-¿Dónde estoy?- se preguntaba un chico de cabello negro y ojos de un tono rojizo que se encontraba al parecer en la habitación de un castillo.Se quedó en la habitación alrededor de dos horas y decidió que era tiempo de buscar a la persona que vivía ahí. Al salir del cuarto encontró un largo pasillo que era iluminado por una gran cantidad de velas blancas y negras que despedían un agradable aroma a vainilla y lavanda repectivamente.las paredes eran adornadas por unos bellos cuadros (unos eran paisajes y otros retratos).-¿Quienes serán?-Se preguntaba el chico en voz baja, parecía que alguien... o algo estuviera con él y el muchacho no quisiera que eso lo escuchara.Después de un rato llegó al último retrato, el cuál llamó bastante su atención, no por su belleza, si no por el hecho de que estaba quemado, solo se podía apreciar una pluma negra en la esquina inferior derecha.Empezó a sentir un aire helado y que alguien lo estaba observando, dió la vuelta y pudo ver a una sombra desplazarse rápidamente hacía una escalera que estaban en el lado contrario del pasillo, el chico la siguió, tenia la idea de que si lo hacía sabría que estaba pasando.Mientras más parecía acercarse al final, el volumen de una hermosa melodía iba en aumento...Por fin llegó al final de la escalera, la música provenía de un salón en donde al parecer había una fiesta, las mujeres usaban unos vestidos muy lujosos, mientras los hombres vestían un extraño tipo de traje, esas personas no parecían verlo ni escucharlo, y comprobó que podía atravesarlos.La sombra hizo una nueva aparición guiandolo, de nuevo, por una escalera, esta era mas oscura que la anterior. los ruidos de la tormenta que empezaba lo ponian un poco nervioso, además de las ratas, que devez en cuando, rozaban sus tobillos desnudos.Otra vez estaba en la habitación en la que había despertado, pero ahora era diferente, las cosas, que horas antes estaban en perfecto orden, ahora estaban en el suelo y algunas rotas: como un espejo y un florero que estaba en la entrada.Entró y su pie chocó con un pequeño cofre que contenía una pequeña llave que estaba unida con una cadena muy delgada, el chico la tomó y la puso alrededor de su cuello.Siguió caminando por la habitación y encontró un rastro de sangre que se terminaba en una de las paredes. colocó su oido junto a la pared y pudo escuchar que alguien lloraba, tambien la voz de un hombre y unos gritos.La desesperación se estaba apoderando de él, sabía que tenía que ayudar a esa persona, pero no como, al parecer esa llave no le serviría de nada, pero algo le decía que tenia que tenerla. Escuchó que alguien había entrado a la habítación, era un chico, su cabello era violeta al igual que sus ojos.-¿quién eres?- preguntó el pelivioleta-¿puedes verme?- dijo con algo de sorpresa-¿por qué?-dió dos pasos hacia el pelinegro -¿no debería?-dijo sonriendo -no lo sé- dijo bajando la mirada-en fin...¿me dirás tu nombre?--me llamo Ryū- dijo el ojirojoEl otro chico sacó algo de la bolsa de su pantalón y se lo lanzó a Ryū, era una piedra que, según su inscripción, le serviría para protegerse. Cuando Ryū levantó la vista el chico ya se había ido, solo dejó una nota:"Revisa Tras La Cortina"Corrió hacia la cortina, tras ella estaba el botón que tanto había deseado encontrar, al presionarlo, como era de suponerse, la puerta se abrió.El lugar en el que se encontraba era muy frío y algo humedo, también había muchos "cuartos", al parecer ahí torturaban personas. Se lograba escuchar el sonido de unas cadenas que parecían estar siendo jaladas, unos gritos desesperados, que alguien lloraba, el acelerado latir de su corazón al acercarse cada vez más al lugar donde estaba esa persona que lo necesitaba.
Caminó a travéz de los largos pasillos del "sotano", llegó a la última puerta... a la fuente del sonido, introdujo la llave en el candado cuidadosamente, le dió vuelta, al abrirse, la puerta, dió un rechinido, Ryū entró al cuarto pero no encontró nada.
-creo que me equivoqué...-dijo dando la vuelta
-¡no te vayas!-
-¿quién eres?-
-por favor... no te vayas- dijo aquella persona un poco mas calmada
-¿dónde estás?- dijo de un lado a otro sin lograr ver algo
-estoy frente a ti...-