EPILOGO
Cada mañana con las primeras luces del sol filtrándose entre las pequeñas rendijas apenas visibles de la cortina, los rayos herían sus ojos e iniciaba su rutinaria tortura, separarse de aquel par de brazos que fuertemente se apretaban contra su pecho, como del rostro de su compañero que descansaba sobre su hombro. El joven rubio suspiro hondo, como deseaba que cada noche fuera eterna, disfrutaba tanto de sentirse amado y protegido de sentirse tan especial para alguien. Con un delicado movimiento atrajo hacia si la mano derecha de Ban y le dio un beso tiernamente y con la mayor sutileza se deshizo de aquella protección humana, se detuvo por unos dos minutos en observar aquel hermoso rostro que descansaba cómodamente sobre la almohada – Que bello es se dijo para si. Iba a separar un mechón de cabello, cuando se detuvo era mejor dejarle dormir cinco minutos mas. Pero al dejar la cama, noto que su compañero se cubrió con su mano derecha de los rayos del sol, ya estaba despierto. Sus esfuerzos de dejarlo unos momentos más habían sido frustrados.
-No te quería despertar. Le dijo el rubio con un tono melancólico.
-Ah no importa, adema ya es tarde. Le dio un beso en la frente a su compañero, mientras revolvía aun mas de lo que ya estaba su rubio cabello. Y se dirigió directamente para darse una ducha.
- Te duchas conmigo?, Le grito desde el baño mientras abría la llave.
- No, déjame ir a preparar el desayuno.
El ojiazul sorprendió a su compañero que se esforzaba en preparar huevos con jamón. –Vamos no te preocupes. Vas a ver que mis compañeros te van a adorar.
- Como sabes que estoy preocupado?
-Ah eres mi otra mitad y crees que no lo voy a saber? Te conozco, te siento, te respiro, podria decirse que se lo que piensas, puedo leer tu mirada, y escuchar tu corazón, solo con ver tu rostro.
- Pero por mi culpa, podría decirse que abandonaste el hospital, ya no te seguiste especializando aun más,
- Oye! Soy medico internista es suficiente, para que ser algo mas rebuscado, nefrólogo, o neurólogo, cualquier cosa terminado en logo. Le respondió sonriendo.
- Mírame, .El castaño atrajo el rostro de su amigo para verle a los ojos directamente. -Yo soy feliz contigo.
- Eso es suficiente.
Si hubiera seguido no tendría tiempo ni para respirar. Y me gusta al salir del trabajo venir directamente aquí y pasar mi tiempo contigo.
- Esta bien, no hay razón para preocuparme. Le respondió regalándole una de sus mas lindas sonrisas.
- Anda ven a ducharte conmigo. Le dijo el ojiazul mientras le tomaba de la mano para llevarlo hacia el baño.
- Oye! – Quieres acaso que se queme el desayuno?. No verdad, anda ve a ducharte tu, yo voy en unos minutos.
El ojiazul desapareció de su vista, mientras el rubio se esforzaba en que el desayuno no se le quemara el cocinar no era una de sus mejores habilidades a diferencia de Ban que cuando cocinaba parecía lo hacia un chef, pero para El era frecuente que hasta el agua del café se le quemara. Sin embargo a su compañero le encantaba que le cocinara y pues lo hacia con el mayor agrado del mundo.
Mientras iba rompiendo cada uno de los huevos no podía quitar su mente de la noche anterior.
Flash backEl castaño besaba apasionadamente el cuello de su niño, mientras ese cuerpo que tanto le gustaba estaba tan próximo a El. El olor de la loción que se aplicaba Ban Mido, le hacia sentir que estaba en el cielo, adoraba ese aroma.
Mido le tomo de las mano inmovilizándolo mientras le besaba primero los labios y después le mordía el labio inferior, obligándole a abrir su boca para que juguetearan ambas lenguas.
Después se volvió hacia el cuello y le empezó a dar pequeñas mordidas procurando que las huellas de su conquista no fueran visualizadas por el común de la gente. Eran solo para El y para cualquiera que intentara propasarse con su rubio, vieran que el chico tenia dueño.
Para Ginji acostumbrado a los ataques de su amante, ya no le molestaba sus ritos de posesión, solo esperaba que no invadiera la piel que estaba libre al sol.
Cada ataque excitaba terriblemente a Ginji su corazón caía en taquicardia y su respiración empezaba a ser acelerada, emitiendo pequeños ruidos. Estos signos excitaban cada vez mas al castaño quien, le atacaba con mayor pasión volviéndose un circulo vicioso que ambos disfrutaban sin limites, sin inhibiciones.
Fin del flash back- No te das cuenta que ya se quemo. Ginji. Le reprocho Mido que estaba a su lado tratando de salvar lo que quedaba del desayuno.
- Perdón, es que estaba distraído.
- Si de seguro pensando en mi forma de atacarte anoche. Respondió con una sonrisa de autosuficiencia y satisfacción personal.
El rubio se ruborizo visiblemente.
- Si! Lo sabía. Tenías esa expresión en el rostro.
- Cual expresión?
- La expresión que pones cuando cierras los ojos y entre abres los labios, suplicándome que no me detenga.
- No es cierto.
- Ah claro que es cierto. Y bueno en vista del fracaso de los huevos con jamos, terminaremos desayunando cereal.
- Y vete a duchar que nos vamos en una media hora cuando mucho. Sr. Amano Usted nunca va a aprender a cocinar.
El rubio quiso hacer berrinche, pero es imposible hacer berrinche cuando alguien tiene la razón. Y se tuvo que aguantar.
Una hora cuarenta y cinco minutos mas tarde por fin iban en camino.
- Mas de una hora y media para buscar unas calcetas limpias? No lo puedo creer.
-Pero Ban solo había encontrado una.
- Esta bien, además tener al mejor cocinero y mejor vestido no cualquiera trae medias limpias. Creo que seré la envidia en la reunión. El tono de castaño era de sarcasmo.
Le divertía torturar a su pareja haciéndole sentir mal. Pero en verdad le ocasionaba gracias las fallas de este.
El rubio se hundió en el asiento del auto, mientras veía por la ventana el paisaje en silencio. Mientras recordaba que en el hospital en el que Ban llevo acabo la residencia por su notable empeño se le había ofrecido que se especializara, en lo que quisiera, pero El se negó rotundamente al igual al contrato que se le otorgo para trabajar en el mismo hospital.
- Ban, hace cerca de ocho meses que no ves a tus compañeros, crees que aun estén molestos por que por culpa mía. No seguiste en el hospital?
- Ginji. Se refirió a su compañero mirándole directamente a los ojos.
– Ya te lo dije. Yo soy feliz a tu lado. Eso es todo y tienen que respetar mi decisión.
- Pero…
- No hay peros, es mi decisión y eso es suficiente.
El resto del camino fue en silencio, de vez en cuando solo interrumpido por los cambios en la música en cada estación de radio. El rubio no podía evitar sentirse incomodo al acompañar a Ban a una reunión por el cumpleaños de Teshimine el jefe de Medicina Interna y ex jefe directo de su compañero.
Al llegar a la dirección indicada. Ban se dedico a saludar a sus compañeros era evidente que su relación con el rubio le había influenciado positivamente nunca antes se le había visto tan alegre y cordial. Aun Emishi quien había sido su subalterno y quien se moría de miedo solo de estar ante su superior. Se sentía tan cómodo y relajado como nunca creyó estarlo.
Jubei de inmediato acaparo a atención de su amigo. El rubio solo sonreía a todos. Y con excepción de Kazuki quien fue muy amable en platicar con El. Se sentía muy fuera de lugar como un pez fuera del agua.
- Ban en verdad te ves muy diferente te veo feliz. Le comento Jubei con un tono que no podía evitar sentirse sorprendido.
- Lo estoy. Le respondió con un tono de autosuficiencia.
- Nunca creí que algo o alguien ocupara un lugar mas impórtate que tu carrera.
- Si, yo tampoco. Mientras hablaba con Jubei no quitaba la vista de cierto rubio al que Emishi le estaba invitando a pescar a orilla del lago que estaba próximo a la casa.
- Mira Gin…te puedo decir Gin verdad Gin?
- Si, esta bien.
- Mira Gin, tomas la caña y a lanzas hacia el lago, como si fuera un látigo.
El rubio toma la caña y con la mayor fuerza lanza el cable hacia el lago.
- Bien tienes talento chico.
- Gracias.
- Y tu relación con ese chico, que tal es sigue igual de maravillosa para ti como me contabas?. Pregunto Ban, regresando una vez mas su atención a su antiguo compañero y amigo.
- Mi relación con Kazuki no podría ser mejor. Fue la respuesta de Jubei mientras abrazaba con ternura a su novio que en ese momento se reunía con ellos.
Mientras Ginji empieza a notar tensión en el hilo de la caña de pescar.
- Creo que pesco algo, que tengo que hacer Emishi.
Solo tira de la cuerda. Y no lo vayas a dejar escapar.
El rubio empezó a tirar con todas sus fuerzas ante aquel luchador acuático, se notaba que aquel pez no tenia ninguna intención en ser parte del menú de nadie.
- Ya casi lo tienes, no lo vayas a dejar ir.
- Pero jala muy fuerte, que hago Emishi.
El joven se acerca al rubio, con “ la mejor intención de ayudarle” ( si como no) y quien sabe como al acercarse a El le metió el pie haciéndole perder el equilibrio cayendo de lleno al agua.
- Ups lo siento, Pero no lo vayas a dejar escapar.
De pronto la verdad quien sabe que maniobra hicieron entre ambos el pez salta, y empieza un juego de malabarismo entre Emishi, Ginji y el pez. Y de pronto en esa lucha por el control de su vida ( entiéndase me refiero al pez) este empezó a volar por los aires repartiendo aletazos contra el que se cruzara en su camino. Terminando por dar varios aletazos en la cara de Teshimine quien tranquilamente estaba tomando vino y termino bañado por completo.
Ban no podía dar crédito a lo que presenciaban sus ojos, aquello era lo mas inimaginable del mundo su chico estaba completamente empapado y lleno de lodo, Emishi medio empapado ambos se resbalaban y tiraban todo a su paso por alcanzar a……..UN PEZ!!!! Y que además se pasaba dando aletazos en la cara sobre el que se le cruzara.
Jubei y Kazuki que aparte de Ban eran los únicos en ese lugar que estaban secos solo le lanzaron una mirada de empatia hacia su amigo, comprendiendo lo terriblemente avergonzado que se debía de sentir por ir acompañado de un ….Bueno no lo expresaron en palabras pero la mirada de Jubei reflejaba que no entendía como su amigo a quien admiraba tanto podía ir acompañado de un verdadero idiota.
Ginji alcanzo a atrapar al fugitivo animal, pero este se defendió con todo el coraje que podía emanar de aquellas cuatro libras de peso y lo golpeo en la cara haciéndole caminar hacia atrás perdiendo el equilibrio una vez mas. Ya en el lago, donde el prófugo de la cacerola se pudo escabullirse tranquilamente dejando al rubio aun mas empapado de lo que ya estaba.
El castaño se dirigió hacia su novio y en silencio le ayudo a incorporarse. En el tiempo que llevaba el rubio viviendo con su amante había aprendido a comprender que silencio era sinónimo de enojo y muy fuerte por parte de su compañero.
El chico de mirada color miel se sintió muy apesadumbrado y avergonzado ante la mirada escrutadora de la persona más importante en su vida. Le ordeno subir a auto y abandonaron la reunión. Todo el resto del camino se le castigo con el silencio haciéndole sentir cada vez mas miserable.
Al llegar al departamento el silencio solo fue roto por la orden – ve a ducharte. Lo cual el rubio acato sin discusión.
Mientras su pareja tomaba la ducha Ban se dirigió a la terraza donde salio y se sintió refrescado con el aire sobre su cara, se sentía demasiado irritado, le paso mil veces la idea durante todo el camino si había cometido el peor de los errores.
Había perdido la oportunidad de una especialización, y la oportunidad de trabajar en un hospital así. En cambio se había ido a un hospital , no tan renombrado a una ciudad mas pequeña …para que? – Para poder pasar mas tiempo al lado de un chico que en realidad era un desastre?
Llego a casi tomar la decisión de casi terminar con El y recuperar su vida.
- Pero que vida…? Una vez mas repaso las imágenes de su vida cuando solo era llena por trabajo y más trabajo, y que de las pocas cosas que le daban gran satisfacción era hacer sentir a los demás que eran unos ineptos.
- Esa no era una vida…. Ni tampoco se podía sentir satisfecho de hacer algo así.
Una vida en donde tenia una novia, hermosa muy presumible ante los ojos de sus compañeros, los cuales , con excepción de Jubei ni les hablaba ni les interesaba El a ello ni viceversa. La verdad eso no era vida.
En cambio desde que este niño llego a su vida, todo cambio, todo su mundo se transformo, todo su mundo se pinto de colores. Toda su vida fue maravillosa. Que seria de su vida sin El a su lado, una vez mas miserable?
El castaño dejo la terraza y se metió al departamento, se dirigió a su habitación, su chico estaba acostado aun que no dormía se sentó en la cama y le acaricio el cabello.
El rubio volteo para verle sus ojos brillaban había llorado. Era evidente.
- Perdón Ban, lamento haber arruinado tu reunión…..
El castaño por primera vez desde el incidente le sonrió. – Ese pez te hizo sufrir Ginji.
- Si, era un campeón, respondió frescamente a su pareja.
- Pero en verdad lamento haberte cau…..
El rubio deseaba disculparse cuando sus labios fueron sellados por el beso de su amante sobre El.
Y sin planearlo, una vez mas empezaron aquellas caricias que tanto disfrutaba, cuando el hombre de su vida pasaba sus manos, sus labios y su lengua sobre su rostro, cuello y resto de su cuerpo. Y una vez mas el aroma que emanaba del cuerpo y el cabello del castaño le hacia perder la cordura y su voluntad.
Cuando encuentras el amor de tu vida. Disfrútalo y no lo pierdas. Por que el perderlo significa tu propia vida. Ban había aprendido que Ginji era su vida. Y por su parte no estaba dispuesto a vivir sin El.