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La luna brillaba llena en el cielo de madrugada y la luz de la luna de colaba por las ventanas descuidadamente abiertas. En medio de la sala, sobre el sillón principal se encontraba un joven pelirrojo dormido en ese lugar más por cansancio que por gusto.
Su piel era muy blanca y tenia unas ojeras características de los que no han dormido mucho en muchos días (como él); su ropa estaba revuelta y sucia y su alrededor se veían muchas botellas vacías de muchos tipos de licores. Finalmente en sus mejillas se veían las marcas de unas lagrimas que no cesaban, estuviese en sus 5 sentidos o no...
Una corriente de aire entro por las ventanas, jugando con las cortinas y entonces al fin pudo ver la escena del lugar...
-Gaara...- dijo con un hilo de voz mientras se tapaba la boca por la impresión y sus ojos negros se llenaban de lágrimas ¿Cómo era posible que su adorado pelirrojo terminara de esta manera? Y todo fue por su culpa...
Lentamente se acerco a este, mientras secaba algunas lagrimas que no pudo evitar derramar y al estar frente a su gran amor, se arrodillo comenzando a llorar sobre las piernas del pelirrojo, se sentía tan culpable aun cuando en el fondo sabia que ni él ni Gaara habían tenido la culpa de lo sucedido....
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Perdona que entre sin llamar,
No es esta la hora y menos el lugar...
Tenia que contarte que en el cielo no se esta tan mal...
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Lee era un chico muy alegre e hiperactivo; Gaara por su parte era serio, frió y reservado. Cualquiera que los conocía pensaba que eran polos totalmente opuestos, pero, debido a aquello de "los polos opuestos se atraen", les basto conocerse durante algunas clases que tomaron en común en la universidad para que naciera una química única entre ellos, una química que después de algunas citas, culmino en un hermoso noviazgo.
Gaara al lado de su "muñequito" (como él le decía al pelinegro) aprendió a superar muchos de sus complejos, se hizo de amigos y obtuvo una mejor relación con sus hermanos entre otras cosas; y por su parte, Lee aprendió a ser mas responsable y serio (y de paso a ser un poco mas normal xD) por lo que ambos aprendieron mucho del otro, asiéndose felices mutuamente.
Su felicidad era grande, pero lo fue aun mas cuando, en cuanto se graduaron, Gaara le pidió matrimonio a Lee y el pelinegro ni siquiera dudo en aceptar; y contando con el apoyo de todos sus familiares y conocidos, se casaron en el menor tiempo posible y por fin...se tuvieron él uno al otro en todos los sentidos.
¿Qué si la vida era de color de rosa? Mmmm podríamos decir que si, aunque, es una cruel verdad que cuando mas felices somos, la vida gusta de darnos una cachetada de realidad, solo para mofarse de nosotros y ver nuestros sueños destruidos. Y justo eso les ocurrió a ellos dos.
Ese día celebraban seis meses de matrimonio y Lee planeaba celebrarlo con una grandiosa cena que el mismo le prepararía a su adorado "mapache" (ambos tenían apodos xD), así que falto al trabajo y paso todo el día cocinando para darle una gran sorpresa al pelirrojo.
Cuando faltaban un par de horas para la llegada de su pareja, Lee se percato de que le faltaban algunas cosas, por lo que se apresuro a irlas al comprar al mercado, algo que seria fatal para el pelinegro pues, regresando con la bolsa de la compra, un sujeto que se había quedado dormido conduciendo, lo arroyo.
Si existe algo que Sabaku no Gaara jamás podrá olvidar, será la seria voz del paramédico que se encargo de Lee, cuando le hablo a su celular para informarle que su esposo se encontraba muy grave en el hospital y que debía ir a verlo inmediatamente.
Para Lee todo fue muy rápido y confuso. Recordaba estar regresando a casa tras haber comprado algunas cosas, pero luego observo una luz cegadora y después...todo fue confuso, solo podía sentir mucho dolor y frió...necesitaba a Gaara, lo necesitaba ahora más que nunca.
Cuando Lee abrió los ojos pudo ver vagamente que se encontraba en un hospital y que había mucho movimiento a su alrededor, aunque no entendía por que. El dolor era demasiado, le cubría todos sus pensamientos, o casi todos, pues en su mente aun existía cierto pelirrojo de ojos verdes que jamás podría olvidar.
De repente lo sintió...quizás por el dolor o por la confusión o quizás algo mas, pero se percato de que la vida se le iba de las manos...de que comenzaba a morir y no podía creerlo...no quería creerlo. Se aferro a la vida y rogó a dios por unos minutos mas...para al menos despedirse de su gran amor...Gaara...él llegaría en cualquier momento y le sonreiría y....después todo estaría bien ¿verdad?
El pelirrojo llego corriendo al hospital con el alma en un hilo, su niño se encontraba mal y el tenia que verlo ¡debía verlo!; Exigió verlo al punto de la histeria, pero no lo dejaron, basto una frase del doctor a modo de explicación para que todo su mundo se derrumbara "lo sentimos, acaba de morir"
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Mañana ni te acordaras...
Tan solo fue un sueño, te repetirás;
Y en forma de respuesta, pasara una estrella fugaz
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Levanto su mirada y secando sus lágrimas, observo con más detenimiento a su adorado Gaara; apenas habían pasado algunos meses desde los trágicos eventos y seguía teniendo todos esos rasgos dulces que él siempre amo y que ahora se veían tan tristes. Llego a escuchar a través del viento, que él pelirrojo se encontraba mal pero nunca pensó encontrarlo en una situación tan deplorable.
Desde su muerte, Gaara había entrado en una terrible depresión en la que nadie podía ayudarlo y para tratar de evadir la realidad, se refugio en el alcohol, aunque en realidad no amortiguaba ni un poco el dolor de la perdida de Lee, y ahora que el pelinegro lo veía de esta manera, se le rompía el corazón ante la escena.
Como deseaba consolarlo, que Gaara abriera los ojos y poderse besar como antes pero sabia que todo eso era imposible...tenia poco tiempo y debía aprovecharlo sabiamente...
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Y cuando me marche estará,
Mi vida en la tierra en paz;
Yo solo quería despedirme, darte un beso y verte una vez más...
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Se sentó en el sofá y atrajo a Gaara contra su pecho, abrazándolo y comenzando a acariciar su cabello como lo hacia siempre antes de dormir. El pelirrojo se removió un poco...una sensación de paz lo lleno, una paz que le parecía una eternidad que no sentía...
-Gaara...amor mió...-comenzó a susurrar al oído de su amado- no tienes que sentirte culpable...tu no tuviste la culpa de nada...era mi destino y ahora lo se...- el ojinegro no pudo evitar derramar algunas lagrimas que mojaban las pálidas mejillas del otro, mientras seguía hablando con un nudo en la garganta -cariño...yo tenia tantos sueños...tantas cosas que deseaba hacer contigo...pero...tu...tu sigues con vida y tienes que seguir...ser feliz...conocer el mundo para que cuando nos volvamos a reunir tu me lo cuentes todo...para que yo vea el mundo a través de tus ojos...-
El pelirrojo se removió un poco mas entre sus sueños, le parecía escuchar la voz de su amado pero no podía despertar...simplemente no podía...
Lee sonrió con tristeza mientras acariciaba un poco el cabello de su esposo, para luego acomodarse sobre su pecho -solo podré venir una vez...y solo mientras duermes...así que por favor escucha...yo estoy en paz, nada me detiene en este mundo por que tú me hiciste demasiado feliz....así que por favor...promete que serás feliz y en cambio yo prometeré que si...al final de tu vida...cuando abandones este mundo...si tú aun lo deseas, te estaré esperando con los brazos abiertos...-
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Promete que serás feliz,
Te ponías tan guapo al reír,
Y así, solo así, quiero recordarte...
Así, como antes...
Así, adelante...
Así, vida mía mejor será así...
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Lentamente termino de acomodar a Gaara sobre la cama, arropándolo y recostándose junto a él, mientras comenzaba a cantar una canción con suavidad, la misma que cantaba el día que se conocieron y que tantas otras veces le canto antes de dormir, permitiendo que el tiempo siguiera corriendo y disfrutando de cada uno de esos segundos pues eran los últimos...
Con dolor se asomo por la ventana de la habitación y descubrió que faltaba poco para que amaneciera, su tiempo se había terminado y era la hora del adiós...
Lentamente se acerco al pelirrojo y deposito un casto beso sobre sus labios, disfrutando el ultimo hasta el ultimo roce para luego susurrar unas ultimas palabras al oído de su esposo, que aunque no abarcaban todo lo que sentía en ese momento, era lo mas cercano que tenia -te amo...y siempre lo are...en esta vida o en la otra...- y finalmente se fue.
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Ahora debes descansar,
Deja que te arrope como años atrás;
¿Te acuerdas cuando entonces te cantaba antes de ir a acostar?
Tan solo me dejan venir dentro de tus sueños para verte a ti,
Desde aquella triste noche,
No te di ni un adiós al partir...
Y cuando me marche estará
Mi vida en la tierra en paz
Yo solo quería despedirme, darte un beso y verte una vez más...
Promete que serás feliz,
Te ponías tan guapo al reír,
Y así, solo así, quiero recordarte...
Así, como antes...
Así, adelante...
Así, vida mía ahora te toca a ti,
Solo a ti,
Seguir nuestro viaje...
Se esta haciendo tarde,
Tendré que marcharme
En unos segundos vas a despertar...
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Muchos años después...
Se estaba celebrando un funeral, pero por alguna razón no se veían rostros tristes, ni muchas lagrimas de los presentes, no por que no quisieran al occiso, si no por que en el fondo todos sabían que había muerto en paz y que realmente disfruto la vida hasta el ultimo instante y que, definitivamente había sido feliz...quizás mas feliz que nadie...
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Abrió los ojos y observo un hermoso jardín; el viento paso y revolvió un poco sus rojos cabellos - ¿Gaara?- escucho una tímida voz a su espalda, que le produjo miles de escalofríos...ese era un tono de voz que jamás podría olvidar...
Lentamente se fue dando la vuelta y no pudo evitar sonreír de alegría mientras sentía las lagrimas llenando sus ojos...allí estaba, su muñequito...al fin podían volver a estar juntos... -Lee...- fue lo único que pudo decir, antes de abrazar a su gran amor mientras era correspondido.
-¡Gaara! ¡Gaara!- sollozaba el pelinegro llorando de felicidad al saberse nuevamente al lado de su esposo. Poco a poco el sabaku se alejo, secando las lagrimas de Lee con unas suaves caricias y calmándolo con una sonrisa llena de amor.
-eh cumplido aquello que me pediste una vez en un sueño...- hablo con suavidad el pelirrojo sorprendiendo un poco al otro-e sido feliz y e conocido todo cuanto e podido...y ahora tengo toda la eternidad para explicártelo todo...-
El pelinegro asintió, saltando a los brazos del otro y abrazándolo con amor -Si amor mió, al fin ya nada puede separarnos-
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Y así, solo así, quiero recordarte...
Así, como antes...
Así, adelante...
Así, vida mía mejor será así...