Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Clímax de fin de año por Lunita

[Reviews - 57]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Ohayo!!!

Aquí vuelvo con otro cap. Como siempre me disculpo por tardar.

Tenía pensado actuaizar mis otros fics este fin de semana también, pero no ha podido ser.

Mis más sinceras disculpas a los que les haya hecho esperar.

Espero que os guste el cap, Nos leemos!!


No sé por qué no me voy, sé que estar aquí solo me traerá más problemas de los que ya tengo, pero aún así no puedo evitar estar a su lado.
Su cuerpo para mí es como si fuese un imán... no quiero o mejor dicho, no puedo separarme de él. Su suave respiración inunda todos los rincones de esta pequeña sala y parece que nada puede perturbar su descanso pacífico.


Sin embargo mi mente está pensando en otra cosa: ¿Qué es "eso"? Ya lo han mencionado varias veces, pero sin embargo sigo sin tener ni idea de lo que puede ser. Mi cabeza lleva ya un tiempo tratando de asimilarlo, pero no encuentro ninguna respuesta; nada tiene sentido por mucho que se lo busque.


En esta noche clara y serena, donde parece que no hay nada que pueda perturbar la calma, observo la razón por la que Sasuke me pidió que le acompañase. Hacía días que se le había notado, pero aún así nadie se lo dijo. Tenía grandes ojeras en la cara, pero todos suponíamos que en las fiestas se iría a pubs hasta muy tarde, pero en este momento, está claro que era insomnio.
Debe sentirse solo, o eso me parece a mí.¿Por qué te pasa todo esto Sasuke? ¿Qué puede ser eso que tanto te preocupa? Siendo como eres, seguro que volverás a decirme que no es el momento por muchas veces que te lo pregunte. Solo me queda una opción: averiguarlo. ¿Como? Ni la más remota idea.


Intenté dormir en la posición en la que me encontraba tratando de no despertar a Sasuke, que por cierto estaba comenzando a incomodarme mucho estar tanto rato sentado, con la espalda completamente encorvada y la cabeza contra la madera de la cama.
Me moví levemente, lo justo para colocar mi espalda sobre el colchón y así estar más cómodo.


Examiné la habitación mientras trataba de distraer mi mente. Estaba llena de antiguos muebles de madera, desgastados, pero con una bonita forma, además de aparentar resistentes. En el suelo se hallaba una alfombra raída de color azul marino con dibujos geométricos y en las batientes de las ventanas se veía una cortina muy fina, de color blanco, que me recordaba mucho a la clara tez de mi "amigo", que dormía plácidamente a mi lado.
A través de las cortinas se puede observar el cielo nocturno, un auténtico espectáculo de luces y sombras que reconfortan al mundo que está encarcelado bajo ese manto al que llamamos firmamento.
Me resulta fascinante pensar en que no somos nada, en que comparación con el universo somos como un grano de arena. No; muchísimo menos.


El sueño comienza a hacer acto de presencia en mi mente, y sutilmente mis ojos empiezan a cerrarse, rindiéndose ante la necesidad de descansar...






OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO







Entreabro mis ojos al notar que algunos rayos de luz se cuelan por la ventana y me giro quedando de espaldas a ella. No recuerdo qué ha pasado, creo que empiezo a tener problemas de memoria. Veamos, ayer estuve con Sasuke y le acompañé a casa... tuvimos un accidente, vino Sakura... y me quedé a dormir, es cierto. ¿Dónde está Sasuke? O me estoy volviendo loco o ha dormido conmigo.


Abro los ojos otra vez y descubro que me encuentro en la habitación de Sasuke, pero en la cama solo estoy yo, tapado con una manta, que por cierto no sé de donde ha salido.
Me levanto despacio frotándome uno de mis ojos, que están llenos de legañas y me doy cuenta de que llevo un pijama.

-¿Pero como...?-me pregunto a mí mismo en voz baja- ¡¡Sasuke!!- le llamo con impaciencia.

-Estoy en la cocina, y no grites, dobe- me contesta


Me dirijo a la cocina con pasos torpes y veo que está preparando algo, tiene el pié vendado y una muleta apoyada contra una silla de la mesa grande.

-Sasuke ¿Qué significa esto?- digo refiriéndome a su tobillo

-¿El qué? Solo te puse el pijama y te dejé durmiendo en mi habitación, igual que en fin de año-

-Me refería a tú tobillo ¿Aún te duele?- pregunto un poco preocupado.

-Estoy bien. Pese a lo que le dije ayer, Sakura esta mañana temprano paso a echarle un vistazo y ya que estaba me lo vendó. Es tan solo un esguince, se curará dentro de poco- contesta quitándole importancia.

-¿¡Qué vino cuando!?- pregunto muy sorprendido.

-Tranquilo. No te hicimos nada, además te recuerdo que ella ya lo sabía. No pasa nada- vuelve a contestar, pero esa respuesta no me ha tranquilizado demasiado.

-¿Qué va a pasar ahora?-

-No soy adivino, ¿Cómo quieres que lo sepa?-me dice un poco molesto.

-Me refería entre nosotros, ¿Somos amigos o qué?-concreto.

-Por ahora sí. Pero eso solo por el momento- me responde, pero cada vez estoy más confuso.

-¿Cómo que por ahora?-

-Naruto... ah- suspira mientras se gira para verme a los ojos seriamente- En este momento no puedo elegir con quién estar. No te diré nada más, el resto te lo iré diciendo cuando sea preciso. Por el momento no necesitas saber nada más. Nada de lo que hicimos en fin de año ni de lo de tu casa debe escaparte, que te conozco, y se la facilidad que tienes para largar las cosas a cualquiera-.

-¡Oe!-le replico.

-En fin, lo dicho, estate calladito. Y respondiendo a lo de qué somos te diré que somos amigos...- se me acerca al oído y me susurra- con derecho a roce...- y me da un lametazo en la oreja que hace que me estremezca de arriba a bajo.


Me paro a pensar un instante. ¿Realmente voy a dejar que abuse de mí de esta manera? ¿De verdad voy a dejar que asuma mis decisiones por su cuenta? ¿¡DE VERDAD SE LO VOY A PERMITIR!? Por mucho que lo quiera no soy una perdona tan manipulable como para dejarme avasallar de esta manera tan humillante.

-¡OE DE ESO NADA!- le grito en el oído- ¡SI ESTÁS CON SAKURA, CON ELLA TE QUEDAS. A MÍ NO ME METAS EN LÍOS QUE NI SIQUIERA CONOZCO!-

Sasuke se queda completamente mudo, mirándome muy extrañado.

-¿Qué acabas de decir...?- murmura.

-¡Qué estoy harto de que me manipules como si fuese una marioneta! Si tienes que seguir con Sakura, sea el motivo que sea, pues te quedas y punto. Fin de la historia. Lamento lo del tobillo, espero que te recuperes,¡Pero a mí no me metas es esos jardines!-

-Bueno, vale. No te preocupes por lo del tobillo. Después de todo, lo hice porque quise, no me obligaste ni nada- se gira para seguir cocinando- ya nos veremos... supongo- concluye la charla, al igual que con su mirada me confirma que puedo irme.

La verdad es que no me alegro de lo que ha pasado, pero tampoco pensaba dejar las cosas tan a la ligera. Salgo de la casa, sintiéndome un poco mal por lo que le he dicho, después de todo, él me dijo que me quería y además me ha salvado la vida. Supongo que al menos le debía un poco de amabilidad. Pero el daño ya está hecho.


Comencé a caminar por las calles, no me apetece mucho volver a casa. No sé que hacer. Si voy a ver a alguno de mis amigos estoy seguro de que me atosigarán con preguntas por mi estado de ánimo. Prefiero quedarme por ahí, haciendo cualquier cosa.
¿Qué puedo hacer? No me apetece ir a ningún sitio... pero estar solo es aburrido. Ando sin rumbo fijo, no sé a dónde iré.


Sigo caminando un buen rato. Los instantes pasan y mi mente sigue sin aclararse, al igual que no consigo decidirme sobre mi destino.
Me siento en un banco que había en la calle y comienzo a barajar varias posibilidades. Agacho la cabeza, esperando una iluminación divina que me ayude a decidirme.
Esta mañana era nublada, pero poco a poco empieza a llover. Una suave capa de agua ya me cubre por completo. Corro hasta el toldo de una tienda para resguardarme, tratando de acabar de resulver mis líos mentales.
Voy a volver a casa. Ya está, ya me he decidido. Sin embargo tengo que acabar de tomar la decisión justo cuando empieza a llover... soy único.


Salgo a la calle otra vez, andando lo más rápido que puedo. No me gusta mojarme, pero no puedo quedarme a esperar a que escampe. Teniendo en cuanta que las lluvias por esta zona suelen durar horas y horas, no puedo permitirme el lujo de esperar pacientemente. Un paso, otro. Corro lo más deprisa que puedo, aúnque empiezo a tener la respiración agitada y mi pulso comienza a acelerarse.

Sigo avanzando por la acera, pero un coche pasa deprisa y me empapa de arriba a bajo.

-¡OYE!- le grito aún sabiendo que no me oye. Era uno de estos coches deportivos de clase alta, de color azul marino. El conductor de dicho vehículo sigue hasta llegar a un semáforo situado a varios metros del lugar en el cual me encontraba.

Voy corriendo hasta llegar a dónde éste se había detenido y golpeo la ventanilla con impaciencia. Voy a decirle a este cuatro cosas bien dichas.

-¡Oye tú, no golpees el cristal!- me grita el conductor.

-¡Y TÚ NO SALPIQUES A LA GENTE QUE ANDA POR LA CALLE!-le grité tan alto que no me extrañaría que me hubiese oído Sasuke en su casa.

-¿Naruto?-pregunta una voz que me resulta familiar.

-¿Itachi?-pregunto, pues ni me había fijado en la cara de este tipo.

-¡Cuanto tiempo! No te veía desde el cumpleaños de Sasuke. ¿Menuda armamos ese día, ne? Jajajaja, como pasa el tiempo-.

-Si, la verdad es que pensaba que el conductor de este coche era el típico niñato pijo...-.

Me mira desafiante y con un aura de enfado a su alrededor.

-Lo pensaba antes de saber que eras tú, jeje- digo mostrando una falsa risa nerviosa.

-Bueno, lo compré hace un par de meses. Perdona por lo de antes ¿Te llevo a algún sitio?-pregunta.

-No es necesario-contesto, la verdad es que no me apetece recordar viejos tiempos.

-Venga, no seas tonto. Te estás empapando, ¿A qué esperas? ¡vamos sube!-insiste.

-Bueno vale-subo un poco forzado y me acomodo en el asiento del acompañante- ¿Qué te ha traído por aquí, Itachi? Pensé que estabas trabajando fuera del país-.

-Sí, bueno he venido por negocios, ya sabes como soy y ya de paso pretendía hacer una visita al cascarrabias- me contesta mientras arrancamos.

-¿Con cascarrabias te refieres a Sasuke?-vuelvo a intervenir.

-¿Quién si no? No hay nadie tan insoportable como él en toda la familia- vuelve a responderme, y yo río por lo bajo.

-¿Y qué hay de la empresa? Sasuke me dijo hace unos días que estáis pasando una mala racha-.

-Sí- suspira- pero en todos los trabajos hay buenos y malos momentos. Esperamos remontar este año y según mis cálculos, en breve abriremos otras oficinas en esta ciudad- comenta.

Surge un pequeño silencio, que se hace incómodo. No sé qué más comentar. Ahora mismo me duele la cabeza y no sé en qué centrarme. Al fondo se escucha el sonido del coche y el agua al caer. No hay nadie en la calle, parece que la lluvia ha sido como un insecticida que ha hecho que todos se fuesen.

-Suena bien ¿Verdad?- dice sacándome de mis pensamientos.

-Sí, se nota que el motor es bueno- contesto bostezando y con una leve sonrisa en los labios.

Itachi es el hermano mayor de Sasuke; ambos se llevan tres años y son bastante competitivos entre ellos y cuando Itachi está con nuestro grupo de amigos, Sasuke se vuelve bastante antipático y más creído de lo normal.
Digamos que son como el fuego y la gasolina, si los juntas estalla una llamarada.

Itachi lleva varios años fuera del país trabajando en una pequeña empresa que él mismo ha creado. De vez en cuando viene a pasar unos días y a visitar a Sasuke. Por muy mal que se lleven en el fondo, muy en el fondo se quieren y se respetan.

Sinceramente, yo siempre me he llevado muy bien con toda la familia de Sasuke, al único con el que me ha costado un poco llevarme bien ha sido pues... Sasuke, quién si no.

Ya llegamos a mí casa. Para el coche justo el la puerta y me mira con una sonrisa de medio lado.

-Gracias Itachi, no tenías por qué- le agradezco cordialmente.

-Ya te dije que a mí no me cuesta nada llevarte. Además, por mi culpa mira como estás. Parece que acabas de salir de natación. De todas formas, espero que volvamos a vernos; estaré aquí una o dos semanas-

-Sí, ya me mojarás en otra ocasión de nuevo- le contesto y ambos comenzamos a reír.

-Bueno, me alegro de haberte visto pero tengo que irme ya. Parece que sin el jefe, mis empleados no son capaces de trabajar-.

-Sí, mejor que trabajen que si no no cobras. Hasta la vista- me despido.

-Adiós- dice antes de marcharse.

Bueno, al menos me he distraído un rato que es lo que buscaba ¿no?-me digo a mí mismo.
Entro en casa todavía un poco desganado. Tiro las llaves con brusquedad sobre la mesa de la entrada y voy al baño para darme una ducha.

Me quito las pesadas prendas de ropa que llevaba mojadas de cabo a rabo y me meto en el agua tibia. Aquí me siento muy bien, el agua resbalando por mi cuerpo lentamente, es tan relajante... que pena de que estos momentos de paz se acaben tan pronto.
Tras acabar de lavarme, salgo del cuarto de baño con una toalla atada por la cintura, con el pelo aún mojado y revuelto.
Hoy no tengo ganas de hacer nada, de hecho, pienso quedarme a dormir todo el día si puedo.

Me pongo el pijama a desgana, tratando de tranquilizarme un poco y aliviar mi dolor de cabeza.
El tiempo parece que pasa muy despacio... las lágrimas celestiales siguen fluyendo contra el cristal de mi ventana.
Desde mi cama puedo observar como el viento golpea las copas de los árboles, haciendo que se muevan de un lado a otro con suma delicadeza en cada uno de sus movimientos.

Me quedo observándolos unos instantes, mis párpados comienzan a pesarme... me siento desfallecido. Empiezo a cerrar los ojos, cada vez me es más incómodo estar despierto...

Mi alma clama el descanso, al igual que mi atormentada mente. Ambas necesitan relajarse... ¿Porqué es todo tan difícil? ¿Cómo me pude meter en este lío? Sasuke esto, Sasuke lo otro... estoy cansado.
Al fin hay silencio, al fin hay paz. Por muy duro que sea el día siempre hay una noche; un momento para ser feliz por muy desdichado que seas. Cuando duermo se abre ante mí un mundo de sueños... de deseos... un mundo en el que todo es posible... valla, tengo que hacerme guionista de alguna película.

Empieza a sonar mi móbil. Mierda, cuando ya casi estaba dormido. Saco una mano perezosamente de debajo de las mantas, cojo el móvil y contesto.

-¿Quíen es?-digo aún adormilado.

-Hola, Naruto-me saludan

-Hola Kiba ¿Qué hay?

-¿Vas a venir esta tarde con nosotros? Ha venido Itachi y nos invita a cenar a todos con él-dice eufórico

-No. No tengo muchas ganas. Además, ya le ví antes.-le comento

-¿Te pasa algo? Parece que estás triste-en el tono de voz se notaba un deje de preocupación.

-Estoy cansado. Mejor voy a dormir ya.-

-¡Pero si aún es muy temprano!-exclamó

-Dá igual. Mejor, así me recupero de lo de ayer-

-¿Lo de ayer? Pero si no hicimos nada fuera de lo normal-

-Etto...-"¡Mierda! ¿Por qué siempre soy tan bocazas?"- Es que me fui a un bar después jeje...-digo sabiendo que es un gran tontería.

-¿Tú? ¿En un bar? Vete a dormir que tienes fiebre. Ya les digo yo a los demás que no vienes. Hasta luego-

-Adiós-murmuro antes de colgar.


Estoy deprimido y me sigue doliendo la cabeza. No sé que puedo hacer para aliviarme este dolor... no sé que hacer para sentirme relajado; comienzo a dar vueltas en la cama. Necesito aclarar mi mente. No puedo. No entiendo qué me pasa. Una gran depresión me invade...

Continuará...

Notas finales:

Bueno, no tengo mucho que decir acerca de este cap.

Ha sido un poco de relleno, como podéis comprobar.

El que quiera contactar conmigo que lo haga:

Belendy_lunita@hotmail.com

Espero poder actualizar pronto mis otros fics.

Hasta la próxima!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).