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[*-Duelo De Amor-*] por hatsuki_chan

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Notas del fanfic:

Les agradesco mucho si me dejan un comentario ^^ ya que es practicamente lo que le ira dando vida a la historia, Gracias!!!

Notas del capitulo:

Bien este es el segundo fic que publico, aun no se que rumbo tomara, espero que les agrade ^^, y dejen sus comentarios por fi... aunque sea una critica tanto constructiva o una carta bomba ^^.

 

Duelo de Amor

  

Le amo tanto como le odio, sin embargo se vuelve  una necesidad enfermiza de volverla a ver, esto no es amor,  esto no es querer, me repito una y otra vez cuando ella sonríe para mi en frente de todos esos farsantes que dicen ser de la alta aristocracia, un nombre, un apellido  ante el cual tiemblan con solo pronunciarlo e inclina cobardemente la cabeza ante ella.

 

-Bienvenidos sean damas y caballeros, por favor disfruten de la noche – dice con un tono amable y seductor, bajando con elegancia las escaleras alfombradas, así es siempre con esa altivez en sus ojos escarlatas, con una mirada penetrante que desnuda a cualquiera.

 

Aplausos casi como si alabasen a una diosa que desciende a bendecirles cuando en realidad solo los condena,  no importa como pero al pasar junto a mí su mano se desliza fugazmente en mi cintura, dejando en claro a todo aquel interesado o atrevido, que le pertenezco.

 

-¿Qué pasa… Marian?- su aliento calido en  mi oreja al soltar esas palabras ronroneantes, mi ira se refleja en la copa que apreté instintivamente, ella sabe que detesto ese exhibicionismo absurdo.

 

- Nada… todo esta bien –me muerdo el labio para no contradecirle y soy liberada momentáneamente, mientras se dirige en medio del salón para ser saludada por grandes mandatarios y políticos, aquí es una batalla de poder.

 

Yo, simplemente recorro el salón con la mirada, cuanta hipocresía y envidia en sus ojos, la lujuria hacia aquella hermosa mujer que nadie puede poseer, más que yo, es la ironía de la vida, le pertenezco y soy su juguete temporal pero nadie puede tocar lo que yo eh tocado, nadie puede sentir el placer de su cuerpo como lo he sentido, aun así esto no es amor.

 

Aquel lugar ahogado de frivolidades y ambiciones, donde el vino caro se reparte a raudales, la música suave acompaña las conversaciones más macabras, un mundo diferente al que yo vivía, uno al que fui arrastrada contra mi voluntad, como mero adorno que acompaña tanto lujo.

 

Conversaciones triviales y vacías, rostros desconocidos a los cuales sonreía por cortesía, respondiendo a comentarios estupidos y saludando a personas vanas.

 

Que noche más fría, que viento mas nostálgico el que acaricia mis cabellos, la música aun sigue fluyendo en el interior, aquí se respira algo de tranquilidad, aunque sea el balcón de esta enorme prisión de oro, aunque sea bajo la sombra de aquella frívola mujer.

 

-Con que aquí estabas…- el tono de voz me hizo sentir un presagioso escalofrió. –Pensé que te divertías…- sus manos frías se colocaron sobre mis brazos descubiertos, tal vez aquel escalofrió era simplemente la advertencia del clima.

 

- Sabes, que no me entretiene este tipo de cosas –no se ni por que le permito hacer su voluntad, tan solo son palabras que firmemente me dice cuando me ve a los ojos “eres mía”, “me perteneces”, me posee cuando quiere y en donde ella desea, lucho contra esa seductora trampa de sus ojos y palabras.

 

-Marian… pensé que habías dicho, que te gustaba bailar –es cruel, por que juega con mi mente y sabe que no es fácil rechazarla, más cuando me tiene acorralada hacia el barandal donde mi escapatoria seria suicida, inteligente, bella y poderosa, cualidades que posee la mujer frente a mi, Ion Von Frescobish,

 

- Ion ¿Qué haces…? No…-poder que no duda en usar, cuando sus labios me arrebatan el aliento, cuando su cuerpo se pega dominante y sus brazo rodean mi cintura, es como si la lujuria viviera dentro de ella, una pasión que se desata en el fuego de sus ojos, así era  definitivamente carece el amor aquí.

 

- Marian… Shhh… no gimas tan fuerte…. Atraerás publico- sentenciaba sonriendo, evidenciado que era una de sus intenciones, cuando su mano se descendiendo por mi cintura hasta llegara los muslo donde sus dedos atrevidos iban subiendo los pliegos de mi vestido,

 

Esos ojos escarlatas, se tornaban más sombríos cuando su exploración fue profundizando, una sonrisa sesgada adorna sus finos labios al encontrar lo que buscaba, puede ser ruda como la apariencia que presenta ante los demás pero sin embargo sus delgados y suaves dedos se mueven suaves, solicitando permiso a mi cuerpo para apropiarse de mi intimidad.

 

- Detente… Ion por favor… aquí no- se que es inútil suplicarle, aunque sujete su brazo para sacarlo debajo de mi vestido, ella disfruta de mi pequeña batalla por el control, aunque mis mejillas sonrojadas y mi aliento entrecortado develaban su victoria.

 

Mis palabras fueron enmudecidas con sus mordaces besos, que fueron descendiendo del cuello hacia la clavícula, donde la mano libre y austera iba desatando los cordones para exponer más piel al frió y al placer de sus labios.

 

- Marian… en serio quieres que me detenga… aquí dice lo contrario –sonríe placentera, mostrándome sus dedos, que brillan ante la humedad traicionera que fluye dentro de mi- Así que…-  su rodilla intrusa se coloca entre mis muslos, presionando súbitamente mi zona haciéndome gemir ahogadamente.

 

-Ion no… me pareció escuchar algo -que ruego más frágil, cuando estaba sucumbiendo ante ella, después de todo solo soy un juguete para entretenerle,

 

- Es causa tuya si alguien nos ven…-decía sin detener su tortura, sustituyendo la presión de la rodilla por sus dedos que sin avisar se deslizaron profundamente, haciéndome gritar del placer, mi cuerpo se rehusaba a controlarse y por voluntad propia se entregaba a ellos.

 

- Srta. Damián – una voz ajena a la nuestra llego a nuestros oídos, pero sabía que aquello no detendría a Ion, que había liberado mi sujetador y sus labios se pegaban a mis senos como sediento en el desierto. – Oh lo siento –dijo mirándome.

 

Ion se incorporo al escuchar los paso cerca de nosotras, sus ojos se volvieron fríos inmediatamente y sentí miedo por un momento, eh visto esa mirada en ella y solo significaba que sangre iba a correr, se giro en sus talones, dándome la vista de su espalda y sus firmes hombros en donde  sus cabellos oscuros caían y su chal cubrir los míos.

 

-¿Qué quieres?- gruño amenazante a la figura que se había osado a interrumpirle, mientras yo intentaba atar los nudos de mi vestido, con paso ligero se acercaba aquel tipo, el viento me helaba la piel tanto como aquella mirada que Ion me ofreció.

 

-Lo Lamento yo… - dijo apenas el hombre, antes de caer de rodillas ante ella haciendo que el viento se revoloteara un poco y meciese delicadamente su vestido oscuro.

 

-Vaya… que tenemos aquí –Ion era despiadada, gozaba de causar dolor a otros. –la Srta. Damián… no esta interesada  -Me quede perpleja como el mismo hombre al ver el cañón de un arma incrustarse en su cabeza.

 

La muerte parecía siempre posarse sobre ella, era un ángel, uno hermoso y despiadado, así solía ver a Ion, durante mi estancia, nunca le vi matar a nadie, pero sabia que lo hacia ese extraño aroma impregnado en ella no era otro que el olor a sangre.

 

- Tienes suerte… hoy estoy cansada -dijo Ion golpeándolo para dejarlo inconciente- Marian, termino la fiesta – sin decir más dejo el arma sobre la mesita del para sol y se marcho entre las sombras, por su tono de voz significaba que esa noche yo no dormiría, pues seria el entretenimiento para quitar su cansancio.

 

Así que le seguí en silencio por los pasadizos que llevaban a su alcoba, hasta cerrar la puerta tras de mi, encontrando su relajada figura en la enorme cama que compartíamos, si esa noche no dormiría y suspire conciente de lo que pasaría mientras iba quitándome cada prenda.

 

Mi vida con Ion Von Frescobish era extraña, que he llegado amar tanto como a odiarla, ese sentimiento que un día nos destruirá a una de las dos, en sus ojos de fuego puedo leer que es conciente de ello, como ella en mis ojos azules puede ver la verdad del por que estoy ahí.

 

*Venganza…*

 

continuara.....

Notas finales:

Bueno Gracias por tomarse su tiempo en leerla.

Beshotes Sabor a Sake y Tekila


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