosotros, tenemos la capacidad de congelar todo a nuestro paso.
Será algo arrogante, pero en verdad me gusta ese poder. No es tan brutal para con el contrincante, ni tampoco requiere de manipular su mente o su alma. Considero que es una manera piadosa de morir...además, es hermoso...
Nadie más en la Orden puede hacer obras de arte en hielo con solo utilizar su cosmo, ni mucho menos conservarlas hasta el fin de los tiempos...
Una muerte elegante, le llamo, al morir en manos del caballero dorado de Acuario.
Si me escucharan decir eso mis compañeros, seguro me odiarían aún más. Y es que, a pesar de que somos camaradas, no podemos llevarnos bien. De hecho, soy el único con el que no mantienen ningún tipo de comunicación.
Cada vez que hay entrenamientos, yo estoy en la parte más alejada, mientras el resto platica o bromea, esperando que llegué su turno de pelear.
Incluso me han puesto apodos y por chismes de soldados, me he dado cuenta de que me consideran arrogante, antipático, egoísta, misógino, monótono, prepotente, impredecible...en resumen, ellos me detestan.
Aunque no pudo culparlos...supongo que si fuera una persona como ellos y viera a un mal nacido que no habla y se mantiene al margen de todos, yo también pensaría que es un perfecto pedante.
Me gustaría llevarme bien con ellos, pero es algo imposible. Lamentablemente no soy como ellos...no soy una persona normal.
A veces me pregunto, si me tratarían distinto si confieso la razón de mi "apatía"...
- Hola...-escucho una voz a mis espaldas. Es extraño que a ésta hora de la noche anden caballeros caminando entre las casas, generalmente usan los caminos subterráneos. Me volteo para ver a quien me ha saludado y veo que se trata del caballero de Escorpio, Milo.
He escuchado hablar de él. Es un chico muy famoso y tiene muchísimo carisma. Nunca deja de sonreír y bromear y mucho menos de hablar. Confieso que le tengo envidia, porque él puede expresarse libremente y lo mejor de todo, es que atrae la atención de los que le rodean...es increíble esa capacidad que posee...
Como es de esperarse, no respondo a su saludo...permanezco inmutable desde mi lugar: el primer escalón para entrar a mi templo.
Es gracioso, incluso hasta mi templo es totalmente distinto a los demás...¿acaso es esa nuestra esencia...la singularidad...?
- ¿Qué haces...?-me pregunta con una gran sonrisa. Increíble, irradia una seguridad impresionante y su rostro muestra una jovialidad nata...ahora entiendo porque tienes tanto carisma con las mujeres, casanova. Sé que tienes una fama de conquistador mejor que la del propio Don Juan...aunque, no creo que sea una conducta propia de un caballero ateniense
- ¿Puedo sentarme...?-me pregunta de nuevo, al ver que no respondo. Y para no perder la costumbre, no obtiene ni una palabra ni un gesto de mí. Así que toma mi silencio como un "sí" y se sienta a mi lado.
Eres extraño, Milo de Escorpio, porque desde que llegue, te has esmerado en arrancarme una palabra y a pesar de mi eterno mutismo e indiferencia, no te has dado por rendido y buscas cada pequeña oportunidad, para poner en práctica tu jovial personalidad y por fin, escuchar algo de mis labios...
¿Por qué lo haces? ¿Curiosidad o acaso, tratas de conquistarme? Si es la ultima opción, pierdes tu tiempo, casanova, porque seré una persona anormal, pero no estúpida...
Y si es la primera, pues también pierdes tu tiempo, pues no escondo nada interesante...ya deberías darte cuenta de que soy un aburrido que no tiene nada que te logre cautivarte...
Así que, ¿por qué lo haces? Me gustaría saberlo...
- ¿Por qué insistes...?
Puedo ver que te sorprende el saber que esa voz ha salido de mi garganta...
- ¡Así que sí sabes hablar!-respondes burlonamente. Demonios, eso me pasa por tratar de descubrir lo que no me incumbe.
Mi ceño se frunce totalmente, mostrándote que me molesto tu reacción...tú, dejas de sonreír y te pones serio...
- Lo lamento. No quise ofenderte...
No, jamás es su intención. Siempre hacen o dicen cosas que no son su intención... patrañas...ustedes si son concientes de sus actos, tú y tus amiguitos, saben que lo que comentan de mi puede llegar a molestarme...a herirme... pero no les importa, así que, ¿por qué debería importarme a mí, su opinión?...
Me levanto de mi lugar, dispuesto a dormir...dispuesto a olvidarme de tu descarada burla...
- ¡Oye, espera! ¡¿Qué no entiendes cuando bromeo?!
¿Así que era una broma...? Pues tienes una forma bastante excesiva de bromear, Milo de Escorpio...
¿Y sabes que...? Estoy dispuesto a decírtelo, pero no lo haré con palabras, porque puedo tartamudear y entonces, te reirás en mi cara de nuevo, por lo que lo haremos de otra manera más sencilla...por medio del cosmo...
"Te recuerdo, Milo de Escorpio, que no soy un amigo tuyo, como para entender tu humor. Por lo que te pido te dirijas a mí con el debido respeto..."
"Muy bien caballero. Así lo haré"
"Pues recuérdalo"
"¿Sabes? Pensé que era un tipo agradable, pero creo que los demás tienen razón, eres un francés engreído. "
"No deberías juzgar de esa manera a las personas. O es que, ¿eres frívolo?"
"Para nada. Siempre trato de ver algo bueno en los demás"
"¿Y que fue lo que viste en mí, Milo de Escorpio?"
"Miedo...pero, creo que me equivoque..."
Vaya...no me esperaba que pensarás que mi apatía era por culpa del miedo...creo que después de todo, si puedes ver mas allá de las apariencias...
Me agradas...has dado un paso muy importante...te has ganado mi confianza...
"Lamento haber reaccionado así. Siempre mantengo la guardia arriba"
"¿Por qué?"
"Porque debo hacerlo. Es mi manera de...protegerme..."
Es extraño...nunca antes había dicho lo que me ocurre con tanta facilidad....tienes un aura que inspira confianza y paz, Milo de Escorpio...
"¿De nosotros?"
"De todos lo que me rodean"
"No todos quieren lastimarte, Acuario"
"Te equivocas. Lo han hecho desde que era pequeño, ya sea conciente o inconscientemente..."
"Si no actuarás de esa manera tan distante, los demás podrían conocerte y saber como tratarte, para que no te hagan daño..."
"No puedo hacerlo, porque no soy como ustedes."
"De nuevo tu superioridad, Acuario"
"No, no es eso...es que...yo..."
Tal vez este cometiendo un error al confiarte mi secreto...tal vez, mi maestra me de una tremenda reprimenda si llega a enterarse...tal vez, me rechaces...pero, por ahora, tengo la seguridad de que no te reirás, Milo de Escorpio...
"...Yo, soy autista..."
"¿Eres sordo?"
"¿Qué...? Olvídalo. Que tengas buenas noches, Milo de Escorpio..."
Sin que me diga nada, me adentro en los aposentos privados de mi templo...
No puedo creer que no conozca lo que es el autismo...y dudo que los demás también lo comprendan.
¿Será por eso, que me tratan de esa forma? ¿Por qué ignoran mi enfermedad...?
Parece algo lógico...pero cuando Milo de Escorpio se ponga a investigar y conozca mi discapacidad, no se acercara de nuevo a mí...así como todo el mundo lo hace...
La gente no está tranquila cuando tiene a su lado a un incapacitado...