Capitulo 3.- Despertar
Ino condujo a su compañero a una de las habitaciones, para su buena suerte la casa estaba totalmente desierta y en silencio lo que les permitió entrar sin ser vistos
-Debemos hacer algo para bajarle la fiebre -dijo la rubia mientras acariciaba el rostro del durmiente.
-Como te lo dije, he intentado todo para bajarle la fiebre pero no ha funcionado, incluso a aumentado -le dijo Deidara con preocupación.
-¿Quien fue capaz de hacerle tal atrocidad? -pregunto Ino indignada mientras colocaba un paño húmedo en la frente del ángel durmiente.
-Un ser sin corazón que no merece ser llamado humano -le respondió el otro Ángel.
Ino iba a decir algo, pero el ruido de una campanita se lo impidió
-Regreso en un momento -le dijo a su compañero -Mi señor me necesita y no quiero que sospeche.
-Bien pero ten cuidado hermana -le dijo Deidara, esta solo asintió antes de salir
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-¿Me llamo mi señor? -pregunto la rubia
-Ino, hace poco escuche un carruaje -dijo el joven de la silla de ruedas mientras se acercaba a ella -Dime, ¿Mi padre a regresado ya?
-No mi señor -le respondió un tanto nerviosa.
-Si no fue mi padre quien llego -dijo mirándola, lo que la puso aun mas nerviosa.
-Bueno mi señor... Quienes llegaron fueron mis hermanos quienes vinieron a visitarme -dijo la rubia -Pero... Uno de ellos esta gravemente enfermo -dijo compensando a derramar algunas lagrimas.
-¿Esta muy mal? -la rubia afirmo -Manda a un mensajero a traer al medico familiar, que lo traiga arrastrando si es necesario
-Muchas gracias mi señor -dijo feliz -Nunca podré pagarle tal favor
-No tienes nada que agradecerme -dijo dándole la espalda, dando fin al asunto
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El medico se alejo de Naruto, una vez lo hubo examinado para a acercarse a los dos Ángeles rubios.
-Lo siento he hecho todo lo que estaba en mis manos -dijo el medico, Ino se dejo caer de rodillas mientras estallaba en llanto
-¿No hay nada que se pueda hacer? -pregunto Deidara.
-No, pero si por lo menos pasa esta noche sin ningún cambio es posible que se recupere, pero les aconsejo que no guarden esperanzas y que se hagan ala idea de que morirá.
-El se recuperara -dijo Deidara
-Tenemos fe en Dios
El medico los miro con una mezcla de lastima y sorpresa, en esos tiempos era difícil, por no decir imposible, encontrar a personas que aun creyeran en Dios, la humanidad le había dado la espalda asía ya mucho tiempo y había olvidado lo puro, lo bueno y hermoso que era el mundo, por conocer las atrocidades, la miseria, el hambre y el dolor.
-Sea como sea -dijo el medico -Si hay algún cambio avísenme de inmediato -los dos afirmaron mientras el hombre se retiraba.
-¿Crees que el tenga razón? -pregunto un tanto temerosa Ino
-Debemos confiar en Dios -dijo Deidara -El no permitirá que la humanidad a quien tanto ama se sumerja en las tinieblas y por ende caiga en manos de Lucifer
-Debemos rezar por el y por la humanidad -dijo Ino
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Frente a los dos Ángeles de la guarda aparecieron Sai, Neji, Jiraiya y su pequeño estudiante
-¡Itachi! -exclamo la rubia feliz de ver al niño
-¡Ino! -dijo con alegría
-¿Cómo has estado mi iqueño?
-Bien... -el niño iba decir algo mas pero fue interrumpido por la voz de los Arcángeles.
-Ángel de la guarda Deidara... -dijo Sai en tono serio y podría decirse que un tanto molesto
-Ángel de la guarda Ino... -hablo Neji
-¿Qué trae a dos arcángeles de su rango al mundo del humano? -pregunto Deidara
-Hemos traído al Ángel sanador para que ayude a mi señor, el Ángel de las presentes navidades -respondió Sai
El aludido, junto con su pequeño aprendiz se acerco al durmiente, coloco una mano en la frente del rubio, al instante un aura blanca cubrió el cuerpo del Ángel, a los pocos minutos la retiro.
-Ve con el -le dijo a su estudiante -El necesita que lo ayudes a sanar -Itachi afirmo para luego desaparecer.
-¿Se va a recuperar? -pregunto la rubia
-Su cuerpo ha sanado, pero me temo que el daño a su mente es mas de lo que yo puedo curar -dijo acercándose a ellos -Su trabajo será hacer que recuerde lo que es -dijo a los dos rubios -Recuerden que en sus manos esta la salvación de la humanidad.
Los dos asintieron.
-Ángel de la guarda Deidara -hablo Sai -Te dejo a cargo de cuidar a mi señor el Ángel de las presentes navidades -dijo Cuídalo con tu vida o atente al castigo.
Deidara sonrió ante esto y asintió, feliz de que el guardián del Ángel de las futuras Navidades le confiara su cuidado.
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Sasuke se encontraba en su habitación, ya era tarde, o muy temprano, depende del punto de vista y aun no lograba conciliar el sueño, estaba mirando a través de la amplia ventana.
-Sasuke... -escucho una voz a sus espaldas, miro a quien lo llamaba y quedo estupefacto, ahí, frente a el estaba su hermano mayor.
-I-Itachi -dijo en estado de shock
-Hola Sasuke -dijo -He venido a decir que ya estés triste -dijo el pequeño -No te escondas tras estas paredes.
-¡Mírame Itachi! -le grito Sasuke -¡Soy un invalido! ¡Todos me tienen lastima! ¡Nuestro padre, los sirvientes, Ino, todos!
-No eres un invalido Sasuke y nadie te tiene lastima
-¡Claro que si! -le grito -Toda mi vida a sido lo mismo... Quisiera no estar vivo
-No digas eso hermano -lo regaño Itachi -Dios te dio el milagro de seguir viviendo para que pudieras disfrutar de la dicha y la alegría de vivir, no desperdicies ese hermoso regalo.
-No es justo Itachi... Yo estoy vivo mientras tu y mama...
-Sasuke, nosotros estamos bien -dijo sonriendo -El cielo es hermoso, todos somos felices
Silencio...
-Dios te ama Sasuke y quiere que seas feliz.
-¿Cómo puedo ser feliz Itachi?
-Deja de compadecerte, deja de creer que eres un inútil y empieza a creer en ti -dijo para luego desaparecer
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El sol comenzaba a filtrarse por los grandes ventanales de la habitación y llegaron hasta la figura que dormía placidamente en la cama haciendo que despertara poco a poco.
Inspecciono el lugar con la mirada que le parecía desconocido y diviso a los dos rubios dormidos en unas sillas.
-¿Dónde estoy? -se pregunto
-Ya has despertado -dijo Ino mas dormida que despierta
-¿Quiénes son ustedes? ¿Dónde estoy? -pregunto temeroso
-Tranquilo... Somos amigos -le dijo Deidara
-Mi nombre es Ino y el es Deidara -le respondió la rubia
-¿Cómo te sientes Naruto? -le pregunto Deidara
-¿Cómo saben mi nombre?
-Sabemos todo de ti -le respondió -Veras Naruto, así como nosotros dos, tu origen no es humano, tu eres un Ángel y no cualquier Ángel eres el Ángel de las presentes Navidades
-¿Ángel? ¿Navidad? -repitió -No entiendo de que hablan Dattebayo.
-Te ayudaremos a recordar -le dijo Deidara.
-Pero mientras recuperas la memoria, podemos ser tus hermanos mayores -le dijo Ino sonriéndole -¿Te parece?
El ojiazul les sonrió y asintió, algo le decía que podía confiar en ellos, que estaría seguro y protegido.
-¿Dónde esta Shizune-san? -pregunto de repente
Deidara bajo la mirada
-Lo siento Naruto -dijo -Pero ella se quedo en casa de tu tío
-¡¡¿QUÉ?!! -grito -Tenemos que ir por ella o mi tío... El...
-No te preocupes por ella -le dijo Ino -Ella fue buena con tigo y por lo tanto estará bien.
-¿Me lo prometes oneechan?
-Si -le dijo sonriendo -Ahora iré a traerte el desayuno, seguramente estas muriendo de hambre.
-Arigato Oneechan
-Nuestro hermano Deidara se quedara cuidándote -le dijo -no tardo -dijo para luego salir de la habitación
-Debes descansar -le dijo Deidara mientras lo arropaba nuevamente -Aun estas débil a causa de la fiebre que tuviste y necesitas reposo.
-Arigato niichan -dijo para luego cerrar los ojos y dormir nuevamente
-Mientras tu estés con nosotros aun quedan esperanzas para la humanidad -dijo el mayor sonriendo
Continuara...