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Calor de Verano por Algodon_

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Notas del fanfic:

Titulo: Calor de Verano
Autor: Algodón de Azúcar
Fandom: Naruto
Pareja: Uchiha Itachi x Deidara
Notas: Escrito para 30vicios
Vicio: #8- Calor

Sus pasos estaban siendo entre apresurados y lentos, justamente al ritmo que quería llevar mientras se internaba en esa espeso bosque tan frondoso que parecía más una selva que otra cosa, estaban muy estrechamente pegados los árboles, sin contar con la fastidiosa humedad que destilaban estos logrando que el calor veraniego se intensificara de una manera molesta.

Frunció su ceño mientras que sorteaba algunos troncos levantados sobre el piso... era humillante tener que ir caminando de esta manera cuando podría hacer una hermosa ave gigantesca con su preciada arcilla para volar ese bosque estúpido, o como un buen ninja que era, podría ir saltando de rama en rama para llegar más rápido y no quedar tan patéticamente retrasado caminando como damisela.

Pero eran ordenes del líder, tenían que entrar al país del agua con sumo cuidado ya que a pesar de que en este país estaba su territorio, seguían siendo mercenarios sumamente peligrosos y ninjas exiliados y buscados de Rango S, por lo tanto debían ser sigilosos y no llamar la atención de manera estúpida.

¡Que se vaya a la mierda el Líder!

Y lo peor de todo era... era... era que estaba ahí, caminando con alguien que era más callado que el propio Sasori cuando refulgaba en sus mejores días de ignorarlo olímpicamente.

Ni siquiera se giraba a mirarlo, simplemente caminaba con suma suavidad por todas esas ramas y no parecía afectado ni por el maldito calor que estaba casi asando a Deidara.

El rubio volvió a fruncir el ceño de manera molesta para después bufar ofendido, era literalmente un viaje solo ya que dudaba que su maldito acompañante hiciera el menor caso a cualquier cosa que dijera el rubio y decidió imaginar que iba solo.

Por primeras cuentas, iba bien, tranquilo y hasta cierto punto estaba tolerando esa maldita manía del Líder de entrar de esa manera al país del Agua cuando su territorio era aquel bosque. Era estúpido y recordó una cabecita naranjada muy parlanchina a su parecer pero que a pesar de todo, cuando tenían que entrar en la zona de esa forma gracias a la paranoia de su Líder, el siempre hacia cualquier comentario para distraer al rubio.

Por primera vez en mucho tiempo, extrañó a Tobi.

Cerró los ojos deteniéndose un momento, apoyando su mano en el tronco de un árbol suspirando profundamente ¿Tan desesperante era la compañía de este pedazo de témpano que traía de compañero en estos momentos?.

Bajó la cabeza de manera derrotada para retomar su camino una vez más y al voltear a ver a su compañero, notó que no le hacía el mínimo caso, ¡Era desesperante!

Caminaron otro rato así hasta que Deidara se detuvo una vez más, el calor estaba asfixiándolo, ¡¡¿Quién en su sano juicio se le ocurre caminar como si nada en medio de un bosque tropical en medio verano con capas de color negro que cubren prácticamente todo el cuerpo?!!

Ah si... a su maldito Líder paranoico.

Aun sin hacer gran caso a su compañero de viaje, se llevó ambas manos hacia la capa para desabrocharla un poco de la parte superior y dejar su cuello expuesto comenzando a soplarse con una mano mientras bufaba molesto. Lo que más detestaba era el calor.

-Maldito calor, hum... –dijo mientras que seguía abanicándose con la mano intentando bajar la temperatura de su rostro que gracias a que era muy pálido y también a las altas temperaturas del ambiente, sus mejillas se habían coloreado muy apenas y su piel estaba bastante caliente.

No se dio cuenta de que a lo lejos, su acompañante había posado sus ojos sobre él mientras se detenía unos árboles más adelante, contemplando la visión que le daba el otro con atención, como las mejillas del rubio estaban acaloradas, sus ojos cerrados, su cuello expuesto y la capa semi abierta.

Un brillo singular apareció en esos ojos negros, en ese momento se acercó hacia el rubio a paso tranquilo, sorteando las raíces que le separaban de esa tentación, Deidara al percatarse de su cercanía, le miró con advertencia que no se acercara más el azabache por supuesto que no hizo caso.

-Itachi-san... ¿sucede algo? –preguntó con el claro tono de “Aléjate bastardo”

En ese momento, las orbes azules de Deidara creyeron ver algo que nunca en su vida podrían haber deseado ver, una sonrisa en los labios de Itachi, y es que el verlo sonreír era la clara muestra de que algo no muy bueno se le estaba pasando por la cabeza maquiavélica y cruel de su compañero.

De nuevo extrañamente, comenzó a añorar la presencia de Tobi.

Tragó en seco mientras se hacía atrás de manera casi inconsciente, olvidándose por un momento del calor que le había atacado ahora sintiéndose algo sofocado por esa presencia tan imponente que estaba cada vez más cerca de él.

¡Maldita sea la hora en que su líder decidió decidir que ellos dos iban a ir a hacer una misión juntos!

Cuando sintió al azabache en la misma raíz que él, se estremeció completamente para recargarse a si mismo contra el tronco del árbol, su cuerpo se estremeció al notar que a pesar de que sus ojos estaban naturalmente en un color negro intenso, eran igualmente de penetrantes y peligrosos. ¿Quién le daba la seguridad de que aún sin activar el Sharingan, pudiera mandarlo a un mundo de Ilusiones?.

Apretó los ojos ante aquella pregunta intentando esconder sus orbes azules antes de que el pelinegro se hiciera de su conciencia y en ese instante sintió el aliento de alguien tan cerca de él.

Abrió los ojos enormemente cuando una mano se apoderó de sus muñecas para inmovilizarlas, aquellos ojos negros estaban tan cerca, esa boca respirando tan cerca de la suya y los colores se le subieron al rostro.

Ahora viéndolo de cerca, Itachi no estaba nada mal....

¡¡¿Pero que demonios estaba pensando?!!

Intentó apartar la mirada pero una mano le tomó fuertemente del rostro para que no se girara, los ojos de Itachi se volvieron rojos peligrosos, Deidara comenzó a temblar ante el acto, Itachi amplió su sonrisa al sentir el temblor involuntario del otro, no sabiendo perfectamente si era por nerviosismo, miedo o quizá furia y desesperación.

Aún no le importó en demasía ya que el brillo en los ojos de Deidara le hicieron seguir.

-¿Tienes calor... Deidara? –preguntó en su oído de una manera tan insinuante que Deidara se volvió a estremecer sin querer responder.

A pesar de todo, su mente quería resistirse ante ese endemoniado ojirojo que tenía enfrente que le estaba inmovilizando y casi acorralando contra el tronco del árbol, pero que decir que el aroma del cabello de Itachi llegaba a su nariz gracias a la cercanía. Era un olor indescriptiblemente placentero, relajante y a la vez sensual, a la vez atrayente, a la vez mortal.

Cerró los ojos mientras sentía como el pelinegro clavaba su rostro en su cuello para comenzar a rozar con sus delicados labios aquella zona, la sensación era placentera y debía admitir que su calor corporal estaba aumentando un poco más haciéndose placentero.

De alguna manera que no se enteró como, sus capas estaban sirviendo como sabanas en ese momento debajo de sus cuerpos que yacían ya desnudos entre la maleza del bosque, por primera vez en toda las veces que había entrado en aquella frondosidad, jamás había agradecido tanto la espesura de este bosque que ahora estaba cubriendo una de las mil maravillas del mundo.

Ambos cuerpos desnudos sumergidos en una danza placentera, coreada por gemidos, jadeos y gruñidos de placer y excitación, algunos de dolor e incomodidad que terminaron siendo gritos amortiguados por besos o por mordidas.

¿Qué era lo que el ojirojo realmente quería de él?.

No le bastó con humillar su arte aquel día.

No le bastó con hacerle pagar su derrota y unirse a Akatsuki desde entonces.

Tampoco le bastó con rechazar su propuesta de ser compañeros de equipo ya que era lo menos que podía hacer.

Mucho menos le importaba si el rubio sentía un odio profundo por su ser y le repudiara a tal grado.

En ese momento estaba enterrado dentro de su ser poseyéndolo de la manera más intima posible, haciéndose de su alma, su cuerpo, su mente y todo lo que implicaba ser él, Itachi se estaba volviendo su dueño desde el momento que le miró aquella vez y jamás se había dado cuenta.

Cuando ambos llegaron a la cima del placer, gritando descaradamente el anuncio de su culminación, Itachi se dejó caer algo agotado sobre el pecho del rubio que no hizo amago de abrazarlo ni tampoco de apartarlo, sus ojos azules estaban clavados en la maleza del bosque y los pocos rayos de luz que se atrevían a profanar aquella escena.

En ese momento le asaltó una idea.

-¿Por qué...? –susurró un poco sin mirara a Itachi.

El azabache apenas si levantó su mirada para observar el semblante perdido del rubio y sonrió nuevamente con esa petulancia y arrogancia que le daba un aire tan peligrosamente salvaje, sensual que dejaba congelado a cualquiera.

-... por que cuando un Uchiha desea algo... automáticamente pasa a ser de su propiedad... –los ojos de Deidara se clavaron en, los ahora, negros ojos de Itachi- Y tu me perteneces por derecho... –

No replicó, tampoco reclamó aquella proclamación de su ser, el mismo sabía que era verdad, desde que los ojos de Itachi le atraparon la primera vez, le perteneció y se odió a si mismo y con una sonrisa se dio cuenta de algo.

No odiaba al Sharingan, mucho menos a Itachi... se odiaba a si mismo por haberse dejado poseer con una simple mirada.

Pero viéndole el lado amable de esa situación, aún desnudo con el cuerpo de Itachi sobre de él y la capa de él mismo cubriéndolos a ambos, hacía que el calor de ese verano y ese bosque fuese más soportable, fuese más fresco y agradable.

Sonrió cerrando los ojos.
Notas finales: ¡¡Me lleva!! *se da de topes contra la pared*

Me ha llevado semanas escribir algo realmente conciso para este vicio de ItaDei y es que cada que pensaba en estos dos y pensaba en la palabra de este vicio “Calor” se me venían a la cabeza tanto Itachi como Deidara demasiado fuera de carácter y eso me enfurecía, es que detesto que mis personajes vayan muy fuera de su carácter a pesar de que maneje algo tan delicado como los sentimientos –o-.

Así que ustedes disculpen que me haya tardado tanto, no fue mi intención de dejarles sin el vio de estos dos ;_;, es culpa de mi mente loca que se ha estado metiendo en el OCC de estos dos y no puedo permitírmelo, ambos son tan perfectos como son como para que de repente se me salgan del carácter de una forma tan debrayadora que hasta traumaría...

He leído fics donde Itachi está algo... “transtornado” u_ú, demasiado fuera de la realidad pero no está tan mal ya que divierte de alguna manera, pero yo no me atrevería a hacer algo así (no me salen los fics de humor XD~), en fin, ya me dejo de estas locuras.

Nos vemos *o*.

PD: Para los que leen Destino, Regresión y Aférrate ya vienen actualizaciones, de hecho ando trabajando para el tercer capitulo de Regresión y el segundo de Aférrate.

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