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Hasta que Voldemort nos separe por Aeriel

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Notas del fanfic:

¡Hola! ¡Hoy es mi cumpleaños y por eso voy a publicar unos cuantos oneshots (entre ellos, éste) y unos drabble! ^^

Estoy muy contenta, así que,...

¡Dejadme comentarios, ¿vale?! ^O^

Besitos*

 

PD: Los personajes que aparecen en este escrito son propiedad de su autora, J.K.Rowling, y distribuidores. ¡La loca trama es tooooooda mía! ;)

Notas del capitulo: Yaaaaaaaaay, ¡a disfrutar con la lectura se ha dicho! ^^
- Fanfic Harry Potter -

- Fanfic Harry Potter -

Pareja:

HP/¿? (muy pronto la sabréis)

Tipos de letras:

- Normal: Narración y conversación.

- Negrita: Nombramiento del Flashback.

- Negrita y Subrayado: Alusión al título.

 

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Hasta que Voldemort nos separe

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— Espero que sepas lo que haces, compañero.

— Pues claro que lo sé - dijo, mientras se atusaba su alborotado pelo -. No tienes que preocuparte por nada, Ron. Eso está perfectamente controlado. ¿Ves?

— ¡No me refería a tu pelo, Harry! - exclamó el pelirrojo -. Lo que quise decir es... bueno, que... ¡¿cómo demonios llegaste hasta aquí?!

— En coche, Ron - respondió el gryffindor -. Verás, de primeras me costó tiempo decidir qué pierna meter en primer lugar. Tal vez si metía la izquierda me daría mala suerte, por lo que me armé de valor y metí la derecha. Y luego fue coser y cantar. Ya sabes. Metí la llave en el contacto, moví la palanca de cambios y el volante, pisé el freno, el acelerador,... Y el resto es historia. Realmente, Ron, es algo que deberías probar por ti mismo. Es una experiencia única, te lo digo yo.

— ¡Hablo en serio, Harry! - saltó su amigo -. ¡¿Por qué te vas a casar con el maldito hurón?!

— No espero que lo entiendas, pero Draco no es malo - se explicó el moreno -. En éste medio año que hemos estado saliendo me ha demostrado que tiene sentimientos, como tú y como yo. Me ha tratado bien y, además, no os ha insultado ni a Hermione ni a ti en todo éste tiempo. Eso ya es algo, ¿no?

— Pero... ¡seis meses es muy poco tiempo! ¡Esta boda es muy repetina!

— Puede ser, pero nos queremos, Ron, y vamos a hacerlo oficial - dijo Harry -. Disfrutaremos de nuestra vida en común hasta que Voldemort nos separe. Pero créeme cuando te digo que eso jamás ocurrirá. Soy ‘El Salvador’, ‘El niño-que-vivió’ y no voy a permitir que me dejen viudo.

— Gracias por la parte que me toca, compañero - murmuró sarcásticamente el pelirrojo.

— Obviamente, Ron, matar a Voldemort incluye salvaros el culo a vosotros también.

— Si si, pero el hurón va primero.

— Evidentemente - el moreno se miró el pelo, se alisó las arrugas inexistentes de su traje y se volvió hacia Ron -. ¿Qué tal estoy?

— Loco.

— ¡Ron!

— Estás muy guapo - respondió con sinceridad.

— Si, ¿verdad? - le brillaron los ojos de la emoción.

— De tanto estar con el hurón se te ha pegado su modestia, ¿eh? - comentó Ron.

— ¡Por Merlín, estoy tan nervioso! - ignoró su comentario.

— Venga, Harry, eres un gryffindor y los gryffindor siempre mantienen la calma, hasta en los peores momentos - le puso una mano en el hombro para tranquilizarle -. Verás como todo sale bien, compañero.

— Gracias, Ron - le abrazó el moreno -. Y gracias también por aceptar ser mi padrino.

— No me las des - le devolvió el abrazo -. Siempre quise ser tu padrino de bodas, aunque confieso que jamás esperé serlo de tu boda, pero con Malfoy.

Ni yo tampoco..., pensó Harry.

Hacía seis meses sucedió lo inesperado.

En una de sus acostumbradas peleas, la cosa se les fue de las manos y Harry y Malfoy acabaron en la Enfermería de Hogwarts, gravemente magullados, aunque sin peligro de muerte.

Cuando despertaron aún tenían ganas de pelea.

*** Flashback ***

— ¡Maldito seas, Potter, mira cómo me has dejado! - fue hacia él con muecas de dolor -. Cuando salga de aquí, lo primero que haré será patearte el culo.

— ¿Ah, sí? Me encantará ver como lo intentas, Malfoy - se incorporó dolorosamente.

— Podría hacerlo ahora mismo si quisiera - se fue acercando a él con paso inseguro por los dolores.

— ¿Y no quieres? ¿O es que... no puedes? - le picó, destapándose y sentándose lentamente en el borde de la cama -. ¿O quizás tienes miedo de lo que pueda hacerte?

— ¡Te lo advierto, cara-rajada, yo no te ten...!

Tras ésa advertencia, que más parecía amenaza, y que se quedó a la mitad, ocurrió eso ‘inesperado’.

Por azares del destino, Malfoy acabó tropezando con su propio pie, yendo a parar en los brazos de Harry, a quién empujó en el proceso.

Situación:

- Harry tumbado de espaldas en la cama.

- Malfoy sobre él en una posición... bastante comprometedora.

Y por si eso fuera poco, sus caras estaban demasiado cerca la una de la otra. Decir que estaban pegadas sería lo más correcto. O más bien eran sus labios los que estaban pegados.

Ambos con los ojos como platos no supieron como reaccionar, hasta que pasados unos minutos, Harry separó al slytherin de sí tan bruscamente que éste terminó en el suelo, aún más dolorido que al principio.

— Pero, ¡¿qué...?! - se levantó furioso y con cierta dificultad -. ¡Eso ha sido asqueroso! ¡Te mataré, Potter!

— ¿De veras? Y yo que pensé que lo estabas disfrutando, ya que no dabas muestras de querer separarte - siguió picándole el moreno.

— ¡Claro que yo no...! ¡¿Cómo podría haberme...?! ¡Besas como una colegiala inexperta, Potter! - fue el turno del rubio.

— ¿Es todo lo que puedes decir, hurón? - sonrió con malicia.

— ¡Y... y además... te canta el aliento! - se cruzó de brazos mientras le taladraba con la mirada.

— Si, si. Como digas, Malfoy... Y ahora déjame dormir - se giró en la cama, dándole la espalda.

— ¡¿Te atreves a ignorarme?! - gritó el slytherin.

— No me atrevo. Lo estoy haciendo. Y deja de gritar o nos echarán de aquí por tu culpa.

— ¡Oblígame! - siguió gritando.

— No me tientes, Malfoy. Ni lo intentes siquiera - se giró a encararle.

Ambos se miraron intensamente antes de desviar al cabo de un momento sus miradas. Draco se metió en su cama, al paso que Harry se acomodaba en la suya.

Al día siguiente, Madame Pomfrey les dio el alta, no sin antes advertirles que si se les volvía a ocurrir hacer una cosa semejante, no sería ella quién les atendiera, así se le rompiera la crisma a cualquiera de los dos.

La despedida fue breve y fría como cabía de esperar.

— Espero no volver a verte nunca, Potter - le espetó el rubio.

— Pues te vas a hartar de verme, porque casualmente estudio y vivo en el mismo colegio que tú, Malfoy - le contestó muy altanero el moreno.

Por no empezar una pelea de nuevo, el slytherin tuvo que hacer acopio de todo su autocontrol, así que, lo único que hizo fue bufar e irse cuanto antes de allí o iba a empezar a maldecir al león.

Las siguientes semanas fueron definitivamente... extrañas. Ninguna palabra hiriente, miradas furtivas,... La tensión sexual ya era patente.

Cuando quisieron darse cuenta un día se estaban morreando en la mitad de un pasillo concurrido y, tras medio año después, uno de los dos (no es importante decir quién fue) le pidió al otro en matrimonio.

Medio Gran Comedor se desmayó ante la noticia. El otro medio... quedó en shock.

*** Fin del Flashback ***

— ...rry - le llamaron -. ¡Harry!

— ¿Eh? ¿Qué? - salió de sus recuerdos el moreno.

— Te llevo llamando media hora - dijo Ron -. ¡Vas a llegar tarde a tu propia boda! A no ser que... ¡No me digas que...!

— No, Ron, no he cambiado de idea, por muy feliz que eso te hubiera hecho - se apresuró a decir Harry.

— Tsk, mira que aún estás a tiempo... - dijo esperanzado.

— Ron... - le miró con advertencia.

— Está bien, está bien... pero a la mínima señal, sabes que yo... - insistió.

— ¡Ron!

— ¡De acuerdo! - se rindió el pelirrojo -. Pero luego no digas que no te lo avisé.

— Venga, vamos, que sino llegaré tarde de verdad - dijo el moreno -. Y no me quiero ni imaginar como se pondrá Draco si le dejo aunque sea un minuto plantado ante el altar.

— ¿Sabes una cosa? Yo tampoco.

— ¿Pues a qué esperamos? - ya frente a las puertas.

— Las damas primero - le abrió la puerta y le instó a entrar Ron.

— Muy gracioso - le sacó la lengua, justo antes de entrar ambos a la sala, el moreno cogido del brazo de su amigo.

Los invitados aguardaban impacientes sentados en las bancas. Al ruido de las puertas al abrirse todos se dieron la vuelta, incluido el otro novio, quién miraba a Harry con aprobación.

Draco estaba resplandeciente. Llevaba un traje blanco de corte fino y elegante con una túnica verde y plata por encima, y su pelo rubio platino a media melena estaba recogido en una coleta. Un par de mechones rebeldes se habían escapado de su cautiverio, pero no afeaban ni mucho menos su hermoso rostro, eso jamás pasaría, sino que lo enmarcaban.

Harry también lucía muy digno. Estaban tan guapo que el slytherin casi perdió la compostura, lo que no quitó que la perdieran alguno de los invitados. Al contrario que Draco, el león vestía de negro cien por cien, a excepción de su túnica, la cual era granate y oro. No había podido hacer mucho por su pelo, pero al menos ya no parecía el nido de pájaros imposible de domar que solía ser antes. Con un poco de gomina había conseguido dominarlo lo suficiente como para aguantar la boda, el banquete e, incluso, unos cuantos bailes en alguna discoteca muggle tras éste. Claro que como el dicho muggle dice “No se le pueden pedir peras a un Olmo...”.

A la vez que el piano tocaba el himno nupcial, Harry se fue acercando con decisión paso por paso, agarrado del brazo de su mejor amigo y compañero, Ronald Weasley, que le miraba sonriente. En momentos como ése, el moreno hubiera querido tener consigo a sus padres y a Sirius Black, pero sabía que, allá donde estuvieran, ellos le apoyaban, por lo que se permitió olvidarles el tiempo que durara el enlace.

Pronto, llegó a la altura de su, en breve lo sería, marido.

— Por un momento pensé que no aparecerías - le susurró éste.

— ¿Y dejarte plantado? - dijo el moreno con humor -. ¡Jamás se me ocurriría!

Draco sólo mostró una divertida sonrisa.

— A propósito, ¿por qué nos vamos a enlazar como unos vulgares muggles? - preguntó el rubio -. La magia es más efi...

— Porque es así como mis padres se casaron - le interrumpió el gryffindor.

— Bien... Te amo, Harry, lo sabes, ¿verdad? - le dio un pequeño apretón en el brazo.

— Sé que estás preocupado por que pueda serte infiel, ya que un enlace mágico no lo permite, pero sí uno muggle... - hizo que le mirara -. Sin embargo, y escúchame bien, yo no sólo te amo, Draco. También te adoro y te venero. Y eso nunca cambiará.

— Harry...

En el momento en que iban a besarse, el cura tosió disimuladamente para captar su atención. Funcionó, pero se ganó una mirada de odio por parte del slytherin.

— ¡Queridos hermanos y hermanas, estamos hoy aquí reunidos para celebrar la feliz unión en santo matrimonio entre estos dos hombres! - anunció el cura -. Ahora, por favor, si son tan amables, que el padrino y la madrina entreguen las alianzas a los novios.

Ron y Pansy se acercaron a éstos alianzas en mano.

— ¡Duro con él! - le susurró el pelirrojo, al tiempo que le entregaba el anillo.

— ¡Ron, no estamos en un partido de Quidditch! - mientras el pelirrojo se encogía de hombros.

En cuanto a Pansy, ésta le dio un beso en la mejilla y le entregó el anillo.

— No sabes lo mucho que me alegro por ti, Drake - el rubio hizo una mueca de desagrado ante el apodo.

El cura alzó sus manos a lo que todos le miraron.

— Proceded - habló así a los novios.

Harry tomó aire y se puso de cara al rubio.

— Yo, Harry James Potter Evans, prometo serte fiel, y juro amarte y respetarte, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, en los buenos y en los malos momentos, todos los días de mi vida, hasta que... - se interrumpió, pensativo.

— Hasta que la muerte nos separe - le sopló en voz muy baja el cura.

— No - el moreno hizo una pausa para ver el impacto que causaba la sola negación.

Draco, frente a él, se tensó, pero no le lanzó siquiera una furtiva mirada, aunque estaba seguro de que por dentro era un mar de emociones. Respecto a los invitados, estaban exaltados y los murmullos ensordecían cualquier otro sonido.

— Pero sí hasta que Voldemort nos separe - alzó la voz, de modo que obtuviera la atención de todos, y le puso la alianza al rubio.

Más murmullos, un débil suspiro de alivio por parte de su pareja y un carraspeo del cura.

— Bien... ¿Y tú...? - le instó a continuar el cura al slytherin.

— Yo, Draco Lucius Malfoy Black, prometo serte fiel, y juro amarte y respetarte, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, en los buenos y en los malos momentos, todos los días de mi vida, hasta que... hasta que VOLDEMORT nos separe - enfatizó el nombre para hacer saber que había perdido su respeto y miedo hacia éste, a la vez que le ponía la alianza a Harry.

— Por el poder que me ha sido concedido, yo os declaro marido y... marido - dijo el cura visiblemente contrariado -. Puedes... eh, no... podéis besaros.

Tras satisfechas sonrisas, Harry y Draco se besaron al fin, sellando así su destino (y su promesa)

Juntos...

Hasta que Voldemort nos separe, pensaron a dúo, mientras profundizaban el beso.

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> 0 < FIN > 0 <

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N/A: Espero que hayáis disfrutado de este oneshot.

¡Gracias por leer!

Besos*

 

 

Notas finales:

Jijijijijijijiji...

¿Comentarios? :* ¡muak!


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