Había pasado mas de dos meses mediados de enero el frió que soplaba en la tarde era húmedo y terriblemente helado el respirar ese aire era como aspirar pequeños trozos de hielo o pequeñas navajas, y además la sensación de pequeños alfileres se clavaban en la cara que era la parte mas expuesta a la cruel intemperie, sin embargo para un chico rubio , el clima no le detenía cada tarde cruzaba el mismo camino y esperaba durante su diario escondite, lejos de la vista de la persona que acostumbraba ver cada tarde.
Esa tarde en especial el castigo impuesto por el viento helado era mayor, sin embargo logro su objetivo era cerca del crepúsculo cuando le vio. Con el tiempo había calmado el dolor de su corazón y podía decirse que disfrutaba de ver cada vez que le era posible a la persona que a pesar de todo seguía amando.
Se conformaba solo con seguirle con la mirada era una practica un poco masoquista necesitaba verlo y a la vez una serie de sentimientos fluían de su corazón cada vez que lo hacia.
Esa cruda tarde lo siguió con la mirada, se había dado la oportunidad de haberlo amado y aun de seguirlo haciendo, sabia que era un cobarde pero a pesar de verlo cada vez que tenia oportunidad nunca se atrevió a confrontarlo, la razón? sus sentimientos sabia que eran sus peores enemigos y lo traicionaban a cada rato, el verlo le hubiera expuesto a que las lagrimas brotaran de sus ojos y había preferido dejar las cosas así.. Sin embargo el verlo aunque fuera solo unos cuantos segundos aminoraba su tristeza.´
Después de tomar su descanso regreso al café en donde trabajaba, le quedaba menos de una semana en ese lugar, ya le había dicho al dueño del lugar para que buscara un sustituto, El dueño del lugar había hecho todo lo posible por disuadirlo. Pero su decisión de cambiar de residencia estaba tomada.
- Ya regrese jefe.
- Cada vez que regresas tu mirada tiene una mayor tristeza Ginji, dime quien ha robado tu sonrisa? De seguro esa es la razón por la cual te piensas alejar verdad?. La voz de Paúl notaba un genuino interés por su empleado. En los casi tres meses que había convivido con El, sentía mucho cariño.
El rubio volteo y dirigió una tímida mirada y un leve rubor carmesí le delato. -Por Que piensas que me voy por alguien?
- Chico soy mucho mayor que tu y se llama experiencia.
-Además eres un joven muy agradable, amable casi podría decir encantador sin embargo cuando algunos de los clientes en especial las chicas, tratan de hacerte platica o algunas aun intentan invitarte a salir, siempre las rechazas al igual que cuando te invita algún chico. Siempre sonríes a todos, menos cuando te buscan un poco mas haya que para solicitar servicio. Cuando es así, tu mirada muestra tristeza y dejas de sonreír y les respondes amablemente que no puedes. Por lo tanto no es que sea psicólogo pero intuyo que la persona que robo tu sonrisa era la persona que amabas con todo tu ser.
El rubio permaneció mudo, sabia que era verdad pero no quería ahondar en el tema. Lo sucedido lo guardo en su corazón. Allí se quedaría enterrado.
- Pero bueno, en otro momento tocaremos el tema acaban de entrar unos clientes y es mejor que los atiendas.
El rubio se aproximo con la mejor de sus sonrisas para atender a la pareja que por unos instantes se mantuvieron en su propio mundo hablando y mirándose calidamente a los ojos el uno al otro.
-Disculpa, dijo el mayor. Es que no podía apartar mi vista de este chico. Nos puedes traer dos chocolates calientes.
- Pídele con malvaviscos Jubei, por favor.
-Con malvaviscos por favor. Solicito el mayor con amabilidad al joven que tomaba su orden.
-Kazuki? Eres Kazuki? Pregunto el rubio a su cliente.
El mas joven de la pareja levanto la vista hacia al escuchar su nombre un poco confundido.
- Si así me llamo, pero como lo sa.... Eres Ginji? Le pregunto entre admirado y entusiasmado...
- Jubei no se si te acuerdes de El , Pero..El. Kazuki mostró entusiasmo al dirigirse a su pareja.
-Ahora regreso con la orden, Y si tenemos malvavisco, Fue el comentario de Ginji y se alejo de la mesa. En su camino a la cocina iba meditando ( Nunca pensé que me los encontraría, bueno al menos Kazu se alegro de verme, aun que el otro parece que en su vida me ha visto).
En la mesa...
- Le contaras a Ban que lo viste? Eres su mejor amigo y tu me has contado que cuando el chico desapareció le afecto mucho.
- Si le afecto mucho es creo la única vez que en verdad a amado a alguien, tu lo conoces es tan egoísta y tan hermético, El no comparte con nadie lo que hay en su corazón y sin embargo esta vez fue tan vulnerable. Comento el mayor mientras veía directamente el par de ojos dulces color marrón que escuchaba con atención cada palabra que expresaba.
- Entonces le dirás verdad?, El tono de Kazuki estaba cargado de ansiedad y entusiasmo.
- No lo se, lo que paso lo lastimo mucho, y es mi amigo no se te olvide.
- Por eso con mayor razón se lo debes de comentar, que pasaría si por algún mal entendido yo me alejo de ti, y a ti te afecta mucho. Y por ser tu amigo y no exponerte no te va a comentar que sabes en donde estoy. No creo que eso te gustara para nada. Comento Kazuki con un tono de tristeza.
- Tienes razón, odiaría a la persona que te vio y no me dijo donde encontrarte. Pero tu sabes que antes que eso yo te buscaría por todas partes si te llegara a perder. Jubei toma la mano de su novio entre sus manos y le da un beso.- Si yo te perdiera seria el hombre más tonto del mundo.
El rubio se aproximaba con la charola no escucho la conversación solo vea los mimos que se daban el uno al otro. Y solo podía pensar en una persona, mientras los observaba (Ban Mido)
- Perdón por la tardanza . Les expreso con una gran sonrisa. - Aquí están sus bebidas espero que las disfruten. Si necesitan algo mas solo me llaman. Y se alejo sintiendo una mayor tristeza de la que esa tarde llevaba.
-Viste esa sonrisa Jubei? Y todavía dudas que tu amigo se haya enamorado de El. Tiene una sonrisa maravillosa!
Al día siguiente eran cerca de las siete de la noche el trabajo había sido intenso con una gran dosis de estrés el castaño un día antes había estado de guardia y por el exceso de trabajo aun no había podido abandonar el hospital Claro para El permanecer casi todo el día en ese lugar era de lo mas normal. Aunque ese día se sentía cansado y fastidiado. Lo único que le bajaba la ansiedad era saber que el encargado de la guardia era su mejor amigo Jubei. Así que decidió retirarse.
-Se que a sido de hoy a estado sumamente cargado de emociones pero necesito hablar contigo aunque sea solo por un minuto. Le comento su amigo cuando estaba a punto de abandonar el piso.
- Ah dime, en verdad hoy me siento exhausto. Le respondió el castaño con un tono de fastidio, mientras se detenía para escuchar lo que su compañero tenia que decirle.
- Es algo personal prefiero compartírtelo fuera, te acompaño a la planta baja y mientras te lo comento si es posible en el elevador.
Cuando ambos estaban en la puerta de salida Ban estaba completamente actualizado sobre donde se encontraba su rubio y horario de trabajo y hasta de que estos serian los últimos días que se encontrara en la ciudad.
- Estas seguro que era Ginji? La voz de Ban denotaba la emoción que le embargaba.
- Si ya conoces a Kazuki estuvo platicando con El unos minutos antes de que abandonáramos el local.
- Te lo agradezco me tengo que ir.
Eran cerca de las once de la noche por causa del helado clima, los clientes era muy raro que acudieran así que Paúl en esta temporada cerraba una hora antes de lo habitual.
Ginji subió el cierre de su campera hasta el tope tratando de aislar su cuerpo lo mas posible del aire helado que calaba los huesos. Cerró la puerta trasera y empezó a caminar para salir de aquel callejón. Desde niño los callejones le ocasionaban fobia era lo único que le incomodaba del trabajo que tenia. Empezaba a alejarse unos cuantos pasos de la puerta cuando escucho que le llamaban.
- Ya te vas Ginji, no sabes cuanto te he buscado.
El rubio al escuchar primero esa voz y después menciona su nombre, le hizo pararse de inmediato y buscar con la vista la fuente de la voz.
- Ban .?!!
- Si .....Cuanto había deseado este momento. Le menciono el castaño mientras abandonaba su lugar entre las sombras.
- Que haces aquí? Le pregunto el rubio en un tono retador mientras sentía que la rabia le inundaba.
- Necesito hablar contigo, regálame diez minutos, no te pido más.
El rubio dio media vuelta y emprendió el camino para alejarse. Perdón pero es tarde y me tengo que ir.
El castaño le dio alcance y alcanzo a detenerlo con un tirón.
- No me interesa escucharte, déjame ir. Se detuvo en seco, para soltarse de Ban.
- Solo diez minutos es todo.
- Ya te dije que no. Y se lanzo hacia el castaño con el puño cerrado hacia la cara de este.
Pero antes que pudiera completar el golpe, este fue desviado. Eso le ocasiono aun mas enojo y le lanzo un golpe en gancho y hábilmente fue desviado una vez mas el castaño y así lo intento repetidas veces sin completar ni un solo golpe
- Eres un cobarde. No eres capaz de responder un solo golpe.
- En verdad eso es lo que crees? Fue la respuesta de un hombre que era capaz de controlar sus emociones y estaba tranquilo ante el ataque.
- Si es lo que creo. Eres un cobarde.
El castaño sin previo aviso se lanzo contra El y le propicio una patada que le golpeo la parte lateral del rostro atontándolo y de inmediato sin darle tiempo para que se repusiera. Dio un medio giro sobre su propio eje y le dio una fuerte patada con la pierna izquierda sobre el plexo solar (boca del estomago) sacándole el aire y lanzándolo contra la pared de enfrente. De inmediato se fue contra el colocando el rostro de su amigo contra la pared mientras le sujetaba de los brazos para inutilizarlo.- Espero no haberte lastimado no era mi intención. Pero lleve cuatro años Kick Boxing. Ahora si no tienes mas remedio que escucharme.
El ojiazul se esmero en contar como había roto la relación que tenia con su ex novia y tratando de hacerle entender a su amigo que todo había sido una trampa para ambos.
- Espero que puedas perdonarme yo soy otra victima igual que tu.
El rubio se encontraba confundido por un lado deseaba a Ban y en su corazón esperaba que fuera verdad. Pero las palabras juegan contigo, se divierte contigo seguían haciendo mella en la herida.
- Rayos Ginji el tenerte en esta posición me provoca besarte, el aspirar tu aroma sigue siendo igual de enloquecedor y mientras mantenía inmóvil al rubio beso su cuello. La actitud de Ban le hizo sentirse humillado y avergonzado y la rabia floreció una vez más en su corazón. Las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos.
El castaño le beso el cuello y sintió la humedad en su cara. Al hacerlo se dio cuenta de que sus actos no eran lo más conveniente. Se detuvo libero al joven y lo giro poniéndole de espalda contra la pared para ver su rostro y lo tomo entre sus manos.- Estas llorando, perdóname Ginji y al intentar besarlo en los labios, el rubio lo empujo y salio corriendo se tropezó con los botes de basura y trastabillo, pero eso no fue suficiente para detener su huida. Y el castaño permaneció allí inmóvil desconcertado sin saber que hacer...