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Hola... por Alt3moTions

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Notas del capitulo: Tom ya no puede ser el mismo, no despues de que su hermano gemelo le confesara aquello...

Bill despertó un poco después del medio día, no había podido dormir mucho, aun modorro se sentó en la mesa en donde estaban Georg y Gustav jugando cartas, ambos lo miraron, sin dejar de poner atención en sus cartas.

 

-Te has despertado algo tarde—Le dijo Gustav, poniendo un poco mas de dinero en el centro de la mesa, el menor de los gemelos bostezo, y rasco su cabeza entre el cabello enredado

 

–Lo siento, estaba demasiado cansado—

 

-Tom salio, dijo que regresara quizás hasta la madrugada—Georg hablo, mirando con algo de decepción sus cartas, con lo que Gustav sonrió. El pelinegro mientras ellos seguían su juego, se hacia preguntas incesantes sobre que estaría pensando su mayor en ese momento, sobre lo ocurrido la noche pasada y la confesión de quien le había inspirado a hacer la canción.

 

-Ya veo—Bill se levanto, tomo una hamburguesa que habían guardado los chicos quizás ayer, la metió en el microondas, espero unos segundos a que se calentara. Sin darse cuenta, que de sus ojos empezaron a salir lágrimas, se fijo en esto cuando justamente Georg le pregunto:

 

-¿Pasa algo Bill?—Con las yemas de sus dedos, Bill borro las lagrimas de sus mejillas y sonrió de la mejor manera que pudo

 

–No es nada, mis ojos no se han acostumbrado a la luz—Gustav lo miro por unos instantes y siguieron jugando.

 

Bill se comió rápidamente la hamburguesa, distrayéndose al ver como Georg perdía ante Gustav –Bill, ¿podría preguntarte algo?—Dijo Georg, lamentándose por el dinero perdido.

 

-Claro—Le contesto Bill, dejando a un lado el vaso del que a penas iba a beber

 

 –Ayer Tom salio algo raro… después de estar contigo—

 

-¿Raro?—Pregunto el menor de los gemelos

 

–Si, se quedo unos minutos con nosotros dando vueltas como si fuera un león enjaulado, después se sentó. No se quedaba en ningún lugar quieto más que unos instantes. Luego iba a pararse enfrente de tu puerta, después se fue a su habitación, pero salía muchas veces—Dijo Gustav

 

-¿Cómo saben que era él?—

 

-Georg y yo nos quedamos en la misma habitación, estábamos platicando muy a gusto, y pues, tu estabas dormido, supusimos que era él—Dijo Gustav

 

El par de ojos de Bill a pesar de estar mirando en dirección a sus amigos, no miraban nada, su mente estaba siendo invadida por miles de sus inseguridades, y todas le gritaban que, ya nada seria igual entre ellos “Soy un estupido” se decía a si mismo.

 

En otro lugar de aquella ciudad, Tom caminaba para dar calma a sus pensamientos, encontrar la forma de acallar las ganas de tantas cosas al mirar a su hermano, cuando sucedió lo de anoche, pensó que solo seria uno de sus juegos, quizás su gemelo ya tenia ganas de “algo”, Tom se detuvo al pasar frente a una tienda en donde se encontraba un enorme póster con la figura de su hermano menor.  Se le quedo mirando por quien sabe cuanto rato, no pudiendo evitar esas sensaciones en su estomago, se regaño a si mismo, tomo su celular, buscando el teléfono de la única persona que pudiera darle algún tipo de consejo, no podía ser a Andreas, él ya tenia sus propios problemas debido al rechazo por parte de Bill no hace mucho, ante la confesión de amor de su mejor amigo.

 

-¿Mamá? ¿Tienes tiempo?—Tom camino al lugar mas solitario de esa ciudad, suspirando, esa platica entre su madre y el seria algo larga.

 

Los demás integrantes de la banda, aun seguían en el hotel, no teniendo muchas ganas de salir a algún lugar, ayer habían estado con mucha gente solo querían descansar, Bill estaba en la mesa a las afueras de la cocina, dibujando algunas cosas, unos diseños que habían salido de su mente, era la única forma que tenia para no enloquecer torturándose con miles de preguntas respecto a su hermano y a lo que sucedería a partir de ahora.

 

-Tom ese maldito, de seguro que se fue a una fiesta y no nos ha invitado—Se quejo Georg desde el suelo, en donde se había sentado para mirar unos videos de accidentes de autos.

 

-Será porque le avergüenza llevarte—Gustav le comento, riéndose después de la cara de falso enojo de parte del castaño

 

–El que debería avergonzarse, soy yo, con ustedes haciendo sus tonterías, no han madurado como yo—Presumió el castaño, obteniendo exclamaciones por parte de los otros dos chicos.

 

-La edad no tiene nada que ver, tú aun tienes cerebro de niño mimado—Le dijo Gustav, enredado su cabello, Georg estaba por hacer lo mismo con él, pero sonrió con malicia, levantándose.

 

–Tu batería sufrirá mi venganza ñajaja—El castaño corrió hasta la donde el guardo su tan preciado instrumento, Gustav fue tras de él.

 

Bill sonrió al mirarlos, pero de la misma manera que la sonrisa se poso en su cara, se borro. No tenia ni idea de donde estaba Tom, le había llamado a su celular en más de una ocasión, pero siempre se escuchaba el tono de ocupado.

 

La punta de su lápiz se había roto, busco aquel sacapuntas pero no lo hallaba, se levanto para buscar en su estuche, pero de este solo cayeron hojas, miro las hojas en el piso con fastidio, se agacho para recogerlas, encontrando entre ellas varias fotos con su hermano.

 

“¡Lo había olvidado!” Pensó el pelinegro, él mismo había escondido esas fotos ahí, para que su  hermano no las perdiera por la vergüenza que le daba con los chicos el que se miraran como eran de mucho mas pequeños.

 

“Nos peleábamos demasiado, pero igual nos manteníamos unidos, mucho mas que ahora, o quizás de otra forma que todos podían observar con facilidad” El se sentó en la silla para mirar con más detenimiento esos momentos congelados en papel, pasando las yemas de sus dedos en el rostro de Tom, en esa foto donde salían abrazados, en su octavo cumpleaños.

 

Tom no le abrazaba muy seguido, él era siempre el que le abrazaba sin avisarle, ya que si lo hacia, huía de sus cercanías. Pero ya cuando Bill lo tenía entre sus brazos, este le correspondía el abrazo con mucha intensidad. También encontró otra, en donde Tom lo había cargado, cuando ambos ya tenían once años, esa foto se las había tomado su madre, ella se encontraba afueras de su jardín, había entrado a un concurso sobre quien tendría el jardín mas hermoso, salio para mandar aquellas fotos, el menor de los gemelos se había torcido un tobillo al intentar practicar para un examen de condición física, Tom le propuso ayudarle, pero este se negó, diciéndole “No soy un inútil Tom, yo puedo hacerlo”.

 

Tom a pesar de que Bill le advirtió que no le siguiera, fue, ahí estaba observándolo, Bill se dio cuenta pero le ignoro, no quería pelear otra vez, pero al intentar dar el salto de longitud, por evitar caer en donde había  muchas piedras filosas, interpuso su pie para desviar su cuerpo, lastimándose su tobillo.

 

Su hermano mayor fue a su lado --Ves, te dije que te lastimarías—Bill no pudo evitar llorar, no de dolor, era de coraje

 

 – ¡Cállate! ¿Tienes que echarme en cara siempre que yo soy el débil de los dos?—Tom le tomo entre sus brazos, aunque Bill se moviera con violencia para que le soltara

 

– ¡Estate quieto!—Le ordeno su gemelo  –No te lo dije por eso, solo… es solo que, no quiero que te lastimes, porque a mi me duele mucho mas que lo hagas—Bill le miro, dejando de hacer su berrinche

 

–Tom… entonces, ¿yo te preocupo?... no tienes porque, no soy frágil—

 

-No es eso… solo que, tengo la necesidad de protegerte, ¿entiendes?—El pelinegro se quedo callado –Por fin te callas tonto, espero te mantengas así hasta que lleguemos a casa—

 

-Yo puedo caminar—Se defendió Bill

 

–Deja de decir tonterías, solo te lastimaras mas—Bill no replico más. Ya estando por llegar a casa, su madre les vio, se le hizo muy conmovedora la escena y les tomo aquella foto.

 

Tantos eran los hermosos recuerdos que tenia junto a su hermano, aunque había ocasiones en las que se odiaran mucho mas de lo que se querían por instantes, eso se esfumaba rápidamente, dejando solamente ese gran amor que se tenían uno por el otro.

 

De parte de Bill ese amor había tomado una fuerza mayor, no sabia si de parte de Tom sucedió lo mismo, y él temía tanto la respuesta, tenia miedo de comenzar o terminar algo con su otra mitad.

 

Si le rechazaba, se distanciaría alguno de los dos, en cambio si le era correspondido, tendrían mil problemas más, y si lo suyo por alguna razón terminara, porque Bill sabia que en ocasiones el amor era así, jamás serian los mismos.

 

Bill observo con mas detenimiento una de las fotos que se habían sacado ellos mismos en su alcoba, cuando Tom le había besado en la mejilla, justo en ese momento en Bill las cosas empezaron a hacerse un poco complicadas en su cabeza.

 

En otro lugar, Tom se encontraba balanceándose en un columpio.

 

Su madre le había ayudado muchísimo, pero no se sentía aun con el suficiente valor de ir hasta donde su hermano. Saco ese papel arrugado, con esas letras apenas tangibles, un  gran “adiós” estaba escrito en el centro superior de este. Suspiro, no sabia como Bill se las ingeniaba para escribir lo que escribía, ambos se ayudaban al hacer las letras de las canciones, pero Tom no había hecho alguna por cuenta propia.

 

El consejo de su progenitora le hizo decidir aquello, era la despedida entre su hermano y él, miro con detenimiento a los niños que jugaban alegremente en ese parque, sin darse cuenta de la mirada castaña fija en ellos, trayendo con melancolía muchos recuerdos con Bill, su compañero de juegos perfecto.

 

Puso los audífonos de su celular en sus oídos, apretando el botón para que la melodía de una guitarra retumbara en su mente.

 

Dulcemente iba recordando cada uno de los días junto a Bill, no podía dejar desaparecer tales cosas.  Cuando las notas dejaron de escucharse, Tom abrió sus ojos, dándose cuenta que el atardecer no tardaría en llegar, miro su celular, ya casi se quedaría sin batería, llamo al celular de su gemelo, esperaba que la carga de ese aparato durara lo suficiente.

 

El tono del celular de Bill se empezó a escuchar, Bill estaba distraído mirando aun las fotos, hasta que se dio cuenta del sonido, quizás no seria nadie importante, por su cabeza paso la idea de dejar que siguiera sonando hasta que se silenciara, pero algo le hizo buscarlo con desesperación al segundo siguiente.

 

Al fin lo encontró.

 

-¿Hallo?-

 

-Bill… ven al parque en el centro, necesito decirte algo…-- Se corto la llamada después de esa breve oración, no necesitaba que le dijeran quien había llamado, esa voz, era la de su hermano mayor, tomo un suéter negro, el frió se haría presente pronto, el sol ya se había ocultado por completo detrás de los relieves de esos cerros y montañas.

 

-¿Quién ha sido Bill?—Pregunto Georg, cuando el pelinegro estaba a punto de salir por la puerta

 

-No me esperen…-- Escucho que sus dos amigos le preguntaban mas, pero ahora había otro asunto con mucha mas importancia. Con paso acelerado Bill llego hasta la entrada de aquel parque en el centro de la ciudad, era un poco grande ¿en que lugar se encontraría Tom?

 

Entre los árboles, con sus ojos castaños, buscaba la silueta de su hermana, deseaba hallarlo, en donde quiera que el estuviera. En ese lugar, Bill dio inicio a un tarareo, de la canción que era de ambos.

 

Su único deseo era encantarlo, mirarle de nuevo, no había pasado ni un día sin mirarle y ya sentía la necesidad de que sus ojos se deleitaran en admirarlo.  Le estaba surgiendo un miedo ante esa oscuridad del parque, recordó que su hermano y el siempre iban al lugar de juegos, “Este es mi lugar preferido de aventuras” decía su hermano mayor, Bill sonrió al recordar las palabras exactas de Tom, y busco algún letrero que le dijera donde estaba ese lugar.

 

Estaba casi seguro que Tom se encontraría ahí, y de sus labios salía esa canción…

 

-…En mi interior, empieza a hacer frió ¿Cuánto tiempo podremos estar aquí juntos? Quédate aquí… las sombras quieren cogerme, si nos vamos, vamos solo los dos, tú eres todo lo que soy...  todo lo que fluye por mis venas, siempre nos apoyaremos, el uno al otro, no importa donde vayamos, no importa la profundidad… No quiero estar solo, quedémonos juntos, en la noche…algún día llegara el momento, quedémonos juntos, en la noche…--

 

 

Justo en esa parte de la canción encontró a su hermano, que igual que el tarareaba la canción y continuo en la parque que su hermano menor había quedado.

 

-Yo oigo… cuando gritas silenciosamente, yo respiro cada respiración tuya, incluso si… el destino nos separa, no importa lo que venga después lo compartiremos, no quiero estar aquí solo, quedémonos juntos, en la noche… algún día llegara el momento, quedémonos juntos, en la noche…---

 

Bill sonrió y siguió con la canción – En la noche, algún día… en la noche, algún día, solo contigo, juntos, sujétame, sino de otro modo estaré colgado solo en la noche…Llévame contigo y abrázame, de otro modo estaré colgado solo en la noche--Tom se levanto de ese columpio y acabo la canción.

 

--No quiero estar aquí solo, quedémonos juntos, en la noche, algún día llegara el momento, quedémonos juntos, en la noche… tú eres todo lo que soy y todo lo que fluye por mis venas…--

 

Se quedaron un momento en ese cómodo silencio –Cantas horrible- Dijo al fin su hermano menor, este saco un quejido de su boca, y volvió al columpio

 

-Te has tardado- Dijo al fin el mayor, Bill se sentó en el columpio que se encontraba en un costado del que estaba sentado su gemelo.

 

-¿Desde cuando estas aquí?—Tom comenzó a balancearse con ayuda de sus pies, evadiendo aquella pregunta

 

-Hable con mamá… sobre ti, y sobre mi—A Bill no le gustaba la manera en lo que su hermano le decía aquello, y se balanceó también en ese columpio

 

-Sobre… ¿la canción?—Tom asintió, y le miro.

 

-Le he contado… sobre lo que decía—Bill se quedo quieto en ese columpio, no imaginando lo que su tan querida madre pensaría sobre él, al saber su secreto.

 

-No te preocupes Bill… ella no ha dicho nada malo, solo se sorprendió—

 

-Me imagino…-- El pelinegro dio comienzo nuevamente a su movimiento – El enterarse que uno de sus hijos ama a su propio hermano, seguro causa eso—

 

Tom sonrió –Por eso no… dijo que se sorprendía, de que te lo hubieras guardado tanto tiempo, ella ya lo sabia—

 

-¿Qué? Eso… no es posible—Bill se había puesto pálido, Tom seguía moviéndose de adelante hacia atrás.

 

-Ella te conoce mucho Bill, lo sospechaba desde que éramos pequeños, trato de evitarlo, pero supo que era algo fuera de su control—

 

-Pero… ¿tu que piensas Tom?—El mencionado saco de su bolsillo ese papel maltratado.

 

-Yo… no soy bueno para escribir como tú, por eso solo te hice una carta, puedes leerla, o quieres que yo la lea para ti…-- Tom acerco la carta a Bill, su hermano menor le miro con decisión.

 

-Léela, por favor—Tom detuvo por completo su moviendo, se levanto para quedar frente a Bill, él se iba a poner de pie, pero con su mano, Tom le detuvo.

 

-Quédate ahí…-- Bill le obedeció.

 

-El Adiós… mi dulce amigo, blanco y con una sombra. Dueño tengo que confesar, de mi primer verdadero suspiro, y quizás… descubrí, también dueño de mis copiosas lágrimas. De una manera u otra, tus días fueron enlutados, ¿ha muerto la quimera que nos unía? Interrogo a la profunda noche, esta será la despedida, mientras esas vagas nubes van y  vienen, como mis recuerdos—Tom se detuvo unos instantes para mirar a su hermano, que tomaba con fuerza con ambas manos, las cadenas que sostenían ese columpio.

 

-Esta es la despedida de mi alma a la tuya, deshaciendo esa conexión entre ambos, ya no teniéndonos más uno al otro. La paz que tantas veces sentí en tu interior, se fundió con un dolor, que aun hace poco, me era desconocido. En esta noche, esta noche tan fría. Convídame de tu pena, que nos cubra la luna llena. Este es el adiós Bill, ya no eres para mi, mi hermano…-- Bill iba a pararse para salir corriendo pero Tom le detuvo

 

-No he terminado… quédate unos momentos mas, ya luego… decidirás si marcharte—Bill deteniendo su dolor, espero escuchar hasta el final, aunque se imaginaba que ya eso era el final definitivo.

 

-Porque… desde este momento, te confieso… te cuestiono, ¿imaginas siquiera la amargura que sentiría sin tenerte en mi vida? Esta para mi cerrado el conseguir el viento, si no es el que sale de tus pulmones, y no tengo mas lluvia si no es la que moja tu negro cabello, me estaría prohibido si fueras mi hermano oír los latidos con tanta emoción como lo hago, dolor y clemencia.  Es tu ausencia la formula de mi existencia, es tu presencia la respuesta a la vida— Bill no comprendía lo que Tom le daba a entender con esa carta.

 

-Siendo tu hermano, tu gemelo, me estaría prohibido cuando te fatigar, alzarte entre mis brazos, levantando a la vez, todas mis ilusiones, otro fantasma de mi interior. Despertaras en mi, mañanas grises, dirás las letras de mi nombre desvaneciéndolas como tu puño al abrirlo. Me estas prohibido tu, soy un fracaso confesando mis sentimientos, siento perderme, por eso esta es una despedida para ti hermano, para ti mi gemelo, olvidándome de que eres mi hermano… y viéndote solo como el dueño de todo mi ser… tengo que confesar, de una manera... muy poco romántica, y mas de una forma pesimista, que correspondo a tu corazón, dame lagrimas hermano, quiero llorar, siento tantas ganas de llorar, por ser yo el causante de tu pena, mis ojos están tan secos pero mi sufrimiento esta fresco.  No puedo escribir mas palabras… para mi son solo humo y cenizas… mejor te demostrare, que es un adiós a mi gemelo, y un hola… al Bill que siempre añore—

 

Tom con paso seguro, se puso delante de Bill, poniendo sus manos sobre las de su gemelo, que aun sostenían con fuerza las cadenas, se inclino para besar sus labios, dejándose llevar, se dieron ese beso, que sellaba su despedida nocturna, Bill podía intentar olvidar el hecho de que eran de la misma sangre en los momentos, en que cerraba sus ojos al besarlo, solo probando la esencia de quien amaba, olvidándose de que era quien había nacido con él, teniendo claro que solo quería cada día para disfrutar su vida a su lado, y que la muerte fuera con su hermano a su lado.  Aunque su conciencia le torturase, no importaba, su corazón ya estaba hecho uno con el de su ya amante.

                      
Notas finales: ¿Qué tal estuvo? si ya se, hubiera puesto lemon u.u!!! pero sean comprensivos ;_; ando con una depre que me esta aplastando (de hecho se me hace raro cuando me siento bien x.x) en fin, ya veran en mi nueva historia de los gemelos, me desquitare de toda esta tristeza....BUAHAHAHAHA! n.n grax por leer ¬¬ y sigan con la TWINCEST LAW! n.n grax grax!

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