QUEDATE CONMIGO.
Ya han pasado tres meses desde que Draco se fue; no lo he querido admitir pero estoy empezando a extrañarlo...
Hoy mis tíos se van a ir de viaje junto con Dudley y como siempre me van a dejar solo en casa; espero no aburrirme demasiado...
Acabo de terminar de escribirle una carta a Hermione para contarle todo lo que ha ocurrido últimamente. Es de noche y buena hora para enviar la correspondencia.
-Vete con cuidado –le dije algo nostálgico y triste a Hedwich –no quiero perderte a ti también.
Ya ha pasado media hora y yo acostado en mi cama recordando aquellos primeros y felices años en Howarts. Bajé por un vaso con agua cuando escucho que alguien toca a la puerta...
-¡¡¡¿¿DRACO??!!! –grité sorprendido al ver su rostro cuando abrí.
-Hola… ¿puedo… pasar? –dijo Draco tímidamente.
-Cla…claro… pasa –respondí nervioso, nunca creí que él vendría… es… es como si fuera… un sueño -¿Qui… quieres al… algo de… beber? –le pregunte. Sentía me ruborizaba cada vez más… -Té por favor –dijo por lo bajo, la parecer también estaba nervioso… no quiero que me abandone… otra vez… Fui a la cocina a preparar lo que me pidió mientras el tomaba asiento en el comedor. -Aquí tienes –le dije con una sonrisa mientras le daba la taza.
-Gra…cias –diro mirando para otro lado.
Tomé asiento enfrente de él. Lo miraba tomando el té, siempre me ha gustado la forma tan sutil y delicada en que sorbe… -¿ocurre algo? –me preguntó. -No… nada… ¿e… está bueno? -Delicioso –respondió con una hermosa sonrisa –eres bueno en la cocina. -Gracias –dije alagado –sabes… me he estado preguntando…
-¿Por qué me fui? –me interrumpió mientras dejaba la taza vacía sobre la mesa. –quisiera observar el cielo nocturno mientras te… explico, claro si no es mucha molestia -No hay problema –le dije algo confundido –vamos arriba. Subimos a mi habitación, abrí a ventana y una fresca brisa pego en mi rostro. Malfoy se acercó a mi lado y juntos observamos el cielo estrellado. -¿Sabes Harry? –me decía melancólicamente –siempre me… me has… atra... ído… Desde que me desafiaste el primer dia en el castillo me empezaste a gustar… y me fui porque no quiero que te… ocurra algo. No sabía que decir o hacer, me quedé atónito ante aquella situación, así que dije lo primero que me llego a la cabeza. -Yo te extrañé… y mucho –estaba sorprendido de lo que yo mismo dije. -Oh… Harry –me dijo mientras me veía a los ojos tiernamente y se acercaba poco a poco hacia mi rostro, mi corazón estaba palpitando muy, muy fuerte y rápido. –Gracias. Draco me besó muy suave y tiernamente, yo le correspondía el beso, cerré mis ojos para disfrutar cada vez más el momento. Él exploraba cada rincón de mi boca, rodeó con sus brazos mi cintura y me atrajo hacia él, mientras mis dedos exploraban su sedoso y rubio cabello y atrayéndolo mas hacia mi para que ese profundo beso nunca terminara. Malfoy me llevaba lentamente hacia mi cama y me recostó muy delicadamente. -Yo también te extrañé –me dijo Draco –no sabes cuanto.
Al escuchar esto unas lágrimas salieron de mis ojos. Él me volvió a besar en la boca y luego limpio con sus labios mis lágrimas, mientras que con sus manos me quitaba lentamente la camisa y mi pantalón. Yo hice lo mismo, pero por la postura en la que estaba, no le pude quitar el pantalón por completo.
-Je je je –rió Draco –no te preocupes, yo me lo quito por ti –me dio un dulce y rápido beso en mis labios y se levantó de la cama. Se quitó lentamente el pantalón mientras lo observaba con detenimiento, se siguió con su ropa interior para quedar completamente desnudo. Subió nuevamente a la cama, me volvió a besar en los labios para después seguirse con mi cuello. -Eres hermoso –le susurré al oído. Él me miró a los ojos y volvió a besarme a los labios mientras me quitaba lo que restaba de mi ropa y me acariciaba con sus manos haciéndome gemir dentro de su boca. -Tú también lo eres –me dijo con una tierna y hermosa sonrisa.
Él comenzó a besar nuevamente mi cuello, bajaba lentamente hasta llegar a mis pezones, los cuales lamía de una manera tan sensual, lo que provocaba que gimiera otra vez pero ahora más intensamente, cosa que excitaba a Draco cada vez más. Él siguió bajando hasta llegar a mi miembro endurecido y lo comenzó a lamer, besar y de vez en cuando me daba unos cuantos mordiscos, mientras yo seguía gimiendo rebozando de placer, hasta que no pude más y derramé todo en su boca. Él subió y me besó dándome a probar de mi propia esencia mientras se colocaba en posición, se separó un poco de mi rostro y comenzó a penetrarme poco a poco. Los dos gemíamos y las gotas de sudor ya se hacían presentes. De repente, el clímax llegó al mismo tiempo para los dos, yo volví a derramar mi semilla, pero ahora en su vientre, en cambio el la derramaba muy dentro de mi; ambos estábamos muy cansados pero muy felices. Él salió de mí muy lentamente y se recostó a mi lado mientras me sonreía muy tiernamente. -Mis tíos se fueron de viaje por un mes… ¿me acompañarías hasta que ellos regresen? – le pregunté con voz suplicante mientras me volteaba para quedar frente a frente. -Por supuesto –me dijo –no pienso abandonarte nunca más. Siempre que me necesites, ahí estaré.
Nos besamos por un largo tiempo, después me acomodé en su pecho y lo abracé con todas mis fuerzas… no quería perderlo nunca mas. Él hizo lo mismo conmigo, después me dio un besó en mi cabeza hasta quedarnos profundamente dormidos...
FIN.