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Descubriendo que te amo por Naara

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Notas del capitulo:

Hola a tod@s:

Yo prentedía terminar el fic en este capítulo, pero quería dejar bien claro qué hijo estaba con qué hijo y el reencuentro de los protas. Así que al final el capítulo final lo bajaré mañna cuando mi Musa me inspire el momento de la boda.

Por lo pronto aquí os dejo la llegada de Konoha de pleno para festejar en Suna la boda de Hime y los gemelos.

Y he elegido que esta boda se celebre en Suna proque la otra se celebró en Konoha.

En fin, esperoq ue os guste y mañana sí pondré el capítulo final. (Emm... si me inspiro)

 

Una muchacha rubia de veinte años y ojos aguamarina corría por toda la ciudad de Suna. La mayoría de los ciudadanos la saludaban con mucho respeto cuando pasaba por su lado y muchos de ellos se quedaban admirándola porque era la más bella de toda la aldea.

La chica corrió más rápido y fue hacia la entrada de la ciudad, donde un numeroso grupo de gente estaba llegando. El primero en acercarse fue un muchacho rubio de ojos azules con marquitas zorrunas en su mejilla.

- ¡Papá! - Exclamó Hime y fue hacia Naruto para estrecharlo entre sus brazos.

- Hola tesoro, ttebayo. - Saludó el kitsune.

- Habéis tardado más de lo que debíais, ttebayo. - Regañó la muchacha y e hinchó sus cachetes con enfado.

- Lo siento mucho, cielo, es que a mitad de camino nos atacaron unos individuos para tratar de robarnos. - Dijo un rubio de ojos turquesa.

- ¡Kyu ojiisan! - Saludó alegre la niña y besó al rubio en la mejilla. - Shu te espera, ya hemos terminado casi todos los preparativos y los gemelos están hiperactivos... son insoportables, ttebayo. - Se quejó la muchacha y su padre le acarició la cabeza con ternura. - Siento haberme demorado tanto, mi vida, ttebayo.

- Papá está mosqueado. - Advirtió Hime. - Porque le dejaste a él solo arreglando nuestra boda, ttebayo.

- Pero tenía que ir a Konoha a teminar de preparar los papeles de traslado de Yami y arreglar los de Kiseki también, ttebayo.

- A mi no me cuentes milongas. - Hime observó a los llegados y se lanzó a los brazos de un moreno azabache que tenía una media sonrisa dibujada en su rostro.

- ¡¡¡TENSHI!!! - Exclamó contenta y besó los labios del moreno. Cuando se separaron los dos se observaron un rato en silencio.

- Has adelgazado. - Dijo Tenshi y observó el delicado cuerpo de su futura esposa.

- Lo sé, es que mis hermanos me han crispado los nervios este último mes. - Aclaró feliz y después se acercó a otro azabache que le sonreía de esa única forma que le dedicaba a ella. - Padrino, ¿cómo estás? - Preguntó feliz y abrazó al azabache que la recibió en sus brazos con una enorme sonrisa.

- Bien, mi princesa. - Sasuke besó la frente de Hime y le sonrió. - Estás más guapa cada día y te pareces más a tu padre. -Dijo observando al rubio que había a su lado que se rascaba la nuca preocupado. - Por fuerte has heredado el carácter de tu otro padre.

- ¿Y no hay abrazos para mí niña descastada? - Protestó una voz y se encontró con la alegre mirada de su tía Temari.

- ¡Tía Temari! - La pequeña se lanzó a sus brazos y luego observó a su tío que estaba a su lado con cara de aburrido.

- ¿Ha sido un viaje problemático tío Shikamaru?

- Tsk, ya sabes que para mí todo es problemático. - Contestó éste y se encontró pronto rodeado en los brazos de Hime que le sonreía feliz. - Te he echado de menos, tesoro.

- Y yo a ti. - Contestó ella muy feliz. - Luego se giró y fue hacia Hinata que hablaba animada con su marido y sus hijos Toki y Senshi. - Hola tía Hinata, tío Neji, Toki y Senshi.

- Hola cielo. - La saludó Neji. - ¿Qué tal te has portado?

- Bien. - Contestó ella feliz y lo besó en la mejilla.

- ¿Te ha vuelto muy loca Yami estos días? - Preguntó Hinata.

- Está más hiperactivo que en toda su vida. - Hime sonrió a Senshi  que era un muchacho de pelo violeta recogido en una coleta baja y ojos transparentes y le guiñó un ojo. - Futuro cuñadito, te admiro.

- Esto... ¿y Tori? - Cuestionó Toki que al contrario que su hermano mellizo tenía el pelo castaño, muy corto y los ojos transparentes.

- En la academia, dando sus clases. Hoy les iba a enseñar a todas las niñas las Armas de Mujer de la tía Sakura.

- ¡Pobrecillos los jovencitos de Suna! - Bromeó Toki y se acarició la cabeza. - Les saldrán muchos chichones, menos mal que yo ya estoy inmunizado. - Toki besó a Hime en la frente y se fue a buscar a su novia.

- Hmm... esto... yo... - Dijo Senshi jugando con sus dedos y sonrojándose al mismo tiempo.

- ¿Dónde está mi tío más pervertido, ttebayo? - Preguntó Hime.

- ¿Te refieres a mí? - Se quejó una voz y Kakashi sonrió a Hime. - ¡Yo no soy un pervertido!

- ¡Sí lo eres, pero a mí me encanta que seas así! - Hime se lanzó a los brazos de Kakashi y el peliplateado acarició sus hebras doradas con ternura.

- ¿Y para mí no hay abrazos o qué? - Se quejó otro moreno que estaba al lado del peliplateado.

- Tío Itachi, ¿cómo puedes dudar que me he olvidado de ti, ttebayo? - Hime abrazó al azabache Itachi y sonrió a la muchacha que iba con ellos.

- Kiseki. - Sonrió. - ¿Te han enseñado alguna nueva técnica erótica los salidos de tus padres? - Bromeó y le guiñó el ojo a la peliplateada.

- No, antes de venirnos les he lavado la boca con jabón. - Contestó a la broma feliz.

- ¡Guau no me puedo creer lo grande que estás Akamari! - Dijo Hime y se acercó a un perro muy parecido a Akamaru, salvo que tenía los ojos de color azules.

- ¡Guau! - Saludó Akamari feliz.

- ¡Oye larga yo también quiero un abrazo! - Se quejó un muchacho con los ojos de color azules y colmillos caninos.

- ¡Te voy a castrar no llames así a Hime! - Protestó a su lado un muchacho de rasgos muy parecidos a Tenten y Lee. - Y golpeó a su novio en la frente, con lo que lo tiró al suelo.

- La llama de la juventud sigue tan fuerte en ti como siempre, Ryu. - Dijo y le golpeó animadamente la cabeza al muchacho.

- ¡Oye y yo qué! - Una muchacha morena idéntica a Ryu se acercó a Hime. - ¿Y mi abrazo qué?

- Lo siento, Aya, es que no me dio tiempo a saludarte. ¡Vaya que luces espectacular embarazada!

- Gracias. - La muchacha sonrió a Hime y tomó la mano de un chico exactamente igual a Chouji.

- Y tú sigues igual que siempre, Takashi.

- ¡¡Hola!! - Un chico igualito a Shikamaru, pero con el pelo rubio fue hacia Hime. - ¿Y no abrazas a tu primo o qué? ¡Mira que eres problemática!

- No te había visto, Kawa. - Se sonrojó Hime. - Lo siento, lo siento.

- ¡Deja de molestar a Hime que está preparando su boda, más que pesado! - Una enérgica muchacha igualita a Ino, pero con el pelo castaño, golpeó a Kawa en la cabeza.

- ¡Auch eres tan problemática como mi madre, amor!

- Hola Ichigo. - Sonrió Hime y abrazó a la hija de Ino y Chouji. - ¿Cómo has estado?

- Muy bien. - Contestó ella feliz.

- Oye, Hime, ¿dónde está Fuyu? - Preguntó una muchacha igualita a Tenten, pero con los ojos de Lee.

- Mi primo está dando clases en la academia, Mizu.

- ¡Me voy a verlo, pero ya! - La muchacha salió disparada.

- ¡Esa es mi chica, tiene la llama de la juventud a todo rendimiento! - Exclamó orgulloso Lee.

- Papá. - Hime se acercó a Naruto que tenía un nubarrón sobre sus espaldas típico del anime. - Oh, vamos, no creo que papá te haga nada serio, ya sabes que te quiere demasiado, ttebayo. - La muchacha limpió las cascaditas de su padre de los ojos y lo abrazó. - Anda que yo te acompaño.- Se ofreció. - Chicos podéis ir pasando, yo me llevo a papá antes de que a mi otro papá le dé por enfadarse más. - Hime desapareció en una nube arrastrando consigo a Naruto.

Y los dos llegaron al despacho del Kazekage de Suna donde un irritadísimo Gaara y un irritado Shu trataban de calmar a los gemelos que no paraban de moverse.

- ¡Papá, ttebayo!

- ¡Papá, ttebayo! - Dijeron prácticamente al mismo tiempo y se lanzaron a Naruto, logrando que el Rokudaime se callera al suelo con sus gemelos encima.

- ¡Estás muy pálido, papá, ttebayo! - Sonrió Yume.

- Eso es porque sabe que papá está enfadado, ttebayo. - Bromeó Yami.

- ¡Todos fuera de mi despacho en tres, dos - Los gemelos, Hime, Shu y Naruto se dispusieron a salir del despacho ante la advertencia de Gaara.

- Tú no, Naruto. - Gruñó el pelirrojo.

- Suerte papá, ttebayo. - Empezó Yami.

- La vas a necesitar, ttebayo. - Concluyó Yume.

- ¡No asustéis a papá desgraciados!  - Protestó Hime y lanzó un par de puñetados al estilo de su tía Sakura a sus hermanos.

- ¡Por Kami por qué a mí! - Protestó Shu con cascaditas en los ojos y arrastró a los tres jóvenes fuera del despacho.

- Y bien, ¿cuál es tu excusa? - Indagó Gaara y se acercó a Naruto peligrosamente.

-Tenía que terminar de arreglar los papeles de traslado definitivo de Kiseki y Yami, ttebayo.

- ¿Y me has dejado un mes con nuestros hiperactivos gemelos sólo por eso?

- Lo siento, ttebayo. - Se avergonzó el Kitsune.

- Me las vas a pagar todas juntas, Uzumaki Naruto. - Dijo Gaara y empujó a su marido contra la pared de su despacho, apoderándose de su boca en un ataque de pasión desenfrenada. Sus manos anduvieron por toda la curvatura del cuello de su marido y levantó ligeramente la túnica de Rokudaime para colar sus manos por ella. Acarició suavemente el liso abdomen y cuando se separó para respirar de su esposo le dejó una marca morada en el cuello. - Toda la noche te voy a castigar, pequeño kitsune. Una y otra y otra y otra y otra vez. - Concluyó y besó nuevamente la boca de su marido, pegando su cuerpo al de él y sintiendo los dos ambas erecciones a pleno rendimiento.

- No tienes caso, ttebayo. Me sigues poniendo tanto como hace veinte años, sino más. - Se quejó el rubio.

- Mira quien habló, eres el único que consigue que el frío Kazekage de Arena se vuelva vulnerable.

- ¿Y tienes mucho que hacer ahora, ttebayo?

- Depende de lo que quieras hacer.

- Creo que eso lo sabes, ttebayo.

- Pues en ese caso no tengo mucho que hacer. - Gaara aseguró la entrada con una barrera de Arena y en un santiamén despejó la mesa de Kazekage de papeles. - Tu primero.- Pidió.

- ¿Kyu no Jutsu, ttebayo?

- Sabes que sí, siempre quiero el Kyu no Justu, pervertido mío.

- Pues entonces atranca mejor esa puerta, ttebayo, porque hoy me has pillado con muchas ganas. - El rubio mordió el cuello del pelirrojo. - Un mes sin ti  se me hace eterno, ttebayo.

- Hm... Rokudaime eso parece una declaración.

- Baka. - Naruto besó la boca de Gaara y el pelirrojo correspondió gustoso a sus besos y siguieron juntos un buen rato explorando mutuamente "la llama de su juventud" como diría Lee.

 


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