El día era nublado, estaba a punto de largarse a llover en aquel solitario cementerio en donde se podía ver nada más a una persona de cabellera rubia y traje negro que sostenía entre sus manos un hermoso ramo de jazmines. Aquel hombre estaba parado frente a una lápida que tenía grabado el nombre de Shuichi Shindo
- La Li Ho Shu-chan - susurró con nostalgia y cariño Yuki - Ya van dos meses.. sin embargo son una eternidad - habló una vez mas mientras se agachaba para dejar frente a la lápida las flores - Ai shiteru mi pequeño baka
Ya hacían dos agonizantes y largos meses que Shuichi había muerto, todo había sido demasiado rápido.
Era un día como cualquiera en el que el cantante estaba trabajando en NG y el escritor se estaba preparando para pedirle matrimonio, pero de un momento a otro el hermoso paisaje se había destruido para el escritor. El cantante había sido secuestrado y el rescate era de una cifra aproximada a unos 15 millones de dólares, cifra que ni siquiera él llegaba a tener. Luego de pedirle ayuda a Touma Seguchi quien no dudó en darle la cifra de dinero esperó a que los captores hicieran contacto con el para realizar el intercambio.
Todo estaba listo, allí estaba su Shu-chan y el tenía en el maletín la cifra pedida. No podía esperar para hacer el intercambio y terminar con aquella pesadilla y por fin pedirle casamiento a su cantante para que nunca nada así volviera a pasar, para que el lo pudiera proteger.
- Primero abre el maletín y muéstrame el dinero! - ordenó el secuestrador mientras sostenía con una mano a Shuichi y con la otra sostenía la pistola con la que lo amenazaba
El escritor obedeció dejándole ver el dinero al secuestrador mientras no le quitaba de encima la vista a Shuichi
- Bien, ahora quiero que dejes el maletín en el piso y retrocedas lo más lentamente posible!
- Libera a Shuichi y lo haré - decía el escritor tratando de mostrar frialdad en sus palabras, mas sin embargo solo sentía miedo
- Mira escritorcito tú no estás en posición de dar las órdenes aquí, o es que acaso quieres ver morir a tu amorcito? - decía mientras le apuntaba con el arma en la cabeza a Shuichi a lo que Yuki no pudo hacer otra cosa que retroceder
Pero unos minutos después se pudo escuchar la sirena de la policía
- Maldición! - gritó el secuestrador con Shuichi aún en su poder - con que contactaste con la policía no?! Entonces no tengo más opción que matar a tu noviecita!
- No!!! Shuichi!!! - gritó el escritor en estado de pánico
- Yuki!!!
Un disparo, un grito… luego silencio
El secuestrador le había disparado a Shuichi para después tomar el maletín e intentar huir de la policía. Yuki corrió hacia Shuichi presa del pánico
- Shu-chan - susurró con lágrimas en los ojos mientras veía la sangre que presurosa brotaba del pecho de su koi
- Yu.. Yuki – dijo con esfuerzo - ai shiteru Yuki, siempre te amaré… aun en la muerte
- No digas tonterías baka, tú te salvarás… y viviremos juntos en mi departamento como siempre - decía mientras lo abrazaba sin poder contener las lágrimas - ves esto? - le preguntó mientras sacaba de su bolsillo una preciosa sortija con un gran diamante en el medio - no quieres ser mi esposo Shu? Y pasar el resto de nuestras vidas juntos?
- Yuki - susurró el cantante con lágrimas en los ojos - si quiero Yuki
El escritor deslizó la sortija en el dedo anular del cantante y le dio un tierno beso
- Ai shiteru… Yuki
El cantante cerró sus ojos y poco a poco su corazón dejó de latir
- Shu? Shu-chan?? Demonios, abre los ojos Shuichi!! - gritó el escritor mientras sentía que el alma se le iba junto a su pelirosa
La despedida del queridísimo cantante Shuichi Shindo estuvo llena de lágrimas. Un destrozado Hiro consolaba a Fujisaki quien no podía asimilar lo sucedido, nadie podía creer que el tan querido Shuichi había sido asesinado.
Ryuichi había recibido la noticia y no había parado de llorar, sin embargo en el funeral no derramó ninguna lágrima para no derrumbar aún más a Yuki.
Touma y Mika no habían llorado, sin embargo se les podía notar la gran tristeza en su interior, habían llegado a aceptar y querer a Shuichi, por haber sido el único que curó el corazón de su tan querido Eiri.
K había derramado algunas lágrimas al escuchar la noticia, sin embargo solo se demostró con un aire de melancolía en el funeral.
Tatsuha acompañaba tristemente a un Yuki que no salía del shock. Desde que el cantante había dejado de respirar el se había sumido en su mundo… en un mundo en el que su Shu-chan aún estaba a su lado.
A medida que los días fueron pasando Yuki iba aceptando la realidad, una realidad dolorosa donde ya no estaba más su pequeño pelirosa. Varias veces se encerró en su departamento intentando suicidarse, sin embargo era detenido por Tatsuha e incluso por Hiro; otras se bebió todas las latas de cerveza que tenía hasta no poder más… su vida no era la misma sin su baka
Extrañaba sus La Li Ho, cuando llegaba a casa con un Taidama Yuki, sus intentos por hacer algo comestible dejando toda la cocina hecha un desastre para después poner ojos de perrito ante el escritor, incluso las estupideces que cometía día a día… porque eso era lo que lo hacía Shuichi.. su eterna inocencia
Luego de ir al cementerio el escritor se despidió con pesar de su pelirosa y se dirigió a su departamento… aquel en el que compartió tantas cosas con el y por eso le era imposible abandonarlo… porque aún podía sentirlo ahí.
Prendió un cigarrillo y se sentó en su laptop, cerró los ojos y lo vio... ahí, tan sonriente como siempre, gritando su nombre con alegría y sus dedos se movieron con su recuerdo. Comenzó a teclear una canción… una canción dedicada a el.
Cuando terminó, satisfecho sonrió como antes y apagó el cigarrillo, tomó su sobretodo y se marchó.
Un día más vuelve a empezar,
duerme la luna en San Sebastián
busco café, oigo llover y pienso
en ti.
Que guapo estás al despertar,
tan despeinado y sin arreglar,
me hace feliz verte a mi lado y
pienso en ti.
Vamos a querernos toda la vida,
como se quieren la noche y el día
cuando hablan de ti,
Vamos a querernos
en cualquier vida,
Porque prefiero dejarme morir
que estar sin ti.
Nada es igual cuando no estás,
cuando no vuelves de pasear,
oigo reír a mi equilibrio
y pienso en ti.
Pienso en ti y vuelves a mí,
vuelve la paz que un día perdí,
choque frontal, nadie con vida
y yo sin ti.
Vamos a querernos toda la vida,
como se quieren la noche y el día
cuando hablan de ti,
Vamos a querernos
en cualquier vida,
Porque prefiero dejarme morir
que estar sin ti.
(Let’s go)
Te necesito aquí, cerca de mi,
muy cerca de mi, muy cerca
te necesito aquí, verte feliz que
vuelvas por mi, que vuelvas para
quererme, cuidarme, acostarme.
hablarme y darme la mano, un beso,
un regalo y verte dormido,
sonriente, conmigo
y decir que te espero que te echo de menos.
Quiero entender mi vida sin ti
no quiero escuchar consuelos de
nadie,
quiero gritar, correr hacia ti, no
quiero entender que al morir me mataste
quiero vivir… pensando en ti.
Ahí en su laptop, un archivo quedó abierto con la esperanza de que cuando su pelirosa llegue a casa lo leyera..
Fin