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Descubriendo que te amo por Naara

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Notas del capitulo:

Hola a tod@:

Aquí os dejo el siguiente capítulo, creo que igual ha quedado un poco flojo con respecto a la historia, pero en él ocurre algo muy importante.

Un abrazo

Naara

 

Después de movernos sin descanso durante un par de días, se produjo nuestra llegada a Konoha.

            Entramos en la ciudad y nos encaminamos directamente al despacho de la Hokage con las recién rescatadas Hime y Kushina.

            Al llegar, Shizune nos hizo pasar. Entramos y nos encontramos a Tsunade con un hombre muy parecido a Sasuke Uchiha y una extraña mujer.

            - ¡Tú! - Lo señaló con un dedo acusador Naruto. - ¿Qué demonios haces aquí, ttebayo?

            - ¿Lo conoces? - Preguntó Sakura.

            - Es Uchiha, Itachi. - Respondió mi rubio amigo.

            - ¿Él es el desgraciado que destrozó la vida de Sasuke? - Sakura miró a Itachi furiosa y se puso en posición de ataque. - ¿Con qué derecho estás aquí?

            - Supongo que Haruno Sakura. - Itachi sonrió. - La verdad tienes tanto carácter como me habían dicho.

            - ¿Qué diablos ocurre aquí, ttebayo?

            - Itachi era un espía de Konoha. - Aclaró Tsunade. - Fue enviado por el Tercero al Akatsuki para informarnos de sus movimientos.

            - Él mató a toda su familia, es un traidor a Konoha y a Sasuke. - Acusó Sakura.

            - En realidad no asesiné a nadie. - Itachi sonrió.

            - Todo ha sido una trama de espionaje muy bien organizada. - Tsunade nos miró a todos.

            - ¿Él no asesinó a su familia? - Inquirí yo.

            - Fue Uchiha Madara. - Tsunade se agitó inquieta. - Él utilizó un jutsu de sustitución para cometer los asesinatos, pensó que así Itachi tendría que abandonar Konoha y unirse a su causa.

            Y lo hizo, sí, pero después de hablar con el Tercero y diseñar el plan perfecto para frenar a los Akatsuki.

            - Las cosas se han puesto muy feas. - Itachi miró a Naruto y se acercó a él. - No estás a salvo, Naruto.

            - ¿Qué... - Naruto observó al mayor de los Uchiha inseguro e Itachi hizo algo que provocó que me hirviera la sangre, tuvo el atrevimiento de acariciar la mejilla de mi kitsune.

            - Han encontrado aliados en la aldea del Remolino y en la del Sonido.

Se está fraguando una guerra, un grupo atacará Suna y otro Konoha en unos cuatro días.

            - ¿Es eso cierto, obachan?

            - Me temo que sí. - Tsunade miró a Naruto angustiada. - Quieren derrocar el poder de Konoha y Suna. Nos hemos hecho muy fuertes desde que trabajamos en equipo y tratarán de someternos.

            - Desgraciadamente han sido sustraídos todos los demonios, menos el tuyo. - La mujer desconocida se acercó a Naruto.

            - ¿Quién eres tú, ttebayo?

            - Hikari Uzumaki. - Aclaró ella.

            - Me alegro de que estés a salvo, hermana. - Kushina se acercó a la extraña y le sonrió.

            - Debemos regresar a Suna. - Yo miré a mi hermano y él asintió con la cabeza. - Si nos atacan estaremos preparados.

            - Iré con vosotros. - Sakura se adelantó. - Protegeré Suna.

            - ¿Por qué ibas a hacer eso si atacan también a tu aldea? - Pregunté.

            - Aquí hay cinco sanin, probablemente seis porque imagino que Itachi Uchiha con su Mangekio Sharingan lo será también, somos aliados y lucharemos como tal en esta guerra.

            - Shikamaru e Itachi irán también. - Tsunade nos miró. - Es importante que derroquemos el poder del Akatsuki para siempre.

            Naruto, Sasuke y Neji serán nuestros hombres en Konoha, no podemos permitir que ese maldito Madara se salga con la suya.

            - La puerta del despacho se abrió y aparecieron Shikamaru y Temari.

            - Estamos listos. - Afirmó mi hermana y sonrió al verme. - Me alegro de que hayáis vuelto.

            - Tsk, será problemático, pero pienso patear el culo de esos Akatsuki de una vez por todas.

            - Tsunade, obachan. - Naruto miró a la Hokage. - Quiero ir con Sakura a Suna.

            Sakura y yo trabajamos muy bien en equipo, somos incluso más competentes si estamos con Shikamaru, ttebayo.

            Los Akatsuki pensarán que Suna está desprotegida  porque saben que Gaara está con nosotros y mandaran a un grupo mucho más pequeño para allí, si los interceptamos a tiempo quizás podríamos venir de refuerzo a Konoha, ttebayo.

            - Naruto tiene razón. - Shikamaru nos miró. - Aunque resulta problemático descubrir que este cabeza hueca es realmente un ninja competente.

            - Iré con vosotros. - Kushina se acercó a Naruto. - Llevo esperando veinte años la ocasión de vengarme del Akatsuki por todo lo que me quitó.

Jamás les perdonaré que me robaran mis recuerdos de ti. - Afirmó acariciando con ternura el rostro de su hijo.

            - Tsunade obachan, sabes que tengo razón y que es la mejor opción, ttebayo.

            - Sí. - Tsunade contempló a Naruto orgullosa. - Ahora ya puedo ofrecerte el puesto de Sexto Hokage, has madurado y estoy orgullosa.

            - ¿En serio, ttebayo? - A Naruto se le iluminaron los ojos.

            - Pero eso será cuando me retire. - Tsunade fijó su mirada en la  mía. - Kazekage, pongo en tus manos la persona más valiosa para mí.

            - Lo sé. - Asentí. - Prometo que Naruto regresará sano y salvo.

            - De acuerdo. - Tsunade se levantó de su sitio y abrazó a Naruto. - Cuídate, mi pequeño.

            - ¡Lo haré, ttebayo!

            - Es hora de partir. - Sakura sonrió a Tsunade. - Por favor, dígales a Sasuke y Sai que cuando volvamos seguiremos siendo un equipo y a todos nuestros amigos que defiendan el fuerte, nosotros nos reuniremos aquí cuando pateemos el culo de los Akatsuki que sean enviados a Suna.

            - Tsunade, obachan, cuídate mucho. - Naruto se acercó a la Hokage y la besó en la mejilla.

            - Te prometo que dejaré el Sake una semana si vienes sin ningún rasguño. - La Hokage se secó las lágrimas que empezaron a resbalar por su mejilla y mi precioso rubio le sonrió con ternura.

            - Es una promesa, no lo olvides, obachan. - Naruto despareció del despacho y poco después todos los demás los seguimos.

            Había empezado una guerra y yo, como Kazekage de Suna, me aseguraría que ésta terminara sin bajas en nuestras aldeas y al terminar le confesaría mis sentimientos a Naruto.


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