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Leyendas de las seis tierras por Ayumi

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Notas del capitulo:

Muchas gracias a celeste y rushia por dejadme reviews y a tod@s aquell@s que han gastado parte de su tiempo en leerlo ^^

Espero que os guste este segundo capitulo ^-<

Cuando era muy pequeño y mi mami solo estaba enferma me contó una leyenda que le había contado su madre cuando estaba en la misma situación que ella. No recuerdo el nombre con exactitud, ni siquiera puedo recordarla a ella claramente, solo me acuerdo de la trama a grandes rasgos. Trataba de un antiguo guardián de la torre  zafiro, aquella que hoy en día está abandonada, la más cercana al cielo. El guardián vivía en tiempos de guerra, la gente moría y él, por muy fuerte que fuera no podía abandonar la torre por el antiguo pacto de sangre entre las cuatro grandes familias. Él sufría al ver a los niños huérfanos que se reunían al pie de la torre buscando protección divina, así que para alegrarles un poco invocó al espíritu de las nieves y a la mañana siguiente todo el país estaba recubierto por un manto blanco. Pero la alegría de los niños no duró mucho, por eso bajó de la torre y con sus poderes invocó a un gran ejército de esqueletos consiguió parar la guerra. Era aclamado por todo el pueblo pero, al haber roto el pacto milenario fue condenado a ejecución. Durante milenios paso de una prisión a otra y nadie sabe cual fue su lúgubre destino, esa es la razón por la que la torre está vacía, rechazando a los seres gobernantes que han intentado volver a entrar en ella por sentenciar a su señor.

 

Pero eso a mí nunca me pasará, esta torre solo me tolera por ser el hijo bastardo de su señora, un híbrido entre humano indigno y ser casi celestial, que son los guardianes. Los guardianes se crearon antes que la escritura, para oír los mensajes divinos en grandes torres que rozan las nubes, su vida es eterna y son los seres con más dificultad para morir. Al solo poder vivir uno por torre cuando el actual procrea entra en un periodo de angustiosa enfermedad de la que no hay salvación posible causando la muerte. Son juguetes de los gobernantes que eligen hasta con que persona con la que debe tener sus hijos, elegidos minuciosamente sin opinión alguna del guardián en cuestión para seguir creando seres celestiales.

 

Mi nombre es Christian, aunque mi espíritu protector, herencia de mi madre, me dice Chris cariñosamente. Tengo catorce años y el pelo celeste, con ojos de color rosado claro rozando el color blanco. Mi madre dice que se asustó mucho creyendo que sería ciego, pero que con los días cogieron algo de color. Desde que tengo razón de ser Rain, mi espíritu protector que por cierto es un tigre blanco que aumente o disminuye de tamaño a petición mía, está a mi lado, cuidando de mí, sobre todo desde que a los tres años mi madre murió.

 

En estos años he estudiado magia blanca, sobre todo curación y barrera con la ayuda de runas, dibujos que se utilizaban en la antigüedad y que puedo crear con el golpe de mi pie en el suelo. Rain es un buen maestro, nunca se enfada conmigo y sale al exterior de la torre trayéndome dulces y otras cosas. Lo que él no podría ni imaginar es que por las noches, cuando todos duermen yo escapo y visito las praderas cercanas a la torre, siempre adornadas con hermosas flores. La verdad es que hubiera preferido ser ciego a saber que existen esos lugares y no podré verlos por un estúpido pacto del que no conozco más que lo que pone en los antiguos y empolvados libros.

 

Mi madre me enseño que el destino de todas las personas y las historias de las eras anteriores están escritas en las estrellas, por eso siempre que mi tigre sale le pido tratados y libros sobre astronomía. Se lo suficiente para leer algunas cosas, desde luego por ellas se mucho más que si simplemente me sentara a esperar la palabra de aquel que debe hablarme. En estos momentos estoy bajando del tejado para decirle algo que lleva carcomiéndome por dentro a mi compañero.

-         Rain, mañana partiremos hacia el país que se encuentra al oeste.

-         Te he dicho miles de veces que por mucho que quieras no pienso permitir que salgas de aquí, y eso del destino es una tontería así que no lo vayas a poner de excusa.

-         No es una tontería-le chilló indignado, por mucho que me halla criado no permitiré que hable así de las creencias de mi madre- Si se llega a desobedecer al destino este seguirá igual, pero sufrirás un castigo.

-         ¿Qué más castigo que aguantar a una cría caprichosa como tú?

-         No soy una cría.

-         Tu madre a tu edad era una cría al igual que tú.

-         Sabes bien que no soy como ella…yo no soy un verdadero guardián, mi vida no es eterna, yo moriré como los mortales.

-         No lo permitiré.

-         ¡Es mi destino!, todas las criaturas mueren. No quiero morir y solo conocer esta roñosa torre, y el país del oeste es un buen lugar para empezar a explorar.

-         Tu deber es el de permanecer en la torre esperando la palabra divina.

-         No me hagas reír, los guardianes son solo el resultado de un antigua pacto creado para dominar al pueblo analfabeto.

-         Dios habla de verdad.

-         ¿De qué sirve su palabra?, él nos abandonó hace tiempo. Ahora solo dice el número de muerto y heridos en las guerras. ¿Eso para qué sirve?¿Para poder echar una moneda a cara o cruz y así saber si la suerte te acompaña y morirás?

-         Para eso naciste. Si eso los contenta y les da esperanza debes continuar la tradición.

-         La palabra la puede obtener cualquiera que se moleste en escucharla.

-         Si sales será peligroso…

-         ¡Y aquí podría caer un meteorito y matarme! Quien no arriesga no gana. Además, todo el mundo cree que está torre es dirigida por mi madre. Nadie sabe de i existencia, si los gobernadores llegaran a venir al no conocerme solo encontrarían su tumba.

-         Buscarían a su sucesor.

-         No me parezco en nada a ella…

-         No quiero que mueras, le prometí a mi señora que cuidaría de ti…

-         Cuida de mí, no me ates a la muerte del dolor…Cuida de mí, pero busca mi felicidad, Si muero en el exterior moriré feliz, si me encuentran aquí me ataran como hicieron con ella.

-         Con esas ropas te reconocerían enseguida.

-         No te preocupes-le respondí con voz cantarina y guiñándole un ojo- que yo por las noches escapo y me compre algo por si salíamos.

-         Eres como una pequeña rata escurridiza-siseó, se que está enfadado, pero no puedo evitar ser curioso.

-         Ya lo imaginaba, pero ¿qué te parece?-la verdad es que tampoco es nada del otro mundo, un vestido por las rodillas negro con los bordes rojos y cruzado por delante.

-         Eso no es decente.

-         Ni que con un pelaje tan bonito lo tengas hecho una maraña de enredos y fíjate que bueno soy que no te doy un buen baño.

-         ¿Qué has leído exactamente?- comienza a dar vueltas en círculos, es algo que hace cuando está nervioso. Yo aprovecho para colocarme bien la nueva ropa antes de que se arrepienta.

-         Que el guardián secreto de la torre azabache debía viajar hacía las lejanas tierras del oeste y buscar su propio camino.

Después de toda una charla sobre el comportamiento en el exterior y que no debía hablar con nadie al que él no hubiera dado su visto bueno antes, oliéndolo seguramente, preparamos una pequeña mochila con dinero y alguna comida. Tuvimos que esperar hasta la media noche para irnos y evitar a posibles vigilantes de caminos.

 
Notas finales:

Se aceptan comentarios, críticas y todo, eso sí, dejad reviews que son gratis ^^

 


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