Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Descubriendo que te amo por Naara

[Reviews - 151]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola a tod@s:

Nada que decir, el título lo resume perfectamente.

Un saludo

Naara

 

Al cabo de un rato aún seguíamos en la sala de espera aguardando los resultados de las pruebas que Tsunade-sama nos había hecho.

         Yo empecé a pasearme por el hospital y justo llegó Sasuke con el helado de café que le ofreció a Naruto.

         - Toma, dobe. - Le dijo y se lo tendió.

         - ¡Tú sí que eres un amigo de verdad, teme! - Exclamó feliz mi kitsune y abrazó a Sasuke, que no pudo evitar sonrojarse ante el contacto con Naruto.

         Después de eso Naruto se puso a disfrutar de su helado de café con una sonrisa en los labios, cuando estaba a punto de llegar al final, Sai se apareció a su lado y le dio una guindilla.

         - Toma.

         - ¡Te adoro, Sai! - Naruto abrazó también a Sai, que igual que Sasuke también se puso colorado ante el contacto.

         Luego los dos morenos se miraron entre ellos y luego a mi kitsune, con

cara de estar muy preocupados por él.

         Naruto se metió la guindilla en la boca de un golpe y la masticó durante un largo rato, después rellenó la cucharilla del helado de café y se la metió en la boca.

         - Esto está mejor, ttebayo. - Dijo satisfecho y se sentó a mi lado en la sala de espera.

         - Quiero ramen... - Hablé sin decírselo a nadie en particular.

         - ¿Ramen? - Temari me palpó la frente angustiada. - Tú odias el ramen, Gaara.

         - Sí, pero me apetece... - Insistí y mi rubito desapareció en un baño para vomitar seguramente el helado de café y la guindilla que se acababa de tomar porque yo había pronunciado la palabra prohibida, Ramen.

         Sasuke y Sai se apresuraron a seguir a Naruto al baño y yo me quedé mirando a mi hermano Kankuro suplicante.

         - Ramen, por favor.

         - Será mejor que vaya a por él. - Kankuro se fue y yo me quedé allí, siendo observado muy de cerca por todos los presentes que no podían más que pensar que Naruto y yo nos habíamos cogido una extrañísima y poco común enfermedad porque actuabamos de forma totalmente opuesta a como éramos generalmente.

         - ¡Me apetece correr! - Exclamé feliz. - ¿No os apetece a vosotros hacer alguna travesura como pintar las cabezas de los Kages? ¡¡Je, je, je!! Eso sería divertido, ttebayo.

         - ¿Ha dicho ttebayo? - Hinata miró a los demás.

         - Lo ha dicho. - Confirmó Neji.

         - Les han hecho un jutsu de intercambio, eso es. - Aseveró Sakura. - Y ahora Naruto está en el cuerpo de Gaara y Gaara en el de Naruto, esa es la racional explicación de todo.

         - ¿Y eso te parece una explicación racional? - Itachi Uchiha intervino por primera vez en la conversación. - Dos ninjas tan poderosos no serían afectados por una técnica tan débil, ocurre otra cosa.

         - Tu ramen. - Mi hermano me tendió una ración de ramen que devoré gustoso y al terminarla la fui a tirar bien lejos para que mi rubito no se volviera a descomponer con su olor.

         - Oye, Gaara. ¿Has engordado? - Preguntó de pronto mi hermana. - Creo que tienes más barriga que antes.

         - Sólo un par de kilos, pero ya los perderé. - Contesté despreocupado.

         De pronto la puerta de la Gondaime se abrió dando paso a la Hokage con una expresión de perplejidad en su rostro.

         Esto, Itachi, Neji, Hinata, necesito vuestra opinión respecto a algo. - La Gondaime me tomó de la mano. - ¿Y Naruto?

         - En el baño, vomitando. - Aclaró Sakura.-Sasuke y Sai están con él.

         - Pues tráemelo por favor, y también a Sasuke.

         - Sí. - Sakura fue a buscar a Naruto y la expresión de la Gondaime me asustó de veras.

         La seguí hasta la consulta y me coloqué en la camilla.

         - Neji, por favor, utiliza tu Byakugan y dime qué es lo que ves en en interior de Gaara.

         - Sí, Hokage-sama. - Neji utilizó su Byakugan para mirarme y de pronto su rostro se tornó en asombro.

         - No es posible... - Dijo.

         - Hinata, por favor, haz lo mismo. - Hinata se acercó a mí y utilizando su Byakugan hizo lo mismo que su primo.

         - ¡Por Kami! - Fue su escueta respuesta.

         - Itachi, por favor, usa el Mangekio Sharingan para ver en su interior.

         - De acuerdo. - El Uchiha mayor obedeció a la Gondaime y al terminar de hacerlo fue hacia una silla y se sentó. - No... no me lo creo.

         - ¿Qué me pasa? - Pregunté angustiado.

         - Aquí estamos, Hokage-sama. - Sakura entró con Sasuke y Naruto en la consulta.

         - Sasuke, por favor, utiliza tu Sharingan para observar el interior de Gaara. - Pidió la Gondaime y Sasuke obedeció.

         Cuando terminó de escrutarme se quedó parado en medio de la consulta y ni siquiera fue capaz de hablar.

         - ¿Qué demonios me ocurre, Hokage-sama? - Insistí.

         - Gaara, por favor, deja que ahora ocupe tu lugar Naruto y chicos, por favor, revisad ahora el interior de Naruto.

         - De acuerdo. - Yo me quité de la camilla y mi amor se tumbó en ella. Pude percibir que todo su cuerpo temblaba de miedo y no era para menos. Las palabras de la Hokage nos habían asustado de verdad.

         Sasuke fue el primero en acercarse a Naruto y lo revisó, después antes de separarse de él rozó con ternura el abdomen de mi kitsune y le dio un beso en la frente cargado de ternura.

         - Eso no es bueno, ttebayo. - Se angustió mi amor. - Sasuke nunca es tan tierno, estamos terminales, Gaara. - Afirmó con lágrimas en los ojos. - No podremos tener nuestra boda el 14 de Febrero.

         - Hinata fue la siguiente en aproximarse y después de hacerlo se llevó las manos a la boca sonrojada. Neji e Itachi fueron los últimos y volvieron a repetir las mismas frases que cuando me habían revisado a mí.

         - Entonces todos habéis visto lo mismo, ¿no? - Preguntó la Gondaime. - Lo deduzco por vuestras reacciones, está bien. - Tsunade sonrió a Naruto y le acarició la cabeza con ternura. - Gaara, Naruto, tengo que comunicaros una noticia muy importante.

         - Naruto se bajó de la camilla y vino hacia mí para tenderme la mano y darme apoyo, al tiempo que yo se lo daba a él cuando la Kage nos comunicara las malas noticias.

         - Enhorabuena, vais a ser papás. - Dijo la Gondaime. - Tenéis ya tres meses de gestación y los bebés son sanos y fuertes.

         - ¿Papás? - Fue lo único que fui capaz de articular antes de caer desmayado en el suelo.

         - ¡Es imposible! - Naruto hinchó sus mofletes, o eso me contaron, y al poco también él cayó desmayado en el suelo.

         Lo siguiente que recuerdo es abrir los ojos en una cama del hospital, buscar a mi alrededor y encontrarme a Naruto en otra cama a mi lado. Me levanté con dificultad de donde estaba y fui hacia Naruto para meterme en su cama y estrecharlo entre mis brazos.

         - ¿Papás?

         - Eso es. - Me contestó una voz y me encontré a Temari, Kankuro, Sasuke y  Sai frente a nosotros.

         - ¿Es posible? - Le pregunté a Sasuke que había respondido a mi pregunta.

         - Se debe al Kyuubi y al Shukaku. - Me aclaró Temari. - Vuestros demonios os han hecho... fértiles.

         - ¿Voy a dar a luz un hijo? - Insití nuevamente, convencido de que era una broma.

         - En realidad tú estás de gemelos. - Aclaró Kankuro. - Y Naruto de una niña.

         - Es broma. - Seguí convencido.

         - Utiliza el tercer ojo para comprobarlo. - Me sugirió mi hermana y yo obedecí sus palabras.

         Utilicé mi tercer ojo en mi interior y asombrado contemplé a los dos fetos recién formados en mi interior.

         - Voy a tener gemelos.

         - Gaa-chan. - Murmuró Naruto en sueños y yo besé su frente con cariño. - Estoy a tu lado, mi amor, estoy contigo, mi vida.

         Poco a poco, mi kitsune abrió sus ojos color cielo. Me contempló durante un instante y me apretó fuerte contra su pecho.

         - He tenido un sueño rarísimo, amor mío, ttebayo. - Me explicó.- Soñé que estábamos embarazados, ¿qué te parece, dattebayo?

         - Que lo estamos. - Le respondí.

         - No bromees sobre algo tan serio, Gaa-chan. - Protestó Naruto e infló sus cachetes.

         - No es broma, dobe, vas  a ser papá. Yo mismo lo he visto con mi Sharingan, Itachi, Hinata y Neji también.

         - ¿No fue un sueño? - Naruto se quedó parado frente a mis ojos y me tomó la barbilla. - ¿Seremos papás? ¿Daré a luz un bebé tuyo y mío, ttebayo?

         - Sí y yo también. - Le contesté. - Pero eres un desgraciado, por el Kyu No Jutsu yo estoy embarazado de dos.

         - ¿Kyu no Jutsu? - Preguntaron los presentes.

         - La técnica erótica del Kyuubi, es sumamente placentera, pero ya véis los resultados. - Rezongué olvidándome por completo de que generalmete esas cosas no se iban explicando a cualquiera. Pero estaba tan impactado por la noticia de nuestros embarazos que no me dí cuenta de lo que decía.

         - ¿Una técnica sexual? - Sasuke me miró con curiosidad. - ¿En qué consiste?

         - ¡Eso preguntáselo a él! - Dije sonrojándome porque al fin me había dado cuenta de lo que había dicho y señalando a Naruto. - Es un pervertido.

         - ¿Me la enseñas, dobe? - Sasuke se acercó a mi kitsune. - Y te traigo más helado de café.

         - Ahora lo quiero de chocolate belga y nueces, ttebayo.

         - Lo haré si me lo cuentas.

         - Pues básicamente tú concentras tu chacra en... bueno, ahí abajo. - Explicó Naruto. - Y cada vez que embistes a tu pareja liberas un poco de chacra y vas reservando otro poco, hasta que tengas una buena cantidad y cuando llegues al final, previo al...bueno... ya sabes... sueltas todo el chacra como si de un chidori se tratara, ttebayo.

         - Suena interesante. - Sasuke miró a Sai con ojos pervertidos y el ANBU moreno se sonrojó como mi kanji.

         - ¡¡MI HELADO, TTEBAYO!! - Rogó Naruto y Sasuke se desvaneció en una voluta de humo.

         - Pobre Sasuke. - Se compadeció mi hermana. - Va a tener que darle a Naruto todos sus antojos, es incapaz de negarle nada a ese kitsune revoltoso.

         - Hm... sopa de miso... - Murmuré yo.

         - ¿Sopa de miso? - Temari me miró. - Ay... porque eres mi hermanito y te quiero, que sino ese antojo te lo concede tu abuela. - Temari se marchó dejándonos a Sai, Kankuro, Naruto y yo a solas en el hospital.

         - Así que seremos papás. - Yo contemplé a Naruto feliz.- Creo que se nos dará bien.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).