Te estaré amando en el silencio
Hola me presento mi nombre es Kouichi Kimura, tengo 18 años, estudio en el instituto Ryoka en la cuidad de Tokio, no soy una persona muy amigable, pero me se adaptar, si debo hablarle a alguien lo ago y ya, hace mas de un año que vivo con mi hermano gemelo y mi padre ¿y mi madre? pues eso mismo quisiera saber yo, el ultimo día que la vi me dijo "arregla tus cosas que te vas a vivir con tu padre" después de eso desapareció, no me importa de todas maneras, como comprenderán no era una buena madre.
¿Quién diría que esas simples palabras fueran la sentencia de mi sufrimiento? pues ciertamente yo no, no conocía a mi padre ni a mi hermano, pero aquel día que llegue a su casa, me quede prendido de aquella hermosa criatura, se parecía a mi pero tenia algo que lo hacia ver muy radiante, así es... como verán desde ese día me enamore a primera vista de mi hermano.
Mi nombre es Kouichi y soy un maldito incestuoso, que sueña cada noche, cada día y cada segundo el poder follarme a mi propio hermano...lindo ¿no?
Siento como el sol pega de lleno en mi rostro, si es otro día, un día mas para cualquiera, pero para mi... hoy será otro día sin poder sentir tus labios, otro día en el cual mis atormentados y dolorosos sentimientos me carcomen por dentro, mientras que intento sonreír como queriéndoles decir "no se preocupen estoy bien" pero que en realidad eso jamás será la verdad, en mi interior me siento mal, todo mi ser se pudre, yo solo sonrió.
Bajo las escaleras después de darme un baño y vestirme, hoy es un nuevo día de clases, veo como mi padre prepara el desayuno mientras mi hermano le ayuda a poner la mesa, es una hermosa imagen mas solo los saludos y me siento, hace mas de tres meses que estoy en esta casa y aun no me permiten hacer nada, es como si aun fuera una visita.
Salimos de casa juntos, al principio eras muy antipático y desabrido conmigo, pero supongo que esa es tu manera de ser, sin embargo, al pasar los días te has cercado mas en mi y me cuentas casi todo lo que le pasa, eso de alguna manera me alegra, después de todo puedo ser un buen hermano...solo un hermano...
Ya estamos por llegar y ves a uno de tus amigos, te despides de mi y te adelantas, mientras yo te veo alejar, no, es mentira, yo solo puedo mirar tu trasero e imaginar lo delicioso que seria poseerte, pero eso es imposible y no solo porque eres mi hermano sino que también porque tu eres heterosexual y según me has contado estas muy enamorado de una chica...
Es de noche a sido un día terrible, hoy casi muero con tantos exámenes y ejercicios estupidos, pero al fin puedo descansar, miro hacia en donde estas tu dormido. Si, para aumentar aun mas mi agonía nosotros dormimos en la misma habitación y no sabes cuanto me tengo que controlar para no meterme en tu cama y hacerte el amor, hasta que ya no podamos mas, siento mi entrepierna endurecerse y nuevamente me siento un miserable por desearte...
Ha pasado otra semana, solo que ahora ambos estamos solos en casa, nuestro padre salio de viajes por unas semanas asuntos de negocios, y también las vacaciones de verano han comenzado, al fin a descansar después de casi morir por esos estupidos exámenes finales, pero ahora lo que mas me aflige es que ambos estamos solos en la casa y dormimos en la misma habitación, no se por cuanto mas resistiré.
--hoy es el día, desea me suerte-me sonríes mientras sales de la casa.
--espero que todo salga bien-también te sonrió y me despido antes de cerrar la puerta y caer inevitablemente al piso, golpeándolo y maldiciendo con rabia, si hoy es el día que le confesaras tus sentimientos a esa perra, maldita cuanto la odio, mas aun así te deseo suerte, ya que no es justo que te desee algún mal, después de todo te amo demasiado y lo único que quiero es verte feliz, aunque no sea a mi lado.
En este momento no se si estar feliz o triste, te encuentras llorando en mi regazo, lloriqueando por el rechazo de esa estupida, yo solo acaricio tu cabello susurrando frases tranquilizadoras, ya encontraras a alguien que de verdad te ame...ese es el ultimo de mis pensamientos ante de ver que te has dormido, en frente de los demás siempre finges frialdad y hasta incluso antipatía y todo para guardar y que nadie vea que tan sensible y frágil eres, viéndote así me hace amarte aun mas.
Te cargo hasta tu cama y te recuesto, aun duermes, miro tu linda boquita y mi corazón late de prisa, te deseo tanto y a la vez el amor que te tengo me mantiene alejado de ti, no quiero lastimarte y si estamos juntos inevitablemente sufrirás. Me acerco a ti ya no lo soporto mas, y te beso, al fin pruebo aquellos labios sintiendo esa dulzura y calidez, es delicioso, mas es tan efímero que me hace daño.
Te mueves y yo me alejo, no deseo que te des cuenta de la monstruosidad que estaba apunto de hacer, pero aun no me detengo te deseo tanto y ahora que duermes es mi oportunidad, te descubro de aquellas sabanas y comienzo a quitarte el pantalón, sin mucho cuidado, después de todo si despiertas te diré que solo era para que estuvieras cómodo, comienzo a besarte, recorro todo tu pecho con mis besos, ya he dejado de pensar y me guió como un animal en celo a través de tu cuerpo, recorro tu tierno pecho y bajo hasta tu vientre en donde me entretengo unos momentos, es hora, miro tu entrepierna, y mi deseo crece, mi miembro esta endurecido por solo pensar en poseerte.
Beso tus muslos y me detengo, aun tengo aquella voz de alerta que me grita que me aleje de ti, y así lo ago, sintiéndome como una bestia por casi violarte, si esa es la palabra correcta, estuve a punto de violar a mi propio hermano y aquello no hace mas que destrozarme por dentro, te cubro mientras me alejo, de un momento a otro a comenzado a llover, solo que en este día el cielo esta despejado.
Las lagrimas que recorren mi faz son tan amargas como mi propio ser, ha sido suficiente, debo alejarme de ti antes de que comenta una locura, a mi no me importa irme al infierno si con ello logro tenerte entre mis brazos, pero lo que no me perdonaría jamás seria arrastrarte conmigo, eso nunca lo permitiré, tu tienes una vida y una felicidad lejos de mi.
--mañana me iré...-le susurro a la nada, y al terminar de decirlas un nudo se forma en mi estomago, mientras que una horrenda punzada acude a mi pecho, pero me lo merezco por desear lo prohibido, me merezco esto y mas.
Un nuevo día ha llegado, ayer decidí desaparecer de la vida de mi hermano y así lo haré, pero antes desearía despedirme de él, al menos deseo conservar algunos recuerdos, bajo las escaleras y allí estas sonriente preparando el desayuno y yo te saludo de igual forma en que tu lo haces, te ves tan lindo que no puedo apartar la mirada de ti, al menos en eso no hay pecado o ¿si?
--se me quemo un poco lo siento-se excuso nervioso.
--no importa de seguro esta delicioso-te sonrió y veo aquel sonrojo casi imperceptible, aunque lo quieras negar siempre has sido algo tímido mi amor.
--gracias supongo-utiliza su tono de indiferencia.
--este día... ¿tienes algo que hacer?-le pregunto mientras intento comer lo que se supone que es pan, pero esta tan quemado que podría tratarse de cualquier cosa.
--mgh...-se queda pensando unos instantes-si, iba a salir con mis amigos, pero ya se me quitaron las ganas ¿por?
--como nunca salimos juntos, hoy deseaba salir a pasear contigo-le digo sin mucho interés mientras bebo mi café.
--si, suena divertido, además así no la veré-eso último fue un leve susurro casi imperceptible para los demás.
--genial-lo miro unos instantes a pesar de que no escuche muy bien eso ultimo me puedo dar cuenta de que hablaba de esa zorra maldita que lo rechazo.
--entonces voy a vestirme-termina con lo que le quedaba del desayuno y desaparece, para seguramente dirigirse a la habitación para cambiarse.
--aunque fueras en pijama igualmente te verías precioso-sonrió, a veces él era un tanto vanidoso pero su hermanito no se había percatado de ello.
Media hora después y aun lo esperaba, él ya hacia unos minutos que había subido a cambiarse de ropa mientras que su hermano aun no desidia que ponerse, ahora esperaba en el sillón sentado de malas ganas, pero su cuerpo comenzaba a acalambrase gracias a esa posición por ello se levanto, y camino por la sala, a veces debía tener mucha paciencia.
--Kouji de te prisa, si no importa la ropa que uses te veras mal de todas maneras-le grito burlón desde la sala, sonriendo al escuchar lo que pareció un gruñido por parte de su hermano.
--ya voy-le grito mientras bajaba las escaleras y llegaba hasta donde estaba él- ¿Cómo me veo?-le sonrió.
--bien-trago duro intentando no lanzarse encima de su hermano, esa ropa en verdad lo hacia ver sensual y atractivo, era un conjunto simple, unos pantalones azul marino y unas zapatillas plomas y una polera ajustada que dejaba ver su hermoso dorso, algo simple pero que tenia un "algo" que lo hacia ver verdaderamente apetitoso.
--solo "bien"-hizo las comillas con sus dedos-y yo que me esmere por verme bien para ti-lo dijo en tono melodramático y herido.
--esta bien-suspiro, si tan solo supiera cuanto lo hirió con sus palabras, se sentiría mal, así que dejando que su tristeza no se demostrara le siguió aquel juego que había empezado desde que se conocieron-la verdad te ves tan rico, que me apetece violarte-su tono era seductor mientras que se acercaba lentamente y acariciaba su mejilla.
--así si me gusta-se rio, separándose de su hermano para seguidamente dirigirse a la puerta principal-ahora vamos.
--si, mira que ya me estaba volviendo viejo al esperarte-lo empujo a fuera de la casa mientras cerraba la puerta, un gesto "cariñoso" de su parte.
Caminaron en silencio, la verdad no tenían planeado nada, solo se dejarían llevar por cualquier cosa que se les ocurriera en el momento, pasearon por el centro de la ciudad distrayéndose con cualquier novedad, hablando de música y cualquier banalidad, o simplemente mirando las tiendas, ya iba a ser medio día y con el calor que hacia en la ciudad decidieron tomar y comer algo en un restauran, en su restauran favorito, que se ubicaba en el décimo piso de un edificio especializado en comidas y demás.
--que bien ya estaba algo cansado-bebió de su refresco mientras miraba hacia abajo desde la ventana.
--si yo igual-le dio una mordida a su hamburguesa, aunque la verdad no le gustaba del todo, pero en ese día se le antojaba-por cierto Kouji ¿Cuándo regresa nuestro padre?
--creo que pasado mañana y si no el otro mes, la verdad no ha llamado ¿Por qué lo preguntas?
--curiosidad-le sonrió.
--estas un poco extraño, hay algo que me estas ocultando-lo miro serio.
--la verdad si-suspiro, era lo mejor ¿cierto?
--¿es algo grave?
--no, es solo que he tomado una decisión es todo-hizo un gesto restándole importancia mientras terminaba de beber su refresco.
--ah-lo miro intentando descifrar sus facciones, pero no lo logro, no le iba a preguntar mas, total su hermano ya era mayor de edad y no tenia por que meterse en su vida.
--es...-iba a decirle que se trataba de un viaje, sin retorno tal vez, pero en ese instante una mano en su hombro le impidió continuar hablando.
--Kouichi ¿Quién lo diría?-le saludo aquel chico castaño y de facciones amables, que demás estaba decir que era muy atractivo.
--Mark Chisida-le sonrió mientras le estrechaba su mano.
--el mismo ¿Cómo has estado? desde aquella noche que no te veo y pensé que ya estabas muerto-rio un poco.
--oh vamos no es para tanto, además ahora vivo con mi padre y mi hermano, por ello me mude-le explico algo apenado, aquel chico era su único amigo verdadero y ni siquiera tuvo la consideración de informarle que se iba de la cuidad.
--ya veo, pero para la otra avisa-le resto importancia-y él es...
--el es mi hermano Kouji.
--hola mucho gusto-respondió mas por inercia, pero la verdad aquel sujeto no le agradaba para nada.
--igualmente, Mark-le extendió la mano que fue estrechada-que bueno saber que ya estas bien, ahora ya debo irme, por que mi novio espera y no quiero que se ponga celoso-dijo algo desanimado, ya que si bien su novio era un ángel con el, también era un demonio cuando lo celaba.
--adiós Ma-le sonrió.
--¿es gay?-le pregunto un tanto apenado.
--si, Kouji-sonrió un poco al notar la incomodidad de su hermano- ¿te molesta?
--no para nada, es solo que no estoy acostumbrado a conocer a uno- sonrió nervioso.
-- ya veo-no dijo mas, no quería asustarlo diciéndole que el mismo era uno de "esos" así las cosas eran mejor-es tarde vamos al parque por un helado y después a casa ¿te parece?
--si.
Ambos salieron del lugar, el ambiente por alguna extraña razón se había vuelto más tenso, pero se relajo al llega a aquel hermoso lugar, en donde había personas jugando, conversando y los típicos enamorados besándose.
Se sentaron debajo de un árbol algo alejado de las aglomeraciones de personas, estaban cansados habían caminado por horas en la ciudad y después un poco mas hasta llegar a aquel lindo lugar, mas aquella agradable brisa lo compensaba todo.
--¿quieres un helado?-le pregunto Kouji mientras se ponía de pie.
--claro-lo miro detenidamente, mientras su hermoso cabello danzaba al ritmo de la brisa, no sabia porque siempre lo llevaba tomado en una coleta si se vería mejor con el cabello suelto.
--de chocolate ¿verdad?-le pregunto mientras se alejaba.
--si-sonrió feliz de que al menos recordara esos mínimos detalles.
Minutos después regreso y volvió a la posición inicial mientras que miraban distraídamente a las personas que se divertían, no fue hasta pasados diez minutos que al fin Kouji hablo:
--aquí fue-susurro aun lamiendo lo que le quedaba de helado.
--mgh...-lo miro, sentándose más cerca de él ya hacia unos minutos que había terminado con aquel delicioso dulce.
--aquí ella... fue en donde me rechazo-completo.
--ya veo-se sintió como un idiota por no recordarlo y llevarlo allí-lo siento.
--ya no importa-le sonrió con sinceridad.
--ella es una estupida por rechazarte-acerco su pañuelo y le limpio su mejilla provocando que se sonrojara-tu eres mucho mas lindo que cualquier otro-beso su mejilla antes de acercarse mas y abrazarlo.
--quizás eso no sea tan cierto-se separo al sentirse triste.
--vamos era una chica tonta, ya habrán otras-sintió la amargura de sus palabras "otras" y no él.
--tal vez.
--ya es tarde regresemos a casa-se paro y comenzó a caminar, sin esperarlo, estaba demasiado dolido como para mirarle a la cara, miro el cielo estaba oscuro y corría un aire helado, de seguro esa noche llovería realmente y no como las veces anteriores.
Llegaron a casa, en donde se escuchaba el insistente sonido del teléfono, por ello se apresuro en abrir la puerta y contestar, se trataba de su padre informándoles que llegaría en dos días, y después de preguntar como estaban y si les hacia falta mas dinero colgó, había sido agradable hablar con su padre, ya que a pesar de casi no conocerlo le agradaba.
--nuestro padre ¿Cómo es?-le pregunto sentado en la mesa de la cocina, mientras su amado preparaba la cena.
--y ¿esa pregunta?-continúo revolviendo el sartén.
--quiero decir ¿Cómo a sido contigo en estos años?
--muy amable y atento, supongo, es un gran padre, pero lamentablemente viaja mucho por su trabajo y siempre a sido así, solo que antes me dejaba con una horrenda niñera-sonrió algo divertido al recordar a aquella anciana loca que lo cuidaba.
--genial, es bueno saberlo-sonrió con sinceridad.
--y ¿mamá como es?
--no lo se-ante aquello se gano una mirada de asombro por parte de su hermano, dándose cuenta de que ahora debía hablar, aunque no le gustara-en realidad, era muy estricta, todo lo que hacia yo estaba mal, casi nunca estaba en casa y cuando lo estaba me regañaba por todo, fue una madre algo ausente nada mas-le sonrió, no quería preocuparlo ni entristecerle contándole como su madre lo golpeaba y como lo humillaba al saber de su condición sexual, ni tampoco le podía decir que ella bebía y lo amarraba en el sótano sin razón aparente.
--lo siento yo no quise-susurro apenado.
--no pasa nada, el pasado allí se queda-le sonrió-huele delicioso.
--espero que esta vez no se me queme-miro con desconfianza aquel sartén.
Sonrió un poco al ver lo cómico que se veía cocinando, o al menos intentando hacerlo, pero sabia que no lo dejaría ayudarle, era demasiado orgulloso como para hacerlo.
Cenaron entre bromas y risas, ese día había sido muy agradable, el mejor en meses, una vez terminaron de comer asearon y se fueron a dormir, claro que no sin antes darse una agradable ducha, ya que sus cuerpos en verdad se lo pedían, primero se baño Kouichi y después Kouji, ahora ya estaban en sus respectivas camas, ninguno tenia sueño, pero debían dormir.
Unas gotas de lluvias cayeron fuertemente, si hacia un rato había comenzado a llover y no solo eso ya que era una verdadera tormenta con rayos y truenos que quebrantaban la paz, ya estaba algo adormilado, aquellos sonidos poco le interesaban, pero muy por el contrario su hermano se encontraba muy asustado el odiaba aquel horrendo sonido, lo detestaba, pero tenia vergüenza de decírselo a su hermano y para colmo su padre no estaba, si estuviera iría a dormir con él.
--Kouichi-susurro intentando que su voz no se quebrara.
--¿Qué pasa?-se despertó y lo miro temblar.
--es que yo...-se ruborizo, no era posible que alguien de su edad le tuviera miedo a aquella insignificancia.
--ven...-sonrió con ternura mientras abría las frazadas en una clara invitación, que no fue rechazada, ya que sin repetirlo dos veces su hermano estaba junto a él-tienes miedo ¿verdad?-lo abrazo, por la espalda sintiendo su leve afirmación-no debes temer ahora yo estoy aquí-beso su cabeza deleitándose con su agradable aroma "Pero hay algo extraño en ti veo que tiemblas y no precisamente por el miedo, me pregunto el porque o tal vez sean solo ideas mías"- ¿sucede algo?
--no, nada.
--bien-noto su inseguridad, y al pasar descuidadamente mi mano por su cuerpo noto lo inevitable, provocando que hunda mas su cabeza en la almohada, es mi imaginación o en este momento en verdad esta teniendo una erección, vuelvo a pasar mi mano y la detengo en ese lugar tocándolo y el gime.
--no, basta-susurro bajito.
--¿esto es...?-no puedo ver su cara pero se que en este momento esta muy ruborizado y avergonzado- tal vez yo te puedo ayudar-le susurro sensual en su oído, provocando que un jadeo escape de su boca, mientras que vuelvo a llevar mi mano hasta su miembro y lo acaricio sobre las frazadas, tal vez este mal, pero ya que se me a dado la oportunidad no la desaprovechare.
Esta noche serás mío hermanito...