Después de cinco meses
.:: Capitulo único ::.
Hace cinco meses que he estado esperando este momento. Soñando día a día este encuentro.
Al fin veo llegar tu vuelo y mi corazón salta de alegría, aunque no te lo demuestre muy seguido ya eres parte esencial de mi vida.
Sabes te he extrañado tanto que he resistido a la idea de irte a buscar y traerte de vuelta a mi lado, pero se que no puedo mejor dicho no debo, por que se que tu también me extrañas y nos añoramos el uno al otro.
Lentamente veo como vas saliendo del avión junto con los demás miembros de tu banda. Sonríes al ver a tus fans gritando tu nombre a todo volumen. Yo solo busco la forma de llegar hacia ti pero me es imposible.
Observo que tu subes a una limosina y te vas, maldigo a lo bajo y corro al estacionamiento en busca del auto para ir en tu búsqueda.
Han pasado 20 minutos y aun no te encuentro. Decido llamarte a tu móvil y me contestas, te pregunto que si donde rayos estas y simplemente me dices "estoy en casa esperándote" y cuelgas repentinamente.
Manejo a toda velocidad hacia el departamento. Al llegar estoy tan nervioso por volverte a ver que no encuentro las palabras para recibirte de nuevo. Valla ironía yo un escritor no puedo buscar unas cuantas palabras para recibir de nuevo a su amante.
Sigo divagando en mis pensamiento en frente de la puerta pensando en que decirte... que tal si te digo "¡hola! ¿Cómo has estado?" no suena muy feo y frió. Que tal "amor ¿como estuvo tu gira?" no suena muy simple. Y sigo pensando sin darme cuenta de tu presencia en frente de mí, sonríes y me dices tiernamente "okaeri, Yuki".
Te acercas a mí y yo simplemente te aprisiono entre mis brazos y te beso. El sabor de tu boca es mi adicción. Ese sabor el que me trae el mejor de los placeres. Es el sabor más exótico que he probado y dudo encontrar un sabor igual a ese. El sabor de mi dulce cantante.
Nos separamos y me pierdo en tus ojos, no sabes cuento extrañe verlos cada día al despertarme. Me tomas de la mano y me conduces al interior del departamento.
Al entrar todo esta en la penumbra. Al entrar tardo un poco en acostumbrarme a la oscuridad y cuando lo logro veo que hay un camino lleno de pétalos hacia la habitación.
Sonrió. Por eso querías llegar rápido. Me jalas de la mano y me llevas por el camino. Yo solamente te sigo esperando ver tu sorpresa.
Al llegar a la habitación encuentro nuestra cama llena de pétalos esparcidos por aquí y por allá pero en el centro esta un gran corazón con pétalos de rosas rojas, esta se encuentra iluminada por unas velas , las cuales se colocaste esparcidas alrededor de la cama.
Te acercas de nuevo a mí y me susurras "te extrañe mucho, Yuki". Yo solo busco tus labios y te beso. Profundizo el beso hasta que el aire en los pulmones se nos acaba.
Nos separamos y veo tus mejillas sonrosadas por la intensidad del beso. Te vuelvo a besar y entre beso y beso te pregunto como estuvo tu gira tú me respondes:
- - bien, aunque ya no encontraba la hora para volver a casa.
Continuamos besándonos y te tumbo con cuidado sobre la cama. Empiezo a besar tu cuello. Tu aroma es inconfundible, es un aroma que me llena de vida y me trae consigo una infinita alegría. Empiezo a escuchar unos pequeños suspiros por parte tuya. Me encanta escucharte así suspirando por mis caricias.
Escucharte gemir me enloquece, no resisto más y empiezo a subir tu camisa acariciando tu suave piel. Tú empiezas a gemir sonoramente mientras beso tu cuello. Empiezo a bajar lentamente por tu pecho encontrándome unos pequeños pezones que me gritan que los lama. Empiezo a hacerlo suavemente y los muerdo en turnos para darte la satisfacción en ambos.
Empiezas a gemir mi nombre. Me encanta que digas mi nombre entrecortadamente. Me excita demasiado. Lentamente tu pantalón queda fuera de la acción.
Veo tu hermoso cuerpo debajo del mío completamente desnudo. Una gran ola de excitación invade mi cuerpo. Me empiezo a quitar la estorbosa ropa para sentir tu piel junto a la mía. Es una sensación indescriptible.
Ya estando desnudos ambos me separo de ti un poco para mirarte a los ojos. Esos ojos violetas que me cautivaron desde la primera vez que los vi. Tan misteriosos y llenos de inocencia que hechizan al que los mira, por que en ellos reflejas tu alma tu pura y cristalina.
Te vuelvo a besar con pasión. Entre besos te pregunto si me extrañaste. Tú me susurras en mi oído
- - claro que si mi amor. Cada noche sin ti se me hacía eterna. El no poder estar dormido en tu pecho y sentir tu calor me era difícil. Por eso ya quería regresar contigo.
Me estremezco al sentir tu suave aliento en mi oído. Pero me estremecí más a escuchar tus palabras.
Te beso de nuevo.
Seguimos con las caricias hasta que nuestros instintos se hacen presentes. Deseo tanto hacerte mió y yo de ser tuyo.
Introduzco dos de mis dedos a tu boca, los cuales lames sensualmente. Lentamente los saco de tu boca y los dirijo a tu entrada. Con sumo cuidado comienzo prepararte, mientras te acostumbras a mi invasión te beso lentamente para distraerte y relajarte. Pasan unos minutos... que parecen eternidad.
Ya no aguanto más y los saco de ti por lo cual recibo una pequeña protesta de parte tuya. Cerca de tu oído te susurro "ya viene la mejor parte, no te desesperes" muerdo levemente tu lóbulo por el cual dejas escapar un hermoso gemido de placer.
Comienzo a penetrarte con dulzura. Al fin cuando estoy completamente dentro de ti; no logro reprimir un gemido que se escapa de mi boca. Escucho que de tus labios se escapó un pequeño quejido acompañado de unas finas lágrimas que derramaron tus hermosos ojos.
- - ¿Te he lastimado?- te pregunto realmente preocupado.
- - N-no. Simplemente que hacia mucho que no estábamos así.- me contestaste abriendo tus ojos y mirándome dulcemente.- no te preocupes- seguidamente me besaste. Así nos quedamos unos instantes hasta que tú me indicaste que el dolor había pasado y querías seguir.
Comienzo a moverme dentro de ti suavemente mientras nos besamos. De tus labios escapan sonoros gemidos mientras que yo acallo los míos sobre tu cuello.
El placer es desbordante. Había pasado mucho tiempo desde que habíamos estado así desde la última noche de pasión que pasamos hace cinco meses.
El ritmo de nuestros cuerpos cada vez se vuelve más frenético. Pequeños espasmos se hacen presentes en ambos anunciándonos que estamos a punto de terminar. Te beso con fulgor cuando siento próximo a terminar.
Tu te veniste sobre mi mano y gritaste mi nombre al llegar al orgasmo. Segundos después te acompañe con ronco gemido que trate inútilmente de callar sobres tus labios.
Como siempre me dijiste "te amo, Yuki" a lo cual yo simplemente te contemplé unos instantes y deposite un beso sobre tu húmeda frente. Con sumo cuidado me separe de ti y me recosté a lado tuyo. Enseguida tú te recostaste sobre mi pecho y me rodeaste con un brazo por la cintura.
El silencio se formo unos cuantos minutos, en los cuales pensé te habías dormido.
- - Ne, Yuki- me llamaste con tu voz aniñada- ¿estas despierto?- me preguntaste. Como respuesta obtuviste una acaricia en tu espalda desnuda.- ¿te puedo preguntar algo?
- - No lo estas haciendo ya- te conteste burlonamente.
- - No, Yuki- respondiste pellizcándome levemente la cintura- otra cosa.
- - Dime entonces- te dije con seriedad.
- - ¿me quieres?- preguntaste finalmente levantándote para poder ver mi cara- ¿tu me quieres?- me preguntaste de nueva cuenta ante mi mutismo.
- - No te quiero- conteste unos instantes después. Vi como tus ojitos se llenaba de lagrimas. Eso me rompió el corazón. Trataste de levantarte de mi lado pero yo te sujete con firmeza y te atraje hacia mi- yo te amo mas allá de la imaginación. Tu eres por lo único que vivo y sin ti no seria nada.- te tome el rostro con ambas manos y te atraje hacia mi para besarte dulcemente- te amo, no lo dudes nunca.- te repetí después de separarnos
De nueva cuenta tus ojos se empañaron de lágrimas pero esta vez fueron de felicidad me abrazaste fuertemente mientras dejabas salir tus lagrimas, mojando así mi pecho.
- - Gracias, Yuki- dijiste sobre mi pecho donde mantenías oculto tu rostro- yo también te amo.
Sonreí al escuchar tus palabras, de ahora en adelante trataría de decirte mas seguido lo que sentía. No guardaría nada.
De nuevo el silencio se formo y te moví un poco dándome cuenta que te habías quedado dormido con una sonrisa. Admirando tu hermoso rostro te repetí "te amo, Shuichi. Mas allá de lo terrenal, mas allá de la muerte, te amare por siempre".- termine quedándome dormido junto a la persona que me salvo del infierno que vivía...
Fin...