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Cerca del paraíso por chibi kitsune chan1

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Notas del capitulo:

 

Konnichiwa!!

 

Akí estoy nuevamente con el segundo capítulo de este fic.

 

 

 

Estoy tan feliz por el recibimiento que le han dado y muy agradecida por sus reviews porque veo que sí les gustó el comienzo de esta historia. Espero k les siga gustando como se va desarrollando, aunk he de advertirles que hay mucho romance por delante n.n

 

 

Por cierto, en el capítulo anterior cometí un error con las edades de Seto y Mokuba, muchas gracias a Yurika Namiya por señalármelo. Espero k sólo ella se haya dado cuenta jiji aunk ahora ya lo saben. Pero bueno, dejémoslo en que Seto tiene 27 años porque no quiero que sea demasiado mayor, además en este fic Joey tiene 18 y la diferencia ya es algo grande.

 

 

Sin más por el momento sigamos con el capítulo…

 

 

CERCA DEL PARAÍSO

Chibi-kitsune chan

 

 

Capítulo 2

Kaiba continuó con su labor de arreglar la carta.

- entonces…cuántos años tienes?- le preguntó sin rodeos

- cuántos crees que tengo?-

- pues sostengo lo que dije hace un momento, hay madurez en tus palabras por lo que asumo que debes tener poco más de veinte-

El rubio negó.

- te equivocas, tengo dieciocho- dijo sorprendiendo al castaño – para que veas que la madurez no tiene que ver con la edad-

- pero si eres un niño- dijo el ojiazul haciendo que el rubio hiciera una mueca

- te parece?- le preguntó un tanto indignado – pues cuántos años tienes tú?-

- veintisiete-

- pues no eres precisamente mayor-

Seto rió.

- tienes razón, pero puedo considerarme mayor en algunos aspectos-

Joey sintió que su corazón se aceleraba. La risa del castaño era hermosa, tan varonil y tan agradable, era muy atractivo y el rubio no podía evitar que su cuerpo se estremeciera al estar así frente a él. Era algo que jamás en su vida había sentido.

- te has quedado callado-

Joey se sobresaltó preguntándose si el castaño se había dado cuenta que lo estaba mirando fijamente, pero al parecer no fue así porque él seguía arreglando la carta con sumo cuidado.

- aún no se tú nombre- dijo el rubio no sabiendo qué más decir

- Seto Kai…- el ojiazul calló, dudando si decirle de una vez que él era el dueño de esa corporación o no, pero el rubio lo interrumpió.

- Seto Kai, mucho gusto-

Al castaño le salió una gotita. No sabía si reír o llorar por lo ingenuo que era el rubio. Hasta ahora no había conocido a nadie que no lo reconociera. Se preguntó si ese chico estaría fingiendo.

- no lees los periódicos o las revistas?- le preguntó queriendo probarlo, pues a él siempre le tomaban fotos en alguna conferencia o algún paparazzi para su revista de chismes.

- la verdad no- le respondió el rubio

- y ves la televisión?- quizá ahí sí lo hubiera visto

Pero joey negó.

- no tengo televisión- respondió ante la mirada sorprendida del ojiazul –por qué preguntas?-

Seto lo miró fijamente, se veía tan sincero que se dio por vencido y decidió no seguir insistiendo. Tal vez de verdad no sabía quién era él y eso no le molestaba, al contrario, le agradaba.

- por nada importante- le dijo entregándole su carta ya reparada.

El rubio la tomó y sonrió muy contento y sorprendido al ver que estaba como nueva.

- increíble!! Gracias!!- exclamó feliz sin dejar de ver a su dragón negro

El castaño se le quedó mirando pensativo. Jamás se había sentido atraído por alguien tan de repente, mucho menos por alguien como el rubio que a leguas se veía que era de un mundo muy diferente al suyo. Sus contactos le iban a ser muy útiles para sus intereses pero aún así no quería involucrarse sentimentalmente con nadie, lo había decido hacía tiempo y no podía permitírselo ahora.

- y…no me has dicho cómo te llamas?-

- es verdad- el rubio sacó la lengua apenado – Joseph Wheeler, pero puedes decirme Joey-

Seto sonrió.

- me dijiste que trabajas en Hokkaido, verdad? Eres de ahí?-

- sí, aunque vivo un poco alejado de la civilización-

- por qué?-

- porque la zona es más barata- le respondió encogiendo los hombros – y tú de dónde eres?-

- de aquí mismo, Ciudad Domino-

- vaya, yo nunca había venido aquí, la verdad es que es la primera vez que salgo de Hokkaido-

A Kaiba le impresionó escuchar aquello.

- me sorprende, yo he viajado mucho-

- en verdad? a mi me gustaría viajar también…deben existir tantos lugares hermosos-

Seto lo contempló nuevamente, admirando sus bellos ojos miel y su piel blanca y fina. De repente sintió que algo en su pecho explotaba.

Joey se removió en su asiento un poco incómodo por aquella mirada.

- será mejor que me cambie de una vez, ya es tarde y debo irme-

- pero aún no has comido nada-

- ya será la próxima vez, la verdad es que no quiero que Yugi se preocupe por mí, le prometí que llegaría temprano- lo miró dudoso – te importaría…eh…pedir mi ropa?-

Seto tomó su celular y llamó a alguien pidiendo la ropa del rubio. Pocos minutos después un hombre entró con la ropa ya limpia y seca. Dando las gracias, Joey se metió nuevamente al baño a cambiarse. Se miró en el espejo y notó que la mejilla se le estaba poniendo un poco morada y maldijo al tal Tristán por eso. Resignado salió del baño para encontrar que Seto estaba cerca de la ventana mirando el cielo que ya estaba oscureciendo. Se quedó parado mirándolo. El ojiazul se veía bastante sofisticado y atlético. A Joey no le sorprendió que trabajara en seguridad. Reparó en su mirada y se dio cuenta que parecía triste y solo; se sintió un poco mal por eso. Después pensó que seguramente no lo vería de nuevo y sin saber realmente por qué, sintió un tremendo vacío en su interior. La muerte de su padre, su único familiar, había sido algunos días antes y no tenía muchos ánimos de comenzar nada, pero había algo en ese castaño que lo atraía y le hacía desear vivir cosas nuevas.

La vida con su padre había sido un poco traumática debido a su vicio con el alcohol. Siempre pensó que su padre no lo quería, al menos eso fue lo que le hizo pensar con su actitud. Lo tachaba de inútil y bueno para nada gritándole mil insultos y golpeándolo algunas veces. Siempre echándole la culpa de que su mamá los hubiera abandonado. Le hubiera gustado que su padre al menos fuera un poco amable con él, por lo menos los escasos ratos que se encontraba sobrio, pero eran esos momentos cuando más le criticaba su forma sencilla de ser, y según él, sus nulas aspiraciones de triunfo. Pero al rubio le gustaba mucho su vida tranquila a pesar de todo. Se preguntó muchas veces qué podría hacer para que su papá lo quisiera, pero cuando trataba de agradarle, él siempre lo ignoraba o lo maltrataba, parecía como si todo el tiempo lo estuviera castigando por el abandono de su madre. Aunque él no tenía la culpa, o sí? Ya nunca lo sabría.

Ahora al mirar a Seto le entraban ganas de hacer alguna locura como decirle que lo llevara a alguno de sus viajes o simplemente pedirle que le dejara pasar más tiempo con él. No entendía qué le pasaba, pues él siempre había llevado una vida convencional que su padre le criticaba todo el tiempo.

Cuando el castaño notó su presencia se volvió.

- estás muy callado- le dijo

El rubio sonrió.

- crees que haya taxis a esta hora?- cuestionó

- toda la noche, pero no te hace falta- comentó el castaño.

Kaiba pensó por un momento que él podría llevarlo, pero se arrepintió al instante. No quería comenzar algo que simplemente no iba a poder prolongar. Ese niño rubio de ojos inocentes no iba a encajar en su vida llena de amargura y soledad. El sólo pensamiento de llegar a enturbiar esa mirada limpia lo irritó, y al hablar su voz sonó más fría de lo que le hubiera gustado.

- le diré a Roland que te lleve con tu amigo-

Sin poder evitarlo Joey se sintió decepcionado, le hubiera gustado más que él se hubiera ofrecido a acompañarlo.

- gracias- se limitó a contestar

Kaiba llamó por su celular a Roland diciéndole que esperara a Joey en el estacionamiento privado para que lo llevara a su casa. Cuando terminó la llamada le dijo al rubio que todo estaba listo y Roland lo llevaría a donde él le dijera.

- en verdad te agradezco lo que has hecho por mí esta noche- dijo el rubio antes de abrir la puerta de la habitación – quisiera pagarte de algún modo lo de la carta- lo miró – no tengo mucho dinero pero puedo…-

- no hace falta- lo interrumpió el ojiazul – no lo hice esperando algo a cambio-

Joey lo miró con los ojos brillantes y sabiendo que no lo volvería a ver ya no pudo contenerse más.

- yo…nunca…nunca había conocido a…alguien como tú- le dijo sin poder evitar que su voz temblara levemente – soy un chico sencillo y no salgo demasiado de casa, no he viajado nunca, más que esta vez, no conozco nada del mundo en el que tú vives- bajó la mirada – pero…yo…-

El ojiazul sonrió levemente y aproximándose a él, le levantó la barbilla para que lo mirara.

- pero…sientes como si me conocieras de antes-

- eh…pues…creo que…sí-

Kaiba subió su mano de la barbilla hasta su mejilla comenzando a acariciar la piel suavemente, provocando que el rubio se estremeciera y se sonrojara tenuemente.

Los ojos miel de Joey se posaron en los azules, sólo para ver que el castaño hacía una ligera mueca de molestia.

- qué pasa?- preguntó preocupado, él se estaba sintiendo muy bien, acaso Seto no?

- que no debería perder el control así-

Joey no entendió muy bien a lo que se refería con eso. Iba a preguntar cuando Kaiba lo atrajo de la cintura pegándolo a su cuerpo y con un rápido movimiento capturó sus labios con los suyos. No supo que hacer. Se quedó paralizado con los ojos abiertos en sorpresa mientras sentía que los labios de Seto se movían sobre los suyos y su lengua se infiltraba poco a poco dentro de su boca. Cuando sintió que la lengua del castaño tocaba la suya sintió que todo su cuerpo se estremecía y cerró los ojos abriendo más su boca, permitiendo que el ojiazul se adueñara por completo de ella. Ambos se fundieron en un abrazo y el beso se fue intensificando cada vez más llenándose de pasión.

En un breve momento de lucidez, Joey se reprendió a sí mismo. Debería estar protestando por el beso y no besando de esa manera a un completo extraño…pero se sentía tan bien estar entre sus brazos que no podía alejarse ni un milímetro.

Después de un momento, ambos se separaron pero no dejaron de abrazarse.

Joey sentía como si ese espacio vacío dentro de su alma se estuviera llenando justo en ese momento. Su padre nunca lo había abrazado y vagamente recordaba los abrazos de su madre, pero todo eso era cosa del pasado. En ese momento lo estaban abrazando y la sensación le gustaba demasiado, tanto que se podría hacer adicto a ella.

Seto estaba sorprendido de sus acciones, de las acciones que ese rubio lo estaba provocando hacer. Se dio cuenta de inmediato que no tenía mucha experiencia, pues su beso había sido tímido y algo torpe, pero bastante dulce. Además, se sentía tan bien tenerlo así en sus brazos, sintiendo ese ligero olor a canela que desprendía su cabello. Todas esas sensaciones lo estaban confundiendo, estaban resultando completamente desconocidas para él.

- esto ha sido un error- dijo con voz grave después de un momento, pero no dejó de abrazarlo.

Joey se sorprendió por lo que escuchó.

- por qué?- preguntó sin poder evitar que su voz sonara dolida – para mí no lo fue-

Seto tomó aire y lo separó un poco para poder mirarlo.

- escucha, somos muy diferentes, y a mí no me gusta empezar algo que sé que no podré continuar-

Joey ladeó la cabeza.

- pero…yo no fui el que empezó esto- dijo mirándolo un poco triste

Seto se reprendió por esa mirada. Ese chico era más vulnerable de lo que creía. Momentos antes lo había visto luchar contra Taylor con una mirada desafiante, y ahora lo veía con esos ojos de cachorro abandonado. Algo se encogió en su corazón. No le gustaba verlo así. Sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz del rubio.

- lo lamento- se excusó separándose completamente – olvidémoslo, está bien?- Joey sonrió, aunque le costó trabajo, pero pudo convencer al ojiazul, que se sintió más calmado con la sonrisa que le brindaban.

- vamos, Roland debe estar esperando-

- mejor me voy en taxi-

- claro que no-

Seto se dio cuenta que Joey estaba inconforme con la idea.

- no me dirás que tienes miedo de Roland, o sí?- dijo sonriendo – a mí no me temes y eso que soy peor que él en ciertas cosas-

Joey lo miró incrédulo.

- en verdad?-

Seto rió.

- apenas me conoces, no sabes nada de mí- lo miró serenamente – pero eso me agrada, hace tiempo que no platicaba con alguien que no me conociera y se sintiera a gusto como me da la impresión que tú estás-

El rubio se sonrojó y desvió la mirada un poco nervioso.

- pero…sí sé quien eres-

Kaiba se quedó sorprendido. Acaso ese rubio sabía quien era él y le había mentido todo el tiempo?

- ya sé que eres el jefe de seguridad de este lugar-

El castaño se descolocó, pero internamente se sitió aliviado. No pudo evitar mirarlo sintiendo ganas de reír a carcajadas.

- pero no debes avergonzarte por eso- prosiguió Joey

- por qué piensas que me avergüenzo?- preguntó el ojiazul cada vez más divertido

- pues por tu forma de vestir-

Seto levantó una ceja.

- sí- continuó el rubio – los demás guardias que están afuera, visten de traje negro y lentes oscuros, y tú no, al contrario, usas esa gabardina azul y no usas lentes, creo que no quieres parecer uno de ellos- dijo con seguridad

Seto sólo observaba como Joey hablaba y decidió mantenerlo en el error un tiempo más.

- pero no debes pensar así- siguió el ojimiel – alguien debe asegurarse que se mantenga la paz y tranquilidad en este lugar, mi mamá siempre decía que un lugar pacífico es un lugar próspero…- se rascó la cabeza -o…creo que eso decía, no la veo desde que era muy niño así que no me acuerdo muy bien-

- no la ves?- preguntó el castaño

Joey negó – salió de casa un día…y ya no volvió-

Seto no dijo nada, aunque en ese momento sintió nuevamente ganas de abrazarlo.

- me quedé sólo con mi padre, y si no fuera por mi amigo Yugi, que conozco desde niño, ahora estaría sólo-

- no entiendo, y tu padre?-

Joey suspiró.

- murió la semana pasada en una riña, por eso estoy aquí. Yami y Yugi me invitaron a pasar una temporada en su casa-

- parece que te llevas muy bien con ellos- comentó Kaiba

- así es, lo único malo es que a veces me sobreprotegen demasiado, como si yo fuera un niño pequeño, primero era Yugi el que siempre me cuidaba, y cuando se casó con Yami lo contagió- dijo sonriendo

- quizá te tratan como niño porque te comportas como tal- comentó el ojiazul sonriendo. Era verdad que el chico se comportaba maduro algunas veces, pero otras parecía un chiquillo.

Joey hizo una mueca graciosa.

- sólo bromeaba- dijo después el castaño, sintiendo enormes deseos de pasar más tiempo con él -vamos, te llevaré, quizá más adelante no quieras volver a verme- dijo poniéndose serio

- no creo-

- eres muy optimista, pero yo no-

- ya me he dado cuenta de eso- dijo el rubio bromeando haciendo reír al ojiazul. Después, ambos bajaban por el elevador y se dirigían al estacionamiento privado. Cuando llegaron, Roland estaba esperando junto a una enorme limosina negra.

Joey abrió los ojos y se quedó boquiabierto.

- no podemos ir en eso!- exclamó mirando al ojiazul

Seto levantó una ceja cuestionándolo con la mirada.

- tu jefe seguramente se enojará y te puede despedir, he oído que es algo gruñón-

- en verdad?- indagó el castaño – y qué más sabes de él?-

Joey se quedó pensativo.

- en realidad no mucho, sólo sé que su apellido es Kaiba y…he escuchado de su carácter estricto-

- estricto eh…y tú que crees?-

- no lo sé, no puedo opinar, no lo conozco, pero seguramente las personas que dicen eso es porque deben tenerle envidia-

- envidia?-

- sí, es natural, él es dueño de la mejor corporación especializada en el Duelo de Monstruos- dijo el rubio -nunca lo he visto pero creo que el señor Kaiba debe ser envidiado por muchas personas-

- te gustaría conocerlo?-

- hmmm…la verdad es que no lo había pensado, siempre me contenté sólo con las cartas de Duelo-

Kaiba sonrió de lado y lo condujo al auto.

- espera! No quiero que tu jefe te despida-

- no te preocupes- dijo el ojiazul mirando significativamente a Roland, que intentaba no reírse por la situación – no me va a despedir-

Joey lo miró extrañado.

- digamos que el ser su jefe de seguridad me otorga ciertos privilegios- lo miró tranquilamente – vamos, sube-

Roland abrió la puerta y Joey, un poco más tranquilo subió. Al entrar se quedó fascinado mirando todo a su alrededor. Seto subió tras él después de darle indicaciones a Roland y se pusieron en marcha.

- wow!!- exclamó el ojimiel – es enorme!! Podrías jugar utilizando discos de duelo aquí dentro!-

Kaiba rió suavemente.

- te gusta jugar con discos?- le preguntó

- la verdad es que nunca he tenido uno- confesó Joey sin dejar de mirar a su alrededor.

Fue el turno de Kaiba de quedar boquiabierto mirando al rubio impresionado.

- nunca has jugado con discos de duelo??!!- exclamó incrédulo

- no- dijo el rubio sintiéndose mal – es que…nunca he tenido el dinero suficiente para comprarme uno-

Seto se reprendió por ser tan grosero.

- lo siento- se disculpó – es que no había conocido a alguien que no…-

- está bien, no te preocupes-

Se presentó un silencio incómodo. Kaiba aún se sentía mal por hacer sentir mal a su vez al rubio. Pero es que él pensó que si enseñaba a jugar y le gustaba tanto el duelo, pues debería tener un disco. Además creyó que a esas alturas, todo duelista tenía un disco. Al parecer se equivocó.

- quieres algo de tomar?- preguntó el castaño para romper el silencio

Joey negó con la cabeza.

- no te habías subido a una limosina antes?-

- no, Yami tiene un deportivo pero nunca lo lleva a donde vivo, el lugar está alejado de la carretera y llegar es un poco difícil porque hay muchas piedras y algo de lodo- rió un poco – sería muy gracioso que una limosina se parara por allá- miró al castaño – si vas alguna vez a visitarme no olvides llegar en limosina, procuraré que no se suba alguna gallina encima-

Al ver que el ojiazul lo miraba extrañado por lo último, se explicó.

- es que tengo una gallina de mascota, la encontré un día herida en una de sus alas y la curé, desde entonces la tengo y este año ha tenido muchos pollitos, por eso los dejé al cuidado de una vecina, aunque algunos ya son grandes. Te gustaría tener un pollo de mascota?-

Seto comenzó a reír.

- un pollo de mascota? Sólo he visto los pollos asados en un plato-

Fue el turno del rubio de reír.

A Kaiba le gustaba como se escuchaba la risa del ojimiel. Se puso a pensar y se dio cuenta de que hacía mucho tiempo que no tenía una conversación como esa. Siempre hablaba de negocios y su vida era solitaria, normalmente desconfiaba de cualquiera que se le acercaba.

- espero que puedas asistir otro día a la exposición, claro, sin el infeliz de Taylor- dijo el ojiazul

Joey hizo una mueca de desagrado – Tristán dijo que podía acompañarme porque tenía que tratar un negocio con el señor Kaiba y que después podíamos pasear por la exposición, pero ya ves, antes de llegar siquiera se me fue encima-

Seto frunció el ceño.

- así que eso te dijo?-

- sí, creo que está metido en algo ilegal, porque cuando estábamos llegando parecía nervioso, quizá está tratando con alguien que quiere hacerle daño- se mordió el labio y miró al castaño preocupado – tal vez no debería decirte esto, el señor Kaiba es tu jefe, verdad?-

- se podría decir que sí- respondió

- pero así fue, Tristán me dijo que él iba a pagarme la entrada a la exposición y quizá podría comprar algo y obsequiármelo, pero a cambio debería darle un poco de diversión, y comenzó a atacarme, ni siquiera me dio tiempo de decirle que no quería que me pagara ninguna entrada ni que me comprara algo- observó a Seto fijamente – acaso es justo que algunos piensen que por regalarte algo ya debes acostare con ellos? Porque si es así no aceptaré regalos de nadie jamás-

Kaiba volvió a reír.

- bueno, yo sólo puedo hablar por mí, y cuando doy un regalo nunca espero recibir algo a cambio-

Joey sonrió a pesar de estar enojado por el suceso con Taylor. Al menos ya estaba seguro que Seto no iba a pedirle algo a cambio de haberle arreglado su carta y llevarlo hasta casa de Yugi. Y no es que hubiera dudado de él.

- te parezco tonto, verdad?-

- claro que no, por qué piensas eso?-

El rubio se encogió de hombros.

- a leguas debes notar que no sé muchas cosas, tal vez confío demasiado en las personas-

Seto sonrió, era todo lo contrario a él.

- no eres tonto, tal vez un poco confiado, pero eso no es malo del todo, es terrible vivir desconfiando de las personas todo el tiempo-

- lo dices por experiencia?-

- experiencia?-

- sí, por tu trabajo debes desconfiar de casi todas las personas-

- tienes razón-

- pues sí, pero por esa confianza he tenido algunos problemas, mi padre siempre me criticó que fuera así, claro que él decía que era un tonto-

- parece que tu padre era algo difícil-

- así es, cómo es el tuyo?-

Seto se quedó callado un momento. Hacía mucho tiempo que no pensaba en su padre.

- mi padre murió cuando era niño, tuvo un accidente de auto con mi madre y ambos murieron. No los recuerdo muy bien, pero eran buenas personas y siempre me demostraban su cariño-

- era apuesto tu padre?-

- apuesto? qué pregunta es esa?-

- es que tú eres muy apuesto- dijo el rubio sonrojándose levemente extrañándose por ser tan atrevido con ese hombre que acababa de conocer – o quizá tu mamá era muy bonita y heredaste su atractivo-

- pues gracias- dijo el ojiazul algo cohibido – también creo que eres muy apuesto-

- para nada!- exclamó el rubio sonrojándose más – pero lo compenso porque sé cocinar muy bien-

Seto levantó la mano y comenzó a acariciar la mejilla del rubio suavemente.

- alguna vez me gustaría probar algo que tú mismo cocines- le dijo suavemente

El rubio sonrió apenado, pero no se apartó. Le agradaba la sensación de la mano del castaño sobre su rostro.

- cuál es tu platillo favorito? Si no lo sé hacer puedo aprender, me han dicho que aprendo rápido-

- me gusta el “cordon blue” y el “filete mignon”- respondió

Joey ladeó la cabeza.

- y eso qué es?- preguntó preocupado

Seto rió.

- son platillos extranjeros, pero no te preocupes, pensándolo mejor seré yo el que te invite, además te debo la comida de hoy-

Joey meditó un poco.

- no me suenan de nada esos platillos, pero averiguaré como se preparan-

Seto miraba la determinación del ojimiel. Se veía hermoso con esa expresión de estar pensando profundamente. Le encantaría verle la cara que pusiera cuando se enterara que el “cordon blue” era un platillo a base de pollo, tomando en cuenta que él tenía pollos como mascotas.

- alguna vez alguien te ha dicho que pareces un cachorro?- le preguntó el castaño sin poder evitar mirarlo con un brillo en los ojos. En todo ese tiempo no había dejado de acariciar su mejilla.

Joey lo miró extrañado.

- cachorro? Nunca me lo habían dicho- respondió sonriendo levemente – nunca había conocido a un guardia de seguridad tan amable como tú, me imaginaba que todos eran toscos y serios-

- yo nunca había conocido a un cachorro que tuviera pollos como mascotas-

Ambos rieron. Joey lo miró encantado acostumbrándose rápidamente a su nuevo apodo. Seto disfrutó de esa mirada y esa agradable sensación de anonimato. Pronto se dio cuenta que estaban por llegar a su destino.

- Joey, te gustaría ver un campo de duelos?-

- me encantaría- respondió él al instante

Kaiba meditó unos momentos recordando que no podía abandonar su exposición sin dejar antes a alguien a cargo. No tenía más remedio que regresar a la corporación.

- hoy no puedo, pero…si no te importa, mañana podría llevarte a uno, estás de acuerdo?-

- por supuesto- dijo el rubio con una sonrisa de felicidad, pues pensó que ya no vería más al castaño.

- te vendré a buscar al medio día-

- está bien-

Joey le dijo a Seto que estaba bien si sólo lo acercaba, y le señaló una casa. La limosina se detuvo dos casas antes de la casa señalada.

- te agradezco lo que hiciste por mí hoy…Seto- murmuró el rubio nervioso

- no me agradezcas nada, pero eso sí, prométeme que no volverás a salir con Taylor-

- ni loco volvería a salir con ese patán-

- y…si Taylor niega que te atacó, dile a tus amigos que todo está grabado en una cinta-

Joey asintió, y en ese momento Roland abrió la puerta.

- espero que nadie se acerque a pedir un autógrafo- bromeó el rubio mirando hacia fuera mientras bajaba.

Seto sonrió. No recordaba haber sonreído tanto en un mismo día en toda su vida.

- hasta mañana- se despidió Joey

- hasta mañana, cachorro-

El rubio se sonrojó e inmediatamente se dio la vuelta, alejándose del auto, sintiendo todo su cuerpo ligero, como si flotara.

Mañana sería un gran día.

 

Notas finales:

 

 

 

N/A:

 

Y bien? K tal ha kedado éste?

 

Alguien tiene un pollo como mascota? Yo tuve dos pollitos, eran taaan lindos!!! Pero se me murieron T.T snif

 

Bueno, si se dan cuenta, Joey es muy espontáneo y a veces saca de onda a Seto con sus preguntas y comentarios, pero de eso se trata, que Joey sea alguien que lo sorprenda y lo haga sonreír, aunke se pase de ingenuo n.n

 

Espero sus opiniones. Cualkier comentario, mientras sea con respeto, es bien recibido n.n

 

Ja ne!

 


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