Miénteme di que me amas (Carta de Shiryu a Aioria)
Querido Aioria:
Necesito escucharlo de tus labios. Te he visto tantas veces pavonearte, caballero de Leo con tu armadura de oro y tu postura elegante. Tu cabello castaño desordenado y tus bellas orbes azules que remontan al cielo más brillante.
Hoy te lo suplico. Jamás te dije nada pero no puedo soportarlo más.
Es la necesidad absoluta de tenerte que conmueven las fibras más íntimas de mi ser.
La misma que tienen los amantes que se desean hasta morir y mueren por amor.
Aquella pasión que los hace soportar lo insoportable hasta encontrarse y perecer en los brazos del otro.
Te amo tanto y no se como llegar a tu corazón de piedra. Cómo hacer para socavar sus paredes y abrazar su interior. Para que lata y me entregue su calor. Creo que es una ardua tarea titánica. Entonces me armaré para la lucha porque pienso seguir adelante contra viento y marea. Capearé todas las tempestades. Seré capitán de tormenta en la mar bravía. El mejor gladiador de todos. Pues tu corazón vale la pena porque no hay dolor que valga más sentir que el que produce el poder amar.
Y hoy necesito que me mientas. Quiero escuchar de tus bellos labios las mejores palabras aquellas que sean capaces de lograr que valla a la muerte por ti.
Que me enfrente a todos los dioses y a sus caballeros.
Te pido solamente dos palabras que significan mucho más.
Las mismas que los juglares viven cantando al sufrimiento sublime de sus desvelos.
Las que coronan la cima nevada del sueño de los soñadores.
Ya se es una carta extraña casi una prosa poética pero me nace de ese sentimiento gentil que siento tan hondo por ti y si supieras lo que es despertarse cada mañana pensando en ti.
Y durante el día que pasa lento tanto como lo hace el frío invernal hasta llegar a primavera. Ese mismo frío que me cala hasta los huesos al no tenerte a mi lado. Y en la noche es peor porque el brillo de las estrellas me habla de ti sobre todo aquella estrella azul que simula la brillante luz de tus bellas orbes.
No tienes idea de lo que produce pensar en ti en mis noches solitarias. Si te tuviera te retorcerías de placer bajo mi cuerpo. Torturaría con caricias cada palmo de tu bella piel hasta sentirte y que me sientas que soy tuyo y tu eres mío. No dejaría ningún espacio de tu cuerpo sin la marca de mis besos. Pero se que no existo para ti eso son sólo sueños de mis noches solitarias de amor.
Shiryu
P.D.: Muero por escuchar que me digas “Te amo”.
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Al terminar de escribir la carta Shiryu no pudo más que dejar caer las lágrimas que había contenido durante tanto tiempo. Guardó esta en un sobre y con bella caligrafía escribió el nombre de su amor en ella.
Luego vistió su armadura. Salió pasando por el templo de su Caballero... dejándola en la puerta del mismo... sin mirar a atrás partió sabiendo que no tendría respuesta.... pero al menos pudo dejar plasmado todo su sentir en ella...
Los últimos rayos del atardecer lo bañaron de oro... desapareciendo con las sombras de la noche....
Yami no Deshite