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Descubriendo que te amo por Naara

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Notas del capitulo:

Hola a tod@s:

Poco que decir. En este capítulo conocemos a los hijos de Kakashi e Itachi, Sai y Sasuke y hay una sorpresita que tiene que ver con Kyuubi y Shukaku.

Mañana bajo el último capítulo del fic que se llama "Los herederos" y en él vemos a los hijos de nuestros protagonistas el día de su boda y las reaccines de sus papás y amigos al respecto.

En fin, una vez más, gracias a todos lo que me habéis acompañado hasta aquí.

Naara

 

Dos días después del nacimiento de Hime, Yami y Yume, los felices papás fueron dados de alta en perfectas condiciones de salud y sus hijos también.

Los cinco llegaron a la casa donde Sai y Sasuke les esperaban con un montón de paquetes y el resto de sus amigos para festejar la llegada de los recién nacidos.

La fiesta se alargó hasta largas horas de la noche, aunque los bebés se quedaron dormidos pronto y apenas se despertaron más que para comer.

Después de que todos se marcharan a sus hogares Sai y Sasuke se fueron a acostar en la habitación que compartían con cierta angustia en su pecho. Naruto y Gaara habían formado ahora una familia y no había cabida en su mundo para Sasuke y Sai.

Los dos se tumbaron en la cama y se durmieron pronto. Al día siguiente comunicarían a Naruto y Gaara que regresarían al barrio Uchiha y se construirían allí una casa para dejarles intimidad.

En mitad de la noche Sasuke se despertó al oír un llanto de bebé a los alrededores. No pudo evitar dibujar una media sonrisa en sus labios y apostó que seguramente ese sería el hiperactivo de Yami requiriendo atención porque de los tres niños era el más parecido a Naruto.

Se desperezó, abrió los ojos y al hacerlo se encontró con un bebé diminuto a su lado. Tenía el cabello negro azabache y la piel casi transparante, era muy parecido a él mismo y a Sai.

- ¿Quién eres tú? - Preguntó al bebé y cuando este abrió los ojos se encontró con una mirada Sharingan en ellos. - ¿Por qué tienes los mismo ojos que mi familia, pequeño?

- Es un regalo. - Lo interrumpió una voz y se giró para encontrarse el rostro transparente de su madre.

- ¿Okasan? - Preguntó y se llevó las manos a los ojos para asegurarse de que lo que estaba viendo era real.

- Cielo es un regalo de Kami Justo. - La mujer acarició la cabeza de su hijo con ternura y sonrió. - Había una vez un Kami de la destrucción que quería destruir al Kami de la justicia. - Narró como si se tratara de un cuento. - Ese Kami envió a su peor emisario a la tierra, un hombre que no tenía corazón llamado Pein y que destruiría el mundo para construir uno nuevo y destrozar el que el Kami Justo había creado.

Sin embargo el Kami Justo decidió enviar a su mejor emisario al mundo, un angelito caído del cielo con los cabellos rubios y los ojos azules.

El angelito sufrió muchísimo en su infancia, rechazado y odiado por todos, se sentía solo y perdido. Entonces cuando parecía que nadie le abriría su corazón el más duro de los ninjas de la aldea le entregó el suyo en bandeja. - La madre de Sasuke acarició la cabeza de su hijo con sus manos transparentes. - Y el terrible Kami de la Destrucción eliminó toda la familia del ninja frío, le tendió una trampa para que él no ayudara al angelito rubio que Kami Justo había enviado.

Durante algún tiempo el Kami de la Destrucción consiguió su objetivo, pero el ninja sin corazón se sentía terriblemente mal sin su angelito de ojos azules y regresó a su ciudad natal después de haberse dejado llevar a un mundo de oscuridad por otro de los enviados de Kami de la Destrucción.

Al regresar el terrible ninja se dio cuenta de que había perdido a su pequeño angelito rubio.

El angelito había logrado el apoyo de muchas personas, muchos amigos que estaban dispuestos a luchar a su lado y no abandonarlo jamás y eso dolió mucho al terrible ninja solitario.

Sin embargo para él era más importante la sonrisa de su angelito de ojos azules y no lo volvió a abandonar.

El angelito reunió a un grupo de gente y los lideró, llevándolos a una terrible batalla en la que podían perecer y caer en manos del ejército del Kami de la Destrucción.

Sin embargo en la batalla el Kami de la Destrucción perdió a todas sus huestes a manos del pequeño angelito y su gente.

Y el Kami Justo decidió concederle un pequeño regalo al ninja que había caído en la oscuridad y luego había salido de ella.

Lo que más deseaba el ninja era un bebé, algo que reviviera su clan y como Kami Justo consideró que su deseo era adecuado a todos sus sacrificios se lo concedió y aquí está él.

Se llama Tenshi, es tu hijo, tiene tu sangre y podrá continuar nuestro clan. Es fuerte, es hermoso y cuando crezca cumplirá uno de los sueños que tú no has podido cumplir, hijo mío.

- ¿Es real? - Pregutó Sasuke con lágrimas en los ojos.

- Tan real como tú, Sasuke. -Contestó su madre y depositó un beso transparente sobre la frente de su hijo. - Pero tiene hambre, dadle de comer. - Dijo y se desvaneció.

Sasuke tomó al pequeño en brazos y despertó a su marido que dormía a su lado.

Sai abrió los ojos y observó a Sasuke con un bebé entre sus manos.

- ¿Y eso? - Preguntó mirando al bultito.

- Nuestro hijo, se llama Tenshi. - Aclaró el Uchiha menor y el pequeño abrió sus ojos y encontró su mirada Sharingan con la de su papá Sai.

- ¿En serio? - Sai tomó al pequeño en brazos y acarició su cabello negro. - ¿No es un sueño?

- Es un regalo de Kami Justo porque hemos salvado al mundo del Kami de la Destrucción.

Y es nuestro legado.

- Tenshi. - Sai besó la frente del  chiquillo y sonrió a Sasuke. - Ahora sí estamos completos, amor mío. - Dijo el ANBU y los dos dieron de comer al la pequeño y se quedaron toda la noche con los ojos abiertos contemplándolo embelesados.

 

Mientras esto ocurría cierto peliplateado se despertaba en su cama al oír un llanto. Se convenció de que seguramente sería uno de los escandalosos gemelos de Naruto que con lo hiperactivos que eran sus gritos bien podrían llegar a toda la ciudad.

Abrió los ojos con una sonrisa y se encontró un pequeño bebé con el pelo plateado a su lado.

- ¿Y tú quien eres? - Kakashi tomó al bebé y acarició su pelo gris. - Eres muy bonito.

- Es tu regalo. - Dijo una voz y Kakashi abrió los ojos para encontrarse cara a cara con lo que parecía su antiguo compañero de equipo y primer amor Obito Uchiha.

- ¿Obito?

Si estoy soñando espero no despertarme en un buen rato, es agradable volver a verte.

- No sueñas, esto es real. - Obito acarició la mejilla de su peliplateado amigo y plantó un beso transparente sobre sus labios. - Mi vida me alegro mucho de que hayas encontrado a alguien que te haga feliz y más si tenemos en cuenta que es un Uchiha. - Sonrió de medio lado. - Sé ve que somos irresistibles para ti.

- ¿Cómo es posible?

- Habéis perdido muchas cosas, Kakashi. Pero esta lucha que habéis desarrollado últimamente era liderada desde el cielo por dos dioses. Kami de la Destrucción y Kami Justo.

Vuestra intervención logró que Kami Justo venciera y él ha decidido concederos un regalo en reconocimiento por lo que habéis hecho.

Y ella es vuestra hija. - Dijo y palmeó la frente de la pequeña que abrió sus ojitos y Kakashi se encontró con una mirada Sharingan en sus ojos. - Se llama Kiseki. - Aclaró. - Y es fruto de vuestro amor, Kami os ha concedido el regalo de que podáis ser papás y eso sin tener que dar a luz.

Deberías agradecérselo después de ver cómo lo pasaron Gaara y Naruto. - Rió Obito divertido.

- ¿Es nuestra? - Preguntó el peliplateado y su amigo le devolvió una amplia sonrisa. - Lo es, tiene genes de Uchiha y genes de Hatake.

- Gracias. - Dijo Kakashi enternecido.

- Dáselas a Kami Justo cuando nos volvamos a ver. - Obito se desvaneció en una nube y Kakashi empujó a su marido que cayó al suelo provocando un gran alboroto.

- ¿Qué coño...- Preguntó Itachi furioso, pero al ver que su marido tenía un bebé en brazos se acercó hasta él. - ¿Has secuestrado un niño del orfanato? - Dijo preocupado.

- ¡Baka cómo crees que haría eso! - Protestó el peliplateado.- Es Kiseki y es nuestro bebé, es un regalo de Kami Justo.

Obito me lo ha dicho.

- ¿Obito? - Itachi puso una mirada de preocupación en su rostro y los celos lo carcomieron por dentro al escuchar ese nombre de los labios del hombre que el amaba.

- Hemos formado parte de una guerra entre Kami de la Destrucción y Kami Justo y como ha ganado el segundo gracias a nosotros nos ha concedido este bebé.

Mírala. - Lo invitó Kakashi e Itachi obsevó a la pequeña. La linda niña abrió sus ojos y su mirada Sharingan se cruzó con la de Itachi.

- Tiene Sharingan... - Habló confuso. - Y el pelo plateado.

- Sí, es nuestra bebé. Tiene tus genes y los míos y pienso casarla con uno de los gemelos de Naruto.

¿Qué te parece?

- Sí, me gustaría que mi pequeña se casara con un hijo de Naruto. - Contestó Itachi feliz. - Baka, tenemos que darle de comer, ¿no ves que tiene hambre? - Protestó el Uchiha mayor y tomó a la pequeña entre sus brazos.

Se le formó una mirada tierna en sus ojos y a su pobre marido le hubiera dado un infarto si no se hubiera ido corriendo a la primera farmacia que pillara para traerle leche a la bebé.

 

Kiba se despertó con mucho calor. Abrió los ojos y se encontró con Akamaru a su lado.

- Hola Akamaru, ¿ocurre algo?

- El perro sonrió a su amo. Después alzó una de sus patas y en ella había un pequeño bulto envuelto.

Kiba abrió el bulto y se encontró con un bebé pequeño.

- ¿De dónde ha salido este bebé?

- Guau, guau, guau, guau, guau, guau, guau, guau.

- ¿Me estás diciendo que este bebé es un regalo de Kami Justo para mí y Shino porque gracias a nosotros no ganó el Kami de la Destrucción?

- Guau, guau, guau, guau, guau.

- ¿Y que encima tiene mis genes y los de Shino?

- Guau, guau, guau, guau.

- ¡Kuso no me lo puedo creer! - Kiba acarició el cabello negro rizado del bebé que había entre sus brazos y el bebé sonrió feliz.

- Guau, guau, guau.

- Se llama Sekai dices y es niño.

- Guau, guau, guau, guau, guau, guau, guau, guau, guau, guau, guau.

- Vale, no me eches más la bronca voy a llamar a Shino y explicarle que somos papás, pero no creo que le guste que le despierte.

- Guau, guau, guau, guau.

- Está bien, está bien. Ya lo hago. - Protestó el Inuzuka y acarició la frente de su novio con muchísimo cariño. - Amor, Akamaru nos ha traído un regalito de parte de Kami Justo.

- ¿Eh? - Shino abrió sus ojos y observó a su novio que lo miraba con mucha ilusión. - ¿Qué ocurre mi vida?

- Somos papás, de un niño, se llama Sekai.

- ¿Estás delirando? - Preguntó el Aburame, pero se dio cuenta de que su novio tenía un bebé entre sus brazos. - ¿Y ese bebé?
         - Ya te lo expliqué, es nuestro. - Siguió Kiba. - Es un regalo porque salvamos al mundo de la destrucción de parte de Kami Justo.

- ¿Nuestro? - Shino observó al pequeño y éste sonrió para el Aburame. De entre sus labios se pudieron apreciar unos colmillos como su papá Inuzuka y de pronto vio que un montón de insectos entraban por la ventana de la casa y se posaban delicadamente sobre el recién nacido. - Es nuestro de verdad. - El Aburame besó la boca de su novio con delicadeza y luego le propinó un golpe en la cabeza. - Hay que comprarle leche, ve, yo me quedo con Sekai.

- ¿Por qué tú?

- Amor... soy el seme, ¿recuerdas?

- ¡Kuso yo quería quedarme con Sekai! - Protestó el Inuzuka con lagrimintas en los ojos, pero hizo caso de la petición de su novio.

 

En el interior de Naruto, Kyuubi se movía inquieto. Cerró los ojos para tratar de calmarse y cuando los abrió de nuevo se encontró a sí mismo en el exterior del cuerpo de Naruto y en su forma humana.

- Que sueño tan peculiar. - Se dijo a sí mismo el Kyuubi.

- No es un sueño.- Le dijo una voz y cuando se giró se encontró con la figura del Yondaime.

- ¿Yondaime?

- Espera. - Yondaime sonrió al Kyuubi y fue hacia Naruto, acarició sus hebras doradas y besó su frente. El kitsune sintió algo cálido en su frente y abrió los ojos. Al hacerlo se encontró la figura transparente de su padre cara a cara.

- ¿Otosan? - Preguntó sin creerselo del todo.

- No quería despertarte. - Contestó Yondaime. - Estoy orgulloso de ti, Naruto, como no te haces una idea.

- ¿No estoy soñando? - Naruto sonrió a su padre y observó un hombre rubio y de ojos turquesa frente a sí. - ¿Kyuubi? - Preguntó y examinó  detenidamente al hombre.

- ¡Hai! - Contestó el Kyuubi.

- ¿Por qué tienes apariencia de hombre y estás fuera de mí, ttebayo?

- No lo sé. - Explicó el Kyuubi.

- ¿Naruto? - Gaara abrió sus ojos y se encontró a dos rubios extraños frente a su marido. El primero de ellos era exactamente igual a su Naruto y el segundo le recordaba a alguien. - ¿Qué ocurre aquí?

- Espera un momento. - Yondaime sonrió a Gaara. - Puede que te moleste un poco. - Concluyó y después de decirlo un atractivo pelirrojo apareció al lado de Gaara.

- ¿Qué demonios? - Protestó la voz y Gaara se giró sorprendido al reconocer ese tono.

- ¿Shukaku?

- Kyu... - Shukaku observó al rubio que había frente a él y éste le regaló una sonrisa.

- Shu.- El rubio se aproximó al pelirrojo y saboreó sus labios con gula. - Pensé que nunca más podría hacer esto, mi amor.

- ¿Qué está ocurriendo aquí, otosan, ttebayo?

- Todo tiene que ver con un Kami Justo y un Kami de la destrucción. - Intervino una voz y Naruto se giró para encontrarse a Sasuke con un bebé en brazos.

- ¿Sabes de qué va esto, Sasuke? - Preguntó intrigado Gaara.

- Naruto déjame que te presente a tu ahijado. - Dijo el mayor y fue con el pequeño bulto que llevaba en brazos hasta su amigo. - Tenshi.

- ¿De dónde ha salido, ttebayo? - Preguntó Naruto y lo tomó emocionado entre sus brazos. El bebé abrió sus ojos y saludó a su padrino con su mirada Sharingan.

- Es nuestro regalo de Kami Justo. -Aclaró Sai y entró también en el dormitorio.

- Me alegro mucho por vosotros, seréis unos buenos padres. - Afirmó Gaara convencido.

- ¿Podéis explicarnos que está ocurriendo? - Preguntó irritado Shu.

- Ves, te dije que Shukaku estaba de malhumor últimamente. - Le habló Gaara a su esposo.

- ¿Shukaku? - Sai y Sasuke observaron al ejemplar pelirrojo masculino que tenían en frente.

- Y él es Kyuubi. - Explicó Naruto y señaló al rubio que había también en el dormitorio.

- En sus formas reales. - Aclaró Gaara. - Fueron hombres antes de convertirse en demonios y bueno, parece que lo vuelven a ser.

- Es el regalo de Kami Justo para vosotros. - Explicó Yondaime.

- ¿Yondaime? - Sasuke se acercó a ver más de cerca al padre de Naruto y se sorprendió que al lado de su kitsune amigo era como si fueran casi la misma persona a excepción de las marquitas zorrunas de Naruto.

- ¡Qué tremendamente guapo era tu padre Naru-kawaii! - Expresó Sai sin pudor. - Así de guapo saliste tú, claro.

- ¿Por qué narices estoy fuera del cuerpo de Gaara? - Insistió Shu.

- Kami Justo os ha liberado de vuestro castigo y os da dos opciones. Podéis venir conmigo e ir a la Tierra en la que habito o quedaros aquí.

- Me quedo. - Kyu sonrió a Yondaime. - Alguien tendrá que cuidar de este cabezón. - Expresó y acarició cariñosamente la cabeza de Naruto.

- Lo mismo digo. - Shu pasó su mano por la cabeza de Gaara. - Estos dos solos sin nosotros pueden ser unos padres desastrosos.

- ¡Shukaku! - Protestó Gaara, pero sonrió al ver a su demonio fuera de su cuerpo y convertido en hombre.

- No os concederán hijos como a todos los demás. - Aclaró Yondaime. - Y sufriréis como hombres si os hieren, no sois más demonios.

- Yo ya he tenido lo más parecido a un hijo. - Sonrió Kyu y rodeó a Naruto entre sus brazos. - Él me liberó, me perdonó y gracias a él fui redimido. No me importa morir, quiero quedarme con él y cuidarlo porque yo se lo prometí.

Tu hijo ha sido un regalo para mí, Minato. - Kyu miró al Yondaime. - Gracias por habermelo dejado.

- Es extraordinario. - El Yondaime sonrió ampliamente y Sasuke, Sai y Gaara sufrieron un estremecimiento al ver de quién había heredado Naruto esa sonrisa tan encantadora.

- Vivir otra vez. - Shu miró a Gaara. - Y estar a su lado, creo que también elijo esta opción. - Shu abrazó a Gaara. - Además puedo cumplir la función de abuelo. - Shukaku sonrió a Gaara. - Tienes razón, se me cae la baba por los gemelos.

- Entonces está hecho. - Yondaime miró una última vez a los habitantes y con sus brazos transparentes abrazó a su hijo y besó su frente. - Te esperaré y quiero que demuestres a todos que serás el mejor Hokage de la historia, Rokudaime.

- ¿Te vas, ttebayo?

- Sí, sólo tenía que cumplir una función, pero siempre te estoy vigilando.

- De acuerdo. - Naruto se quedó en silencio y dedicó una mirada preciosa a su padre. - Te sentirás orgulloso de mí, ttebayo y cuando te vea de nuevo hablaremos mucho.

- Eso está hecho. - Murmuró el Yondaime y la figura se desvaneció de la estancia.

- ¿Y ahora qué hacemos? - Preguntó Shu.

- ¿Dormir? - Sugirió Naruto y todavía tenía el bebé de Sasuke en brazos. - Creo que se lo voy a presentar a Hime, ttebayo. - Habló con una sonrisa zorruna.

Y dichas esas palabras, Naruto, Gaara, Sai, Sasuke, Kyu y Shu se encaminaron hacia la cuna de la hermosa Hime.

Al acercarse Hime abrió sus hermosos ojos aguamarina y un pequeño chacra azul salió de su cuerpo y se enlazó con el chacra rojo que emitía el pequeño Tenshi.

- Creo que... - Empezó Gaara.

- Cuando crezcan. - Siguió Sai.

- Nuestros hijos. - Habló Sasuke.

- Se van a casar, ttebayo. - Concluyó Naruto muy feliz.

- No voy a dejar que se aproveche de mi Hime. - Gruñó Kyu.

- Posesivo. - Se burló Shu.

- ¿Y qué ocurrirá cuando una Kuonichi pretenda a alguno de tus gemelos, Shu? - Preguntó Kyuubi.

- ¡Ninguna kuonichi será jamás digna de mis gemelos! - Bufó molesto Shukaku.

- Es hora de dormir. - Sugiró Gaara y observó a Naruto. - Vamos amor, mañana tienes una reunión a primera hora como Rokudaime.

- Hay una habitación al otro lado de la puerta. - Sugirió Naruto. - Pero si practicáis el Kyu no Jutsu hacedlo calladitos. - Bufó el rubio y se ganó una sonrisa cómplice de Gaara que contemplaba con su marido a Shu y Kyu que se habían puesto muy colorados.

- No quiero oírlo. - Protestó Sasuke.

- Ni yo tampoco. - Insitió Sai.

- Lleváis siglos separados, pero por favor, tomadlo con calma. -Sugirió Gaara.

- Creo que es hora de irnos. - Shu tomó la mano de Kyu y los dos abandonaron la habitación sin hacer ruído. - Hasta mañana.

- Hasta mañana. - Dijo Kyu y los dos se desaparecieron.

- A la cama, mi semental. - Sugirió Sai. - Mañana tenemos que hacer las presentaciones oficiales de nuestro bebé.

- Cierto. - Sasuke sonrió a Naruto y tomó a Tenshi entre sus brazos. - Dobe, me alegro de que nuestros hijos...

- Yo también, teme. - Contestó Naruto y los dos morenos se perdieron, dejando a Gaara y Naruto solos.

- Tengo sueño. - Protestó el aguamarina.

- Y yo, ttebayo.

 

 

 

 

 

 

 


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