Capitulo 3 Brotan sentimientos confusos.
Ginji- La comida estaba deliciosa, Gracias.
Ban – De nada.
El rubio nuevamente se paro junto a la ventana- Que vamos a hacer ahora? Le pregunto con un tono de voz que demostraba gran animación y curiosidad.
El castaño le pareció una pregunta fuera de lugar- Yo voy a estudiar un rato. Y tu puedes ver la televisión leer un libro, jugar solitario…. puedes hacer lo que gustes.
El rubio se sintió decepcionado, pero comprendía que su hospedador tenia una vida y el no era aun parte de ella. Así que opto por ver un rato la televisión, pero le aburrió, recorrió todos los libros que habían en el librero, saco y metió todos los CDS. Al castaño le era difícil concentrarse observando todo lo que hacia. En lugar de leer, se pasaba distrayéndose con cada cosa que le pasaba por la mente a su huésped.
Ban- No puedes, solo sentarte y dejarme leer?
Al voltear el rubio por poco hace que los CDS resbalen de sus manos casi cayendo al suelo,- Lo siento Ban. (Mientras hace malabares para que no se le caigan las cajas).
El castaño tratando de mantener la calma- No pasa nada. Pero deja de moverte por toda la sala por favor. (Ese último por favor era con la intención de dar a entender ya estate quieto...).
Ginji con la vista el suelo apenado- Lo Siento Ban. Y se acomoda cerca de El.
Ban- Que estas haciendo?, Ve a ver televisión o a dormir. No te dije tampoco que te sentaras a mi lado.
Ginji sonriéndole – No importa, te puedo acompañar un rato.
El castaño piensa ah en que momento se me ocurrió traer a este niño a mi casa. Y después de echarle una ojeada siguió leyendo. Aunque de vez en vez miraba discretamente al rubio que estaba a su lado.
Ban-. Que te pasa?
Ginji mientras acariciaba el cuello- Me duele muchísimo.
El castaño suspiro y pensó Ah no puede ser, nunca voy a terminar d estudiar- Anda ven acércate. Y empezó a revisarlo- Como no te va a doler si no puedes estarte quieto. Tengo una idea.
Y sin más se levanto y fue al baño y lleno la tina con agua caliente. Y llevo a su compañero al cuarto.
Ban- Anda métete, te estoy esperando.
Ginji sonrojándose- Como?
Ban- Anda te estoy esperando, No te vas a meter con pijama verdad?
El rubio cada vez se ponía más rojo.
Ban sin dar importancia – Anda métete, por un lado somos hombres, segundo yo soy medico tercero yo te quite la ropa en el hospital. Así que si es por que no te vea ya lo hice.
El menor se sentía terriblemente apenado, pero se desvivió y se metió a la bañera.
Ban – acércate un poco más a la orilla.
El rubio no comprendía el por que de todo. Pero obedecía sin poner objeción.
Después empezó a sentir una maravillosa sensación de calor en el cuello que le disminuía el dolor. Junto con el calor del agua podía sentir como su nuevo amigo le derramaba agua sobre el cuello con una esponja y a la vez le daba el más increíble masaje. El sentir las suaves manos del joven que lo hospedaba era una sensación increíble aparte de que el dolor desaparecía. Habían otras sensaciones y emociones era erótico, era prohibitivo, era único, el sentir como se aceleraba su corazón le dio temor. Que pasaría si su hospedador se terminaba dando cuenta de cuanto disfrutaba del momento? Así que trato de contener su respiración para no delatarse. Cerró los ojos e imagino que la sensación se elevaría a la “N “potencia si la jugada de su mente fuera verdad por que podía imaginar y saborear el beso que recibía. Y como las suaves manos que acariciaban su cuello se deslizaban por sus pectorales y de allí a su abdomen y aun mas abajo explorando su cuerpo y con el todos sus sentimientos y emociones.
Ban le dirigió una mirada sonriéndole. Sal del agua, termínanos, ya hasta te estabas durmiendo.
El rubio se sobresalto un poco dando fin a su fantasía .Se daría cuenta? De lo que había pensado? Todo estaba bien? Le respondió con un tono entre nervioso y temeroso.- No, solo trate de descansar (mentiroso, pero honestamente yo hubiera dicho lo mismo).
El castaño le lanzo una toalla para que se secara.- Anda sal, te espero afuera, Para que cenemos. Y sin decir mas abandono el cuarto de baño
El menor tomo la toalla y salio de la bañera mientras se terminaba de secar y después mientras se vestía aun podía sentir la sensación que imagino como si fuera tan real. Vio su imagen en el espejo y pasó uno de sus dedos por sus labios.
Ginji- Pero que tonto soy. Y que fue todo esto que pensé. Solo soñé despierto. Nada más. Debo de estar mal.
El rubio abandono el cuarto de baño y se unió a su nuevo amigo, aunque en su mente y corazón todo era una maraña de confusiones. Empezaba a sentir algo nuevo y fuerte.
Se estaba enamorando de aquel apuesto y joven medico?
Ban- Te sientes mejor?
Ginji sonriendo- Si claro, me siento muy diferente.
Ban- Después de que cenes te tomas estas pastillas y te me vas a acostar. Te sentirás mucho mejor ya lo veras.
El menor le sonrió aunque en su corazón seguía la pregunta dando vueltas “Se estaba enamorando” Por que era tan lindo?
Después de la cena mientras si compañero insistió en continuar estudiando, mando a su huésped a la cama. Esta vez no puso objeciones y se fue acostar. Le costaba trabajo dormir por que las imágenes de su fantasía, regresaban de continuo a su mente. Y después de dos horas y de contar dos mil trescientas ovejas logro conciliar el sueño.
Cerca de las dos de la mañana el castaño entro en la habitación y observo dormir tranquilamente al joven.
Ban parado junto a la cama pensó. “Como puede alguien que parece tan inofensivo, ser tan terriblemente desesperante. Pero tengo que reconocer que es agradable su compañía.
El castaño tomo la cobija y cubrió al joven que dormía tan placidamente que nunca se percato de la compañía.
Ban- Es un chico lindo.