Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Clímax de fin de año por Lunita

[Reviews - 57]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Ohayo! Lo confirmo, este es el último cap del fic. En el fondo le he cogido mucho cariño a esta historia, pero ¿Qué le vamos a hacer? Todo se acaba.

Tengo planeado volver dentro de poco con uno de mis fics, así que no os preocupeis que hay lunita para rato.

 

Sasunaru

Por último quería dedicar este último cap a mi amiga myu-chan por si ayuda como beta-reader y a Evil Kitsune, por buscarme una imag para el fic (aunque yo la modifiqué un poco)


Habían pasado seis días desde que Sasuke y yo habíamos decidido “romper”. Era por la noche, viernes. Yo me encontraba tranquilamente en casa, tumbado sobre la cama con las luces apagadas. No sabía en qué pensar. La cabeza me daba vueltas. Estaba perdido en el abismo de la soledad, cuando de pronto, mi móvil empezó a sonar.

 


-¿Diga?-pregunté sin mucho interés.

-¡¡Naruto!!-gritó una voz en el otro lado.

-¿Itachi? ¿Qué ocurre?

-¡¡Tienes que venir en seguida!! ¡¡La cena es un desastre!!

-Pero si voy yo sólo lo empeoraré.

-Verás, a Sasuke se le ha ido la lengua y el patriarca dice que quiere conocerte.

-¿A mí? ¿Pero eso no va en contra de todos sus principios?

-Pregúntaselo a él. Ven pitando ¡Nos vemos!

-¡Oye!

 

Y colgó.

 

-Kuso... ahora me tendré que arreglar.

 

 -xXx-

 

-¿Se lo ha tragado?-le preguntó Deidara a Itachi.

-Por supuesto-le contestó éste- ya es momento de que las cosas cambien por aquí, ¿no crees?

-Sí-contestó el ojiazul.

 

-xXx-

-¡Ya estoy, ya estoy!-grité alterado nada más llegar a las puertas del restaurante. Me había puesto el traje que tenía reservado para las ocasiones especiales a toda prisa y acudí al lugar que me indicó Itachi. Cuando llegué, me estaba esperando en la puerta junto a Deidara.

-¡Naruto! ¡Qué bien que veniste!-dijo muy alegre mientras tiraba de mí para llevarme dentro del local.

-¿Pero no quería verme el....?

-Sí sí, pero es que los demás están dentro-dijo totalmente convencido-¡Chicos!-llamó a todos los que estaban sentados en una enorme mesa rectangular, igual que en los castillos medievales.

 

Todos tenían una cubertería muy fina de plata, con varios arreglos florales en el centro de la mesa. Los asientos estaban ocupados, salvo tres, dos a los lados del patriarca, que debían ser los de Itachi y Deidara y uno vacío al lado de Sasuke. Oh, no... no me digas que...

 

-Éste es Naruto, es el primo de Dei, y se va a quedar a cenar con nosotros.

-Mucho gusto-contestaron todos a coro.

-Esto es una encerrona-le susurré a Itachi.

-Exacto, y has caído de lleno. Siéntate junto a mi ototo y disfruta del espectáculo. Esta cena va a ser muy movidita... -anunció con una sonrisa en la cara.

 

Un poco temeroso ante estas últimas palabras, asentí y me senté donde me habían indicado. El moreno soltó un leve bufido al verme allí.

 

-¿Qué demonios estás haciendo aquí?-murmuró entre dientes, mostrando una sonrisa forzada.

-Itachi me tendió una trampa...

-Y has caído como un bobo. Serás dobe...

-No me agobies. Ya me siento muy incómodo.

-Ahhh...-suspiró.

-Señores, el primer plato-anunció el metre.
A todos nos pusieron una sopa muy trabajada, con varios adornos, muy bien servida y con un curioso color verdoso.

-¿Qué es esto?-le pregunté a Sasuke.

-Es sopa con algas. Escucha, en estas cenas solo hay una regla: si no te gusta, te lo callas ¿Entendido? - me advirtió porque sabía como era yo.

-Vale...

 

El primer y el segundo plato transcurrieron de forma muy tranquila. No abrí la boca más que para masticar y me sentía cada vez más ridículo entre todos aquellos lujos y sabores extraños. El problema llegó antes de los postres...

 

-Querida familia-dijo el patriarca, un señor de pelo largo y blanco, con un peculiar kimono. Creo que se llamaba Jiraiya- Os agradezco a todos que hayáis podido venir hoy a esta cena. A partir de ahora las cosas serán favorables para todos nosotros, por eso quiero pedir un brindis ¡Por la familia Uchiha!

-¡Por la familia Uchiha!-respondimos todos y bebimos un pequeño vaso de vino que nos habían servido a todos.
Aún estábamos todos tragando el liquido rosado, cuando Itachi se levantó y se dispuso a hablar. De pronto tuve un mal presentimiento...

-Querida familia, como ha dicho Jiraiya-sama, a partir de ahora las cosas irán mucho mejor. Pero hay algo que quiero decir hoy. Quiero decir... que esta familia está basada en engaños ¡En engaños y miedo!

 

Un gran bullicio se extendió por toda la sala. No me puedo creer que se haya atrevido a decir eso.

 

-Insinúas que...-Jiraiya se puso en pie y se dirigió a Itachi- ¿Todo lo que han hecho nuestros antepasados para que estemos en lo más alto ha sido inútil? ¿Que no lo merecemos?- le preguntó totalmente enfadado.


Las gentes callaron un momento, pero pronto volvieron a murmurar entre ellos.

 

-Insinúo que nos estamos engañando a nosotros mismos y no a los demás. Todo el mundo presente en esta sala está escondiendo algo al resto de la familia, y yo voy a decir lo de cada uno así como lo mío.

-¡No tienes ningún derecho a hablarnos con ese tono, jovencito!- espetó de pronto su padre.

-Ya que me lo pides así, empezaré contigo, papá. Todo el mundo sabe de sobra que estás viéndote con otra desde hace años, porque tú únicamente te casaste porque era la tradición.

-¡Eso es mentira!-exclamó irritado.

-¿¡Pero qué dices, hijo!?-preguntó la madre de Itachi.

-Que papá te está engañando y que tú también le engañas a él. Y no sólo eso, sino que yo no soy su hijo.-soltó tan tranquilo.

 

Una gran exclamación salió de las bocas de todos los presentes.

 

-Soy hijo de mi difunto tío-habló con total orgullo.

-¿Cómo has podido hacerme esto?

-¡Eso debería preguntarte yo!

-Itachi, deja de decir estupideces-volvió a hablar Jiraiya.

-Y tú- se dirigió a su abuelo- sobornaste a un concejal para que te recalificase unos terrenos para poder construír la empresa familiar hace años.

-Espera, eso no fue exactamente así. Además, ¿qué hay de tí? ¿Tú no has hecho nada malo?

-Malo, no. Que vaya en contra de lo que creéis sí. Para que lo sepáis, Deidara es un chico, soy gay y llevamos saliendo dos años.

 

Todos comenzaron a gritar descontrolados por completo, algunos incluso comenzaron a lanzarle cosas a Itachi y a su pareja.

 

-¡Se acabó! ¡Tú ya no eres un Uchiha! ¡Quedas desheredado! ¡Toda mi fortuna será para un verdadero Uchiha, tu hermano!

 

Esta vez fue el propio Sasuke quien se levantó de su asiento dispuesto a replicar.

 

-Me alegro que te lo tomes tan bien, Jiraiya-sama, porque quiero deciros a todos que yo también soy gay y estoy enamorado de Naruto-tiró de mi manga levantándome involuntariamente- que por cierto es éste y no es el primo de Dei.

-¡Esto...! ¡Esto...!-gritó lleno de furia el patriarca, que parecía que le iba a dar un paro cardíaco en cualquier momento- ¡Vamos a quedarnos en la ruina! ¡Vamos a morir todos!

 

Los gritos fueron a más y a más. Yo estaba empezando a sentirme agobiado. Soy un poco claustrofóbico y en aquel momento me sentía encerrado entre gritos amenazas, llantos... ya no podía más, así que sacando una fuerza sobrenatural en mi, grité:

 

-¡¡¡SILENCIOOOO!!!

 

La sala entera se me quedó mirando.

 

-¿Y tú que tienes que decir?-preguntó Jiraiya de mala manera.

-Tengo que hablar, porque en parte esto es culpa mía. Yo creo que están dejándose llevar por una sarta de mentiras y se superstición. Piénsenlo de esta manera: hasta ahora que pensaban que Itachi y Sasuke eran heterosexuales, todo ha ido bien, ¿no? ¿Por qué ahora tiene que ser diferente? Ambos son unos chicos estupendos y creo que las cosas podrían ir a mejor, pero todos tendrían que poner de su parte. Por ejemplo, usted podría ser un poco más tolerante con sus nietos, ¿no?

-No lo entiendes. Yo sé lo triste que es desperdiciar el trabajo de miles de generaciones por un capricho de dos niñatos.

-Lo que es realmente triste es que una familia como esta no exista la sinceridad -me dirigí hacia él seriamente- que tengas que fingir ser quién no eres y que tengas que vivir con una sensación de culpa por no ser como quieren que seas. Desde fuera no parece importante, pero eso es mucha presión y sus nietos han tenido que soportarla desde que nacieron. El tiempo no ha pasado en balde y el ser humano tiene que aprender a aceptar a los demás tal como son, cosa que aquí no se ve. Usted cree que las cosas irán mal si sus nietos son tal cómo son ¿Cómo sabe que van a fracasar si ni si quiera les ha dejado intentarlo?
Jiraiya pareció meditar durante varios minutos.

-Está bien... les daré una oportunidad.

-¿¡En serio!?-exclamaron los dos hermanos.

-Sí. Pero si sale mal, tendréis que seguir mis reglas, ¿entendido?

-¡Hai!-respondieron los dos a coro.

-Otra cosa más, y esto cae sobre todo sobre Itachi y... Deidara. A partir de ahora nada de ejem hasta después de la boda. Es la condición que os pongo.

-¿¡QUÉ!?-gritó Itachi histérico- no podré vivir así...

-Oh, vamos, no es para tanto- le dijo Deidara tras una risita nerviosa.

-Muy bien, todo aclarado.

 

-xXx-

 

Al acabar la cena, Sasuke me dijo que quería hablar conmigo y después de despedirnos de su familia, nos fuimos a dar un paseo caminando.

 

-Gracias por haber venido...

-Dáselas a Itachi. Si no fuese por él....

-Lo sé. Bueno... Naruto.

-¿Sí?

-Ahora ya nadie nos impide salir juntos, ¿no?

-Supongo que no...

-¿Por qué no lo intentamos?

-Sasuke, no va a funcionar. -Le contesté un poco triste.

-¿Cómo sabes que va a fracasar si no lo hemos intentado?-dijo divertido imitándome y ambos soltamos una ligera risa.

-Está bien... supongo que tener de pareja a un masajista me vendrá bien para la espalda.

-¡Serás!

-Jajaja, era broma, era broma- me reí mientras miraba la cara tan graciosa que el moreno había puesto-podríamos intentarlo...

 

Sasuke me abrazó por la cintura y me dio un casto beso en la mejilla.

 

-Me alegro de que hayas entrado en razón-me susurró.
 

-Y yo...

-Etto... chicos-nos llamó una voz a nuestra espalda. Nos giramos y vimos a Sakura- Itachi me ha contado lo ocurrido. Entonces...

-¿Qué?-preguntó Sasuke molesto.

-¿Ya no soy tu mujer?

-Estoy harto de decirte que nunca lo has sido. Además, ¡has tenido que cortar un momento tan bonito!-reprochó como un niño pequeño.

-Vale, vale. Gracias por haber sido tan franco conmigo-añadió un poco enfadada y se marchó.

-Deberías haber tenido más tacto-le reproché.

-Es que ya se me hacía pesado. Oye, ¿y si nos vamos a mi casa y vemos una peli?

-¿Ahora? Ya es más de medianoche.

-Mejor, Naru, sesión golfa.-sonrió.

-¿Desde cuando soy para ti “Naru”?-reproché.

-Pues desde que decidí que eras MI dobe y sólo mío.

-Tienes que dejar de ser tan posesivo y tan celoso.

-No puedo, porque... porque...-vaciló un poco.

-¿Porque...?- le insistí.

-Porque te quiero-acabó diciendo y pude observar un leve color carmín sobre sus mejillas.

-Yo también, teme.

 

Le sonreí alegre, como no sonreía en mucho tiempo y pegué ambas frentes para quedarme hipnotizado de nuevo con sus hermosos ojos negros.

 

-Bueno, ¿vamos a ver la peli?-pregunté tras unos minutos.

-Sí...

 

 

Y después...

 

Deidara e Itachi se casaron dos años más tarde, después de que Jiraiya-sama comprobase que las cosas iban mucho mejor dejando a sus nietos en paz.

El padre de Sasuke dejó a su amante y prometió a toda la familia volcarse en ser un buen marido y un buen padre, al igual que su esposa.

Jiraiya-sama seguía siendo tan cabezota como siempre, pero al menos se volvió un poquito más tolerante gracias a mí. Parece que la cena familiar dejó secuelas, jeje...

Sakura dejó de interesarse por Sasuke y aún sigue buscando a su pareja ideal por todas partes. Sinceramente, le deseo mucha suerte.

En cuanto a nosotros, ambos acabamos el instituto y nos preparamos para ir a una carrera. Las cosas van igual de “bien” que antes. A veces nos peleamos por tonterías pero he de reconocer que me encantan las reconciliaciones. Desde que salgo con Sasuke no me he vuelto a sentir sólo, sino quizás un poco más liberado si cabe. Aún no pensamos en casarnos, tal vez un año de estos, pero aún somos jóvenes, y como ninguno de los dos tiene cabeza, preferimos esperar a madurar un poquito más.

Y pensar que todo empezó por una fiesta a la que no quería asistir... ¿Quién me diría que eso me iba a cambiar la vida? A veces la vida me sorprende, aunque no lo parezca siempre en el buen sentido.

Desde aquel día, me prometí una cosa a mí mismo: me prometí que sólo trataría de vivir el presente y no me preocuparía por el pasado de mi familia y tampoco en querer cambiar el futuro, porque nuestro futuro, lo elegimos nosotros.

...FIN...

Notas finales:

Muchas gracias a todos por haberme acompañado hasta aquí. Espero de veras que os haya gustado. A mí sinceramente, me ha gustado mucho escribirlo. Nos leeremos pronto.

¡Hasta siempre!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).