¡Yaoi Full House! por Uzumaki Yuki

Luego de aquella especie de confesión por parte del ojinegro. Naruto no sabia que decir, ni a que atenerse. Ya era bastante tarde, así que Sai decidió llevar al rubio a su hogar. Luego de un largo trayecto, en el cual nadie decía absolutamente nada, Naruto miraba hacia fuera por el lado de su ventana, después posó su mirada en el ojinegro y se decidió a hablar...

- Quiero que sepas, que puedo hacerte montones de burlas y comentarios graciosos cuando estés aburrido... o cuando sufras o te sientas solo, te apoyaré. Solo llámame, porque soy tu amigo ¿ne-ttebayo?- el ojinegro ante esto miró al rubio de reojo y sonrió. Naruto también lo hizo, - A partir de ahora... te podría llegar a querer- el ojinegro ante esto dio una mayor sonrisa tras escuchar aquellas palabras dichas por el rubio. Naruto solo estaba algo confundido...

Por otro lado cierto moreno esperaba en la entrada de la casa, mientras se movía de un lado a otro, tratando de mostrarse tranquilo... pero eso era algo que estaba lejos de sentir. De pronto vio unas luces en la colina de un carro apresurado fue a entrar a la casa, pero cual fue su sorpresa al percatarse que esta estaba cerrada, la forzó unos segundos para intentar entrar. Pero era esfuerzo inútil, así que se alejó corriendo hacia el patio. Mientras el carro disminuía la velocidad hasta detenerse. Naruto luego de despedirse del ojinegro, bajó del carro y esperó hasta que este diera la vuelta y se perdiera detrás de la colina. Naruto dio un suspiro cansado mientras sacaba las llaves y las ingresaba en la cerradura... pero detengámoslos un momento. Ustedes se preguntarán ¿dónde estaba el moreno?, pues este estaba justamente ingresando por uno de los ventanales que se encontraba entreabierto, al pasar se golpeó fuertemente quejándose en el acto. Se acomodó a lo que tenía mas cerca, el comedor. Se sentó mientras apoyaba las manos y escondía la cabeza simulando dormir. Naruto justo en aquel momento al fin... entraba a la casa.

- Al fin puedo entrar, pareciera como si alguien hubiera forjado la puerta- Sasuke al escuchar esto le cayó una gota típica de anime en su cabeza. Naruto pudo observar al moreno, este simuló despertar por el ruido.

- Volviste, usuratonkachi- saludo a su manera, mientras "bostezaba". Naruto asintió y se dirigió a la nevera a sacar de allí un zumo de naranja; - Sentí un coche, ¿te trajo mi copia barata?-

- No le digas así, tiene un nombre-ttebayo. Llámale Sai- el moreno tras escuchar eso hizo oídos sordos, mientras hablaba.

- Como digas... ¿Y por qué quería verte? ¿De verdad harán una película con tu sinopsis?- Naruto luego de tomar el vaso de zumo, lo llevó hasta donde se sentaba Sasuke, se sentó frente a el.

- No era por eso-ttebayo. Es que hoy era el cumpleaños de Sai- el moreno le siguió mirando. Totalmente indiferente.

- ¿Cómo puedes ser así-ttebayo? se supone que son en si amigos. Mínimo acuérdate de su cumpleaños- le reprimió el ojiazul.

- Lo que sucede es que no lo sabia, dobe-

- Baka... los amigos están informados de las fechas importantes- suspiró luego de ello. No le motivaba hablar de esos temas con el moreno, ya que era lo mismo que hablar con la pared, - Ya que Sai no tiene familiares ni nadie que pase su cumpleaños con el. Pasamos una cena juntos- esas palabras al moreno no le gustaron nada, desviando la mirada ojiazul, cerrando los ojos, mientras se echaba hacia atrás en la silla, - siendo así como es. Me parece raro que no este con nadie- El moreno ante esto abrió sus orbes oscuras... bastante oscuras, se inclinó a la mesa otra vez.

- ¿Y solo cenaron?- dijo mientras tomaba con sus manos el vaso de zumo del rubio y se lo tragaba en seco. Naruto medito...

- Mmm... también me dijo que yo le gustaba y que si el me gustaba a mi...- pero Naruto no pudo continuar al ver que Sasuke había echado por la boca todo el zumo de naranja que estaba tragando y había comenzado a toser.

- ¿¡Ne?! ¿¡Estas bien?!- le dijo mientras se levantaba y le golpeaba en la espalda sobando también. El moreno tosió un poco más mientras intentaba volver ala normalidad.

- ¿Y que le dijiste?-

- ¿Qué le iba a decir-ttebayo? Que me agradaría... - le dijo con una mirada curiosa.

- ¿Nani?- dijo el pelinegro en susurros. El rubio sonrió mientras recordaba lo dicho por Sai.

- Sai dice que es porque le hago ponerse contento y le hago reír. Así que le dije que sería su amigo siempre que me necesitara- el moreno miraba hacia todos lados, no quería ver al rubio; - Ahh... también me dijo, que tú no me apreciabas- el moreno ante esto abrió sus tan a veces inexpresivos ojos por aquellas palabras... - para ti puede que solo sea un dobe, usuratonkachi y tu empleado. Pero para otros puedo ser su regalo de cumpleaños- se dio importancia haciéndosela ver a Sasuke. El moreno ante esto bufó molesto unas palabras inteligibles mientras se levantaba del comedor e iba a su habitación, mientras el rubio le miraba con una sonrisa en los labios, no entendía el porque pero le daba gracia esa actitud en el moreno. El moreno por u parte, luego de alistarse e ir a dormir... sencillamente no pudo hacerlo, se dio muchas vueltas en la cama; estaba harto. Si seguía así en la sesión de fotos al otro día tendría unas grandes ojeras.

Al otro día Sasuke se encontraba finalmente en la sesión de fotos, los fotógrafos y diseñadores le habían asignado las ropas y el escenario que se colocaría detrás. Sasuke salía ya vestido, con una camisa celeste entre abierta, llevaba una chaqueta azul marino en sus manos. Los jeans de un tono azul tan oscuro que parecía negro, mas los zapatos negros. Sasuke se dirigió donde debían tomarle la sesión de foto. Le habían tenido que maquillar un poco la cara, ya que tenía unas grandes... ojeras.

El pelinegro se colocó en posición. El ventilador dio justo en todo su cuerpo, haciendo que su cabello. Que en esa oportunidad no estaba en punta se esparciera hacia todos lados. El pelinegro se ponía en posición en cada foto, mientras escuchaba y veía el flash de las cámaras profesionales. Hinata miraba desde una esquina toda la sesión fotográfica, de pronto sintió como alguien la tomaba del hombro. Esta se volteo.

- Konnichiwa, Sai-kun-

- Konnichiwa, Hinata-san- se saludaron cordialmente; - ¿Y como le ha ido a la película?-

- Como tú aprecias nada más. Podríamos haberlo hecho mejor con la publicidad, si tú nos hubieras ayudado. A partir de ahora nos apoyaras-

- Hai, lo se. Ya que han firmado contrato con nuestra agencia. Haremos lo mejor- dijo Sai, mientras observaba la sesión fotográfica. El pelinegro al observarle se sintió molesto... "Genial, ¿que hace mi copia barata acá?"... intentó no prestarle mayor atención y seguir con la sesión. Luego de una hora y media de tanta foto, al fin habían terminado. Sasuke se iba a marchar, cuando Sai le saludo. Ese le devolvió el saludo fríamente. Decidieron ir finalmente a hablar, ciertos asuntos...

- ¿Cómo le va a Naruto?- pregunto Sasuke al publicista. Este dio una sonrisa de esas típicas en el.

- Su trabajo no es brillante. Pero tiene talento, desde ahora será bueno- aquellas palabras extrañamente habían hecho sentir al indiferente Sasuke bien.

- Que bueno- el moreno inspiró, para luego soltar el aire tranquilo. Dirigiéndose al ojinegro; - Esta bien que lo veas. Pero, ¿no crees que deberías decírmelo primero? Al fin y al cabo... puedo malinterpretarlo- terminó serio.

- ¿Malinterpretar?- le preguntó curioso, sin apartar su sonrisa característica.

- Naruto, es diferente de los chicos con los que quizás te has involucrado. No estoy seguro de lo que estas haciendo, pero no hagas idioteces- decía serio el Uchiha, Sai le miraba extrañado.

- Pensé que a ti te gustaba solamente Gaara- su sonrisa se esfumó, colocando una expresión neutra; - Al parecer me equivoqué...- Por su parte, Sasuke le observó con el ceño fruncido.

- ¿Nani?...-

- Comprendo lo que me dices, pero no estoy haciendo idioteces...- Sasuke, volvió a inspirar. Mientras le sostenía la mirada al ojinegro, frente a él; - No quiero que me malinterpretes, no tengo nada por lo que disculparme. Al menos yo no engaño a la gente- Ante estas palabras, Sasuke apretó sus puños, miraba sumamente enojado al ojinegro. Hace tiempo no estaba tan enojado; - Desde ahora puedes esperar de todo, al menos por parte mía- y así sin más se marchó. Dejando al Uchiha menor con un cabreo muy grande.

Sasuke, luego de las horas que le tocaban de trabajo, las cumplió. Volviendo a la casa. Naruto al parecer no se encontraba. No quería tampoco verle en aquellos momentos, estuvo pensando mucho rato, mientras estaba en el patio observando el gran lago... azul, un azul muy parecido a los zafiros de cierto rubio.

Sasuke movió su cabeza en movimientos circulares, para descargar la tensión que había acontecido en su vida aquel día. Naruto aun no llegaba, así que decidió ir a su habitación a echar una pequeña siesta.

Las horas pasaron, estaba en un profundo sueño, cuando de pronto sintió ruido desde la primera planta, fue ahí cuando supo que Naruto ya se encontraba en la casa, comenzó a levantarse. Estirándose un poco. Al observar la ventana se extrañó bastante. Ya había oscurecido... "Que siesta tan grande me he dado, por kami"... eran sus pensamientos, mientras bajaba a la primera planta y podía observar al rubio sirviendo la cena. Sin duda había dormido bastante. Saludo al rubio, este le correspondió el saludo y dijo al moreno para que se sentara. Este le hizo caso, luego ambos comenzaban a comer.

Sasuke observaba al rubio comer su siempre dichoso ramen, decidió hablar...

- Ne... Naruto-

- ¿Nani?-

- Sai no es una buena compañía para ti- dijo mientras comía un poco de arroz, el rubio le observó extrañado; - le gustan todos... e incluso muchas -

-...- el rubio no respondía nada, solo comía sus fideos. Al terminar de comer unos cuantos, mientras rondaba un silencio incomodo en el lugar. Finalmente habló; - ¿No crees que estas siendo injusto-ttebayo? - El moreno ante esto le observó curioso; - Estas desconfiando de mi amistad con Sai-.

- Ha... amistad- se mofaba el moreno. Naruto comenzó a enfadarse.

- Solo somos amigos. Si sigues diciendo estas cosas, el tema me resulta más incomodo-ttebayo - dijo mientras volvía a engullir unos tantos fideos.

- Eres un dobe. Eso es lo que te hace tan ingenuo. Eres tan usuratonkachi, que no escuchas nada de lo que uno te dice- el rubio le miró enojado.

- ¡Deja de llamarme así, teme!-

- Lo que quieras o como digas...- dijo haciendo un gesto con la mano. Como un tema ya pasado; - Solo te advierto que no hagas nada de lo que después te puedas arrepentir-.

- ¿De que me voy a arrepentir o quizás tener cuidado? Todo el mundo sabe que soy tu esposo. ¡¿Y qué si a lo mejor le gusto a Sai?! ¿¡Qué mas te da-ttebayo?!- el moreno ante esto quedó callado por unos segundos, pero un golpe del Sasuke-chibi interno con aquel molesto bate de baseball le volvió a la realidad.

- Me da lo mismo... solo te lo había advertido, puede pasar lo que te he dicho. No regalaría así como así a un dobe como tú, de todos modos me sirves. ¡Así que pórtate bien!-. Y así sin más el moreno, se levanto de su lugar y se fue a su dormitorio. Naruto estaba tan cabreado que rompió los palillos que sujetaba intentando descargar su rabia en ellos.

Al otro día Sasuke se despertó algo animado. Se le había ocurrido una muy buena idea (para él) mientras dormía, hizo una llamada y se alistó para ir a la primera planta. Encontrándose con el rubio escribiendo en el ordenador, al parecer muy concentrado.

- Ne... Usuratonkachi-

- ¿Y ahora que quieres, teme?-

- He invitado a Sai a la casa. Así que ten algo preparado-

- ¿¡Nani?!-

- Yo no te puedo ayudar. Porque tengo que ir a trabajar-

- ¡Yo también tengo trabajo teme! ¿¡Qué rayos voy a preparar tan deprisa-ttebayo?!- le gritó enfadado al moreno.

- Da exactamente lo mismo. Preparara cualquier cosa- se iba a ir cuando, enojado dio la vuelta amenazando al rubio, - pero ni se te ocurra hacer arroz con anguila asada. Porque ya sabes lo que paso, y te lo digo en serio- y así se marcho. Naruto elevó su puño. Estaba sumamente enfadado. Tan enfadado que golpeó la mesa haciendo que el teclado se elevara y también el monitor. Y por alguna extraña razón la computadora se apago.

- ¿Eh?..... ¡¡¡No!!!... ¡¡mi trabajo!!... ¡¡te odio Sasuke Teme!!- gritó maldiciendo el rubio, mientras Sasuke sentía un ardor en cierta oreja. Al parecer estaban hablando mal de él...

Luego de todo aquel enojo, Naruto volvió a prender el ordenador. Por suerte el trabajo se había guardado por defecto. Así que dejó de maldecir al moreno, mientras ingresaba a Internet y veía alguna comida para hacer.

- ¿Por qué todo tan repentino-ttebayo? ¿¡Además que voy a preparar ahora!?- Se cuestionaba mientras observaba la pantalla del ordenador. De pronto una idea vino a su cabeza. Como si un chibi Naruto prendiera la ampolleta interna de luz del rubio

Con esa idea en mente se dirigió al teléfono y tecleo el numero de la mansión Uchiha...

- ¿Mochi-Mochi?-

- Mochi-Mochi, ¡ahh! Naruto baka- Le respondió la matriarca.

- ¿¡Eh?!- Naruto hizo un puchero mientras hablaba, - Ie, soy Naruto solamente-

- Da igual...-

- Mmm... ¿esta Mikoto-san por ahí-ttebayo?-

- ¿Doushite?-

- Necesito preguntarle algo-

- Pues no esta, ¿por qué sería?-

Naruto medito un momento y respondió, - Quiero hacer sushis y siempre me cuesta bastante hacerlos-

- ¿No sabes como hacerlos?- el rubio suspiró ante ello, no servia de nada discutir con la matriarca, - te enseñaré si vienes acá - el rubio ante esto se sorprendió.

- ¿Hontoni?-

- Hai-

- Esta bien, voy para allá. ¡Matta ne Tsunade-obaachan! - y así el rubio cortó despidiéndose de la matriarca. Mientras se colocaba una ropa ligera y se encaminaba hacia la puerta, para ir a la mansión Uchiha.

- ¿Cómo es que no sabes preparar esto?- decía la rubia. Sentada en la mesa del comedor. Observando al rubio, con el delantal puesto y preparando las cosas.

Naruto había llegado luego de casi una hora de viaje. Lo malo siempre se recriminaba de donde vivía era bastante alejado de la ciudad. Había llegado algo cansado, Shizune lo había recibido. El rubio se extraño que no se encontrara nadie mas en la mansión, la morena le había dicho que Fugaku y Mikoto habían salido junto a Itachi y Deidara. Tenían algo importante que hacer. El rubio medito preguntándose... ¿qué tan importante sería aquello?, pero no le dio mas vueltas al asunto. Cuando llegaron a la cocina Tsunade vestía otro de sus tantos Kimonos. Este era rosado. Pero no se podía apreciar mejor, ya que llevaba un delantal puesto. El rubio le saludo y comenzaron a preparar algunas cosas, y así estaban hasta donde habíamos quedado...

- Es por eso que quiero que vivan Sasuke y tú acá. Tienen que aprender muchas cosas- Decía mientras cortaba en finas tiras unos pescados de salmón. El rubio se dirigió a la nevera, mientras Tsunade con la cabeza gacha hablaba sobre los ingredientes que usarían para esa ocasión... era extraño, pensó el rubio. Pareciera como si la matriarca estuviese leyendo algo. No dándole mayor importancia se decidió a escuchar a la rubia; - un poco de algas cocidas. Eso esta en la nevera, un poco de almíbar. Que ahora prepararemos, un poco de pescado de reineta. Arroz blanco, el molde para formar los sushis y la salsa de soya como aderezo- Naruto llevaba todo rápido encima de la mesa. Y así comenzaron preparándolo todo. Naruto cortaba las tiras de reineta demasiado gruesas. Tsunade le decía que debían ser mas finas o sino se atragantaría al comerlo, el rubio le hizo caso. Luego de cortar todo, decidieron preparar el arroz junto con el almíbar, para que este se adhiera al arroz y así poder formar aquel arroz tan característico del sushi, bien pegoteado. Luego de prepararlo, Naruto tomó un puñado de este, luego tomó un poco de alga. Colocó el arroz encima de aquel trozo de alga adhiriéndolo a ella, mientras colocaba una cantidad de salmón y reineta, luego con aquel molde comenzó a formar una especie de cilindro alargado, teniendo cuidado de no derramar nada o que no se separara. Tsunade miraba todos los pasos del rubio. Este se extraño por eso, ¿por qué le miraba tan atento?, ¿como si tomara nota mental de ello? Luego de que todo estuviera preparado. Naruto dio un corte del mismo tamaño a cada parte, intentando que todos fueran del mismo porte. Luego que todo estuviera listo, los colocó en un plato.

- Vaya, se ve bastante bien-

- Al parecer si, ¿quiere probar-ttebayo?- la rubia negó con la cabeza haciendo que el rubio probara la comida. El la había hecho, Naruto probó un poco. No estaba nada mal. Pero conociendo a Sasuke quizás que diría, además al parecer se había pasado como siempre en el porte de las tiras de pescado.

- ¿Qué pasa, sabe extraño?-

- Las tiras de pescado fueron muy gruesas, no esta mal. Pero ya conozco como es Sasuke, y va a despotricar en cuanto coma. No puede nunca haber ninguna falla-ttebayo -

- Pero si seguimos como todo en la lista...- el rubio la miró extraño.

- ¿Nani?-

- Quiero decir, hiciste exactamente lo que te dije. Esto no debió pasar... esto también son las ganas que le das al preparar las comidas- y así enojada se retiró de la cocina. Naruto estaba ya algo enojado y lo dicho por la rubia le enojo más. Por otro lado Tsunade se dirigió al salón y cogió el fono marcando a su nuera.

- ¡Ne... Mikoto! Si vas a dar instrucciones, ¡hazlo bien! No se por que salio mal- dijo bajando el tono de voz, no quería que el rubito se diera cuenta de que hablaba. Por otro lado Naruto ordenaba la cocina, cuando de pronto vio un papel donde tenia escrito el listado y la preparación de los sushis. Tsunade mientras llegaba a la cocina hablando...

- Tenemos un poco de carne kalbi, así que puedes llevártela. Para los invitados lo mejor es esta carne, ¿para que hacer sushi?...- Naruto la miraba serio.

- Tsunade-obaachan, ¿que es esto?- dijo mientras le estiraba la receta de cocina. La rubia se hizo la desentendida; - Usted tampoco sabia hacerlo-ttebayo. Me podría haber dicho, ¿no cree?- la rubia se "ofendió" ante ello, comenzando a dramatizar.

- ¿¡Cómo te atreves!? Hago demasiadas cosas... ¡no puedo recordarlas todas al pie de la letra!- dijo, mientras se marchaba hacia el salón. El rubio la siguió- ¿¡Por qué tenia que ser sushi y no otra cosa?!- decía mientras se sentaba en los mullidos cojines. El rubio por alguna extraña razón se sintió culpable. Tsunade a pesar de que se veía joven ya era mayor, comprendía que tenía muchas cosas en su cabeza ya.

- Tsunade-obaachan, no debí hacer sushis. Tiene razón, yo me equivoqué- decía Naruto con la cabeza gacha. Tsunade estaba lejos de sentirse mal con todo aquello, y para molestar un poco al rubio siguió con su juego.

- Si realmente lo sientes, canta la canción de los tres osos- el rubio le observó atónito, mas que nada se sentía humillado en aquella situación. Sus ojos comenzaron a aguarse.

-... Una familia de tres osos vive en una casa...- cada vez a Naruto le costaba más cantar, su voz se quebraba en momentos, - ...Oto-san Oso, Oka-san Osa y bebe oso kawaii... O...Oto-san oso esta gordo... - La rubia al sentir la voz del rubio quebrarse y verle como derramaba unas lagrimas mientras apretaba fuertemente el delantal. Se sintió sumamente culpable. Al parecer se había paso su tanto, molestándole.

- Oi, si no quieres hacerlo. ¡No lo hagas! No pensé que lo ibas a hacer- dijo la rubia sentándose mejor, mirando al rubio. El cual se limpiaba sus lágrimas con sus manos.

- ... ¿Por qué me odia?...- Le encaró el rubio sollozando aún. La rubia le miró incrédula.

- ¿Nani?-

- ... A mí me agradan todos: Fugaku-san, Mikoto-san, Tsunade-obaachan, Itachi-san y Deidara-san - reprimió un sollozo mientras seguía hablando, - pero ¿por qué yo no le agrado?... - terminó angustiado. El pensaba que al fin había conseguido una nueva familia. Pero no quería evadir la realidad, él pensaba que él no gustaba a Tsunade.

- ¿¡Cuándo he dicho yo que te odie?!- Naruto dejó de llorar, pero aún se escuchaban en el salón los sollozos.

- Vaya, al fin llegamos- decía el rubio mayor al entrar a la casa. Fugaku sonrió ante esto.

- Hai, pero el almuerzo en aquel restaurante fue muy bueno, ¿ne Itachi?- le preguntaba al moreno. Este traía una pequeña bolsita de comida en sus manos, - Al parecer te gusto bastante la comida-

- Hai, estaba bastante buena- decía el moreno mientras recordaba todas las exquisiteces que había comido. Mientras abrazaba al rubio mayor por la cintura entrando a la mansión.

- Ne... Fugaku, Ita, Dei. ¿No escuchan algo extraño?- preguntó la mujer al escuchar una voz al parecer cantando, mientras ya todos estaban dentro. El trío asintió y se dirigió al salón, encontrándose con Shizune la cual miraba hacia el salón algo escondida.

- Ne, Shizune. ¿Qué pasa?- preguntó Mikoto a la morena.

- Gomen, Mikoto-sama. Yo no tenia intenciones de...-

- Calma mujer y cuéntanoslo- dijo Fugaku a la joven.

- Bien, observen ustedes mismos hehe...- decía, los cuatro se colocaron en la misma posición de la moreno observando aquel espectáculo, bastante atónitos.

- Una familia de tres osos, viven en una casa. Oto-san Oso, Oka-san Osa y bebe oso kawaii...- Aunque no se pudiera creer, aquello era real. La matriarca Tsunade cantaba la canción de los tres osos a un rubio contento, el cual con un abanico le daba aire a la rubia, mientras esta cantaba y hacia los gestos de la canción. Pero al sentir un ruido la matriarca paró de cantar y se sentó como siempre en los cojines, todos los que estaban al final del salón le miraban divertidos, y Naruto posaba su sonrisa de Tsunade a la familia.

Por otro lado Sasuke se encontraba dentro de la tienda de vestuarios de cierto pelirrojo, intentando ver que vestuario podía comprar.

- ¿Ese chico te sigue siempre?- preguntó al moreno, mientras le colocaba la chaqueta de un terno. Sasuke observó fuera de la tienda que Lee lo esperaba.

- Solo por el momento, ya sabes el porque...-

- Entonces, al parecer no podremos salir a almorzar tranquilos- el moreno quedo abrió un poco sus ojos rasgados, dándose la vuelta mirando las aguamarinas, - Si almorzamos juntos, ese chico vendría también- el moreno asintió comprendiendo.

- Perdóname, pero hoy irá a comer alguien a casa- el pelirrojo comprendió asintiendo, - el que vendrá es, Sai- Gaara ante esto miró extrañado al moreno. - Ya almorzaremos otro día juntos, ¿ne?-

- Hai- volvió a asentir el pelirrojo, colocando los accesorios de la chaqueta del terno al moreno.

- Bien, creo que me llevaré esta. Lo colocas en la cuenta- el pelirrojo le observó en conjunto, y dio su visto bueno.

- Te queda bien-

- Nos vemos, Gaara- dijo el moreno, despidiéndose del pelirrojo. Este le devolvió la despedida, Sasuke luego se retiró de la tienda con dirección a su hogar.

Al llegar, cual fue su sorpresa de encontrar al rubio. Sirviendo en ciertos posillos un poco de carne, en otros arroz blanco y en otras unas ensaladas.

- Vaya llegaste temprano-ttebayo - Lo saludo a su manera el rubio. Mientras colocaba ciertos platos en la mesa del comedor. El pelinegro se acercó a ver los diversos platos.

- ¿Qué estas haciendo?- Luego de ver los platos se dirigió a la cocinilla y vio que se cocinaba carne; - ¿¡Sabes como hacer carne kalbi?!- el rubio ante esto dio una pequeña risa autosuficiente. El moreno se volvió hacia él; - ¿Por lo menos es comestible?- el rubio dejó de dar esa sonrisa autosuficiente

- Claro que sí. Lo traje de la mansión-ttebayo -.

- ¿Fuiste ahí hoy?- le pregunto mientras tomaba unos platos y los llevaba a la mesa del comedor. No es que quisiera ser atento con el rubio, pero él también podía hacer algo.

- Hai. Fui a aprender a hacer mejor los sushis-

- ¿Y aprendiste?-

- No me dio el tiempo-ttebayo. Demo me dieron esta carne de kalbi- decía el rubio. Luego de cortar la cocinilla donde se cocía la carne.

- Entiendo. Ne... Naruto- le dijo, mientras dejaban ambos los platos en el comedor. El rubio le observó interrogante. Esperando a que continuara.

- Escucha, cuando te de la señal. Tu te acercarás a mi, ¿ne?- El rubio ante esto le miró curioso... "¿Qué le pasa ahora a este teme?"...

- ¿Y por qué debo hacer eso?-

- Solo hazme caso. Te lo diré después- el rubio no dándole mayor importancia se encogió de hombros y siguió trayendo otros platos. Mientras el moreno llevaba el zumo y los vasos.

Por otro lado una chica pelirosa se encontraba caminando dirección hacia Full House. Iba por una de las colinas, mientras sostenía una sandia en sus brazos. Se le notaba bastante cansada, además que el calor estaba aumentando.

- Ahhh... ser una chica apunto de casarte y tener un hijo es difícil. Sin mi ayuda Lee estaría muerto...- La pelirosa hablaba mientras caminaba, por en medio de aquella ruta que dirigía hacia la casa del rubio y moreno. A lo lejos (detrás de ella) se podía observar un carro que se dirigía donde ella pasaba, disminuyó la velocidad. La chica al parecer no escuchaba las ruedas chocas con las piedrecillas. El moreno ya cansado de esto tocó levemente la bocina. Haciendo sobresaltar a la chica.

- Disculpa, ¿pero te puedes apartar?- la chica pelirosa, le observó... "¿esa cara, se me hace...?" Como si alguien la hubiera golpeado con un ladrillo atinó a hablar.

- ¡Ohh... Konnichiwa!- el ojinegro la miraba extrañado; - ¿No me reconoces? Me viste en el cine. Soy la amiga de Naruto- el ojinegro de pronto recordó.

- Ah... Konnichiwa... mmm...-

- Sakura-

- Sakura-fea - la pelirosada ante esto se enfadó. El moreno le observó con su sonrisa cínica, - ¿Vas a casa de Sasuke y Naruto? en tu estado no puedes caminar con eso. Ven te llevo también- La chica luego de escuchar esas palabras se le fue su enojo. Al menos Sai era considerado. Ya estaban andando hacia la casa del rubio, faltaba poco para que llegasen.

- Debes ser la mejor amiga de Naruto-

- Hai, somos amigos desde la primaria junto con mi novio Lee. Cuando los padres de Naruto murieron, los tres lloramos juntos...- El ojinegro ante esto la observó de reojo; - Naruto a tenido una vida bastante dura. Sus padres murieron en un accidente de coche, Naruto estaba con ellos, pero no resulto herido ya que su madre se interpuso entre los escombros y él para que no le pasara nada. Ha sido bastante difícil para Naruto sostenerse solo, desde entonces él vive solo en esa casa. Nosotros siempre le vamos a ver seguido, o también lo llevábamos a nuestras casas en fechas importantes-

El moreno de pronto se comenzó a interesar más.

- ¿Esa casa en si, es la casa de Naruto?-

- Hai, demo ahora es de Sasuke-kun- habló la pelirosa suspirando culpable, - Como Lee y yo nos equivocamos, Naruto tuvo que hacer un contrato matrimonial con Sasuke- El ojinegro ante esto le observó por un momento incrédulo y bastante sorprendido.

- ¿Nani?... ¿Qué dijiste?...-

- Mmm... ¿que dije?- preguntó de pronto la pelirosa. Luego de otro ladrillazo en su cabeza comprendió que había metido la pata... ¡muy al fondo!... abrió la boca descomunalmente al igual que sus ojos, mientras se daba leves golpes en la cabeza diciéndose:- Sakura baka... baka... baka... baka- estaba hecha un mar de nervios.

Por un lado Sasuke y Naruto ya habían dejado todo en la mesa del comedor. Sasuke había puesto algo que la cubriera para que no se estropeara con mosquitos o lo que rondara por ahí. De pronto sintieron el timbre sonar, el rubio iba a abrir la puerta cuando el moreno le tomó de la mano acercándolo a él. Naruto por un momento se sintió extraño...

- Acuérdate de la señal, ¿ne?- el rubio le miró con el seño fruncido. Mientras asentía. Se dirigió hacia la puerta y miró extraño cuando vio a la pelirosa frente a él.

- Konnichiwa...- decía nerviosa.

- Konnichiwa Sakura-chan. ¿Que traes ahí?- la pelirosa no quería quedarse ahí, ya se sentía culpable. Pero mas que nada nerviosa, demasiado.

- Nada, toma la traje para ti- Le decía mientras se la entregaba, - Me tengo que marchar. Nos vemos después ¡Ja ne!-

- De... ¡demo!- tomó el rubio la sandia. Mientras veía a Sakura correr como nunca en su vida alejándose de la casa subiendo y perdiéndose por la colina.

- Qué es rara Sakura-fea. Eso le hace mal en su estado- El rubio al sentir la vos de Sai cerca de él, le observó.

- Konnichiwa, Sai. Llegaste-ttebayo - El ojinegro asintió con la cabeza mientras ingresaban a la casa, directo al comedor. Sasuke esperaba a Naruto y Sai, sentado. Se saludaron y decidieron comenzar a comer. Sai se sentó frente a Sasuke y Naruto.

- Etto... es lo que casi siempre comemos. Gomen ne, no hemos podido preparar nada especial- hablaba el rubio, como si todo el problema del día no hubiera acontecido.

- Desde que nos casamos, bueno no hemos aprendido mucho de cocina que digamos... no te importa, ¿no?- hablaba Sasuke al ojinegro, mientras comía un poco de carne.

- Ie, no se preocupen. Esto esta delicioso-

- Arigato, demo... la carne la preparó Mikoto-san. Yo hice solo lo demás- Sai le devolvió una sonrisa al rubio. Sasuke miraba la escena hastiado.

- Pro luego podremos cocinar mejor. A Naruto le gusta improvisar mucho en las comidas... ¿Verdad, Naru?- dijo meloso el moreno, pasando una mano por la cintura del rubio. Naruto ante esto dio un brinco, no entendía que estaba pasando. Pero siguió la corriente, para el mundo ellos estaban casados. Sai observó el entorno de la gran casa...

- La casa parece diferente de cómo se ve por fuera- el rubio iba a contestar, cuando su marido se adelantó.

- ¿Verdad?... El Oto-san de Naruto, fue el arquitecto de ella, ¿verdad Naru?- el rubio estaba molesto. El era el que hablaba sobre el asunto de sus padres y la casa, no el moreno. Pero de todas formas asintió. - Mi esposo ha vivido aquí desde que era un niño, así que esta casa esta llena de recuerdos de él. ¿A que si, Naru?- El rubio solo asentía a todo lo que el moreno decía; - Subiendo a las habitaciones (en la segunda planta) tenemos los cuartos de nuestros futuros niños- El rubio ante esas palabras comenzó a atragantarse con la comida. Intentando disimularlo, tomando un poco de zumo; - Tenemos pensado adoptar, ¿verdad Naru?- el rubio estaba con una gran vena palpitante en su frente, pero se reía cínico y asentía a las palabras de Sasuke.

- Pensamos adoptar a dos hijos y dos hijas. Siempre hemos querido una familia grande, no queremos estar solos- El moreno miraba al rubio con una sonrisa de par en par, el rubio le miraba raro, aun con aquella sonrisa cínica. Eso no era propio del moreno, pero ambos se sonreían... como un matrimonio perfecto. Sai solo sonreía y al parecer, de la misma forma que el par.

Luego de cenar, Sai se dirigió al salón y comenzó a ver los cuadros que había, cuando uno le llamo la atención, este era el cuadro de bodas del matrimonio. Lo quedó observando largo rato con el ceño algo fruncido.

Por otro lado Sasuke y Naruto se encontraban mas alejados en la cocina.

- ¿Qué pasa contigo-ttebayo?- le preguntó el rubio con el ceño fruncido, mientras el moreno cortaba en partes y comía un poco de la sandia que la pelirosa había traído.

- Nada-

- Ya no me extraña el porque le invitaste-ttebayo- dijo con un puchero, mientras llevaba los platos con el moreno para que este dejara las sandias allí; - No conocía esa faceta tuya...- el moreno le miró de reojo, - Tan infantil...- el moreno se sonrojó levemente por aquel comentario.

- Cómo que infantil, tú eres infantil. Yo no-

- ¿Y por qué me llamas todo el rato "Naru"?. Me molesta que me digas eso...- dijo el rubio colocado una de las sandias en el plato. El moreno se le acercó.

- ¿Nani?... Pero eso es lo que hacen los matrimonios...- le decía mientras le tomaba de la cintura y lo acercaba a él, susurrándole en el oído- Se tratan con familiaridad...- el rubio se sonrojo ante el tono y la forma que lo había dicho el moreno.

- Mejor deja de estos juegos y ve a acompañar a Sai, ¿ne... Sasu?- dijo mientras se acercaba al moreno aun más y le daba un pequeño beso en el cuello. Sasuke se puso nervioso ante ello y se alejó de Naruto. Este estaba que estallaba en risas viendo la expresión que había puesto Sasuke, este solo se dio la vuelta e iba a continuar cuando un sasuke-chibi lo trajo a la realidad con otro de esos batazos...

- No me digas Sasu...- y así se fue. El rubio rió bajito ante el retardo del moreno.

Sai aun seguía observando aquel cuadro, cuando Sasuke se colocó a su lado, mirándolo también.

- Esa es la foto de la boda- dijo el moreno. A pesar de que se veía como si comentase el clima, sus ojos poseían cierto brillo; - Salimos muy bien en la foto- sonriendo altanero. Sai seguía observando la fotografía gigante, - Nos vemos muy bien en ese cuadro,... juntos- agregó con cierto tono que al ojinegro no le paso inadvertido. Ambos se miraron seriamente.

- Los agujeros de la nariz de Sasuke se ven algo grandes, ¿a qué si-ttebayo?- Se unió divertido el rubio al par moreno, dejó la bandeja con los platos de las sandias en la mesa de centro del salón.

Sasuke ante el comentario le observó bufando, mientras el ojinegro se reía quedo y el rubio se le unía. Sai se sentó cerca de Naruto y tomó un poco de sandia, Sasuke se sentó al otro lado imitándole. El rubio solo comía devorándola, al parecer también le gustaban.

- Naruto... no te vayas a atragantar con las...- demasiado tarde, ya que el rubio comenzó a toser, Sasuke le pegó en la espalda fuertemente y así el rubio logró no atorarse.

- ¡Dobe, ten cuidado!-

- ¡Déjame, Sasuke-baka!-

Un minuto de silencio hubo, roto por el sasuke-chibi y naruto-chibi pegándole ahora no con un bate de baseball, sino con un pedazo de concreto en sus cabezas. Sinceramente habían metido un poquito la pata...

- hahaha...- rieron ambos al mismo tiempo nerviosos, Sasuke tomando de la mano al rubio y este correspondiendo el agarre, mientras un Sai curioso observaba la escena.

- Bien chicos, me debo marchar...- dijo el ojinegro luego de terminar su trozo de sandia.

- ¿Tan pronto?- preguntó el rubito.

- Tengo trabajo atrasado- dijo mientras se levantaba. El par le acompañó detrás, cuando el moreno hizo una señal. El rubio se acercó a él, este le tomó de la cintura. Giró el rostro del rubio y le plantó un beso. Naruto estaba sumamente shockeado, miraba al moreno con los ojos abiertos de par en par. Sai mientras tras haber visto la escena, quiso darse la vuelta. No tenia ganas de mirar aquello.

Naruto intentó zafarse, pero no podía... para que negar. A él también le agradaba, pero no era justo... Sai estaba ahí, además el moreno le besaba solo para molestar, o eso pensaba él. Luego de correr la cara completamente, Sasuke finalmente se separó del cuerpo del rubio. Apresando la cintura de este en sus brazos.

- Gomen, fue un lapsus del momento... espero no te moleste- dijo el moreno, observando con una media sonrisa al ojinegro. Este mostró esa típica sonrisita...

- No, para nada- El ojinegro se dirigió a la salida. Mientras Naruto intentaba zafarse de la llave del moreno, pero este no le dejaba. Lo acompañaron hasta su carro, se despidieron y este se marchó.

Al entrar al hogar, Naruto estaba sumamente enojado, mientras Sasuke le seguía hablando al aire.

- Ahora esa copia barata sabrá de quien es el dobe-

- ¿¡Nani?!- el moreno tras captar que había hablado en voz alta, se excusó negando que no había dicho ninguna palabra.

- ¿¡Para que hiciste todo eso, Teme?!- le habló enojado el rubio, el moreno sabia perfectamente a lo que se refería.

- Los matrimonios hacen eso, ¿que tiene?-

- ¡Pero nosotros realmente no estamos casados Teme!- De pronto el rubio meditó un poco, - Si no te conociera, diría que lo que pasó antes fueron celos para con Sai-ttebayo - El moreno ante esto abrió sus ojos, mientras un sonrojo se posaba en sus mejillas y gritaba.

- ¡Calla usuratonkachi, no hables estupideces y limpia la casa!- Y se marchó a su habitación.

- Es un teme de primera...- pensaba enojado Naruto, pero mas que nada curioso. Por toda aquella actitud.

La tarde pasó rápidamente hasta llegar, la noche. Naruto había limpiado parte de la casa y se había retirado a dormir, mientras Sasuke dormía con una sonrisa que hace tiempo su rostro no mostraba y daba vueltas por toda la cama, al parecer contento...

- ¡jojo... ahí tu merecido, copia barata! El dobe....- y volvió a dar otra vuelta, sumamente dormido y al parecer peleando contra cierto ojinegro en sueños...- ...es mío-

Al otro día al despertar, se notaba sumamente feliz. No comprendía el porque, lo único que sabia es que había dormido como nunca y con una extraña satisfacción en su rostro. Sasuke se encontraba fuera de la casa, específicamente en el patio. Observando todo el lago azul...

- ¿Alguna razón por la que estés de buen humor-ttebayo?- El moreno brincó un poco al sentir esa voz detrás suyo, Naruto llegaba en su pijama de zorritos frotándose un ojo, mirando hacia el lugar donde observaba hace unos momentos el moreno, ¿por qué hace unos momentos? Porque ahora miraba al rubio, con un leve sonrojo. Naruto se veía sumamente bien así.

- I... ie. Claro que no- decía algo nervioso, con una media sonrisa. Sin que el rubio se pudiera percatar de ello. Naruto dejó el tema y observó de nuevo el lago; - Ne... Naruto, ¿qué vas a hacer hoy? -

- Mmm...- medito un momento, - Tengo que hablar con Sai sobre la sinopsis- el moreno ante esto bufó bajo, palabras inteligibles. Mientras volvía a posar sus fríos ojos en los azules expresivos del rubio.

- ¿Y cuando más o menos terminarás?-

- Mmm... no se-ttebayo -

- Hoy yo tengo que ir a firmar un contrato. Luego no tengo nada más que hacer, así que cenarás conmigo- Habló autoritario, sorprendiendo con ello al rubio.

- ¿Y a ti que te pasa?-

El moreno de pronto poso una sonrisa de medio lado, cerrando sus ojos,- ¿Qué... que me pasa?... Los matrimonios deben tener unas esplendorosas cenas-

- ¿¡Nani?! Te dije que...- pero el moreno no dejo que terminara, acercándose mucho al rubio. Haciendo que este se callara, sonrojándose en el acto.

- Ja ne... Naru- tras decir eso, se alejó adentrándose al hogar. El rubio quedo ahí haciendo un puchero, mientras una pequeña sonrisa se posaba en sus labios. Borrándola al instante, no podía sonreír por los actos del Uchiha... ¿o si?

Decidió no darle más vueltas al asunto, el moreno luego de unos minutos salio apurado. El rubio salio después de almorzar, a la oficina de Sai.

Este se encontraba sentado en su oficina, revisando unos papeles. Cuando sintió que golpeaban la puerta y sin observar dio el pase a la persona para que entrara.

- Konnichiwa- saludo el rubio como siempre animado, pasando a la oficina. El ojinegro le respondió pero ni siquiera le observó. La sonrisa de Naruto comenzó a desaparecer de a poco.

- Dame el borrador de la sinopsis y vete- el rubio miró hacia todas direcciones. Era extraño que Sai le tratase así.

- ¿Solo te lo dejo y me voy-ttebayo?-

El ojinegro ni siquiera respondió a ello. Naruto extrañado, dejó el escrito en la mesa y comenzó a retirarse. Cuando de pronto (a punto de salir) escucho la voz del ojinegro.

- Naruto, la verdad es que no te entiendo...- El rubio ante esto quedo mudo, no comprendía que quería decirle.

- ¿Nani?...-

- Estoy algo confundido. No se que pensar de ti ahora...- Naruto aun no comprendía nada. Solo agacho la cabeza y escuchó lo ultimo de Sai, - Onegai, vete. Hablamos la próxima vez...- El rubio sintiéndose confuso asintió y se marcho. Por otro lado, el ojinegro aun meditaba todo, cuando sintió su móvil sonar...

- ¿Moshi-moshi?-

- Sai, soy yo. Gaara, ¿puedo verte en un rato?...-

Y así ojinegro y pelirrojo fueron a un salón de té a hablar tranquilos...

- Toma- le dijo el pelirrojo a Sai, entregándole una pequeña cajita envuelta con una cinta. El ojinegro observó la cajita y luego al pelirrojo; - Fue tu cumpleaños, ¿no? No es la gran cosa el regalo, pero espero te sirva-

- Hai, arigato Gaara, demo...-

- No digas nada. Ya lo se, pero hoy por primera vez...- el pelirrojo, que todos veíamos callado. Esta vez quería desaparecer aquel silencio y decir todas aquellas cosas que pensaba; - No soy de hablar mucho, pero hoy quiero que me escuches- el pelinegro asintió.

- Nunca entendí porque me gustabas...-

Esto tomo al ojinegro un poco de sorpresa, ¿Gaara diciéndole aquello abiertamente? Pero quería escuchar, algo extraño sentía cuando el pelirrojo le dijo aquello...

- Pero supongo me gustabas...- el pelirrojo tomaba un poco de sake. Estaban en un restaurante. El ojinegro le miró serio, el efecto del alcohol estaba afectándole al parecer; - Es patético, que no me respete a mi mismo... se que no te gusto y que nunca te gustaré- el ojinegro le observaba serio, por alguna razón extraña quería seguir escuchándole; - por ello, ya no me gustaras más- le dijo observando los pozos negros. Sai ante ello, observó las aguamarinas. Algo extraño se sentía en aquel ambiente... mucho calor al parecer.

- Por todo lo que hemos pasado, los regalos de cumpleaños. Entre otras cosas como tus bromas...- Sai ante esto solo escuchaba pero aquello no pudo evitar dar una media sonrisa por aquel comentario, - muchas gracias por todo. Has sido un gran amigo siempre, Sai. Espero que te vaya siempre bien- El moreno ante esas palabras sintió algo extraño... como un vació interno, que no comprendía el porque de su causa; - Bien Sai, me debo marchar- Dijo colocándose de pie, pero tambaleándose al segundo. Se había pasado un poco del alcohol.

- No estas en condiciones de conducir...-

- Eso no es de tu incumbecia-

-...-

- Nos vemos, Adiós- Se despidió el pelirrojo moviendo su cabeza de un lado al otro para despejarse y caminar con tranquilidad. Por otra parte el moreno solo le observaba, aquellas palabras le habían producido algo extraño.

Mientras cierto pelinegro había terminado hace una hora aquel contrato pendiente, estaba ahora firmando las ultimas fotografías de la película a un grupo de fans mientras observaba su reloj de mano insistentemente. Luego de terminar Lee se acercó al moreno.

- He oído que Sai fue a tu casa ayer...-

- Si, ¿y que?- pregunto molesto por hablar de el ojinegro publicista.

- ¿Te ha dicho algo?-

- ¿De que?- le observó extrañado.

- Etto... Ie nada, nada- decía nervioso Lee, sin duda Sakura le había contado la metedura de pata que había hecho frente al publicista. De pronto Sasuke sintió su móvil sonar.

- ¿Moshi-Moshi?... Gaara-

Por otro lado el rubio había llegado a cierto restaurante donde el moreno le había dicho que se juntaran. Una chica con un elegante traje le dio la bienvenida.

- ¿Tiene reserva?, si es así dígame su nombre-

- Uzumaki Naruto-

- Por aquí, por favor- respondió la chica, llevando al rubio a la mesa reservada. Naruto se sentó en la mesa.

- Avíseme, cuando la otra persona llegue-

- Hai- respondió la chica, Naruto observaba el lugar sin duda era muy lindo y bastante amplio y la música de ambiente sin duda era agradable. Ahora solo le quedaba esperar.

Lo que el rubio no sabia era que Sasuke había sido llamado por Gaara y ahora ambos estaban juntos en un bar.

- Hoy vi a Sai- el moreno asintió para que continuase, - le di su regalo de cumpleaños y le dije un par de cosas, espero hayan sido las correctas y también le di las gracias, ¿estuvo bien?- le preguntó al moreno, este tomó un poco de su whisky y respondió.

- Hiciste lo correcto- Gaara en contestación, suspiró cansado.

- Gracias...- volvió a tomar un poco de su vaso, - Sabes realmente pensé que el y yo podríamos tener algo. Pero con mi personalidad y la suya en realidad no podríamos imaginarnos juntos, pero de todas formas quería intentarlo. En fin... ¿realmente hice lo correcto?- preguntó al moreno.

- Lo hiciste bien. Es hora de ver a un nuevo Gaara, ¿no te parece?-

- Tampoco quiero volver a ser el antisocial psicópata que era cuando fuimos adolescentes- se mofó el pelirrojo, sacando una sonrisa de medio lado del moreno, - Solo debo centrarme en mi-

- Hai-

Cambiando de escena, pudimos encontrar a un Naruto el cual llevaba mínimo seis vasos de agua intentando calmarse por la demora que presentaba el ojinegro,. miró su reloj de mano, ya había pasado media hora. Era muy extraño que el moreno se demorase, pero él mismo acostumbraba siempre a llegar tarde a todo. Así que prefirió seguir esperando.

- Disculpe-ttebayo. ¿Podría darme un poco de agua?- ya era el séptimo vaso que tomaba. De pronto su móvil comenzó a sonar. El rubio rápidamente respondió.

- ¿Moshi-Moshi?-

- ¿¡Naruto?! Estoy aquí a las afueras de un bar- era Lee el que le llamaba, ya que él era el encargado de supervisar a Sasuke. - Naruto, tienes que venir. Sasuke esta con Gaara y no me da nada de confianza todo esto, ade...-

- ¡Urusai!, ¿Para qué voy a ir?-

- ¿Cómo "para que"? dime, ¿no vas a hacer nada?-

- No se. Estaré esperando aquí-ttebayo. Así que dile si puede venir o no- y sumamente molesto colgó. Lee por otro lado fue adentro del bar a informar al moreno sobre esto, pero cual fue su sorpresa al no encontrar ni a Sasuke ni a Gaara.

El moreno había ido a dejar al pelirrojo a su hogar, al llegar observó a su lado. Gaara estaba dormido, se le habían pasado las copas, era comprensible el porque de su sueño repentino. Le tomo del brazo moviéndolo un poco.

- Gaara..., Gaara desierta, ya llegamos-

- ¿mm? me siento cansado...- dijo el pelirrojo despertándose completamente. Pero con una expresión de cansancio.

- Entra y relájate. Así te sentirás mejor- le dijo el pelinegro.

- Ya iré... demo, si entro volveré a estar solo- decía el pelirrojo con expresión cansada y un asomo de tristeza.

Por otro lado Naruto seguía aun esperando, ya había pasado una hora y media... El restaurante estaba cerrando, pero él aún seguía allí.

- Joven, estamos cerrando- dijo la misma chica hablándole suavemente al rubio. Le había obse5rvado esperar a alguien, el cual no llego. Naruto le dio una sonrisa, pero la chica supo que no era sincera, maldito internamente a quien osaba hacer esperar a tan hermoso joven. Naruto por su lado se levanto y salio despidiéndose y dando las gracias.

El rubio al llegar a su hogar, abrió las puertas en tipo correderas fuertemente y también las cerró del mismo modo, prendió las luces y se fue directo a la cocina, sacó un bol de ramen instantáneo, calentó agua y la hecho en el recipiente, esperó los minutos correspondientes y se dispuso a comer, estaba sumamente enojado. Sasuke literalmente lo había dejado plantado... pero mas que enojado se sentía dolido. Sus ojos comenzaron a dolerle, sabia lo que pasaría... pero no quería derramar ni una sola mísera lagrima, no... no por culpa del moreno. Intentó controlarse, lo que mas le dolía era que siempre... siempre le hacia este tipo de cosas. Siguió comiendo angustiado hasta terminar, luego de ello fue a lavarse sus dientes, mientras el ceño fruncido no desaparecía de rostro y mas al observarse en el gran espejo. Al terminar, miro el reloj... tres horas desde entonces, decidió finalmente colocarse su pijama de zorritos, dejar a kyuubi lejos. No quería observarlo en aquel momento y decidió intentar dormir. Dio vueltas y vueltas en su cama intentando conciliar el sueño, lo cuál no pudo hacerlo. Luego se levantó y decidió dar un paseo por el jardín y patio de la casa, mientras caminaba no podía evitar de pronto mirar hacia la colina, esperando quizás que cierto moreno se apareciera, pero al momento desviaba la vista hacia el lago, evitando aquellos pensamientos. Luego de cansarse de hacer eso, entro a la casa y se sentó en el gran sofá prendiendo el gran LCD para ver quizás si había algo entretenido en la televisión, estuvo dos horas mas así. Su vista se desviaba hacia el fono por momentos, pero evitaba cualquier tipo de pensamiento que se asemejara a ese moreno. Luego se quedó viendo una película que le llamo mucho la atención... "The Classic" se llamaba, estuvo observándola durante dos horas. La película lo tenia total y absolutamente atrapado le conmovía, le hacia sentirse triste y a la ves feliz por todas las situaciones que pasaba la pareja principal. La historia se centraba en una chica la cual estaba enamorada de un chico pero no se atrevía a decirle nada ya que el chico estaba con su mejor amiga. Cierto día la chica se encuentra un baúl en su casa el cual pertenecía a su madre y ahí ve las cartas que se enviaban sus padres. Las lee una por una, todas muy románticas y también leyó el diario de vida de su madre donde ella explicaba que había conocido a cierto chico que le atraía, pero no podía estar con el ya que estaba comprometida con otro chico. Y precisamente ese cierto chico con el que estaba comprometida era el padre de la chica que leía el diario. Su madre había estado enamorada de un amor imposible, pasaron muchos contratiempos, la historia de la madre de la chica se habituaba en el periodo de guerra coreana y el gran amor de su vida había tenido que ir a la guerra, luego de unos años el chico volvió y la chica se junto con el. Pero ya nada era como antes la chica estaba casada con el que debía ser su prometido y el chico también se había casado, pero el pobre había perdido la vista en aquella batalla, un collar... eso le dio ella a el para que le recordara. La chica al terminar de leer el diario de su madre recordaba una escena... una escena de ella pequeña junto a su madre y unas personas que le decían que un chico había muerto... fue ahí cuando supo que el gran amor de su madre había muerto. La chica lloró por el gran sufrimiento de su madre, luego de diversas cosas la chica pudo estar con el chico a quien quería, y cierto día ella le contó la historia de su madre y aquel chico. Cuando terminó el relato su novio se puso a llorar ella no comprendía nada y el como respuesta le paso un collar... la chica lo observó y comprendió al instante, su novio era el hijo de aquel chico.

- Por kamisama.... que hermoso...- lloraba Naruto viendo todo aquello, - Ya que no pudieron estar juntos los padres, al menos los hijos si pudieron...-decía mientras veía el final de la película con una hermosa melodía de fondo. Verla le hizo pensar en muchas cosas y lo mas importante que el amor traspasa generaciones y que hay que enfrenarlo todo, siempre... Ya no podía negar mas la realidad a el le gustaba el pelinegro, pero... No pudo seguir pensando ya que repentinamente le invadió un gran sueño y se quedó dormido en aquel sofá.

- Ne... Usuratonkachi, dobe... Naruto...- escuchaba lejos cierta voz, de pronto se vio en la realidad despertando de a poco. Aquel que le llamaba era el moreno, quien apagaba el LCD que se había quedado prendido toda la noche.

- ¿Crees que la cuenta de la luz se paga sola, usuratonkachi?- Ante esto Naruto no respondió nada, solo le acomodó en el sofá y miro hacia un punto indefinido. Sasuke de pronto comenzó a sentirse culpable.

- ...¿Esperaste mucho ayer?- preguntó finalmente observándole, mientras se acercaba.

- ¿Por qué siempre lo haces-ttebayo?- hablaba frió el rubio, Sasuke se sentía incomodo. No estaba acostumbrado a escuchar ese tono de voz y menos viniendo de Naruto.

- ... ¿Hacer que?- preguntó desviando su mirar. Naruto por el contrario le observó, en su mirar se notaba el enojo y también el resentimiento.

- Te crees que soy muy idiota, ¿verdad? nadie me trata así-

- Nani...-

- ¿¡Por qué dejas a la gente esperándote, teme?!- Sasuke observo nuevamente hacia otro lugar, no quería ver al rubio.

- Podrías haberte ido... eso me da a entender que esperaste mucho- Naruto por su parte tragó saliva con dificultad mientras cerraba sus puños con fuerza.

- ¿Te crees que me entretuve-ttebayo?- le dijo con una sonrisa cínica. Enfadando así al moreno; - Siempre lo haces. Mira Sasuke, si tanto te gusta Gaara ¿ por qué no lo admites?- le hablaba tranquilamente, algo que desesperaba al moreno. Mas las palabras dichas.

- ¿Nani? Que tonterías estas diciendo...-

- Lo se todo, Sasuke- Naruto suspiró cansado, - Ni siquiera puedes admitirlo... eres un teme- Sasuke ante ello respondió colérico.

- ¿¡Qué sabes tú?! No tienes nada que decir. Además, ¿qué te importa? ¡¿por qué tengo que oírte decir esas cosas?!-

- ¿Qué por qué?- Se observaron uno colérico y el otro dolido.

- Claro. ¿Quién te crees que eres? ¿¡Mi esposo de verdad?! ¡¿Te crees que puedes meterte así en mi vida?!- Esas palabras sin duda habían hecho un daño al rubio. Pero aun así le respondió ahora mas que nada enfadado, levantándose y encarando al moreno.

- Cierto-ttebayo. No tengo que meterme en tu vida, ¡¿pero porqué demonios me pones las cosas difíciles?!-

- ¡¿Por qué yo te pongo así?!- El rubio ya no daba mas. Le dio un fuerte puñetazo en la cara al moreno este se desequilibro, pero volvió a mirar al rubio.

- ¡Me haces esperar! ¡Siempre lo haces!- A Naruto luego de dar ese golpe se había descargado, pero al angustia lo empezó a invadir haciendo que sus ojos no pudieran aguantar aquel liquido... se estaban humedeciendo. Sasuke por su parte al verle así trago saliva con dificultad. Odiaba ver ese mirar en el rubio; - ¡Ayer te esperé, teme!... Esperé hasta que me dijeron que el restaurante debía cerrar- Naruto solo deseaba darle otro golpe al moreno pero se intentaba controlar oprimiendo sus puños hasta sentir el dolor de sus uñas rompiendo la piel dejando escapar un poco de sangre, - ¡Y en la casa te esperé también!... pensé que vendrías pronto y con eso me mentalice durante mucho tiempo... - Naruto tomó aire y volvió a gritar, - ¡¿Por qué siempre debo ser el que debe esperar-ttebayo?!- y como consecuencia una lagrima se deslizó por su mejilla. Sasuke volvió a tragar saliva y ya estaba bastante angustiado con todo eso. Mas con oír las palabras del rubio. Pero él no era de los que cedían...

- Nadie te pidió que esperaras- Esas palabras ya terminaron por dejar al rubio completamente dolido. Asintió con la cabeza.

- Hai, tienes razón... no voy a esperar más- Limpió su única lagrima y volvió a hablarle al moreno; - Nunca más te voy a esperar-

- Hai, no tienes porqué hacerlo- respondió el moreno mirando los zafiros pero cualquiera podía ver un cierto miedo en sus ojos. ¡No! El era Uchiha Sasuke, por ende el no tenia miedo de nada y tenia su gran orgullo acompañándole; - No seas exagerado, dobe. No significas nada para mi, ¿lo sabes?- Naruto ya no podía ni quería escuchar más, solo decidió contestar.

- Hai, lo se-ttebayo. Sé que no soy nada para ti- se acercó un poco más al moreno, sus rostros estaban cerca. Sasuke estaba algo conmocionado por la mirada azul desafiante y fría. - Desde ahora, tú tampoco para mí- Y así el rubio desvió su mirar y paso de largo directo a la puerta de salida, cerrándola con fuerza en el proceso, dejando a Sasuke sin respiración, angustiado y un sin fin de cosas mas. Estampó la pared con su puño, sintiendo el dolor y la sangre que esta emanaba. Pero ello no era nada con el mar de confusiones que pasaba en su cabeza.

Naruto se dirigió en autobús a la ciudad y se sentó en una banca de un parque que él acostumbraba a pasar antes de estos caóticos meses. Como si fuera una película Naruto comenzó a recordar todos los sucesos que había pasado con el moreno. Cuando le conoció en aquel viaje y le vomito la camisa, rió bajito ante esto. Luego cuando hablar en el hotel por el asunto del dinero y Naruto huso su mentirita blanca. Volvió a reír ante aquel recuerdo. Cuando le cuidó cuando estaba enfermo... las firmas del contrato de matrimonio, y de pronto un recuerdo fugaz vino a su mente asustándolo... recordó... finalmente recordó aquella noche de bodas... donde se había emborrachado y...

- No... no puede ser- Sus ojos se abrieron descomunalmente- No puedo creerlo...- se llevó las manos a su boca. Procesando la información. Así es, Sasuke y Naruto habían hecho el...

- ¡¡¡Noooooooo!!!....- gritó conmocionado y sumamente sonrojado, mientras las personas le observaban raro. De pronto se puso a llover, como si la lluvia corroborara sus pensamientos. Se intentó calmar cuando de pronto vio a una pareja feliz en una bicicleta, ahí llegó otro pensamiento en su mente, el junto a Sasuke en la bicicleta y después mirando la apuesta de sol y finalmente una sonrisa sincera se posó en sus labios observando la lluvia que lo mojaba entero.

Sasuke por su lado ya se había calmado un poco, pero ahora un nuevo pensamiento lo estaba molestando. Ya habían pasado hartas horas desde su pelea con el rubio y este aun no se aparecía y lo peor de todo es que había comenzado a llover y Naruto no había salido con ninguna sombrilla ni nada por el estilo. Luego de una media hora más ya Sasuke estaba realmente preocupado, la lluvia estaba cada ves mas fuerte y Naruto aún no volvía. Salio con una sombrilla a la entrada, observando por la colina si quizás llegaba luego el usuratonkachi. Pero ni rastros de él.

- Kuso, a donde se ha metido ese dobe ¡y con esta lluvia!- Se devolvió a la casa y la cerró, yendo a buscar al rubio por los alrededores. Ni rastro de él.Sasuke se estaba desesperando, ya por subir por las colinas estaba completamente sucio y mojado, dejo la sombrilla de lado y se dispuso a correr llamando al rubio al viento, haber si este le respondía...

Por otro lado Naruto se encontraba dentro de una cabina telefónica, esperando a que la lluvia parase para volver a casa. De todas formas no quería volver aún, por todo lo que se habían dicho el moreno y él. De pronto sintió un frío recorrer por su espalda y dio un estornudo.

- Genial-ttebayo. Lo que me faltaba...- De pronto tuvo una idea, tomó el teléfono y marco cierto numero. Luego de unos quince minutos, apareció cierto moreno con una sombrilla, delante del rubio extendiéndole su mano para que este la tomase.

- Gracias, Sai- le dijo con su sonrisa zorruna, Sai le observaba mientras le daba un saco para abrigarse; - Vaya que eres rápido-ttebayo- El ojinegro sonrió de manera habitual, mientras se dirigían al coche.

Estaban en el departamento del publicista. Naruto miraba embodado el gran departamento, era de todo un piso. Luego que el moreno llegara, después de cambiarse el terno por una ropa mas cómoda, el ojiazul comenzó a hablar.

- Empezó a llover de repente-ttebayo. No tenia a donde llamar- el moreno le ofreció una toalla.

- Hiciste bien en llamar- le dijo con una sonrisa.

- Etto... además estaba preocupado por lo frió que estuviste la ultima vez que hablamos- hablaba mientras se secaba su cabello con la toalla.

- ¿Fui muy frío?-

- Hai, "...dame el borrador y vete. Naruto, no se que pensar de ti... Onegai, vete. Ya hablaremos en otra ocasión"- imitó el tono y seriedad de Sai, arrancando una risa baja del ojinegro.

- ¿Así mismo fue?-

- Hai-ttebayo. ¿Sabes lo extraño que me sentí?- dijo el rubio dando una media sonrisa, insinuando con eso que el tema ya había pasado. Sai le imitó.

Luego de hablar unas horas y que el pelirrubio, secara su ropa. Ya que el moreno le ofreció ropa de cambio. Naruto se quedó dormido en el sofá. Sai había ido a preparar algo, pero cuando llego le encontró profundamente dormido. Suspiró al ver al rubio, posó una manta encima de él y se quedó observándole, de pronto algo lo inquietó Naruto se removió incomodó y derramó unas lagrimas. Mientras hablaba bajito palabras ininteligibles.

- Esto es un verdadero dilema, Naruto. ¿Qué debería hacer?-

Por un lado Sasuke aun seguía un mar de nervios, estaba en la casa al lado del teléfono, había llamado al rubio. Pero este no andaba con su móvil, ya que había sonado dentro de la misma casa. Además de estar peleados, estaban incomunicados. Sasuke se arrepentía cada ves mas de todo lo que había pasado. De pronto el teléfono comenzó a sonar, apresurado Sasuke contesto.

- ¡¿Moshi-Moshi, Naruto?!-

- Ie, soy yo. Sai, pensé que estarías preocupado. Por eso te llamé, Naruto esta aquí ahora mismo-

- Pásame con el-

- Ie, esta durmiendo. Por lo tanto no puede hablar- Sasuke por su lado suspiró mas aliviado.

- Pues dile que espere allí. Iré a recogerle-

- No es necesario. Yo lo llevaré cuando despierte- miró al rubio, el cual seguía removiéndose intranquilo, - Y por cierto. Ya he tenido suficiente con esto- Sai estaba sumamente serio, - He decidió, alejar a Naruto de ti- Por otro lado el moreno quedo sumamente shockeado ante aquellas palabras. Solo se dedico a observar el gran ventanal con esa densa lluvia, mirando hacia el horizonte con una gran sensación de... miedo.

Continuara...