Capitulo 9 Un corazón Roto
El frió empezaba a estremecer el cuerpo del castaño que había permanecido dormido por aproximadamente un par de horas.- Ah la ventana esta abierta. Se levanto a cerrarla y aun adormilado echo una mirada a su reloj de pulsera- Es tarde nos quedamos dormidos, tengo que ponerme la pijama y tengo que cubrir a Ginji no quiero que se vaya a resfriar. (Que lindo, no lo pueden negar ah).
Al empezar a cobijarlo el rubio despierta.- Hola Ban , Como estas? Me hace muy feliz verte.
El castaño le regala una linda sonrisa – Anda métete debajo de la cobija, pero antes toma tus medicina, la que te prescribió Jubei en donde la dejaste?
Ginji- Están en mi cazadora.
Ban va por ellas y se las acerca sin revisar la etiqueta en los frascos para no interferir y le alcanza un vaso con agua a su joven amigo.
Después de arroparlo se mete con El a la cama- Anda duérmete y le da un tierno beso. Y lo acomoda para que el chico quede recostado sobre su pecho, apaga a luz y espera una vez mas a que el sueño le venza mientras juguetea con el cabello del rubio.
A la mañana siguiente o mejor dicho tres horas después de haberse acostado. La alarma del celular suena, invitando al castaño a salir de lo caliente y cómodo de su cama al cruel frió para bañarse y arreglarse para irse al hospital.
Una vez después de cumplir con toda la cotidiana rutina a la que esta acostumbrado se encuentra listo para salir. Una vez mas el deseo de estar aunque sea unos minutos al lado de su rubio amigo lo anima a sentarse al borde de la cama y juguetear con el cabello del chico en un intento de despertarlo. Pero no lo consigue.
- Que raro a esto llamo un sueño pesado. Acaso seré tan bueno en la cama que casi lo mato?
-No esa no es una buena idea. Mejor voy por la siguiente opción revisar que medicamentos tomo.
El joven medico levanta los frascos y observa las sales – complejo B, no este no creo. El siguiente diclofenaco, nop este tampoco, paracetamol no tampoco y este ultimo es diazepam, le dio diazepam como relajante! - Ah Jubei, me las pagaras ya me lo noqueaste, por eso no despierta. Demonios y yo me quería despedir. Bueno al rato le hablare como a las cinco de la tarde, no creo que se despierte antes.
Ban le escribe una nota, le echa la ultima ojeada al chico y sale del departamento.
Y durante el recorrido al hospital pone el radio en lugar de sus acostumbrados CDS de música clásica y va cantando todo el camino que lleva por delante.
Al llegar al hospital la mayoría de los que lo conocen casi de congelan en su presencia, y sobre todo si saben que de una u otra forma cometieron el mas pequeño error, sudan frió como era el caso de Emishi. Había olvidado tomar la glicemia ( prueba para conocer el nivel de azúcar en la sangre de una persona) del paciente de la cama 400. Cuando se dio cuenta era demasiado tarde empezó a sudar frió, hasta hiperventilar mientras Ban pasaba la revista ( Esto es la revisión de los casos paciente por paciente para ver como se encuentran es una rutina matutina en los hospitales y es obligatoria). Cuando llegaron a paciente de la cama 400 Emishi estaba tan pálido que estaba a punto de desmayarse. Ban toma la carpeta ( Es una carpeta de metal a presión ) revisa los datos mientras le pregunta al paciente como se encuentra revisa las indicaciones.
Ban- Esta mejorando Sr. Endo. Me alegro por usted.
Después de una breve pausa –Emishi..Nombra a su subalterno y voltea directamente hacia El .
Emishi- Si?
-Olvidaste tomarle la glucosa. Como no a desayunado tómasela ahora. Y me comentas el resultado tan pronto como lo tengas.
Y abandona el cuarto en compañía de otros residentes de Medicina Interna. Aunque nunca se dio cuenta que su subalterno se quedo tirado en el suelo desmayado.
- No notas algo raro en Ban, comenta Kazuki en voz muy baja a Jubei mientras pasa saltando encima de Emishi.
- La verdad si, el chico de ayer, …
- Ginji , se llama Ginji Jubei.
- Si ese, desde que esta con Ban a cambiado muchísimo.
- Si yo pensé que iba a matar a Emishi.
-No fue necesario, creo que se murió solo. Y le mostró una de sus mas bellas sonrisas a Kazuki y continuo en la guardia.
A eso de las cinco y media de la tarde Ban decidió tomarse un breve descanso ( algo que realmente nunca hacia) Le comento a Emishi que seguía vivo. Que se quedara a cargo que iba a tomar un café e iba a fumar a la azotea del hospital.
Emishi no daba crédito a lo que escuchaban sus bellos oídos, pero se sintió emocionado que dio nos saltos por el lugar una vez que observo al castaño desaparecer en el elevador y además observo como se iban prendiendo en el tablero los números de los pisos que seguían. No se que hubiera sido una trampa y se regresara.
Una vez en la azotea se podía sentir la fuerza del viento era diciembre y parecía ser mucho mas tarde de lo que era las nubes se observaban grises y algunos rasgos de rosa y naranja pintaban escasamente el cielo.
Ban tomo la taza de café que llevaba y dio un sorbo, después la dejo sobre el barandal que daba al abismo. Saco un cigarrillo lo prendió y le dio el primer golpe como disfrutaba del sabor del tabaco del placer que le ocasionaba sentir el humo en su garganta y pulmones (por alguna razón la gente fuma u.u.)
El viento jugueteaba con su cabello y empezaba a hacer frió. Pero no le importo.
El frió le hacia sentirse vivo y en parte le recordó la sensación de cuando el frió le despertó después de haber estado con Ginji. Lo extrañaba terriblemente, pero tenia sus obligaciones y no podía estar en donde su corazón le clamaba a gritos.
Tomo el celular y marco a su departamento. Al principio espero emocionado los siete timbrazos. Y nada – No puede ser que esta dormido aun >.< ¡
Tomo aire y volvió a llamar empezaba a impacientarse cuando escucho la voz de Gin se escuchaba agitada.
-BAAAAAAANNNNNNNNN ERES TU!!!
-Si soy yo, Gin por que te escuchas tan agitado?
- Ah no es nada Ban ah ah ah es que ….me estaba bañando ah ah ah y escuche el teléfono y Salí corriendo…Pero se me olvido que estaba mojado y me caí ja ja ja y después abrí la puerta y volví a correr y me volví a caer así paso cuatro veces eso es todo lo siento Ban , creo que soy un poco torpe.n.nu
Ban mientras escuchaba no podía dejar de reír – No puede ser , en verdad Gin te resbalaste cuatro veces. No puede ser.
- Si lo siento Ban en verdad. Mientras mira apenado que rompiera en su caída un reloj que tenia el castaño en una pequeña mesa.
- No te preocupes pero . Mañana cuando llegue vas a estar todo moreteado.
- Si creo que si. Aunque mientras observa el reloj y la mesa sobre la que cayo encima en su loca carrera y piensa.-Ups si no fue suficiente con la caída de seguro me va a pegar..
- Ginji tengo que dejarte ya sabes, las obligaciones me llaman. Te marco mas al rato cuando salga a cenar.
- Esta bien Ban estaré junto al teléfono. Para no caerme.
- Neeeeeeeeeee no exageres, Solo mantente seco.
- Este bien Ban te lo prometo.
- Bueno me tengo que ir, al rato te marco. Una vez que colgó le dijo al teléfono- Te extraño y me gustas mucho Ginji., y le dio un beso. Quien diría que su jefe de residentes podía ser tan tierno. Lo malo es que era entre tímido y cobarde y lo ultimo fue para el celular Ginji nunca escucho algo así.
El jefe de los residentes bajo tranquilamente por las escaleras que lo llevaban al cuarto piso en donde se encontraba el servicio de Medicina Interna. Venia tranquilamente silbando. Cuando abrió la puerta para ingresar a su servicio se encontró cara a cara con su novia.
- Heven que haces aquí?
- Hola Ban pensé como te he notado un poco extraño ( entiéndase como un poco mas frió de lo habitual) Te quise dar la sorpresa de visitarte.
El castaño frunció el entrecejo – Perdona Heven pero nunca me a gustado traer a personas a mi servicio.
La rubia noto el disgusto en su novio, pero no estaba dispuesta a ceder y saber exactamente que pasaba. Así que fingió que todo estaba de maravilla.
-Mira Ban si quieres te espero afuera y el tiempo que tienes para ir a cenar vamos al restaurante de enfrente yo te invito. Y le regalo una gran sonrisa.
El castaño se encontraba bastante molesto, pero una cena gratis no hubiera sido de caballero rechazarla y además le debía una explicación a Heven, Aun no sabia que le iba a contar pero tenia que seguir su corazón y eso lo iba a hacer pasara lo que pasara.
- Ah esta bien.. Echo una rápida ojeada a su reloj de pulsera vio que eran las seis de la tarde mas 20 minutos. Como el tiempo vuela cuando estas tan feliz. Nunca se dio cuenta de lo que tardo en la azotea. – Te paso a ver en unos cuarenta minutos, no me puedo ir en este momento.
- Esta bien vida. Nos vemos en cuarenta minutos te estaré esperando. Le comento a la vez que le daba un beso. Mientras veía de reojo a la enfermera en turno .
Y desapareció por el elevador.
- Que efusiva estaba tu novia Ban?. Le comento Natzumi acercándose a El.- Te puedo decir algo sin que e molestes?.
- Que?
- Creo que sospecha de mi. Como sabe que nos llega a tocar algunas noches juntos. Quizás piensa que la estas engañando.
El castaño se le quedo observando a la chica por unos segundos sin decir ni una palabra. Y luego se dio la media vuelta y se fue.
Al dar las siete de la noche Ban entro al restaurante italiano que se encontraba enfrente del hospital Y estaba hablando con el capitán del lugar.
Heven al verlo le saludo con el brazo para que la localizara – Acá Ban.
Al llegar saludo con un beso en la mejilla como era su costumbre. Pero mantuvo silencio.
- Estas mas callado que de costumbre Ban Mido. No puedes negar el lugar es lindo. Pensé que podríamos venir mas seguido aquí a cenar. Para vernos un poco mas seguido tu entiendes.?
- Ah respondió con un resoplido. – Heven .
- Dime Ban?. La chica si algo no tenia era un pelo de tonta era una mujer muy inteligente y astuta
- Creo que tengo que hablar contigo.
- Tu me dirás. Mientras se esforzaba por endulzar su voz a la vez que le tomaba las manos de El que tenia sobre la mesa.
El castaño pensó esto me va acostar mas trabajo de lo que pensé. Nunca la había visto tan agradable. – Heven necesito hablar contigo. Después de respirar profundo.- Tengo que decirte que me enamore de alguien.
La joven se sintió contrariada pero aun se esforzó por guardar la compostura. Era una mujer demasiado inteligente.
- En verdad Heven me enamore de alguien, lo siento. Pero te lo tenia que decir.
- Quien es? Una enfermera Mmmm aunque lo dudo eres demasiado elitista. Es una doctora verdad aunque debe ser de otro servicio.- Dime quien es?.
- Para que, no tiene caso.
- Solo falta que sea el chico del accidente. Comento con un tono de burla.
El castaño mostró una mirada que lo delato, no eran necesarias las palabras.
- No puede ser!! El chico del accidente?, Dime que no es El.
Al no obtener respuesta por parte de su novio. Le suelta las manos y se levanta de la mesa sin decir palabra.
- Lo siento Heven comento en un tono de voz baja, mientras pasaba a su lado.
El joven medico se sentía mal por lo pasado, pero por otro lado se sentía tan liberado. A partir de hoy podía tomar las riendas de su vida. Nada se lo impedía.
Por su lado Heven se sentía tan terriblemente humillada. Entre todas las posibilidades con las que jugo en su mente. Esta nunca si quiera la considero.
Al llegar a su auto no sabia si llorar de rabia o irse a su departamento y romper todo lo que pudiera recordarle a su ex novio.
Pero decidió contar hasta diez y entre la cuenta y respiraciones de yoga se calmo lo suficiente para pensar un poco lo que debía hacer.
Busco su juego de llaves de su bolso encendió su auto salio del estacionamiento y dio vuelta a la derecha en la avenida, estaba completamente segura de lo que iba a hacer.
Ginji estaba completamente ajeno a la situación, esperaba aun la llamada prometida y a cada rato veía de reojo el teléfono. Pero como no llegaba decidió ir a la recamara prepararse un emparedado de una mermelada que quien sabe cuanto tiempo llevaba escondida en la alacena. Pero que el rubio rescato como si se tratara de un importante tesoro.
Se sirvió un vaso de leche de un litro que derramo mas de lo deseado sobre la barra de la cocina.- kyaaaa tengo otra cosa que limpiar. Y se fue a la recamara a ver televisión.
- Nunca hay nada que ver, Tiene como mil canales pero nada. Seguía cambiando con el control canal tras canal. Hasta que se topo con una película de Scooby Doo y como el adoraba a Scooby Doo se acomodo lo mejor que pudo sobre la cama. Para cenar mientras disfrutaba de su cena. Todo era genial.
Estaba en una parte súper divertida cuando escucho que abrían la puerta del departamento.
- BAAAANNNN Se lanzo corriendo hacia la puerta.
- Tu no eres Ban, Quien eres?