Al cabo de un rato aún seguíamos en la sala de espera aguardando los resultados de las pruebas que Tsunade-sama nos había hecho.
Yo empecé a pasearme por el hospital y justo llegó Sasuke con el helado de café que le ofreció a Naruto.
- Toma, dobe. - Le dijo y se lo tendió.
- ¡Tú sí que eres un amigo de verdad, teme! - Exclamó feliz mi kitsune y abrazó a Sasuke, que no pudo evitar sonrojarse ante el contacto con Naruto.
Después de eso Naruto se puso a disfrutar de su helado de café con una sonrisa en los labios, cuando estaba a punto de llegar al final, Sai se apareció a su lado y le dio una guindilla.
- Toma.
- ¡Te adoro, Sai! - Naruto abrazó también a Sai, que igual que Sasuke también se puso colorado ante el contacto.
Luego los dos morenos se miraron entre ellos y luego a mi kitsune, con
cara de estar muy preocupados por él.
Naruto se metió la guindilla en la boca de un golpe y la masticó durante un largo rato, después rellenó la cucharilla del helado de café y se la metió en la boca.
- Esto está mejor, ttebayo. - Dijo satisfecho y se sentó a mi lado en la sala de espera.
- Quiero ramen... - Hablé sin decírselo a nadie en particular.
- ¿Ramen? - Temari me palpó la frente angustiada. - Tú odias el ramen, Gaara.
- Sí, pero me apetece... - Insistí y mi rubito desapareció en un baño para vomitar seguramente el helado de café y la guindilla que se acababa de tomar porque yo había pronunciado la palabra prohibida, Ramen.
Sasuke y Sai se apresuraron a seguir a Naruto al baño y yo me quedé mirando a mi hermano Kankuro suplicante.
- Ramen, por favor.
- Será mejor que vaya a por él. - Kankuro se fue y yo me quedé allí, siendo observado muy de cerca por todos los presentes que no podían más que pensar que Naruto y yo nos habíamos cogido una extrañísima y poco común enfermedad porque actuabamos de forma totalmente opuesta a como éramos generalmente.
- ¡Me apetece correr! - Exclamé feliz. - ¿No os apetece a vosotros hacer alguna travesura como pintar las cabezas de los Kages? ¡¡Je, je, je!! Eso sería divertido, ttebayo.
- ¿Ha dicho ttebayo? - Hinata miró a los demás.
- Lo ha dicho. - Confirmó Neji.
- Les han hecho un jutsu de intercambio, eso es. - Aseveró Sakura. - Y ahora Naruto está en el cuerpo de Gaara y Gaara en el de Naruto, esa es la racional explicación de todo.
- ¿Y eso te parece una explicación racional? - Itachi Uchiha intervino por primera vez en la conversación. - Dos ninjas tan poderosos no serían afectados por una técnica tan débil, ocurre otra cosa.
- Tu ramen. - Mi hermano me tendió una ración de ramen que devoré gustoso y al terminarla la fui a tirar bien lejos para que mi rubito no se volviera a descomponer con su olor.
- Oye, Gaara. ¿Has engordado? - Preguntó de pronto mi hermana. - Creo que tienes más barriga que antes.
- Sólo un par de kilos, pero ya los perderé. - Contesté despreocupado.
De pronto la puerta de la Gondaime se abrió dando paso a la Hokage con una expresión de perplejidad en su rostro.
Esto, Itachi, Neji, Hinata, necesito vuestra opinión respecto a algo. - La Gondaime me tomó de la mano. - ¿Y Naruto?
- En el baño, vomitando. - Aclaró Sakura.-Sasuke y Sai están con él.
- Pues tráemelo por favor, y también a Sasuke.
- Sí. - Sakura fue a buscar a Naruto y la expresión de la Gondaime me asustó de veras.
La seguí hasta la consulta y me coloqué en la camilla.
- Neji, por favor, utiliza tu Byakugan y dime qué es lo que ves en en interior de Gaara.
- Sí, Hokage-sama. - Neji utilizó su Byakugan para mirarme y de pronto su rostro se tornó en asombro.
- No es posible... - Dijo.
- Hinata, por favor, haz lo mismo. - Hinata se acercó a mí y utilizando su Byakugan hizo lo mismo que su primo.
- ¡Por Kami! - Fue su escueta respuesta.
- Itachi, por favor, usa el Mangekio Sharingan para ver en su interior.
- De acuerdo. - El Uchiha mayor obedeció a la Gondaime y al terminar de hacerlo fue hacia una silla y se sentó. - No... no me lo creo.
- ¿Qué me pasa? - Pregunté angustiado.
- Aquí estamos, Hokage-sama. - Sakura entró con Sasuke y Naruto en la consulta.
- Sasuke, por favor, utiliza tu Sharingan para observar el interior de Gaara. - Pidió la Gondaime y Sasuke obedeció.
Cuando terminó de escrutarme se quedó parado en medio de la consulta y ni siquiera fue capaz de hablar.
- ¿Qué demonios me ocurre, Hokage-sama? - Insistí.
- Gaara, por favor, deja que ahora ocupe tu lugar Naruto y chicos, por favor, revisad ahora el interior de Naruto.
- De acuerdo. - Yo me quité de la camilla y mi amor se tumbó en ella. Pude percibir que todo su cuerpo temblaba de miedo y no era para menos. Las palabras de la Hokage nos habían asustado de verdad.
Sasuke fue el primero en acercarse a Naruto y lo revisó, después antes de separarse de él rozó con ternura el abdomen de mi kitsune y le dio un beso en la frente cargado de ternura.
- Eso no es bueno, ttebayo. - Se angustió mi amor. - Sasuke nunca es tan tierno, estamos terminales, Gaara. - Afirmó con lágrimas en los ojos. - No podremos tener nuestra boda el 14 de Febrero.
- Hinata fue la siguiente en aproximarse y después de hacerlo se llevó las manos a la boca sonrojada. Neji e Itachi fueron los últimos y volvieron a repetir las mismas frases que cuando me habían revisado a mí.
- Entonces todos habéis visto lo mismo, ¿no? - Preguntó la Gondaime. - Lo deduzco por vuestras reacciones, está bien. - Tsunade sonrió a Naruto y le acarició la cabeza con ternura. - Gaara, Naruto, tengo que comunicaros una noticia muy importante.
- Naruto se bajó de la camilla y vino hacia mí para tenderme la mano y darme apoyo, al tiempo que yo se lo daba a él cuando la Kage nos comunicara las malas noticias.
- Enhorabuena, vais a ser papás. - Dijo la Gondaime. - Tenéis ya tres meses de gestación y los bebés son sanos y fuertes.
- ¿Papás? - Fue lo único que fui capaz de articular antes de caer desmayado en el suelo.
- ¡Es imposible! - Naruto hinchó sus mofletes, o eso me contaron, y al poco también él cayó desmayado en el suelo.
Lo siguiente que recuerdo es abrir los ojos en una cama del hospital, buscar a mi alrededor y encontrarme a Naruto en otra cama a mi lado. Me levanté con dificultad de donde estaba y fui hacia Naruto para meterme en su cama y estrecharlo entre mis brazos.
- ¿Papás?
- Eso es. - Me contestó una voz y me encontré a Temari, Kankuro, Sasuke y Sai frente a nosotros.
- ¿Es posible? - Le pregunté a Sasuke que había respondido a mi pregunta.
- Se debe al Kyuubi y al Shukaku. - Me aclaró Temari. - Vuestros demonios os han hecho... fértiles.
- ¿Voy a dar a luz un hijo? - Insití nuevamente, convencido de que era una broma.
- En realidad tú estás de gemelos. - Aclaró Kankuro. - Y Naruto de una niña.
- Es broma. - Seguí convencido.
- Utiliza el tercer ojo para comprobarlo. - Me sugirió mi hermana y yo obedecí sus palabras.
Utilicé mi tercer ojo en mi interior y asombrado contemplé a los dos fetos recién formados en mi interior.
- Voy a tener gemelos.
- Gaa-chan. - Murmuró Naruto en sueños y yo besé su frente con cariño. - Estoy a tu lado, mi amor, estoy contigo, mi vida.
Poco a poco, mi kitsune abrió sus ojos color cielo. Me contempló durante un instante y me apretó fuerte contra su pecho.
- He tenido un sueño rarísimo, amor mío, ttebayo. - Me explicó.- Soñé que estábamos embarazados, ¿qué te parece, dattebayo?
- Que lo estamos. - Le respondí.
- No bromees sobre algo tan serio, Gaa-chan. - Protestó Naruto e infló sus cachetes.
- No es broma, dobe, vas a ser papá. Yo mismo lo he visto con mi Sharingan, Itachi, Hinata y Neji también.
- ¿No fue un sueño? - Naruto se quedó parado frente a mis ojos y me tomó la barbilla. - ¿Seremos papás? ¿Daré a luz un bebé tuyo y mío, ttebayo?
- Sí y yo también. - Le contesté. - Pero eres un desgraciado, por el Kyu No Jutsu yo estoy embarazado de dos.
- ¿Kyu no Jutsu? - Preguntaron los presentes.
- La técnica erótica del Kyuubi, es sumamente placentera, pero ya véis los resultados. - Rezongué olvidándome por completo de que generalmete esas cosas no se iban explicando a cualquiera. Pero estaba tan impactado por la noticia de nuestros embarazos que no me dí cuenta de lo que decía.
- ¿Una técnica sexual? - Sasuke me miró con curiosidad. - ¿En qué consiste?
- ¡Eso preguntáselo a él! - Dije sonrojándome porque al fin me había dado cuenta de lo que había dicho y señalando a Naruto. - Es un pervertido.
- ¿Me la enseñas, dobe? - Sasuke se acercó a mi kitsune. - Y te traigo más helado de café.
- Ahora lo quiero de chocolate belga y nueces, ttebayo.
- Lo haré si me lo cuentas.
- Pues básicamente tú concentras tu chacra en... bueno, ahí abajo. - Explicó Naruto. - Y cada vez que embistes a tu pareja liberas un poco de chacra y vas reservando otro poco, hasta que tengas una buena cantidad y cuando llegues al final, previo al...bueno... ya sabes... sueltas todo el chacra como si de un chidori se tratara, ttebayo.
- Suena interesante. - Sasuke miró a Sai con ojos pervertidos y el ANBU moreno se sonrojó como mi kanji.
- ¡¡MI HELADO, TTEBAYO!! - Rogó Naruto y Sasuke se desvaneció en una voluta de humo.
- Pobre Sasuke. - Se compadeció mi hermana. - Va a tener que darle a Naruto todos sus antojos, es incapaz de negarle nada a ese kitsune revoltoso.
- Hm... sopa de miso... - Murmuré yo.
- ¿Sopa de miso? - Temari me miró. - Ay... porque eres mi hermanito y te quiero, que sino ese antojo te lo concede tu abuela. - Temari se marchó dejándonos a Sai, Kankuro, Naruto y yo a solas en el hospital.
- Así que seremos papás. - Yo contemplé a Naruto feliz.- Creo que se nos dará bien.